Miércoles 26 de mayo, portada del diario PÚBLICO: IU/ICV solicita se investigue cuanto gana el gobernador del Banco de España y su patrimonio personal

Y van…

Todavía no se en que quedó lo del patrimonio de Bono, si Camps irá o no al banquillo, lo de Mallorca con el Palma Arena, Cajasur y los curas, y toda esta carrera sin fin por destapar situaciones que cuando menos no están no muy claras. La pregunta que me surge es: ¿Hubiera salido todo esto si España anduviera bien? Casi con seguridad no, y entonces, porqué ahora, cuando la transparencia en la función pública tendría que ser una obligación cotidiana. Las técnicas de desinformación aconsejan que cuando algo no se quiere dar a conocer el mejor antídoto es taparlo con otro tema, o en términos futbolísticos “la mejor defensa es un buen ataque”.

En este juego peligroso y desgastante para el ciudadano todos se han montado al tren y entonces caemos en esta suerte de destape que nos apabulla, genera repulsa y descreimiento, y que con seguridad al cabo de poco tiempo quedará como tantos otros casos en la anécdota, pero que interiormente nos mella en nuestra adhesión a nuestro sistema político. Mientras tanto, los que deben sacarnos del atolladero se desgarran las vestiduras, hacen show off, se acusan, recusan, insultan y otras yerbas sin centrarse en lo que deben, que es estructurar un plan para que la sangría de nuestra economía pare llevando un poco de tranquilidad a nuestros hogares.

La realidad es que hoy todos están en este juego, el gobierno, ora anunciando, ora rectificando, ora justificando. La oposición como cazador esperando el despiste, la incongruencia o la impopularidad para luego repetir su receta. Los partidos minoritarios al acecho de ver si tienen oportunidad de sacar provecho de la situación (apoyo pero… Me opongo si…). Todos tienen la solución pero ninguno asume que es parte del problema. No es consuelo decir que el problema es solamente en España; las noticias del resto de la comunidad europea acusan medidas de distinto calado en todos los países, en general, no gratas para la mayoría de los habitantes y que no se sabe si serán las últimas a tomar o las primeras de una serie .

Pero como tantas cosas en nuestra vida diaria esta crisis nos está superando, minando nuestras fuerzas y lo último que tendríamos que hacer es entregarnos pues entonces se cumpliría lo que alguien dijo hace no mucho tiempo: Resulta que pensábamos que se imponía una reforma del sistema económico por parte de los ciudadanos a través de sus representantes y el resultado es que a los que nos han reformado (por no utilizar otro vocablo) es a los ciudadanos

Sé que, como ocurrió en Argentina en el 2001, tendríamos que salir a la calle proclamando “que se vayan todos” pero me temo que en las actuales circunstancias el resultado sería similar: más de lo mismo ¿And so what? Crisis es oportunidad, entonces paralelamente a tratar de salir del atolladero debemos empezar a construir bases sólidas para nuestro sistema económico y político sobre un mínimo de coincidencias entre todos los partidos con un alcance temporal que vaya más allá del mandato electoral del gobernante de turno. La alternativa es que si no percibimos esa realidad, el tiempo nos llevará a la desintegración como sociedad y no precisamente en los términos que planteaba en su campaña un conocido político.

Un abrazo y buen fin de semana

THENIGER