Museum of Modern Art - MOMA

Museum of Modern Art – MOMA, 10 pinturas

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En mi opinión, el MOMA neoyorquino es la mejor pinacoteca del mundo en lo referente a pintura modernista. Ya tenemos aquí la decimocuarta entrega de esta serie dedicada a la selección de las mejores pinturas de las grandes pinacotecas del mundo. Hasta el momento, esta serie ha sido, de largo, las más compleja y difícil a la hora de realizar una selección de diez pinturas sin repetir autor.

He tenido que descartar muchos cuadros estupendos de autores como Chagall, Odilon Redon, Malevich, Duchamp, Morandi, Gris, Braque, Munch, Mondrian, Theo van Doesburg, Derain… Unas veces, por querer ajustarme a un cierto equilibrio en la composición de la entrada; otras, por creer que los pintores norteamericanos debían estar representados al menos en un tercio; pero quizás la razón principal de muchos dolorosos descartes (Marion Pinto, por ejemplo) ha sido la imposibilidad de encontrar ilustraciones mínimamente aceptables.

He intentado hacerlo lo mejor posible, aunque pienso que esta entrada debería haber contado no con diez, sino con veinte cuadros. Con esta colección atesoramos ya 140 cuadros de las mejores pinacotecas del mundo. Recordemos que esta tarea, bendecida por la madrina de este bar virtual de copas, Amalia,  nos ha llevado a seleccionar las mejores obras de  El Prado, El Louvre, La Galería de los Uffizi, La National Gallery londinense, El Rijksmuseum de Amsterdam, El Orsay parisino, el Metropolitan de Nueva York, la Alte Pinakothek de Munich , el Museo Thyssen-Bornemisza, el Kunsthistorisches de Viena y el Hermitage de San Petersburgo, El Reina Sofía y la milanesa Pinacoteca di Brera… Y los que nos quedan. Ojalá que esta selección sea de vuestro agrado.

Henri Rousseau Gitana dormida, Moma 

1. GITANA DORMIDA de Henri Rousseau

Pintor autodidacta, no comenzó su andadura artística hasta edad bien avanzada. Su obra fue muy criticada en su tiempo, tachándola de ingenua. Pero en este sensacional lienzo, Rousseau sorprende tanto por su sencillez compositiva como por la sutilidad de la ejecución.

La imagen es surrealista, onírica, pero también extrañamente real. El cuadro fue ofrecido a la ciudad de nacimiento del pintor, Laval, por 300 francos y resultó rechazado por considerarlo muy infantil. Sin embargo, las formas simplificadas y el uso imaginativo del espacio causaron la admiración de muchos artistas, como Picasso, Matisse o Kandinsky.

¿Verdad que la luna recuerda el logotipo de este bar virtual de copas?

Pablo picasso Señoritas de Avignon, Moma

2. LAS SEÑORITAS DE AVIGNON de Pablo Ruiz Picasso

Pocos saben que el punto de partida de esta obra fue un recuerdo burdelario del pintor en Barcelona. Picasso no se atrevió a exponer este cuadro hasta casi pasada una década, ante la presumible indignación que pudiere causar.

El artista nos presenta todo un desafío visual: Cinco mujeres miran provocativamente al espectador, con una multiplicidad de puntos de vista que resulta particularmente inquietante. El estilo geométrico es absolutamente radical y señala la toma de partida de Picasso por el cubismo, resultando el lienzo un puente de referencia fundamental para el desarrollo artístico del siglo XX.

Obra maestra de uno de los más grandes genios de la pintura de todos los tiempos.

Matisse El estudio rojo, Moma

3. EL ESTUDIO ROJO de Henry Matisse

En 1911, Matisse contempló una exposición de arte islámico en Munich que le inspiró para realizar composiciones basadas en un solo color, aunque no se puede considerar este cuadro como una simple investigación del color rojo.

Un detalle curioso, cuanto menos, es que el mobiliario está insinuado, apenas existe. Los distintos cuadros que aparecen en la escena guían la vista de izquierda a derecha hasta trazar una especie de voluta que abarca la silla y los desnudos rosas que se apoyan en la cómoda.

La sugerencia de este óleo es la idea de pintar gracias a un marco vacío que encierra una parte del rojo. Todo el conjunto parece estar un poco aplanado. Sensacional óleo que impacta al ser contemplado en directo.

Giacomo Balla Vencejos

4. VENCEJOS: TRAYECTORIAS Y SECUENCIAS de Giacomo Balla

Uno de los mejores cuadros del MOMA, sin lugar a dudas, el de este artista experimental italiano. Balla presenta al espectador una imagen abstracta con una mezcla cromática realmente portentosa.

El análisis del movimiento y del dinamismo conduce a una descomposición total de las formas. El artista representa los efectos que la luz refleja, subrayando las vibraciones ópticas que produce el cuadro en la retina del espectador.

La imagen se reduce a la representación de líneas de fuerza reforzadas por un intenso contraste de colores que otorga una poderosa sensación de ritmo. Este cuadro, obra maestra absoluta, me lo llevo a mi casa.

Giorgio de Chirico Canción de amor

5. CANCIÓN DE AMOR de Giorgio de Chirico

Pintor natural de Grecia, De Chirico fue uno de los grandes precursores del surrealismo. Este sensacional óleo pertenece a su etapa metafísica, configurada por obras pintadas entre 1909 y 1919. Podemos apreciar dos estructuras en el cuadro: En la derecha, una estructura tomada del urbanismo clásico de la Antigüedad; y en la izquierda, un terrado moderno donde se contempla el humo de una chimenea o de una locomotora.

