En el enlace al vídeo que hoy os dejo podemos escuchar el famoso Qui passe de la colección My Ladye Nevells Booke del compositor inglés William Byrd. La interpretación corre a cargo del clavicembalista londinense Timothy Roberts y la grabación se encuentra disponible en el sello NAXOS (Ref  8.550604). Esta breve pieza es una maravillosa transformación de una obra publicada 34 años antes por el compositor veneciano Filippo Azzaiolo (Chi passa per questra stradaQuién pasa por esta calle). Byrd arregló la melodía, transformando la línea de bajos y adaptando la música a ritmos enérgicos y rápidas escalas para ambas manos. El elemento sorpresa se mantiene durante toda la obra mediante cambios frecuentes entre las escalas mayores y menores, lográndose un efecto global de brillante virtuosidad.

 En Inglaterra, y durante los últimos años del Renacimiento, muchas danzas fueron compuestas para el virginal, nombre con el que se designa un tipo especial de clavicémbalo que ya en 1511 fue descrito por Sebastian Virdung en su Musica getutscht, un dato importantísimo y a menudo olvidado que prueba que la denominación de virginal no guarda ninguna relación con la reina Isabel, conocida como la reina virgen. Una de las colecciones más importantes de piezas escritas para virginal es My Ladye Nevells Booke del compositor William Byrd y que contiene 42 piezas. La identidad exacta del destinatario, Lady Nevell, no está aún clara, aunque recientes estudios han atribuido esta figura a la persona de Elisabeth Nevill, la esposa de Sir Henry Nevell de Billingbear, segundo conde de Essex. Pese a que Sir Henry y su familia no eran católicos, parece del todo demostrado que abogaron por la tolerancia religiosa en tiempos de Isabel I. Católico en tierra de protestantes, Byrd escapó a las consecuencias de mantener su fe bajo la ley de una Inglaterra protestante. Los mecenas de Byrd, desde la propia reina Isabel I hasta católicos adinerados, solicitaban una gran variedad de música para utilizarla en oficios religiosos o en sociedad, aunque determinadas obras fueron peligrosamente católicas y necesariamente debieron interpretarse en el ámbito familiar. Pero, tal vez, el mayor logro de William Byrd fue la fusión del contrapunto renacentista con los elementos expresivos de la música inglesa. Hoy en día, Byrd es considerado como el referente musical inglés — junto a Thomas Tallis — del Renacimiento.

 William Byrd nació probablemente alrededor de 1540 en Londres y fue hijo del también músico Thomas Byrd. Sabemos que fue discípulo de Thomas Tallis y que en 1563 fue nombrado maestro de coro y organista en la Catedral de Lincoln para posteriormente pasar a ocupar el prestigioso cargo de caballero en la Capilla Real en 1572 tras la muerte de su antecesor, Robert Parsons. Las convicciones católicas de Byrd en aquella época le crearon numerosos problemas — llegó a ser apartado durante un tiempo de la dirección de la Capilla Real — aunque, pese a todo, Byrd tuvo la maestría de componer extraordinarios motetes que, según a qué público iban dirigidos, tenían un carácter católico o protestante. En 1575, la reina Isabel concede a Byrd y a Tallis el monopolio de venta e impresión de partituras, un suceso especialmente llamativo si tenemos en cuenta la condición religiosa de Byrd. Gracias a los beneficios obtenidos — aunque en alguna que otra ocasión sufrió fracasos que casi le arruinan — Byrd compró Stondon Place, cerca de Stapleford-Abbot, en Essex, residencia en la que vivió hasta el resto de su vida. Adinerado y respetado en la Inglaterra jacobea, Byrd murió el 4 de julio de 1623. Nuestro humilde homenaje a este gran músico.