Puede afirmarse sin ningún género de dudas que la tradición interpretativa musical en Israel comenzó en 1936, año en que el violinista Bronislaw Huberman decidió fundar la Orquesta de Palestina con una serie de músicos judíos que habían sido expulsados de algunas formaciones centroeuropeas por su condición en un ambiente de creciente antisemitismo. Pese a que muchos directores judíos procedentes de Europa, Rusia y América decidieron colaborar con la Orquesta Sinfónica de Palestina, embrión de la futura Orquesta Filarmónica de Israel, los dos primeros maestros de la dirección orquestal judía nacidos propiamente en territorio israelí fueron Noam Sheriff y Eliahu Inbal. Este último era sobrino de uno de los principales rabinos de Jerusalén especializados en la Kabala, una forma tradicional de conocimiento judía basada principalmente en la meditación. Quizás por ello, Inbal pudo comprender desde muy joven el universo bruckneriano precisamente como meditación, como religión y como estado cósmico.

Eliahu Inbal nació el 16 de febrero de 1936 en Jerusalén, territorio antaño administrado por Gran Bretaña y hoy bajo control israelí. Inbal comenzó su formación musical estudiando violín y composición en la Academia de Música de Jerusalén bajo la tutela de Paul Ben-Haim. Tras haber sido escuchado por Leonard Bernstein, el director norteamericano consiguió un beca con la que Inbal pudo trasladarse hasta París para continuar su formación con Fourestier y más tarde accedió a la prestigiosa Accademia Chigiana de Siena para tomar parte de los cursos de dirección impartidos por Sergiu Celibidache y Franco Ferrara. Sus progresos fueron tales que ya en 1963 Inbal consiguió el primer premio en el Concurso de Dirección Guido Cantelli celebrado en Novara, en las inmediaciones de Milán, y que le facultó para poder debutar en La Scala un par de años después. Ese mismo año de 1965, Inbal dirigió por primera vez a la Orquesta Filarmónica de Londres con tal éxito que inmediatamente fue requerido por otras orquestas inglesas para actuar como invitado, llegando incluso a adoptar la ciudadanía británica. En 1969, Inbal dirigió su primera ópera, Don Carlo de Verdi, en Verona y se mostró también como un solvente director de este género. Pero el primer cargo de verdadera relevancia que obtuvo Inbal fue su nombramiento en 1974 como director titular de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt sustituyendo al norteamericano Dean Dixon (uno de los pocos directores de orquesta de raza negra de la historia que padeció en sus propias carnes intolerables episodios de racismo). Durante su andadura con esta formación, prolongada hasta 1990, Inbal realizó numerosas giras internacionales amén de completar una notable producción discográfica centrada en las versiones originales sinfónicas de Bruckner y Mahler que fueron aclamadas por la crítica.

De forma paralela, entre 1984 y 1989, Inbal fue el principal director del teatro de La Fenice de Venecia, institución que años más tarde, en 2007, decidió nombrarle director musical. Inbal también mantuvo una estrecha colaboración con la Orquesta de la Ópera de Montecarlo, institución con la que llevó a cabo una serie de grabaciones discográficas poco habituales en el repertorio tradicional. A partir de 2001, Inbal se encargó de la dirección musical de la Konzerthausorchester de Berlín (formación fundada a partir de la antigua Orquesta Sinfónica de Berlín Este) en sustitución de Michael Schonwandt hasta 2006. Dos años más tarde, Inbal fue nombrado director titular de la Orquesta Sinfónica Metropolitana de Tokio, una de las tres principales orquestas de Japón junto con la Orquesta Sinfónica de Tokio — formación con la que se suele confundir — y la Orquesta Sinfónica de la NHK. Ese mismo año, la gerencia de la prestigiosa Orquesta Filarmónica Checa anunció a Inbal como director titular a partir de 2009 en sustitución de Zdenek Macal, cargo en el que se mantendrá hasta la próxima temporada 2012/13, cuando será sucedido por Jiri Belohlavek.

Director muy conocido y apreciado en Europa por su especialidad en la música de Bruckner y Mahler, Eliahu Inbal ha orientado su carrera con un excelente equilibrio entre el género sinfónico y la dirección operística. Inbal posee una magnífica técnica de batuta y se muestra del todo concentrado en los conciertos pese a que su forma de ensayar es muy minuciosa y detallista, no dejando ningún cabo suelto. Su repertorio es muy amplio y, aparte de su predilección por las obras sinfónicas del posrromanticismo, muestra un interés especial por la música de su tiempo. De esta forma ha registrado títulos nuevos y nada convencionales que han obtenido la unánime consideración de la crítica. Asiduo visitante de España en calidad de director invitado, Inbal se presentó en Madrid por primera vez en 1971 dirigiendo la Décima de Mahler (edición de Deryck Cooke) al frente de la Orquesta Nacional de España. Bajo su batuta, las orquestas españolas han sonado siempre muy bien y su nombre llegó a barajarse como director titular de alguna de las principales agrupaciones sinfónicas basadas en Madrid en numerosas ocasiones. Hombre muy reconcentrado y de un carácter un tanto difícil en las distancias cortas, Inbal fue censurado por una conocida publicación musical española por la negativa de uno de los sellos discográficos con los que colaboraba (DENON) a ceder ejemplares para la crítica. Tal vez por ello, su estupenda producción discográfica tardó en imponerse en España.

De entre la producción discográfica debida a Eliahu Inbal podemos mencionar las siguientes grabaciones (advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen porqué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Triple Concierto de Beethoven, junto a Starker, Arrau y Szeryng, y dirigiendo la New Philharmonia Orchestra (PHILIPS 4643682); Sinfonía nº4 de Brahms dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la RAI (vídeo de referencia desconocida); la integral sinfónica de Bruckner dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt (TELDEC 2564680228 — integral sinfónica en 11 CD´s); La tempestad de Chaikovski dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt (PHILIPS 442586); los 2 Conciertos para piano de Chopin, junto a Claudio Arrau y dirigiendo la Sinfónica de Londres (PHILIPS 438338); Maria de Rudenz de Donizetti, junto a Ricciarelli, Nucci, Surjan y Baleani, y dirigiendo la Orquesta del Teatro La Fenice de Venecia (LIVING STAGE 35140); Sinfonía nº7 de Dvorak dirigiendo la Philharmonia Orchestra (APEX 4614272); la integral sinfónica de Mahler dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt (BRILLIANT CLASSICS 903839 — integral sinfónica en 15 CD´s); y, finalmente, Concierto para piano nº3 de Rachmaninov, junto a Boris Berezovski y dirigiendo la Philharmonia Orchestra (ERATO 18411). Nuestro humilde homenaje a este gran director de orquesta.