A la luz de algunos acontecimientos del dia jueves pasado, donde hubo enfrentamientos entre manifestantes desempleados y la policía en algunos puntos de España, rescato un artículo de COTIZALIA con el título ¿Cuándo estallarán las calles?
El planteo surge a partir de declaraciones de Jean Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo, cuya visión apocalíptica del futuro inmediato de Europa llama a reflexionar si el estallido está cercano.
¿Es incorrecto elaborar una hipótesis de conflicto social con la que está cayendo? No, seria incorrecto no hacerlo, pero ¿Puede ocurrir en España?
Para que el disconformismo social se exteriorice como protesta violenta deben concurrir varios factores (todos o la mayoría) en forma simultánea
– efecto imitación (contagio de movimientos similares)
– inexistencia o ruptura del tejido social
– que los afectados sean representativos en términos de volumen e importancia en la estructura social y que la actual sea una situación que se suma a postergaciones/marginaciones mas antiguas y no satisfechas
– existencia de una fracción política o colectivo que vea la oportunidad para capitalizar la protesta y erigirse como representante
– inacción por parte del gobierno en lo referido a contención social
– existencia en el arco político de facciones radicalizadas
– ausencia / insuficiencia de redes sociales
– hartazgo de la sociedad de sus referentes políticos
– baja presencia de sindicatos en términos de negociación (no hablo de representatividad)
– alta presencia de inmigración no integrada (existencia de ghetos)
– baja presencia de clase media en la estructura social
A priori podríamos concluir que existen algunas condiciones, pero debe ponderarse su importancia para analizar como incide cada una de ellas en la reacción colectiva. En nuestra España de hoy con más de cuatro millones de parados y muchas familias en serias dificultades para llegar a fin de mes (desempleo + hipoteca+ sobreendeudamiento) hay algunos aspectos que concurren para evitar el estallido en lo inmediato. Cabe destacar que no estoy tomando posicionamiento político pues con sus más o sus menos la situación sería similar con la oposición (me refiero a la coyuntura y no a cómo salir de la situación de crisis). Veamos entonces
– cobertura social: el sistema de salud, los servicios públicos y la cobertura al desempleado funcionan “aceptablemente”.
– Sindicatos: podremos criticar muchas cosas desde antes, aun con otros gobiernos y con los que vendrán pero su tarea en la coyuntura, amortiguando el conflicto es relevante.
– Organizaciones sociales: ONG´s, caritas, servicios sociales de ayuntamientos, comedores, etc… Dentro de su ámbito asumen su rol acercando sus ayudas a los más necesitados
– Grupos de izquierda: no están radicalizados; son críticos y reivindicativos pero no pugnan por llevar gasóleo a la hoguera
– Colectivos marginados: no existen grandes colectivos que hayan agravado su situación o que arrastren desigualdades crónicas
– Rol de la oposición: si bien aprovecha la situación para llevar agua hacia su molino, efectúa política de desgaste pues es consciente que poco más podría hacer para sobrellevar la situación en lo inmediato si estuviera gobernando.
– Clase media: afectada por el tema hipotecario y parcialmente por el paro, gracias a la contención familiar y créditos de consumo sobrevive.
– Inmigración: si bien es un colectivo representativo y al cual mayoritariamente afecta la crisis, está integrada al resto de la sociedad a diferencia de otros países donde forma ghetos
– Crisis global: afecta a toda la sociedad aunque con distinta virulencia, lo que hace que el efecto se diluya en términos sociales
En general este tipo de movimientos se fecunda en las generaciones más jóvenes con una alta carga de idealismo donde prenden fácilmente los conceptos reivindicativos y de cambio profundo. Nuestra juventud por distintos motivos (que sería tema de otro post) está despolitizada y sin capacidad de organización. La generación de los 40 a los 60 está posicionada pero no comprometida salvo con la defensa de lo propio y por tanto reacia a las acciones globales.
Ambos casos son fruto del accionar de la clase política que los despojó de sus ideas y adormeció su pensamiento, habiéndose convertido en un colectivo propio diferente a los votantes que les dan sustento. Prueba de ello es que está enfrascada en su propia contienda y que sólo hacen uso del tema de la crisis como munición de guerra pero sin abordar la raíz del problema.
Rescatando la pirámide de Maslow, vemos que las necesidades básicas a día de hoy están cubiertas algunas por el Estado-salud, desempleo, seguridad, servicios- y las alimenticias por sí mismas a costa de marcas blancas y algunas restricciones o por organizaciones sociales de amplio espectro que complementan (comedores, ONGS)
Si bien el problema esta latente la evolución dependerá del comportamiento global de la economía, de las medidas que adopte el gobierno en el corto plazo y el rol de los partidos políticos, sindicatos y patronales en su acompañamiento o no de las mismas para que no ocurra nada
un saludo y buen fin de semana
THENIGER
Interesante lo que comentas y creo que muy acertado. En España si esto no sucede, que está por ver, será porque los sindicatos y la extrema izquierda de momento no están alterando a la gente y a los desempleados en general. Si te soy sincero creo que si gobernará la derecha, los sindicatos y la izquierda en general ya se habrían echado a la calle, es una opinión personal y puedo estar equivocado, es más, me gustaría pensar que estoy equivocado.
