A lo largo de muchos años y con una ironía que sólo podemos calificar de insolente, desde Centroeuropa se fue lanzando la idea de que Inglaterra era un país sin música, una nación que había perdido el horizonte musical. Ciertamente, tras una etapa gloriosa en el Renacimiento que dio lugar a la aparición de grandes compositores en las Islas Británicas como John Dowland, Thomas Tallis, William Byrd y John Blow, entre otros, y que fue culminada ya en pleno Barroco por la figura de Henry Purcell, la actividad musical inglesa pareció concentrarse más en la importación de compositores, como así fueron los casos de Haendel y de un ya anciano Haydn, que en desarrollar un estilo propio y autóctono. Mientras que a lo largo del siglo XIX la música romántica vivía una auténtica explosión creativa en el ámbito continental europeo, en las Islas no terminaba por surgir un compositor de relevancia internacional pese a que los teatros ingleses mantenían una incesante actividad escénica. Sólo en las postrimerías de aquel siglo la música inglesa experimentó un verdadero renacer con la aparición de una pléyade de grandes compositores como Vaughan-Williams, Elgar, Walton, Holst o Delius y que culminó con la figura de Britten, el mayor compositor inglés del siglo XX y una de las mayores glorias musicales inglesas de todos los tiempos. Al mismo tiempo, la música de estos autores fue dada a conocer por una generación de directores de orquesta británicos ya del todo profesional y que tuvo a Sir Thomas Beecham como mayor exponente. Otro de estos maestros fue Sir Adrian Boult.

 Adrian Boult nació en Chester, Inglaterra, el 8 de abril de 1889 en el seno de una familia que se dedicaba a los negocios mercantiles e inició su educación formal en la Escuela de Westminster y en la Iglesia Cristiana de Oxford, doctorándose en música en 1914 tras haber pasado por el Conservatorio de Leipzig el año anterior y haber estudiado bajo la tutela de Max Reger. Ese mismo año debutó como director en el Covent Garden y llegó a ser asistente de Artur Bodansky en el mismo centro, aunque la Primera Guerra Mundial cortó estas iniciales incursiones (Boult se incorporó a la Oficina Británica de Guerra durante todo el conflicto). Ya en 1918, Boult dirigió la primera audición de Los planetas de Holst en el Queen´s Hall y también ofreció numerosos conciertos con la Royal Philharmonic Society, una de las más destacadas organizaciones musicales de Inglaterra. Al año siguiente Boult se incorporó al equipo docente del Royal College of Music, donde ejerció hasta 1930, y también dirigió en la Compañía Nacional Británica de Ópera y a la Orquesta Sinfónica de Londres. En 1924 Boult fue nombrado director titular de la Orquesta de la Ciudad de Birmingham y de la Sociedad Coral del Festival de dicha ciudad. Allí Boult se ganó una merecida reputación como director, por lo que un par de años más tarde fue de nuevo invitado a dirigir en el Covent Garden en calidad de director musical asistente. En 1930 Boult se hizo cargo de la dirección de la recién creada Orquesta Sinfónica de la BBC y dotó a sus profesores con salarios muy competitivos, lo que hizo que la formación se nutriera de los mejores instrumentistas de Inglaterra y pasara a ser una de las mejores orquestas del país. Con ella Boult inició una serie de exitosas giras por Europa al tiempo que su figura como director empezaba a ser requerida por los mejores conjuntos continentales para actuar como invitado de los mismos.

 En 1937 Boult fue condecorado con la Orden del Imperio Británico y de 1942 a 1950 fue el director encargado de ofrecer los Promenade Concerts. De forma paralela, Boult comenzó una prolífica labor en los estudios de grabación con el sello discográfico EMI que dio como resultado una notable cantidad de registros de muy alto nivel. En 1950 Boult abandonó la Orquesta Sinfónica de la BBC para hacerse cargo de la Orquesta Filarmónica de Londres, formación a la que dirigió hasta 1957. Unos años más tarde, en 1959, volvió a ocupar el podio de la Orquesta Ciudad de Birmingham durante una temporada para luego dedicarse a la actividad docente en el Royal College of Music. Durante los últimos años de su trayectoria Boult se ocupó con preferencia a la enseñanza aunque todavía siguió grabando discos hasta una edad muy avanzada. Retirado de casi toda actividad a partir de 1981, Boult falleció el 22 de febrero de 1983 en Londres a los 93 años de edad.

