En el enlace al vídeo que hoy os dejo podemos escuchar el Concierto a cinco en mi menor, Op. 1, nº2, del compositor veneciano Benedetto Marcello. La versión del enlace se corresponde con una lectura realizada por el conjunto instrumental Concerto Italiano dirigido por Rinaldo Alessandrini y dicha grabación se encuentra disponible en el sello NAIVE (ref 30530). Este concierto está estructurado en cuatro movimientos (Adagio – Vivace – Adagio – Prestissimo) a diferencia de los tres movimientos característicos del hermano del autor y también compositor Alessandro Marcello. Los 12 Concerti a cinque con Violino solo e Violoncello obligato aparecieron en Venecia en 1708 como Op. 1. Compuestos después de un período de estudios intensos marcaron los comienzos de Benedetto Marcello. Escritos en distintas tonalidades y modos alternativos todos presentan cuatro movimientos y se da la circunstancia de que este Concierto nº2 en mi menor fue transcrito para clavecín solo por Johann Sebastian Bach (BWV 981, en do menor).

El predominio que alcanzó Italia durante el siglo XVII en el terreno instrumental se debió a la convergencia entre una necesidad estética con otra tecnológica que la hizo posible. Y esta última no va a ser otra que la perfección que adquiere la fabricación de instrumentos de cuerda. Con ellos, se posibilitó realizar en música instrumental algo similar a lo conseguido con la ópera y el oratorio, esto es, una voz principal que se integre en un acompañamiento. Pero aquel proceso no fue nada fácil y llegó a ser mucho más lento y complejo que el de la ópera. Mientras que en Europa el violín es todavía en dicha centuria un instrumento secundario, en Italia, desde el advenimiento de los lutiers cremonenses de la saga de los Amati, el violín se va a convertir en un instrumento revolucionario que va a arrastrar a todos los de su familia. Las primeras obras instrumentales no se distinguieron por el número de instrumentos aunque paulatinamente se fue haciendo una separación entre música de cámara, con la sonata a trío, con la música orquestal que emplea mayores conjuntos y que va a desarrollar la forma de concierto con la alternancia musical de dos grupos (concertino y ripieno) para evolucionar al llamado concerto grosso, cultivado inicialmente por Stradella y Torelli pero que tendrá su mayor exponente en Corelli. Este modelo se extendió por toda Europa aunque en Italia tuvo a otros ilustres cultivadores, aparte de Corelli, que alternarán esta fórmula con el concierto a solo de gestación más lenta y laboriosa. Y estos compositores no fueron otros que Tomaso Albinoni, Franceso Geminiani y Benedetto Marcello.

Benedetto Marcello nació el 24 de julio de 1686 en Venecia en el seno de una familia noble de melómanos venecianos. Al parecer, Marcello fue alumno de Tartini en violín, mientras que Gasparini y Lotti fueron sus maestros en composición. Con todo, y debido a las presiones familiares, Marcello se vio obligado a estudiar derecho y fue nombrado abogado en 1711, siendo elegido miembro de la Quarantia en 1716. En esa época, sus obras musicales y literarias ya le habían proporcionado cierta notoriedad como así lo prueba el hecho de que en 1712 había sido elegido miembro de la Academia Filarmónica de Bolonia y hacia 1718 ingresó como Driante Sacreo en la Arcadia de Roma. Marcello se dio a conocer en toda Europa gracias a su obra maestra, Estro poetico-armonico, una serie de 50 paráfrasis sobre los salmos de su amigo Giustiniani. En 1728, Marcello se casó en secreto con su alumna Rosanna Sealfi ya que las leyes de la República de Venecia se oponían a las uniones entre patricios y plebeyos. Tras cumplir su servicio en la Quarantia, Marcello se instaló en Pola como administrador hasta 1737 y un año después se trasladó a Brescia como camarlengo de la Cámara del Dux. Finalmente, el 24 de julio de 1739 falleció en Brescia como consecuencia de la tuberculosis.

Aparte de compositor, Benedetto Marcello fue un gran teórico cuyo principal escrito, Teatro alla moda, alcanzó una gran difusión en su tiempo. En un estilo brillante, esta sátira da una imagen colorista de la vida teatral de su tiempo, de los hábitos y de las malas maneras de libretistas, cantantes, compositores y maestros de capilla. También aporta datos valiosos sobre la puesta en escena y representación de las óperas barrocas. Es de justicia anotar que su hermano Alessandro fue también un compositor de reconocido prestigio muchas de cuyas obras le fueron atribuidas a Benedetto. Sirva desde aquí nuestro humilde homenaje a este gran compositor.