Durante al menos un par de meses, y con motivo de la ausencia de THENIGER, me veré obligado a ocupar su sección

 Ayer arrancó el acontecimiento futbolístico por excelencia. Para cualquier aficionado al fútbol, la celebración de un Mundial supone una fiesta deportiva sin comparación posible y mucho más si tenemos la suerte de contar con nuestra selección entre el grupo de las participantes. Y aún más: Este año, la Selección Española parte como una de las indiscutibles favoritas para lograr el preciado galardón el próximo 11 de julio, con todo lo que ello significa. La generación de futbolistas formada por Casillas, Puyol, Xavi, Torres… Es posiblemente la mejor que ha surgido durante toda la historia del fútbol patrio y ya sabe lo que es ganar un título. Hace dos años conquistó con brillantez la Eurocopa de Naciones y ahora toca revalidar dicho premio con la conquista del torneo futbolístico por excelencia, el Mundial de Fútbol. Seamos prudentes: Ganar el Mundial es algo tremendamente complicado, por supuesto, pero España tiene potencial de sobra para intentarlo en esta convocatoria. Un exceso de confianza puede dar al traste con todas nuestras esperanzas; por contra, la timidez escénica con la que tradicionalmente nuestra selección siempre ha afrontado esta competición es un pesado lastre que humildemente pienso que dejamos atrás hace dos años, cuando Casillas alzó la Eurocopa de Naciones tras derrotar en la final a la siempre temida Alemania. Casi todos los jugadores que integran el plantel que dirige Vicente del Bosque han ganado títulos en sus respectivos clubes y muchos de ellos son los mejores del mundo en su puesto. Yo creo que la clave para lograr un histórico éxito en este Mundial pasa por ofrecer la idea de que España no debe temer a ningún rival; al contrario, son el resto de selecciones las que deben temer enfrentarse a España. Este factor, explotado históricamente a la perfección por Alemania, se me antoja fundamental.

 España es posiblemente el único país cuya larga tradición futbolística nunca se ha visto correspondida con un papel destacado en esta competición. Nuestra mejor calificación histórica en este torneo se remonta a un cuarto puesto obtenido en 1950 en el Mundial celebrado en Brasil y sorpresivamente ganado por Uruguay en una final que aún escuece en la mente de aquellos viejos aficionados brasileiros que fueron testigos de aquella tragedia. Mi primer recuerdo de un Mundial data de 1970, aquel en el que Brasil maravilló al mundo en México con una de las mejores — si no la mejor — selecciones de toda su historia. España no logró el acceso a dicha competición, como tampoco para la celebrada cuatro años después en Alemania tras aquel partido de desempate contra Yugoslavia en el que un gol de Katalisnki nos privó de nuestros deseos. Tres años después nos tomamos la revancha sobre los plavi con aquel partido que fue definido como La Batalla de Belgrado (Botellazo a Juanito y gol con la caña de Rubén Cano que nos colocaba en Argentina-1978). Nuestro papel en el hermano país argentino fue del todo decepcionante, con incluso intentos de motín por parte de los jugadores por las pésimas condiciones del lugar elegido para la concentración, La Martona. No superamos la fase de grupos tras caer ante una sorpresiva Austria liderada por Krankl y Prohaska, empatar con Brasil tras el histórico fallo de Cardeñosa a puerta vacía y vencer a Suecia con gol de Asensi cuando ya no dependíamos de nosotros. Este fracaso fue ampliado hasta la categoría del ridículo más bochornoso en el siguiente Mundial celebrado en nuestro propio país en 1982. Lo teníamos todo a nuestro favor y no se pudieron hacer peor las cosas: Empatamos con Honduras, le robamos el partido a Yugoslavia y caímos con estrépito contra Irlanda del Norte. Pasamos de milagro a la siguiente fase, donde fuimos barridos por Alemania y sólo pudimos empatar contra Inglaterra. Cuatro años después, y de nuevo en México, la Selección Española ofreció una de sus mejores caras. Supimos sobreponernos a la inicial derrota contra Brasilcon atraco a mano armada tras un golazo de Michel que sólo el árbitro consideró que no había traspasado la línea de portería — y vencimos con relativa facilidad a Argelia e Irlanda del Norte. En octavos nos esperaba la temida Dinamarca, la selección que mejor fútbol había practicado en la fase de grupos, y las cosas se pusieron feas tras un gol de Jesper Olsen a poco de comenzar el encuentro. Pero, en uno de los mejores partidos que se recuerdan de España en los Mundiales, España arrasó a Dinamarca en la segunda parte con un espectacular fútbol de contraataque liderado por Butragueño, autor de cuatro de los cinco goles que se llevaron los daneses. Bélgica no parecía rival en cuartos para una España a la que muchos ya veían en la final. Sin embargo, los belgas estuvieron listos y nos ganaron la partida en la tanda de penalties tras el esperanzador empate de Señor casi en las postrimerías del partido. Los belgas no fallaron ni un solo penalty — algo que se preveía dado que Zubizarreta ocupaba la portería española y era de todos sabido su incapacidad para detener una pena máxima — y el joven asturiano Eloy marró el suyo. Aquella fue una de las noches más tristes que yo he vivido como aficionado al fútbol.

