Beethoven

 Me atrevería a afirmar sin temor a equivocarme que la pieza que hoy os dejo en el enlace al vídeo, la obertura Zur Weihe des Hauses  — La consagración del hogar — de Ludwig van Beethoven, no es muy conocida entre vosotros. Incluso puede que alguien ni siquiera haya escuchado nunca esta sensacional pieza. Pues bien, fijaos en el número de opus que lleva marcado esta obra, el nº 124, esto es, una de las últimas obras compuestas por Beethoven. Eso ya es una señal de lo que hoy os dejo es algo realmente sensacional, una obra inolvidable. Se trata de una música festiva escrita a la manera de Haendel, el músico al que más admiraba Beethoven (La introducción parece escrita por el espíritu del propio Haendel, con esas trompetas marciales sobre las graciosas semicorcheas del fagot). Pero el principal interés de esta obra reside en el impresionante Allegro fugado que bajo la pluma del último Beethoven alcanza dimensiones colosales, recordándonos en ocasiones los pasajes fugados de la Novena del mismo autor. La versión — magnífica — corresponde al maestro Claudio Abbado dirigiendo a la Orquesta Filarmónica de Viena. La música es una verdadera delicia y estoy seguro que al mayor beethoveniano que frecuenta este bar de copas virtual, nuestro querido Kapellmeister Ángel Guirao, le va a encantar.

 Zur Weihe des Hauses fue la última de las obras escritas para escena por Ludwig van Beethoven, en septiembre de 1822, para la reapertura del Josephstädter Theater de Viena y fue publicada en 1825 con una dedicatoria al príncipe Galitzine. El 3 de octubre de 1822, fiesta del Emperador de Austria, sirvió de pieza preliminar a una paráfrasis de Las ruinas de Atenas, obra del escritor Kotzebue, para la cual Beethoven había compuesto una ilustración musical diez años antes, Die Ruinen von Athen. Señalemos que sobre la obertura que hoy comentamos, La consagración del hogar, existe también una versión para coro y orquesta. Disfrutad con esta música tan maravillosa.