Llega a su fin el 2010 y con el un año que para muchos será difícil de olvidar pues la crisis no ha dejado hogar español sin llamar a su puerta con mayor o menor vehemencia. Como si fuera una inocentada, el pasado martes 28 amanecimos con los anuncios de incrementos de la electricidad y gas que, amen del impacto que significará en los ya deteriorados bolsillos de las familias, es la guinda que corona un año de malas noticias en lo económico. Record de paro, bajo nivel de producción industrial, bajo nivel de actividad comercial, recorte de subsidios, incremento de impuestos y ahora TARIFAZO.

¿Hasta cuando los ciudadanos soportarán esta presión de los gobiernos? La pregunta no tiene respuesta cierta pero la eclosión social está a la vuelta de la esquina.

Hace algunos meses nos preguntábamos en un post sobre cuándo explotaría Europa. Ahora la pregunta es cuándo lo hará España. Y es que todos los días se agrega un ingrediente más a esa mezcla de indignación-repudio e impotencia en que se ha convertido el modelo económico que nos están imponiendo de a poco. Nada ha trascendido (en compromisos y acciones) de la ya lejana reunión del Ejecutivo con el empresariado vernáculo. Me rectifico, sí se ha manifestado en incrementos de costes de hidrocarburos, impuestos, tarifas y recortes de subsidios. De compromisos, acciones y contribuciones por su parte NADA.

En su última intervención en el Congreso, el presidente Zapatero habla del 2015 como plazo para ver la luz al final del túnel. El problema no es el tiempo que falta sino como sobreviviremos hasta que ello llegue. El panorama laboral lejos de estabilizarse tiende a agudizarse y repercutirá en la cifra de parados. Para más INRI el recorte de subsidios para quienes agoten su paro a partir de febrero incrementará el número de familias en estado de indigencia. Los bancos por su parte siguen con su política de grifos cerrados para créditos y refinanciaciones con lo que la cantidad de hipotecas fallidas se incrementará considerablemente.

Sugestivamente no se publican datos de morosidad en el pago de impuestos para evitar el efecto contagio, que se mantienen nominalmente fruto del incremento de las alícuotas y no del cumplimiento de los contribuyentes. En este cuadro de situación se ha popularizado la frase “dichoso tú que todavía tienes trabajo, no te quejes“ lo que denota el grado en que ha quedado nuestra estima respecto a nuestras capacidades y conocimientos. Ni hablar entonces de revisiones salariales o incrementos. La reforma de las pensiones está a la vuelta de la esquina (necesaria pero inoportuna) y, si bien no impactará en lo inmediato, sí repercutirá en los ánimos de la sociedad enrareciendo aun más el clima social .

Es un círculo vicioso donde los que tienen la responsabilidad de decidir (gobierno, oposición y empresariado) no toman conciencia de que están matando lo que les da de comer, el MERCADO INTERNO ¿Quién pagará sus sueldos y dietas? ¿Quién comprará lo que producen, pues aunque estén sobrados ambicionan incrementar su riqueza?

Perón decía que los dirigentes deberían estar a la cabeza del movimiento o de lo contrario el movimiento llevaría en estandarte la cabeza de los dirigentes (vocablo más vocablo menos).

¿Habrá llegado el tiempo?

Un abrazo para todos los parroquianos y en lo personal buen fin y un venturoso 2011

THENIGGER