 Estrenamos la década de los noventa con el Mundial celebrado en Italia, posiblemente el más aburrido y ultradefensivo de la historia. El combinado español viajó hasta Italia con más miedo que vergüenza y fue pésimamente dirigido desde el banquillo por Luis Suárez. Triste empate — y gracias — ante Uruguay en uno de los más soporíferos partidos de España que se recuerdan; victoria ante Corea del Sur con un reivindicativo Michel autor de los tres tantos de la selección y trabajada victoria contra Bélgica. En octavos nos esperaban de nuevo los yugoslavos y aquel partido fue un cúmulo de despropósitos culminado por el mismo Michel al agacharse desde su posición de la barrera y permitir que el balón lanzado de falta por Stojkovic se albergara en las mallas de la portería española en la prórroga. En 1994, con Clemente en el banquillo, España viajó hasta los EEUU con un plan para ganar el Mundial. Aquella selección era una roca y paulatinamente fue exhibiendo su poderío. Tras un decepcionante empate — nos igualaron dos goles de ventaja — con Corea del Sur, España plantó cara a una temida Alemania con un insólito gol de Goicoechea y goleó a una Bolivia también dirigida por un español, Azcargorta. En octavos ofrecimos nuestra mejor versión ante Suiza, a la que borramos del partido. Italia era nuestra rival en cuartos. Jugamos de tú a tú contra los italianos pero no supimos aprender de sus tradicionales manejos del partido. A falta de cinco minutos para el final, Julio Salinas marró una ocasión de oro y en la jugada siguiente Baggio culminó con éxito una contra italiana. Quedaban un par de minutos y España se la jugó a la épica… Pero fue asaltada por un árbitro húngaro que ignoró una agresión a Luis Enrique en el área por parte de Tassotti que hubiera significado la expulsión del jugador italiano y el consiguiente penalty. La cara ensangrentada de Luis Enrique fue la viva imagen de uno de los mayores robos cometidos en un Mundial por parte de un árbitro indecente. Todos los aficionados españoles tuvimos la sensación de que, de haber ganado ese partido, España podría haber logrado el título final. Aquella derrota provocó que por primera y única vez en mi vida llorase de rabia por un partido de fútbol.

