Dos noticias han llamado mi atención esta semana, no por su impacto en la sociedad sino porque pueden reflejar una nueva estrategia mediática por parte de los partidos políticos con vista a las elecciones autonómicas de mayo.

[EL CONFIDENCIAL] – [EL PAÍS]

Es cierto que todavía estamos a tres meses pero todo hace presumir que la campaña ha empezado. A decir de los estudiosos del marketing, estos movimientos indicarían que se está tratando de segmentizar/diferenciar las estrategias con vistas a lograr la adhesión del electorado. Pero veamos cada una y tratemos de analizar sus posibilidades de éxito

Caso Carla Antonelli: se trata de un transexual (autodefinición) con antecedentes de haber incursionado en política durante años y dentro de las filas del PSOE, reivindicando la defensa de derechos de su colectivo y también sobre el aborto. Tomás Gómez pretende incorporarla a sus listas con vistas a su postulación a la Comunidad de Madrid. Hasta aquí nada objetable pues quien mejor que uno mismo para defender su lugar en la sociedad en igualdad de condiciones con el resto de los ciudadanos. Lo llamativ, quizás contraproducente y hasta podría decir lamentable, es que todo lo que expresa sobre su capacidad es su condición de género con el agravante que no denota experiencia en las áreas (sociales y cultura ) en las que de resultar electa podría actuar salvo su condición de actriz. Por otro lado, si lo que se pretende es fidelizar a parte del electorado con su inclusión, no aportaría nada nuevo pues la posición del PSOE al respecto es clara y pública desde hace tiempo y materializada en leyes ad-hoc.

Caso partidos inmigrantes: a decir del artículo en las próximas autonómicas en la oferta electoral incursionarían en forma individual o en alianza/amparo de organizaciones políticas de mayor envergadura algunas agrupaciones de extranjeros cuyo objetivo sería vindicar su condición de tales. Así entonces, ya sea por su condición de extranjeros y/o su pensamiento religioso, el arco de oferta partidaria puede ampliarse. En principio valdría el anterior comentario respecto a la defensa de sus intereses pero deberíamos matizar un poco para entender el fenómeno:

– las conductas sectarias no se pueden vencer con la misma estrategia sino por el contrario con acciones de inclusión e integración.
– cuales son las posibles reivindicaciones que hacen imposible su inclusión en formaciones políticas más tradicionales dentro del marco legal, sobre todo cuando es claro el posicionamiento de los dos partidos mayoritarios.

Cuando pareciera que en toda Europa se está cuestionando lo andado respecto a la inmigración, algunos reconociendo haber fallado en su estrategia de integración, otros replanteándose su permisividad en la tolerancia o declamando que esa permisividad ha atentado contra el “ser nacional” y por supuesto «la precariedad del empleo y el paro» resulta ilusorio pensar en poder ganar espacio en las instituciones por la vía de la diferenciación del colectivo. Por el contrario resultaría mucho más beneficioso para todos la participación dentro de los partidos tradicionales pues demostraría una verdadera integración dejando entonces sin argumentos a los reaccionarios. Nos sorprenderíamos gratamente saber la cantidad de extranjeros de origen que hoy forman parte de nuestros legisladores en sus diferentes instancias.

En resumen, salvo que el objetivo sea engrosar el argumentario de los reaccionarios o de aquellos que se empeñan en culpar a otros de la incapacidad o errores propios, nada van a conseguir. Si la necesaria e imprescindible regeneración política viene dada por este tipo de propuestas lamentablemente tenemos bipartidismo anacrónico para rato.

Un abrazo a todos

THENIGGER