Eric Cantona ha encendido las alarmas por sus declaraciones proponiendo lo que se denomina un BANK RUN. Sus dichos han corrido como reguero de pólvora en la red y los principales periódicos del mundo recogen la noticia. Su propuesta simple y nada original (muchas veces hubo intentos que no prosperaron) ha calado profundo en la opinión publica que con mayor o menor adhesión se ha hecho eco de la misma.

EL PAÍS

De un primer análisis surge que, dado el grado de bancarización en la que estamos inmersos, sería difícil o imposible prescindir de los bancos por:
– nuestras nóminas se depositan en cuenta
– nuestros servicios los pagamos vía domiciliación
– usamos tarjetas de crédito-debito para nuestras compras
– nuestros ahorros están en bancos
– nuestros mayores créditos son bancarios (hipotecarios, consumo, bienes durables)

Como vemos, gran parte de nuestras vidas (relacionadas con temas económicos) pasan por los bancos, a los cuales por acción u omisión hemos convertido en parte de nuestras vidas  ¿Entonces la idea es descabellada e inviable? La respuesta es No.

Mi planteo es que es difícil de implementar, pero es posible sin llegar al crash del sistema financiero minimizar nuestra dependencia de los bancos. No se trata de destruir el sistema financiero sino que los clientes sean tenidos en cuenta a la hora de definir su estrategia de negocio y no como hasta ahora que somos ninguneados. La gran pregunta entonces es ¿si decidiéramos retirar nuestros ahorros o cerrar nuestras cuentas en que medida afectaría a los depósitos bancarios? La respuesta es: no significativamente pues los grandes flujos monetarios (empresas, instituciones oficiales, comercio internacional, etc) no modificarían sus imposiciones con lo que la medida pasaría desapercibida. La gran modificación se produciría en su cuenta de resultados, pues dejarían de cobrar fabulosas comisiones.

Las comisiones hoy en día son el core business de los bancos y si no me creen analicen los diferentes cargos que tienen en sus extractos bancarios por distintos conceptos. El colmo es que nos cobren por extraer nuestro PROPIO DINERO como hacen ciertas instituciones cuando se extrae por ventanilla y no usamos el cajero. Lo lamentable es que lo hemos aceptado mansamente

Nos cobran por todo, hasta el absurdo de cobrar la evaluación de riesgo para darnos un crédito, la tasación del bien para un crédito hipotecario, etcétera, cuando el negocio es de ellos y no nuestro (interés sobre el préstamo), amén de la obligación de contratar servicios adicionales para su concesión (seguros, pago de servicios y otros). Me dirán que es legal pero no es ético, coherente o lógico.

NO EXISTE OTRA ACTIVIDAD COMERCIAL QUE ACTÚE DE ESTA FORMA

Silvio Gessel planteó el siglo anterior en su obra literaria un esquema bancario diferente al actual – que obviamente no fue tenido en cuenta – donde los bancos deberían pagarnos y no cobrarnos por hacer transacciones a través de ellos. Ni hablar de no remunerar nuestros depósitos. Rescato entonces de la propuesta que es importante que tomemos conciencia del poder del consumidor como conjunto — no para provocar el caos — en su relación con el sistema económico. Hay sociedades que lo tienen claro y otras que somos pasivas cuando no masoquistas (más nos agreden, más fieles somos).

Así como castigamos a nuestros gobernantes con el no voto debemos actuar en estos casos reduciendo al mínimo nuestra dependencia de los bancos u otros prestadores de servicios que no nos consideran clientes sino cautivos.

Otro sería el mundo si nos uniéramos para defendernos de los abusos y ejerciéramos pacíficamente nuestros derechos como consumidores.

Un abrazo

THENIGGER