 Francia-1998 significó otra terrible decepción de un combinado español que quedó apeado en la fase de grupos. Contra todo pronóstico perdimos contra Nigeria tras una bochornosa actuación del cancerbero Zubizarreta. Nuestros hermanos paraguayos, liderados por un genial Chilavert, nos ganaron la guerra psicológica previa al siguiente encuentro en el que no pudimos pasar del empate. Ya no dependíamos de nosotros cuando goleamos por 6-1 a Bulgaria. Nos fuimos a casa antes de tiempo y aquella triste experiencia francesa significó prácticamente el fin de la era Clemente al frente de la selección. Cuatro años después, un visceral Camacho en el banquillo volvió a encender las más optimistas expectativas durante el Mundial celebrado en Corea del Sur y Japón. Aquel Mundial fue el de los madrugones y el de las horas intempestivas para ver el fútbol debido a la diferencia horaria. Ganamos los tres partidos de la fase previa frente a Eslovenia, Paraguay y Sudáfrica — con un palomero gol de Raúl — y nos cruzamos contra una rocosa y ultradefensiva Irlanda en octavos. Tras un dramático partido conseguimos derrotar a los irlandeses en la tanda de penalties y daba la impresión de que la suerte se ponía de nuestra parte tras una extraordinaria actuación de Casillas. En cuartos nos esperaba el anfitrión, Corea del Sur, una selección clarísimamente inferior a la española y que venía de derrotar a Italia en octavos tras el consiguiente robo arbitral. Camacho planteó el partido con excesiva prudencia y sólo en la segunda parte España fue claramente a por el mismo consciente de su infinita superioridad. Pero no tuvimos en cuenta a un árbitro egipcio cuya consigna era la de que Corea debía ganar ese partido sí o sí. Nos anuló dos goles legales y se pitó al menos un de fuera de juego inexistente cuando Joaquín encaraba a solas la portería contraria en los instantes finales del tiempo añadido. En la tanda de penalties Corea del Sur nos mandó a casa y a todos los españoles se nos quedó la impresión de haber sido asaltados con alevosía, premeditación y nocturnidad (Pese a que el partido se disputó a primera hora de la mañana, hora española). España fue víctima de otro de los mayores atracos arbitrales cometidos en la historia de los mundiales. Incluso llegamos a solidarizarnos con los italianos… Por último, en Alemania-2006, la Selección Española partía con las mejores perspectivas dada la extraordinaria calidad de su conjunto y la maestría de su técnico, el viejo Luis Aragonés. Tras una muy buena primera fase en un grupo muy fácil en donde derrotamos sin mayores problemas a Ucrania, Túnez y Arabia Saudí, nos emparejamos con Francia en octavos. Mucho se especuló acerca de que deberíamos haber «perdido» voluntariamente contra Arabia para evitar el cruce con Francia y emparejarnos con una potencialmente más asequible Suiza. Pero lo cierto fue que Francia había desarrollado un pésimo fútbol durante la fase de grupos, pasando casi milagrosamente a octavos. Aquella Francia parecía un asilo de futbolistas cuyas mejores horas ya habían pasado, pero consecuentemente atesoraba una gran experiencia que unida a un potencial físico de primera categoría terminó por ganarnos la partida. Además, ellos contaban con Zidane y nosotros con Raúl… Y las comparaciones resultan por terminar siendo odiosas. El propio Zidane selló nuestras ilusiones al marcar el tercer tanto tras una brillantísima jugada personal en la que batió a su compañero de equipo Casillas. Nueva y enésima decepción. Sin embargo, aquello supuso el punto de arranque — tras la polémica decisión de prescindir de Raúl — de una nueva generación de futbolistas que dos años después, de nuevo de la mano del mago Luis Aragonés, conquistó de calle la Eurocopa de Naciones. Tras aquel histórico éxito, Luis se marchó y Vicente del Bosque fue designado su sucesor. Pese a los temores iniciales, Del Bosque ha apuntalado el trabajo de Luis evitando las decisiones traumáticas y corrigiendo algún que otro inevitable relevo generacional. La sombra de la duda planeó cuando España fue derrotada por una sorprendente selección norteamericana en la última edición de la Copa Confederaciones. Pero tras este accidentado y casi anecdótico episodio, España ha ido mejorando en su juego hasta extremos de lo verdaderamente sublime. Desde entonces no ha perdido ningún encuentro y ha logrado vencer a todos sus rivales con una superioridad abrumadora.

