Max Fiedler

 August Max Fiedler nació el 21 de diciembre de 1859 en Zittau, Sajonia, e inició su formación pianística con su padre y con el organista Gustav Albrecht. Niño prodigio, Fiedler accedió en 1877 al Conservatorio de Leipzig para estudiar con Carl Reinecke obteniendo la máxima calificación en su graduación en 1882. Gran amigo personal de Brahms, Fiedler llegó a sustituir al compositor durante una interpretación de uno de sus conciertos y desde entonces se consagró como uno de sus mejores intérpretes. Habiendo ejercido la docencia en el Conservatorio de Hamburgo y siendo requerido por sus habilidades pianísticas, Fiedler debutó como director en 1886 y poco después se convirtió en el principal director de la Orquesta Filarmónica de Hamburgo. A partir de 1898, Fiedler inició una extensa gira como director que le llevó por diversas ciudades europeas, siendo especialmente aclamado en Rusia, en donde se le comparó con Nikisch y Weingartner. Ya en 1905, Fiedler viajó hasta los EEUU y causó allí tal sensación que tres años después Karl Muck le recomendaría como su sucesor al frente de la Orquesta Sinfónica de Boston, puesto en el que permaneció como titular hasta 1912. Su labor allí no estuvo exenta de críticas por un estilo de dirección que fue considerado como muy condescendiente con el público y poco técnico. De resultas, Fiedler decidió regresar en 1912 a Hamburgo para compartir titularidad con el entonces director de la agrupación sinfónica, Siegmund von Hausseger, desde un cargo que acarreó ciertas dificultades. Por ello, Fiedler no tardó en partir para Berlín para dirigir como invitado a muchas de las orquestas de aquella ciudad hasta que en 1916 accedió a suceder a Hermann Abendroth como director de la Orquesta de Essen. Allí Fiedler volvió a ser reconocido como una de las mayores figuras de la dirección orquestal de toda Alemania y pronto también fue requerido como principal director invitado por la Orquesta Filarmónica de Berlín. Ya en 1934, Fiedler cambió su destino en Essen para volver a Berlín y hacerse cargo de la Orquesta de la Radio de Berlín. El 1 de diciembre de 1939 Fiedler fallecería en Estocolmo, Suecia, tras caer gravemente enfermo. Considerado como uno de los mejores intérpretes de Brahms de su época por su cercanía al compositor durante sus años jóvenes, no obstante Fiedler también fue muy criticado por sus constantes fluctuaciones de tempi acordes con un marcado carácter ultrarromántico de dirección que no siempre respetaba la integridad de la partitura escrita. Tras su muerte, la fama y popularidad de Fiedler se eclipsaron y hoy en día tan solo nos quedan unas cuantas grabaciones discográficas de la obra de Brahms que nos permiten escuchar a un director del todo personalista. Como ejemplos, la Obertura para un festival académico de Brahms al frente de la Filarmónica de Berlín; el Concierto para piano nº1 de Brahms junto a Alfred Hoehn y dirigiendo la Orquesta de la Radio de Berlín; y la Sinfonía nº4 de Brahms dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Berlín.

Walter Damrosch

 Walter Johannes Damrosch nació el 30 de enero de 1862 en Breslau, Silesia, en el seno de una familia musical cuyo padre era director de orquesta y de quien recibió su primera formación musical. Más tarde, Damrosch ingresó en el Conservatorio de Dresde para estudiar bajo la tutela de los profesores Rischbieter y Draeseke antes de emigrar, en 1871, junto con toda su familia hacia los EEUU. Allí, el joven Damrosch pronto comenzó a dirigir grupos corales en Nueva York hasta que en 1884, con apenas 22 años de edad, Damrosch fue nombrado director asistente de su propio padre en el repertorio alemán del Metropolitan, cargo que se prolongó al año siguiente cuando su padre falleció y fue relevado por Anton Seidl. A partir de 1890, tras su matrimonio con la hija de un candidato presidencial y la adquisición de la nacionalidad estadounidense, Damrosch empezó a hacerse muy popular en los EEUU gracias a su especialidad en la música de Wagner (fue el primero en interpretar Parsifal en los EEUU en 1886) y por convertirse en un pionero de las transmisiones radiofónicas. A partir de 1885, Damrosch fue designado director titular de la Orquesta Sinfónica de Nueva York (formación fundada por su padre en 1878), cargo en el que permaneció hasta 1928. Sin embargo, Damrosch fue muy criticado por reclutar a músicos procedentes de Francia y Bélgica (llegó incluso a ser sancionado) y no contar apenas con profesores neoyorquinos para dotar a la orquesta. Durante sus años en Nueva York, Damrosch también se dedicó a la composición y vio estrenadas algunas de sus óperas, actualmente olvidadas y fuera del repertorio. También fue el director encargado de presentar los estrenos mundiales del Concierto para piano (1925) y de Un americano en París (1928) de Gershwin. Tras su salida de la Orquesta Sinfónica de Nueva York en 1928, Damrosch se adhirió al grupo de la NBC y fue el encargado de presentar un famoso programa radiofónico sobre música culta dirigido a estudiantes hasta 1942. Considerado como uno de los grandes difusores — aunque a menudo criticado por cierta tendencia populista — de la música clásica en los EEUU pese a que su producción discográfica fue escasa, Walter Damrosch finalmente falleció el 22 de diciembre de 1950 en Nueva York. Sirva desde aquí nuestro humilde homenaje a estos dos grandes directores de orquesta.