Interesante el artículo de EL PAÍS cuyo link les paso y lectura les recomiendo.

Evidentemente, el enfoque del mismo tiene un sesgo de mercadotecnia muy alto aunque desde mi perspectiva demuestra que la mujer, como siempre tuvo que ser, va tomando cada vez mas predicamento en la unidad familiar, la economía y, en general, en el mundo desarrollado.

No es novedad el hecho que desde antes que existiera la moneda ya administraba la cueva (alimentos, abrigo, fuego) pero en los últimos 50 años han ocurrido ciertos fenómenos sociales y económicos que hacen que hoy las empresas que quieren sobrevivir deben poner especial atención a este colectivo, a saber:

-incorporación masiva de la mujer  al mercado laboral y en crecimiento en lo que hace a la pirámide decisional de las organizaciones: La consecuencia es la aportación económica a la economía familiar o propia en caso de no estar en pareja (antes dependientes de la  familia)

-incorporación masiva al campo de la educación: en algunas disciplinas universitarias tanto como estudiantes como graduados son mayoría sobre los varones

– diferente visión respecto al hombre de las realidades de compra y gestión

– competencia de las empresas  por ganar mercado cada vez más intensa

Tal como en su momento se abrieron nichos de mercado para solteros, homosexuales, franjas de edad, parejas de profesionales sin hijos… Ahora no se trata de segmentar sino de cazar al decisor del gasto.

Ejemplo de ello es que en los grandes supermercados, si bien su presencia es mayoritaria como siempre, se observa cada vez más la presencia de esposos que tal cual mandaderos circulan con sus carros, lista en mano, confeccionada por sus mujeres y tomando de las góndolas lo que tienen escrito .

Ya en los años cincuenta, estudios serios del mercado en la industria del  automóvil recomendaban que en los cursillos de cierre de ventas a parejas se hiciera hincapié en que implícitamente era la mujer quien decidía la compra a partir de la elección del color, el tipo de tapizado o la capacidad del maletero.

Pero lo que ahora exploran las empresas es el diseño de estrategias que reafirmen el poder decisorio en las compras que siempre ha tenido la mujer.

No se trata de orientarse a productos o servicios donde ellas son consumidoras (que existe y tratan de potenciar) sino de compras donde independientemente de quien sea el consumidor/usuario pase por su proceso decisorio y aún más no necesariamente con la presencia femenina en el punto de venta.

Así entonces exploran estrategias que contemplen sus necesidades (relación precio/calidad, facilidades de compra, variedad de oferta, etcétera).

Pareciera entonces que las empresas como reflejo de las sociedades más adelantadas están despertando del letargo y adaptándose a esa realidad que cual fuerza irreversible va poniendo a las mujeres en el lugar en que siempre tuvieron que estar.

Si bien es otro ejemplo más de esta economía consumista en donde estamos inmersos, nos queda el aliciente que aún cuando no sea el objetivo de las empresas es una lanza más a favor de la igualdad de sexos y el reconocimiento del rol de la mujer  en la sociedad

Un abrazo y buen fin de semana

THENIGER