MICHAEL TILSON THOMAS

Michael Tilson Thomas nació el 21 de diciembre de 1944

Para aquellos jóvenes directores de orquesta cuya trayectoria artística no ha hecho más que comenzar, la puntual comparación con otros legendarios maestros puede resultar una rémora del todo insalvable. Ciertamente, puede llegar a ser un honor y un motivo de satisfacción personal el hecho de que surjan las comparaciones o los ripios al estilo de «sucesor de» cuando uno trata de abrirse paso en el complicado mundo de la dirección orquestal. Sin embargo, este tipo de afirmaciones también conlleva un pesado lastre que no todos los directores noveles son capaces de soportar y, mucho más, cuando las iniciales expectativas puestas sobre ellos no acaban de cristalizar. Sobreviene entonces un delicado momento en el que se precisa una auto afirmación personal como artista y un rechazo a cualquier tipo de comparación gratuita que no hace sino poner frenos al desarrollo personal e individual de la carrera musical. Pianista, compositor y director de orquesta, muchos vieron a Michael Tilson Thomas como el legítimo heredero y sucesor del mítico Leonard Bernstein. Tras unos espectaculares comienzos, la trayectoria de Tilson Thomas pareció entrar en una fase un tanto anodina que dificultaba cualquier progreso artístico. Mediante un proceso de reflexión personal, Tilson Thomas supo reconducir su carrera y mostrarse como un excepcional director de orquesta tras su nombramiento como titular de la London Symphony. Desde ese momento, ya no se volvió a hablar nunca del sucesor de Bernstein, sino de Michael Tilson Thomas en toda su justa dimensión.

Michael Tilson Thomas nació el 21 de diciembre de 1944 en Hollywood, Los Angeles, California, en el seno de una familia muy culta y con gran tradición artística. Thomas inició su formación musical en la Universidad del Sur de California estudiando piano con John Crown, clavicémbalo con Alice Ehlers y composición con Ingolf Dahl, perfeccionándose después con Heifetz y Piatigorski. Si bien su carrera se orientó desde un principio como solista de piano, en 1963 fue director de los Young Musicians Fundation Debut Orchestra hasta 1967, haciéndose cargo también de los Monday Evening Concerts. En 1966 trabajó como asistente de Friedeling Wagner en Bayreuth y un año más tarde como ayudante de Pierre Boulez en el Ojai Festival. En 1969 se le presenta su primera gran oportunidad sobre el podio al tener que reemplazar a William Steinberg al frente de la Orquesta Sinfónica de Boston. El triunfo de esta cita conlleva que un año más tarde sea designado vicedirector de dicha formación, en 1971 director adjunto y en 1972 principal director invitado junto a Colin Davis. Entre 1971 y 1979, Thomas ejerce como director musical de la Orquesta Filarmónica de Buffalo sucediendo a Lukas Foss y realizando un buen puñado de grabaciones discográficas para el sello COLUMBIA. Esta labor en Buffalo se ve complementada con la dirección ocasional de los Young Concerts con la Filarmónica de Nueva York. Su ascendente trayectoria artística hace que en 1981 sea nombrado principal director invitado de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles hasta 1985. Dos años más tarde, Thomas funda la Orquesta Sinfónica del Nuevo Mundo en Miami, una formación académica cuya finalidad es la de preparar y formar a jóvenes músicos con vistas a desarrollar sus futuras carreras como instrumentistas en las mejores orquestas mundiales. Si bien Thomas sigue acaparando dicho cargo en la actualidad, su primer puesto de verdadera relevancia artística se produce en 1988 al ser nombrado sucesor de Claudio Abbado al frente de la Orquesta Sinfónica de Londres.

Durante el período en el que Michael Tilson Thomas fue director titular de la Orquesta Sinfónica de Londres, de 1988 a 1995, la formación inglesa se mantuvo como la mejor de Londres si bien este privilegio ya lo había conseguido durante la exitosa etapa previa de Claudio Abbado. La carrera artística de Thomas ganó muchos enteros merced a su labor en Londres y desde ese momento fue un director constantemente requerido para dirigir como invitado a otras formaciones europeas de prestigio. Tras ser relevado del cargo en 1995 por Sir Colin Davis (en realidad, se trocaron los papeles: Davis, principal director invitado de la LSO, pasó a ser el director titular al tiempo en que Thomas ocupó desde entonces el puesto de principal director invitado), Thomas fue designado director musical de la Orquesta Sinfónica de San Francisco en sustitución de Herbert Blomstedt, cargo que aún mantiene en la actualidad. Thomas se ha destacado en ofrecer un repertorio basado en la música rusa y norteamericana amén de realizar una grabación de la integral sinfónica de Mahler que ha sido todo un éxito de ventas. A juicio unánime de la crítica, la formación californiana se ha erigido en una de las mejores orquestas de Norteamérica merced al buen hacer de Thomas en estos años y sus numerosos premios a determinadas grabaciones discográficas así lo atestiguan. Al igual que Bernstein, la popularidad de Tilson Thomas en EEUU es del todo considerable gracias a su participación en programas televisivos encargados de difundir la música clásica. En 2009, Thomas fue condecorado con la Medalla Nacional de las Artes por el presidente Obama.

