Romantica banda local

 Lo reconozco: Tengo muy poca información sobre este grupo pero, para quien esto escribe, La Romántica Banda Local fue un grupo mítico e inolvidable en una época también mítica e inolvidable como fueron aquellos años de la Transición. Formada en 1977 por un grupo de estudiantes madrileños, La Romántica Banda Local fue un conjunto verdaderamente inclasificable y misterioso que, pese a declarar en una de sus canciones más famosas No me gusta el rock, no dudaban en hacerle guiños en muchas de sus canciones. Tampoco eran un grupo de folk, pero la flauta travesera y el violín solista tenían gran protagonismo en sus creaciones. En absoluto eran punkies, mas sus estrafalarias puestas escénicas podían contar con largos e inexplicables discursos entre canción y canción. No tenían intenciones políticas — algo realmente extraño en la época — y parecían ir por libre. Sus escenarios naturales fueron las asociaciones vecinales, las discotecas de pueblo, los colegios mayores y los bares madrileños alternativos. No vendieron apenas discos pero la gente tarareaba sus canciones. En opinión de muchos, fueron unos claros precursores de la llamada Movida.

 Carlos Faraco (showman), Enrique Valiño (violín), Fernando Luna (compositor, voz, flauta y clarinete), Jorge Mariano (guitarra), Nano Domínguez (bajo) y Paco Beneito (batería) fueron los seis iniciales componentes que en 1978 graban su primer trabajo, La Romántica Banda Local, editado por la Compañía Fonográfica Española, álbum del que se vendieron unas veinte mil copias (Fuente: La fonoteca.net). Dos años más tarde editan Membrillo, un disco muy esperado (Iba a ser doble en un principio) pero a la vez muy irregular, con canciones tan diametralmente diferentes como la poética El trigo crece al sol o la extravagante y famosa Los borrachos somos gente inquebrantable. Jorge Mariano y Nano Domínguez habían abandonado el grupo, siendo sustituidos respectivamente por Jorge Cabadas y Bernardo Souviron. El disco también contó con la colaboración del vocalista Javier Pacios en el tema Julia. La formación dio claras muestras de desintegración — Carlos Faraco parecía estar más interesado en su prometedora carrera radiofónica y el grupo cojeaba musicalmente en directo ante la falta de ensayos — y en 1981 desapareció, dejando algunas canciones sueltas. Durante un tiempo circuló una leyenda urbana que más o menos venía a decir que Luqui — el mandamás de Los Cuarenta Principales — había sentenciado al grupo debido a que la banda no había querido plegarse a sus dictados.

 El bus, perteneciente a su primer álbum, es una de las mejores canciones de La Romántica Banda Local. Un tema delicado, tierno y poético se contrapone a otro de tipo salsero y desenfadado. Más de treinta años después, escuchar hoy en día esta canción produce una meridiana melancolía existencial que parece trasladarnos a un Madrid muy distinto al que, por desgracia, es hoy en día. La canción es una verdadera joya. Ahí os dejo la letra.

Al anochecer,
cuando nos acoge la sombra de un farol
y  sólo los murciélagos velan nuestro amor,
te has de marchar, te has de marchar,
no hay una razón pero has, pero tienes que… Que volver a casa ya.

Y una vez más,
vemos llegar el voraz autobús,
te cobra once pesetas y te aleja de mí,
cruza Madrid, cruza Madrid,
largas calles con cielo gris y
te deja ya no lejos de tu portal.

Y miraré como te pierdes
entre el humo del escape del bus.
Y miraré como te pierdes
entre el ruido de la chapa del bus.

Y allí un señor
te pregunta serio: ¿De dónde vienes hoy?
Que la gente es mala, que mira a dónde vas…
Tu habitación, es tu habitación,
refugio de cartón, de papel,
donde no podrás resistir ya mucho más.

Dime mi amor,
si no estarías en mis brazos mejor
que en el bolsillo de papá, papá…
Por eso, ¡Ven, atrévete!
a dar la espalda por no coger,
no coger ya más
ese estúpido autobús.

Y miraré como te pierdes
entre el humo del escape del bus.
Y miraré como te pierdes
entre el ruido de la chapa del bus.