 Mi opinión es que España será semifinalista junto con Brasil, Inglaterra y Argentina, las cuatro selecciones que parecen presentar un mayor potencial. Brasil no tiene la magia de otros años, ciertamente, pero tanto por su historial como por el tremendo fracaso que cosechó en Alemania 2006 tratará de sacarse la espina en Sudáfrica. Dunga ha imprimido un sello más europeo a su juego y hasta el momento ha conquistado la Copa América y la Copa Confederaciones. Es un equipo duro y rocoso que será difícil de batir aunque los hipotéticos cruces con Chile en octavos y con Holanda en cuartos pueden resultar explosivos. De cualquier forma, Brasil es siempre sinónimo de favorita en cualquier competición. Por su parte, Inglaterra adolece de un problema muy similar al de la Selección Española antes de que ésta lograse la Eurocopa de Naciones en 2008: Nunca da la talla en las grandes citas. Quizás con un entrenador ambicioso y ganador como Capello esta situación se pueda revertir. Además, el combinado inglés presenta una plantilla experimentada y sólida muy bien armada en todas sus líneas salvo en la portería, el eterno Talón de Aquiles de esta selección. Podría cruzarse con Serbia en octavos y con México en cuartos. Inglaterra necesita un título como agua de mayo y quizás haya llegado ahora el momento más oportuno. Por último, la Albiceleste, la Selección Argentina, mi «otro» equipo del Mundial junto con Alemania. Hacer pronósticos sobre esta selección es como jugar a la lotería. Muchos dudan de la capacidad de Maradona como entrenador tras una tormentosa fase de clasificación que dejó dudas y más dudas. Pero Argentina tiene, de largo, la mejor línea ofensiva del Mundial con jugadores como Diego Milito, el Kun Agüero, el Pipita Higuaín o Messi. Este último, posiblemente el mejor jugador del mundo, es capaz de llevar a Argentina hacia lo más alto. Argentina podría cruzarse en octavos con Sudáfrica — supongo que, como es tradicional, a la anfitriona le «ayudarán» a pasar la primera fase — y encontrarse con Alemania en cuartos. Ese duelo podría ser uno de los grandes partidos del Mundial y, de así darse, Argentina trataría de buscar la revancha a su eliminación por penalties contra esta última selección en 2006.

 No debemos olvidar a otras cuatro selecciones como Holanda, Alemania, Italia y México. Los aztecas quieren romper su maleficio en los octavos y es posible que se crucen con Nigeria o con Corea del Sur en esta parada. Creo que va a ser una de las revelaciones del Mundial practicando un fútbol disciplinado y muy vertical. El vasco Aguirre es un entrenador de mucho oficio que tiene en sus manos a un combinado en donde se mezclan juventud y experiencia a partes iguales, una mezcla siempre atractiva en el mundo del fútbol. Por su parte, Holanda es uno de esos rivales que suelen desplegar un brillantísimo juego en la frase previa para luego caer en los cruces. Presenta una plantilla de una incontestable calidad y el destino está en deuda histórica con ellos tras perder dos finales consecutivas con los respectivos anfitriones (Alemania en 1974 y Argentina en 1978). Durante la fase de clasificación sólo recibió dos goles y eso dice mucho del poderío de esta selección. Podrían cruzarse con Paraguay en octavos para recibir luego a Brasil en cuartos. Si Robben no se lesiona, cualquier cosa podría ocurrir en este hipotético cruce. Por otra parte, Alemania, una selección que, juegue bien o mal, siempre llega muy lejos. Compite mejor que nadie en este torneo y su espíritu de lucha es incomparable. Low ha recogido el testigo de Klinsmann y no ha dudado en inyectar savia nueva a un equipo al que ya le pesan los años. Quizás sea ese el mayor riesgo. La Mannschaft podría cruzarse en octavos con EEUU — ojo a este equipo que puede deparar más de una sorpresa — para encontrarse en cuartos tal vez con Argentina. Muchos pronósticos dan a Alemania como favorita. Por último, Italia es un equipo excesivamente cargado de años pero que mantiene un nivel competitivo muy similar al de Alemania. Siempre resultan un incordio y nadie quiere cruzarse con ellos. La Selección Italiana arrastra tras de sí una leyenda con pocos visos de ser cierta: Nunca encadenan dos buenas participaciones en los mundiales, sino que alternan una buena con una mala. Si tenemos en cuenta que fueron los últimos campeones del mundo… Lippi es toda una garantía en el banquillo y su línea de centrocampo es tan sólida como experimentada. Podrían cruzarse con Dinamarca en octavos y enfrentarse a España en cuartos. No resultaría en absoluto extraño que se plantasen en la final e que incluso lograsen revalidar el título. Recordemos que Italia siempre va de menos a más en este tipo de competiciones.