En el centro del cuadro, una cabeza de inconfundible estilo griego y un guante plástico de color rojo sobre una pared totalmente inverosímil, al igual que la bola verde del suelo. Al parecer, De Chirico hizo una demostración de su capacidad para revelar una realidad paralela a través del arte, algo muy propio de la pintura metafísica.

Dali Relojes

6. LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA (RELOJES) de Salvador Dalí

El inmortal pintor de Cadaqués fue un artista caracterizado por las extrañas imágenes que plasmó en sus obras surrealistas, amén de un portentoso talento para «vender» sus obras mediante una muy estudiada caracterización de artista excéntrico.

El escenario de este óleo es la costa del Cabo Creus, un lugar habitual de Dalí en su obra. Los relojes derretidos parecen querer mofarse de la rigidez del tiempo. El autor declaró que le fueron inspirados tras una alucinación que sufrió tras haber tomado queso Camembert… Y, en verdad, así aparentan.

En el centro de la composición se vislumbra un enigmático rostro humano de perfil mientras que las hormigas de la esfera representan la decadencia. El cuadro se expuso en Nueva York en 1932 y fue vendido por 250 dólares. No me duelen prendas al reconocer que albergo muchas, pero muchas dudas sobre Dalí. La inclusión de este lienzo ha obedecido a razones digamos que meramente «patrióticas». Aún así, es una de las obras que más me gustan de Dalí.

Edward hopper Gas station

7. GAS STATION de Edward Hopper

En la época en que Hopper pintó este cuadro, 1940, el artista padecía un severo proceso de depresión y había sido sometido a ciertas operaciones quirúrgicas. Hopper fue un pintor obsesionado por plasmar de una manera realista la bulliciosa vida norteamericana.

Daba igual que el objeto de su pintura fuese una estación de tren, un bar, un restaurante o una estación de servicio, como en este caso. Hopper pintó su país tal y como lo veía con un estilo visual altamente poético.

La composición parece un fotograma a punto de convertirse en una imagen animada. Una larga carretera se adentra en una inquietante oscuridad que parece formal un túnel y que contrasta magníficamente con los amables tonos de los surtidores y del edificio blanco del garaje. La luz natural del cielo también contrasta admirablemente con la luz artificial de la gasolinera. Bellísima obra.

Magritte Empire of lights II, Moma

8. EL IMPERIO DE LAS LUCES II de René Magritte

La fama de Magritte, considerado uno de los principales surrealistas, fue en ascenso hasta el año de su muerte, 1967, y su influencia en movimientos posteriores como el Pop art y el arte conceptual fue del todo decisiva. Pero Magritte siempre estuvo un tanto vinculado al estilo figurativo y este enfoque le permitió crear obras tan impactantes como este cuadro.

La zona baja del óleo representa un escenario urbano y abierto en plena noche. De manera genialmente sorpresiva, Magritte crea un contraste psicológico en la zona superior de la imagen, no plasmada en un lógico firmamento negro cuajado de estrellas, sino en un cielo resplandeciente y vespertino repleto de pequeñas nubes blancas. Existen unas veinte versiones de esta obra, todas ellas extraordinarias.

A mí me parece un cuadro tremendo, portentoso y genialmente misterioso. Obra maestra absoluta que me llevo también a mi casa.

Jasper johns Bandera EEUU

9. BANDERA de Jasper Johns

El artista norteamericano plantó cara al expresionismo abstracto mediante la utilización de un único motivo en sus cuadros, ya fuese una bandera, una diana o un mapa. Lo más significativo de esta obra de Johns es el empleo de la encáustica, un pigmento a la cera de rápido secado capaz de producir gruesas y empastadas texturas que, paradójicamente, dan un aspecto realmente expresionista.

La utilización de este pigmento consiguió reducir las posibilidades de que cualquier marca se interpretara como un significante de la subjetividad del artista, al tiempo que interrumpía también la eficacia de la imagen como tal, dotándola de una materialidad que en condiciones normales habría carecido por completo. La bandera es SÓLO una representación de una bandera, pero al mismo tiempo una velada crítica al expresionismo abstracto.

Obra peculiar como pocas.

Bridget Riley Fision

10. FISIÓN de Bridget Riley

Riley irrumpió con enorme éxito en la escena cultural londinense de la década de los años sesenta mediante ilusionistas y monocromos cuadros abstractos que utilizaban formas simples como círculos, cuadrados o franjas repetitivas con el propósito de crear efectos ópticos inestables. En esta obra, témpera sobre cartón, el artista ejecuta una composición cubierta de puntos blancos que se vuelve vertiginosa mediante la progresiva deformación de los círculos y la reducción de la distancia que los separa.

El espectador se ve imposibilitado de fijar una imagen que se va alterando continuamente a medida que los ojos recorren el cuadro. Es una clara muestra de Op art, movimiento que siguió al Pop art. La industria de la moda se apropió de la obra de Riley para diseñar ropa moderna, lo que conllevó cierta crítica. Las ilusiones ópticas son un intento de maravillar al sentido de la vista, aspecto que no puede realizarse mediante una imagen figurativa. Me entran deseos de llevarme también este cuadro a mi casa.

 

Aquí os dejamos un vídeo de este increíble museo:

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Museum of Modern Art - MOMA
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Museum of Modern Art - MOMA
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10 pinturas inolvidables de Museum of Modern Art - MOMA
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Leitersblues.com
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