En el enlace al vídeo que hoy os dejo podemos escuchar la obertura de Hänsel und Gretel del compositor alemán Engelbert Humperdinck en versión de la Orquesta Gürzenich Cologne dirigida por John Pritchard. Esta grabación se encuentra disponible en el sello CBS (Ref 79217). La obra se abre con unos acordes ligados de trompa que servirán de hilo conductor a lo largo de toda la obertura. El tema pasa por maderas, suavemente escoltado por la cuerda en pianissimo, hasta llegar a un corte alegremente dibujado por la trompeta. La melodía se va alternando con distintos motivos rítmicos, con gran delicadeza y, luego de diversos giros en forma de ritornelos, la obertura concluye de manera apacible y serena. Si bien Engelbert Humperdinck se inhibió de escribir una ópera dada su estrecha relación con Wagner, fue su hermana Adelhaid quien le sugirió que musicara el cuento de hadas Hänsel y Gretel de los hermanos Grimm. La opereta fue estrenada en 1893 por Richard Strauss, quien la calificó como de original, nueva y genuinamente alemana. La obra, pese a presentar una cierta influencia wagneriana en lo relativo a la compleja orquestación y a la repetición de los temas musicales, es divertida, liviana y presenta pasajes inspirados en bailes y canciones populares infantiles. El argumento es bien conocido: Hänsel y Gretel están jugando en casa cuando vuelve la madre y les encarga que salgan al bosque a buscar fresas. Los niños se pierden y acaban quedándose dormidos. Al despertar, descubren una casita construida en galleta de jengibre cuya dueña, una malvada bruja, trata de engordar a Hänsel para posteriormente comérselo. Sin embargo, gracias a las argucias de Gretel, los niños acaban escapándose de la casa.

 Durante los últimos años del siglo XIX, en gran parte de Centroeuropa se asistió a una división entre la creación musical y el consumo de productos musicalmente más ligeros. En Austria, mientras el Imperio se iba descomponiendo, fue ganando terreno la opereta y otros géneros menores entre un público en el que se mezcla la burguesía con una aristocracia aún poderosa pero en absoluto culta. La opereta saldrá como caldo de cultivo que presentan los numerosos bailes a los que se fueron acostumbrando los vieneses, como lo fueron el vals y la polka. Por su parte, en Alemania se vivía el fenómeno del wagnerianismo como cima suprema del drama musical y escénico. Fue, sin embargo, un entusiasta seguidor de Wagner quien importó de una manera muy peculiar el nuevo género más ligero que tanto austríacos como franceses estaban creando para un público más variopinto.

 Engelbert Humperdinck nació el 1 de septiembre de 1854 en Siegburg y estudió en el Conservatorio de Colonia bajo la tutela de Hiller, Gernsheim y Jensen. En 1876 se trasladó a Munich merced a una beca y allí ganó numerosos premios con sus composiciones, circunstancia que le llevó a Nápoles durante una temporada. En dicha ciudad italiana conoció a Richard Wagner en 1880 y éste le reclutó como ayudante en Bayreuth durante los dos años siguientes. Más tarde, Humperdinck vivió en París y Colonia, siendo además profesor de teoría de la música en los conservatorios de Barcelona y Colonia. Posteriormente, de 1890 a 1897, Humperdinck enseñó en el Conservatorio de Maguncia y ejerció como crítico para el Frankfurter Zeitung. En 1893, con el estreno en Weimar de su ópera Hänsel und Gretel, Humperdinck consiguió una extraordinaria fama que, sin embargo, no fue continuada por el melodrama Königskinder estrenado cuatro años después. Ese mismo año Humperdinck abandonó la enseñanza para dedicarse en exclusiva a la composición y durante algunos años vivió en Boppard trabajando un tanto a su manera. Ninguna de sus obras posteriores alcanzó la fama universal de Hänsel und Gretel. Humperdinck falleció en Neustrelitz el 27 de septiembre de 1921. Nuestro humilde homenaje a este gran compositor que vivió siempre a la sombra de Richard Wagner.