Museo del Louvre

Si bien hace quince días me referí en esta misma sección sobre las diez pinturas que salvaría del Museo del Prado en caso de sobrevenir una catástrofe y no tener otra alternativa, ahora me encuentro con que el cataclismo es de carácter universal y, por ello, se me concede el privilegio de salvaguardar para los restos las diez mejores pinturas de las principales pinacotecas del mundo. Hoy nos toca tan difícil y personal elección en el parisino y mundialmente conocido Museo del Louvre. Conviene tener en cuenta que dicha pinacoteca alberga también obra escultórica de indudable valor artístico pero nuestra elección se basa sólo en categorías pictóricas, como bien se desprende del enunciado. He aquí mi elección.

Leonardo La Gioconda

1-LA GIOCONDA de Leonarod da Vinci: Poco se puede añadir al que sin duda es el retrato más famoso del mundo y, por extensión, la obra pictorica más conocida de todos los públicos. Sólo un dato: Contra todas las teorías, algunas muy recientes, que tratan de identificar el personaje retratado, me mantengo en la que afirma que no es ni más ni menos que un autorretrato del propio Leonardo. Sólo hay que observar como los rasgos de ese enigmático rostro recuerdan a los de otros personajes pintados por el autor. Demasiada coincidencia.

Jan van Eyck Virgen canciller Rolin

2-VIRGEN DEL CANCILLER ROLIN de Jan Van Eyck: Conseguidísimo instante fotográfico. Perfecta la elegante textura en los brocados, aterciopelada por el suave juego de luz. Magnífico detallismo, muy propio del Gótico Internacional, que revela una técnica prodigiosa. Rico paisaje de fondo. Un lienzo ejemplar.

Paolo Verones Bodas de Canaa

3-LAS BODAS DE CANÁ del Veronés: Espectacular cromatismo y no menos elaborada perspectiva. Cierto aire manierista basado en las dos etapas horizontales del cuadro. Elegantísimos escenarios, propios del Veronés, y multiplicidad de puntos de fuga. Bellísima obra.

Caravaggio Muerte de la Virgen

4-LA MUERTE DE LA VIRGEN de Caravaggio: Fíjense en la cara de la Vigen. Es un modelo auténtico de una mujer ahogada en el Tíber (obsérvese la hinchazón del vientre). Todos los modelos son populares, muy típico del maestro lombardo. Buen tratamiento de la luz –tenebrismo en su máxima expresión– De lo mejor de Caravaggio.

Vermeer La encajera

5-LA ENCAJERA de Vermeer: Una de las cumbres pictóricas de todos los tiempos. Confieso que Vermeer está dentro de mi selecto grupo de los cinco mejores pintores de siempre. Cuadro peculiar, donde la luz entra, esta vez por la derecha. Suavidad y redondez en las formas. Insuperable atmósfera íntima. Un prodigio de cuadro. Para ponerse de rodillas al contemplarlo.

Gericault Balsa de la medusa

6-LA BALSA DE LA MEDUSA de Géricault: Cuadro de enormes dimensiones. Descarnado realismo que delata una enorme preelaboración de la obra. Logradísima tensión obtenida a base de interponer dos movimientos opuestos: La balsa y los náufragos. Composición de corte clásico con enorme dramatismo.

Poussin Et in arcadia ego

7-ET IN ARCADIA EGO de Poussin: Obra de connotaciones esotéricas, según algunos autores. Fabuloso contraste entre la tristeza del paisaje y el vivo colorido de los personajes. La mujer es todo un cántico a la concepción clasicista del arte. Reconozco que Poussin me tira mucho.

David Juramento de los Horacios

8-EL JURAMENTO DE LOS HORACIOS de David: Uno de los mejores pintores-dibujantes que hayan nunca existido. Perfecta disposición de los grupos. Carácter marcadamente escultórico de las figuras, en la concepción clasicista. Grandioso colorido. Un cuadro que marcó época.

Corot Puente de Narni

9-PUENTE DE NARNI de Corot: Corot es uno de los pintores más íntimos y sensuales de toda la historia artística. Pintura que sirve de reacción al clasicismo. Excepcional juego de atmósferas en un ejercicio de inspiración y frescura. Obra a caballo entre dos importantes movimientos:Clasicismo e impresionismo.

Ingres Baño turco

10-EL BAÑO TURCO de Ingres: Un pintor que fue acusado de pornográfico en sus tiempos. Modelos tomados de otras obras. Fortísimo contraste entre la masa carnal y los fondos suavizados. Polémica perspectiva que, sin embargo, produce un efecto visual nada agresivo. Obra de madurez.