 A modo de improvisado pronóstico, creo que Nigeria, Serbia, Paraguay, Chile, Sudáfrica, EEUU, Dinamarca y Portugal pasarán sin mayores complicaciones la primera fase. Nigeria ya no es esa selección que asustaba en la década de los años noventa y presumiblemente disputará la segunda plaza del Grupo B junto con Corea del Sur y Grecia. Creo que el clima les beneficiará y lograrán imponerse a sus rivales de grupo en base a su garra y tesón. Serbia deberá jugarse su pase a octavos presumiblemente con Ghana, toda vez que Alemania parece la gran favorita del Grupo D. Antic ha armado una de las mejores defensas del Mundial y en absoluto será fácil doblegarlos. Juegan vistosamente y su ambición no tiene límites. Podría ser uno de los outsiders del Mundial. Paraguay es una verdadera incógnita y en teoría deberá jugarse la segunda plaza del Grupo F con Eslovaquia. Es una selección con una extraordinaria capacidad de superación y su línea ofensiva presenta una más que contrastada solvencia. Chile es una de las selecciones que pueden adquirir el papel de equipo revelación del Mundial. Cuenta con un extraordinario entrenador — Bielsa — y practica un fútbol de muchos quilates. Probablemente disputará la segunda plaza del Grupo H junto a Suiza aunque el problema le puede llegar en el primer cruce de octavos con Brasil. Será decisivo el partido que la enfrente a España. El equipo anfitrión, Sudáfrica, pasará seguramente a la segunda fase. Lo que no sabemos es si lo hará por sus propios méritos o condicionada por las preceptivas ayudas arbitrales. El Grupo A en el que está encuadrada no es nada fácil y tendrá que pelear con una devaluada Francia, con una interrogante Uruguay y con un poderoso México. Su punto débil es el ataque. EEUU puede ser otro de los outsiders de este Mundial. Van progresando admirablemente en un país de escasa tradición futbolística y desde Italia 1990 no han faltado a ninguna cita mundialista. Presenta un plantel joven y lleno de garra e ilusión. Presumiblemente disputarán la segunda plaza del Grupo C a Eslovenia. Dinamarca es un equipo que siempre destaca en las primeras fases de los mundiales. Con un estilo tan propio como tradicional, planteará una dura pugna con Camerún por conseguir la segunda plaza del Grupo E y quién sabe si podrían meter en dificultades a la favorita Holanda. Un presumible cruce con Italia en octavos puede deparar sorpresas. Y nos queda nuestro vecino Portugal, la selección más romántica de las que se presentan a este Mundial. Tras un magnífico cuarto puesto conseguido en Alemania 2006, Portugal no presenta su mejor combinado histórico pero sí un jugador que puede resultar determinante, Cristiano Ronaldo. Su Grupo G es dificilísimo y todo parece que pelearán por la segunda plaza junto a Costa de Marfil. Sin embargo, el duelo con Brasil promete ser apasionante en un principio. Portugal tiene muchas papeletas para cruzarse con España en octavos.

 Poco puedo añadir sobre el resto de las selecciones. Uruguay no parece tener un equipo del todo equilibrado y su presencia es más bien una incógnita. En ese mismo Grupo A, Francia no es ni de lejos la temible selección de antaño. Parece ciertamente increíble que Domenech siga de entrenador cuando está totalmente cuestionado por su propia afición. Corea del Sur es posiblemente la mejor selección asiática y mantendrá una dura pugna con Nigeria y Grecia en el Grupo B. Por su parte, Grecia es capaz de lo mejor y de lo peor, aunque su sorpresiva victoria en la Euro de 2004 parece ya del todo olvidada. Sólo ha disputado un Mundial (EEUU 1994) con resultados desastrosos: Fue la última clasificada de las 32 selecciones. Argelia no es un equipo que a primera vista pueda mostrar llamativas sorpresas, ya que su mayor sorpresa fue precisamente la de dejar apeada a Egipto en una eliminatoria que trascendió lo meramente futbolístico. Por su parte, su rival del grupo C, Eslovenia, es una selección en teoría muy disciplinada pero también inexperta. Pasar a la segunda fase sería todo un éxito para los eslovenos, quienes ya dieron la campanada al eliminar a Rusia en una dramática repesca. Tiene mérito lo de Australia: Renunció a su