Director de amplísimo y variado repertorio, Michael Tilson Thomas es posiblemente el maestro norteamericano más famoso y requerido en la actualidad. Uno de sus grandes fuertes como director es su extraordinaria versatilidad para enfrentarse a cualquier estilo de música. Sus lecturas destacan por presentar una admirable claridad orquestal en donde es posible escuchar todas y cada una de las notas escritas en la partitura (y, a veces, hasta las que no existen. Observad con atención este curiosísimo vídeo. Tilson Thomas se precipita claramente al señalar una entrada de la trompeta. El solista se confunde e ignora la nueva y segunda orden de entrar. Al final, el solista entra a destiempo en la tercera orden ante el atónito gesto del director). Su técnica de dirección es firme y decidida, con un elegante manejo de la batuta que suele intercambiar entre ambas manos en determinados momentos para indicar una mayor expresividad en la línea discursiva. Director muy sobrio en movimientos de unos años a esta parte, su expresión adopta un aire de calurosa aproximación a cada instrumentista y sabe transmitir en todo momento una indudable sensación de seguridad sobre el podio. Su nombre se ha ido consolidando durante las dos últimas décadas como uno de los directores que levantan mayor expectación en cualquier parte del mundo, aunque tal vez su figura no sea aún del todo considerada como la de uno de los grandes maestros de la dirección orquestal de la actualidad. Algunos críticos aluden a que Michael Tilson Thomas, si bien es un excelente ejecutor que saca el mejor partido posible a las formaciones a las que dirige, carece de un sentido de la musicalidad que delimita la línea de lo excepcional a lo sublime. Sea como fuere, Tilson Thomas es un director que progresa día a día y cuya mejor versión tal vez esté aún por llegar en los años venideros correspondiendo a su etapa de mayor madurez personal.

A pesar de ser un hombre extrovertido y muy comprometido con cualquier tipo de manifestación cultural, Michael Tilson Thomas es un personaje ciertamente difícil en las distancias cortas y presenta una reprochable tendencia a vanagloriarse a sí mismo. De esta manera, algunas declaraciones efectuadas en las contadas entrevistas que concede han sido cuanto menos polémicas. En una ocasión llegó a afirmar, tras haber ofrecido un memorable concierto dedicado a Mahler, que el extraordinario sonido conseguido por la London Symphony era exclusivamente debido a su trabajo como titular, ignorando de forma un tanto presuntuosa la magnífica labor llevada a cabo por su antecesor Claudio Abbado. En otra ocasión, y preguntado por el periodista de turno sobre la conveniencia de aceptar el cargo de director titular de la Orquesta Sinfónica de San Francisco, una formación interesante pero no incluida en el tradicional grupo de las Top Five de EEUU, Tilson Thomas se despachó a gusto y contestó que «la lista de las Top-Five norteamericanas — Chicago, Cleveland, Boston, New York y Filadelfia — es pura leyenda con pocos visos de ser real. Para mí, la San Francisco Symphony está al mismo nivel o más que el resto…»– Al parecer, Tilson Thomas «olvidó» el rechazo de la Chicago Symphony a su postulación como director titular tras el fallecimiento de Solti en 1991… Quien esto escribe tuvo la desdicha de comprobar los modos un tanto altivos del director norteamericano durante un concierto celebrado en Madrid en febrero de 1986. Tras el mismo, Thomas se negó a realizar cualquier tipo de breve declaración — otros también se negaban aunque con la más abierta de las sonrisas — adoptando un gesto de menosprecio hasta nuestro grupo que llegó a resultar ciertamente ofensivo. Nos firmó unos autógrafos con desgana y dejó mi mano al aire al rechazar mi salutación. Me pareció tan excelente director como persona insufriblemente arrogante. Quizás le pillamos en un mal día, aunque un conocido representante nos confirmó el cuestionable modo de ser del director norteamericano.

De entre la producción discográfica debida a Michael Tilson Thomas podemos mencionar las siguientes grabaciones (advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen porqué corresponderse con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Sinfonía Fantástica de Berlioz dirigiendo la Sinfónica de San Francisco (RCA 60859); Concierto para violín de Brahms, junto a Julia Fischer y dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la NDR de Hamburgo (vídeo de referencia desconocida); Sinfonía nº4 de Chaikovski dirigiendo la Sinfónica de San Francisco (SFS 30); El lago de los cisnes de Chaikovski dirigiendo la Sinfónica de Londres (SONY 68457); selección de piezas orquestales de Copland dirigiendo la Sinfónica de San Francisco (RCA 63511); El martirio de San Sebastian de Debussy dirigiendo la Sinfónica de Londres (SONY 48240); Suite Americana de Dvorak dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín (SONY 60295); Rhapsody in Blue de Gershwin junto con el autor al piano — montaje sonoro — y dirigiendo la Columbia Jazz Band (SONY 93018); Sinfonía nº1 de Ives dirigiendo la Sinfónica de Chicago (SONY 44939); la integral sinfónica de Mahler dirigiendo la Sinfónica de San Francisco (SFS 3 a 7); Tosca de Puccini, junto a Carreras, Pons, Tajo y Marton, y dirigiendo la Orquesta del Estado de Hungría (SONY 45847); selección de obras orquestales de Reich dirigiendo la Sinfónica de Londres (NONESUCH 79220); Sinfonía nº5 de Shostakovich dirigiendo la Sinfónica de San Francisco (SFS 26); selección de Lieder de Richard Strauss, junto a Karitta Mattila y dirigiendo la Sinfónica de Londres (SONY 48242); y, finalmente, Bachianas Brasileiras de Villa-Lobos dirigiendo la New World Symphony (RCA 68538). Nuestro humilde homenaje a este gran director de orquesta.