 Sir Adrian Boult fue un director de orquesta que, sin poseer la enorme popularidad de Sir Thomas Beecham, el mando de Sir Malcolm Sargent o la furia desatada de Sir John Barbirolli, supo mantenerse en lo más alto del panorama musical inglés durante los cerca de setenta años que duró su trayectoria artística. Ante todo, Boult fue un director muy profesional que, pese a sus parcas y pausadas maneras, supo recrear interpretaciones repletas de fuerza y dinamismo. Tal vez sus interpretaciones puedan resultar un tanto superficiales a nuestros oídos en comparación a las lecturas de otros compatriotas con mayor carisma, pero Boult nunca se dejó llevar por los fogosos arrebatos de aquellos y basó muchos de sus modos en la precisión de su técnica de batuta, algo que sin duda aprendió en sus años jóvenes viendo dirigir a Artur Nikisch durante su estadía en Leipzig. Muy comprometido con la música de su tiempo, tal vez el punto fuerte de Boult estuvo centrado en las obras de sus compatriotas Elgar, Walton, Holst y especialmente Vaughan-Williams, aunque no desatendió la música romántica ni el sinfonismo tardío de autores como Sibelius o Mahler. Ofreció tal vez lo mejor de sí en los estudios de grabación y tuvo el mérito de saber combinar su carrera artística con su enorme interés por la docencia, siendo maestro de una gran generación de músicos ingleses formada Colin Davis, Richard Hickox y Vernon Handley, entre otros.

 De entre la producción discográfica debida a Sir Adrian Boult podemos mencionar las siguientes grabaciones (advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen porqué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Concierto para dos claves, BWV 1061, de Bach, junto a Artur Schnabel y Karl Ulrich Schnabel, y dirigiendo la Sinfónica de Londres (DOREMI 7740); Sinfonías nº6 y 8 de Beethoven dirigiendo la Filarmónica de Londres (VANGUARD 1192); Concierto para violín de Beethoven, junto a Josef Suk y dirigiendo la New Philharmonia Orchestra (EMI 62510); Concierto para piano nº3 de Beethoven, junto a Solomon y dirigiendo la Sinfónica de la BBC (EMI 65503); Concierto para piano nº1 de Brahms, junto a Wilhelm Backhaus y dirigiendo la Sinfónica de la BBC (URANIA 4259); Concierto para piano nº2 de Brahms, junto a Artur Schnabel y dirigiendo la Sinfónica de la BBC (PEARL 9399); Rapsodia para contralto de Brahms, junto a Janet Baker y dirigiendo la Filarmónica de Londres (EMI 65229); Obertura para un Festival Académico de Brahms dirigiendo la Filarmónica de Londres (EMI 65229); Concierto para violín de Bruch, junto a Mischa Elman y dirigiendo la Filarmónica de Londres (BRILLIANT 93651); Capricho Italiano y Marcha Eslava de Chaikovski dirigiendo la Filarmónica de Londres (EMI 63095); Concierto para piano nº1 de Chopin, junto a Friedrich Gulda y dirigiendo la Filarmónica de Londres (URANIA 4239); Sinfonía nº2 de Elgar dirigiendo la Filarmónica de Londres (LYRITA 221); Concierto para violín de Elgar, junto a Yehudi Menuhin y dirigiendo la Filarmónica de Londres (BBC LEGENDS 4170); Concierto para violoncelo de Elgar, junto a Paul Tortelier y dirigiendo la Filarmónica de Londres (LPO 16); Variaciones Enigma de Elgar dirigiendo la Sinfónica de Londres (EMI 756846); Obertura de Cockaigne de Elgar dirigiendo la Filarmónica de Londres (EMI 07221); Marcha imperial de Elgar dirigiendo la Sinfónica de la BBC (EMI 63134); El Mesías de Haendel, junto a Ward, Mckellar, Bumbry y Sutherland, y dirigiendo la Sinfónica de Londres (DECCA 433003); Los planetas de Holst dirigiendo la Sinfónica de la BBC (OPUS KURA 2079); Kindertotenlieder de Mahler, junto a Kirsten Flagstad y dirigiendo la Filarmónica de Viena (DECCA 468486); Obertura de Las Hébridas de Mendelssohn dirigiendo la Nueva Orquesta Sinfónica (CHESKY 53); Sinfonía nº9 de Schubert dirgiendo la Sinfónica de la BBC (BBC LEGENDS 4072); Tapiola de Sibelius dirigiendo la Filarmónica de Londres (SOMM 93); Concierto para violín de Sibelius, junto a Yehudi Menuhin y dirigiendo la Filarmónica de Londres (EMI 64131); Sinfonías nº4 y 6 de Vaughan-Williams dirigiendo la New Philharmonia Orchestra (EMI 64019); Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis de Vaughan-Williams dirigiendo la New Philharmonia Orchestra (BBC LEGENDS 4256); The lark ascending de Vaughan-Williams dirigiendo la New Philharmonia Orchestra (EMI 64022); Wesendonck Lieder de Wagner, junto a Janet Baker y dirigiendo la Filarmónica de Londres (EMI 47854); Preludio de Tristán e Isolda de Wagner dirigiendo la New Philharmonia Orchestra (EMI 62539); y, finalmente, Crown Imperial de Walton dirigiendo la Sinfónica de la BBC (EMI 31600). Nuestro humilde homenaje a este gran director de orquesta.