De todas formas en Gijón, en Cádiz y otros puntos de España si han habido ya conflictos pero inteligentemente (creo) no se le están dando mucho bombo. Yo deseo que cuanto antes el país mejoré su economía aunque sea de la mano de Zapatero y su gobierno, que sinceramente no son de mi cuerda, porque la crisis es brutal y está afectando a la gente más débil. Cuando empezó la crisis hace ya un tiempo largo, mi padre me lo dejó y es verdad, «las crisis siempre la pagán y las sufrén los más débiles».
Volviendo a las revueltas populares, creo que es posible que llegué pero creo que no será de la mano de los inmigrantes, más bien serán los propios españoles, la verdad que no los veo de la mano.
Otra cosa que comentas y creo que lo clavas, es el hartazgo de los políticos, yo estoy en esa linea, cada vez son más las personas que yo conozco de todas las ideologías y clases sociales que están hartos y que muchas cosas no las comprende.
Buen post.
Yo creo que lo que no es muy de recibo es que los sindicatos estén pasteleando con gobiernos que aplican medidas que desfavorecen a los trabajadores. Casos como los del antiguo secretario general de CC.OO. producen un manifiesto bochorno. (Sólo hay que observar en qué posiciones ideológicas se encuentra este individuo actualmente). Lo lógico es que los sindicatos se movilicen cuando observen que un gobierno intenta recortar derechos a los trabajadores y no al revés. No entiendo a qué se refiere Miguel con la llamada «ultraizquierda», un vago concepto que no acierto a adivinar. Los carteles que hacen un claro llamamiento al desobediencia social, a la xenofobia y a la demonización absoluta de un gobierno democráticamente elegido por los españoles van firmados por yugos y flechas.
Las revueltas ocurrirán cuando alguien arroje la primera piedra a una sucursal bancaria. En ese momento, muchos tendrán ya muy claro quienes son los verdaderos culpables de la mayor crisis global que la humanidad ha padecido desde los tiempos de la II Guerra Mundial.
LEITER
En mi opinión, la crisis todavía no ha bajado a la calle porque la situación, siendo mala, no es tan dramática como la pintan (de hecho, acabo de volver de la playa y los restaurantes estaban a reventar). Además, un porcentaje muy alto de parados son inmigrantes, y esos no se suelen quejar. Se buscan la vida en otro país y punto.
Como en su día hicimos los españoles.
Un saludo a todos
Lo del yugo y las flechas creo que poco tiene que ver con la situación actual, pero bueno dando por sentado que tú (Leiter) eres una persona culta y preparada imaginó que lo tendrás muy claro. Por otra parte te recuerdo que no hay manera más terrible de atentar contra los derechos de los trabajadores que ante la destrucción de empleo no saber o no hacer nada, es mi opinión amigo. Pero en cualquier caso es lo que yo pienso y nada más, posiblemente equivocada.
HOla a todos, gracias por vuestros comentarios Miguel, Angel, y Leiter.
Siempre trato de despolitizar al máximo mis comentarios ( cosa harto difícil pues el individuo es un animal político), en este caso creo que el tema no es de derechas o izquierdas sinoque todas las radicalizaciones son nocivas para la conviviencia democrática. Por ello hacia hincapié en «grupos o facciones» que aprovechen la coyuntura para generar caos sin tener afinidad con los intereses que supuestamente pudieren defender.
Es real lo que apunta Angel sobre las terrazas , cosa que tambien ocurre en Madrid, pero no es demostrativo de la situación real. Para ver la realidad hay que adentrarse en las barriadas populares que es donde más se manifiesta la situación. No comparto lo que dice Angel sobre los inmigrantes que aunque no protesten , lo que hacen es buscar alternativas laborales idependientemente de analizar si son afines a su formación profesional, que es lo que todos deberían hacer en la coyuntura sin estirar el paro al máximo.Los inmigrantes que se vuelven son aquellos que nunca se integraron y vinieron a ver que pasaba
un abrazo
Javier, he leído hoy que los sindicatos quieren hacer una huelga sólo en la Comunidad Autónoma de Madrid…¿cómo se come eso?.
Nada, que están los chicos enfadadillos con doña Espe (supongo). Esta mujer les llama “liberados” de forma un tanto despectiva y, claro, se mosquean…
Un abrazo, Miguel (Oye, que yo no soy tan listo, joer)
LEITER
Respeto sincero que te tengo, Leiter. Un dia, si quereis tocamos el tema de los sindicatos y los liberados, apasionante. Insostenible desde mi humilde opinión la estructura sindical que en España en un modelo productivo medianamente rentable en Europa y en el mundo.
Theniger, yo me refería sobre todo a los inmigrantes sin formación. Los que trabajan en el campo y la construcción. Creo que estos, aparte de no integrarse (y no por su culpa, precisamente), sí suelen cambiar de país cuando se quedan sin trabajo.
Y en cuanto a lo de las terrazas, pues seguramente llevas razón (la impresión es falsa, hay que mirar en los barrios populares), pero yo recuerdo la crisis del 93 y entonces el ambiente de la calle sí que era triste en general. A lo mejor sólo es una impresión mía.
Saludos