pertenencia a la Conferencia Oceánica y se inscribió en la más compleja Conferencia Asiática. Lideró un grupo relativamente fácil sin conocer la derrota y repite actuación tras el buen sabor de boca dejado en Alemania 2006. En ese mismo Grupo D, Ghana aparece como la mejor selección subsahariana de la actualidad. Con un centro del campo correoso e infatigable, los ghaneses optarán a la segunda plaza junto con Serbia y pueden complicarle las cosas a Alemania si los teutones se confían. Puede ser una de las revelaciones del Mundial. Cuarta y consecutiva presencia de Japón en unos mundiales. No parece un equipo destinado a grandes empresas y da la sensación de ser un equipo que no cumple con las iniciales expectativas. Tendrá como compañero en el Grupo E a todo un clásico de los mundiales, los leones indomables de Camerún, la selección africana que más alto ha llegado en un Mundial (Llegaron a cuartos de final en Italia 1990 y tuvieron por momentos eliminada a Inglaterra). Hacen gala a su mote y suelen ser anárquicos si las cosas se ponen feas. Si Le Guen consigue mantener el orden desde el banquillo podrían llegar muy alto en esta competición. En el Grupo F, Nueva Zelanda parece una de las selecciones más flojas sobre el papel. Repiten cita mundialista y eso es ya un premio. Por su parte, Eslovaquia recoge el testigo de la República Checa y mantiene toda la ilusión en su estreno mundialista. Haber superado en la fase de clasificación a sus vecinos checos resultó una verdadera hazaña. Corea del Norte ya dejó sorprendido al mundo en Inglaterra-1966 cuando alcanzaron los cuartos de final y tuvieron contra las cuerdas al Portugal de Eusebio. ¿Podrá repetirse ahora la misma gesta? Parece realmente difícil, pero… ¡Vuelve a enfrentarse a Portugal en el Grupo G! ¿Habrá revancha? (Corea del Norte llegó a ir ganando 0-3 a los veinte minutos de la primera parte del partido que le enfrentó a Portugal en 1966 por una plaza de semifinales. Eusebio logró dar la vuelta al marcador con una actuación colosal). En ese mismo grupo estará Costa de Marfil, un combinado que ya adquirió experiencia en la pasada cita mundialista y que puede poner en serios apuros a Brasil y a Portugal. Es posiblemente el combinado con mejor forma física de todo el campeonato. Y así llegamos al Grupo H de España. No parece que Suiza tenga serias opciones de conseguir el pase a octavos, toda vez que su grupo de clasificación fue el más facilón de todos (Israel, Luxemburgo, Letonia, Grecia y Moldavia). Aún así, los helvéticos presentan un conjunto disciplinado que está bajo las órdenes de un gran entrenador, Ottmar Hitzfeld. Por su parte, Honduras vuelve a una cita mundialista y vuelve también a enfrentarse con España. Es uno de los equipos más flojos según las casas de apuestas, pero ya se sabe que los equipos que no tienen nada que perder pueden dar más de un susto a los rivales teóricamente superiores.

 Para finalizar, un recuerdo a las grandes ausencias de este Mundial: Se echa en falta a alguna selección del Este de Europa, especialmente a Rumanía, Polonia, Croacia o Bulgaria, países que por regla general suelen animar la fase previa. La ausencia de Rusia se antoja especialmente dolorosa. También a Turquía, medalla de bronce en el Mundial de Japón-Corea 2002, y selección emotiva como muy pocas. Bélgica es una selección que suele realizar un buen papel en los mundiales pese a que siempre parte como cenicienta. Suecia es otra selección de alto nivel competitivo que se ha quedado fuera, así como la República Checa. Por parte americana, la eliminación de un país de la tradición futbolística como Colombia pesa como una losa (No alcanza una fase final desde Francia 1998). También las ausencias de Perú, Bolivia y Ecuador (Al menos una de estas tres selecciones debería haber alcanzado la clasificación). Por parte asiática se echa de menos a Irak, una buena selección que compite bajo circunstancias del todo difíciles y en lo relativo a África, resultó toda una sorpresa la eliminación de Egipto por parte de la única candidata del Magreb, Argelia.

¡Que ruede el balón y que la Selección Española nos saque a la calle la noche del 11 de julio!