* Nacido el 18 de marzo de 1844 en Tijvin, Novgorod
* Fallecido el 21 de junio de 1908 en Liubensk
Nikolai nació 22 años después que su único hermano, Voin, y cuando su padre, Andrei, ya se encontraba jubilado de su cargo oficial. En la familia todos eran aficionados a la música, especialmente su tío Piotr, y el padre sabía tocar algunas viejas melodías al piano. Con seis años recién cumplidos, Nikolai recibió sus primeras nociones musicales de parte de una vecina anciana y luego de una institutriz que le puso en contacto por primera vez con las obras de Beethoven. El pequeño demostró poca aptitud para el piano aunque un excelente oído para la composición. Pero a los doce años, y siguiendo la tradición de su familia, Nikolai ingresó en la Armada Rusa pese a los consejos contrarios de su hermano mayor. De esta manera, en julio de 1856, Nikolai llegó por primera vez a San Petersburgo para ingresar en la Escuela de Cadetes Navales.
Aunque el adolescente Nikolai fue un cadete de atenta e intachable conducta, no por ello abandonó la música. Durante dos años aprovechó los fines de semana para estudiar piano y composición en casa de un amigo de su hermano Voin. Además, en San Petersburgo pudo asistir a numerosas representaciones operísticas, mostrando siempre un enorme interés por las obras de Glinka. Por otra parte, en 1859 Nikolai asistió también a numerosos conciertos sinfónicos y descubrió a Beethoven y a Mendelssohn. Pero era Glinka quien realmente seguía fascinándole hasta el punto de que intentó orquestar algunas obras que tenía de dicho compositor para piano. Durante ese mismo año, Nikolai fue admitido como alumno en las clases de Théodore Canille, un extraordinario pianista que además era un apasionado admirador de Glinka. Canille realizó un soberbio trabajo con el joven Nikolai, dándole a conocer a casi todos los compositores centroeuropeos románticos e iniciándole en el mundo de las formas musicales. Fue en la propia casa de Canille donde Rimski conoció a Balakirev, un compositor dotado ya de cierto prestigio. Balakirev animó al muchacho a continuar con sus bocetos compositivos a pesar de que su formación musical cojeaba ostensiblemente. A estas reuniones pronto se sumaron un tal Mussorgski, cuyos fundamentos musicales eran muy similares a los de Rimski, y César Cui. Aquellos jóvenes coincidieron en algo: Glinka era su modelo de música y adoraban también a Schumann. Por contra, Liszt y Wagner les producían la mayor de las indiferencias.
En 1862, Rimski salió de la Escuela Naval y fue destinado a la fragata Almas, que se preparaba para un largo crucero. El barco estuvo cuatro meses fondeado en Inglaterra y Rimski no dejó de componer a bordo pese a que el buque no disponía de piano (en ocasiones tocaba el piano en algún café londinense). De Inglaterra el buque partió rumbo a los EEUU y Brasil, primeramente, para abordar la vuelta a Europa por España, Francia e Italia. Hemos de señalar que Rimski era por entonces un profesional del mar y que la música sólo constituía un simple entretenimiento para él. Ya de vuelta en San Petersburgo, Rimski se puso de nuevo en contacto con el grupo, al que se había sumado Alexander Borodin. Fue entonces cuando Rimski estrenó su Sinfonía en mi bemol menor en el marco de la Escuela Libre de Música que había fundado Balakirev. La gente se quedó alucinada al ver a un joven con uniforme de marino saliendo a recibir los calurosos aplausos. De esa misma época es su Obertura sobre temas rusos. Rimski trató de mejorar su técnica al piano — que en absoluto consiguió — aunque ya empezaba a despuntar como un extraordinario orquestador. En 1867 compone una Fantasía sobre temas serbios y el cuadro musical Sadko, inspirado en Berlioz, quien había visitado Rusia recientemente. Ambas obras, estrenadas por Balakirev ahora como flamante director de la Sociedad Musical Rusa, lograron unánimes elogios. Un año después, y en casa de Dargominski en donde se reunían los miembros del Grupo de los Cinco Rusos (Rimski, Balakirev, Cui, Borodin y Mussorgski) Rimski conoció a Nadieschda Purgold, una bellísima pianista con la que se casó cuatro años más tarde. Antes de acabar 1868, Rimski compuso Antar, un poema en cuatro movimientos también conocido como Segunda Sinfonía.
En 1871, Rimski recibió la visita del nuevo director del Conservatorio de San Petersburgo, quien le propuso una interesante oferta: La cátedra de composición e instrumentación, y la clase de orquestación con un sueldo de 1.000 rublos. El compositor, pese a sus escasos conocimientos de armonía y de numerosa terminología básica, aceptó el insólito ofrecimiento. A pesar de que al principio pasó algunos apuros, poco a poco se fue consagrando como el mejor profesor de composición que nunca haya dado Rusia. También en 1871 Rimski pasó a ocuparse del cargo de Inspector de las Bandas Navales, propio de sus todavía obligaciones militares. El compositor se mostró tan comprometido con el trabajo que incluso llegó a estudiar algunos instrumentos de viento. Sin embargo, durante esta época Rimski se volvió más academicista y por ello recibió el reproche de algunos de sus compañeros, especialmente de Balakirev, con quien mantuvo una fuerte discusión que terminó por romper para siempre la amistad entre ambos.
En 1880 Rimski estrenó la ópera Noche de mayo, con escaso éxito, pese a lo cual se enfrascó en otra titulada La doncella de nieve. Luego de orquestar Khovanchina de Mussorgski, Rimski acometió su Concierto para piano. En 1882 abandona la dirección de la Escuela Libre, cargo que también había asumido junto con la cátedra de composición en el conservatorio, y comenzó a colaborar con la Capilla Imperial. Un año después Rimski fue apartado de su trabajo de Inspector de Bandas Navales al suprimirse dicho cargo. Mientras, el Grupo de los Cinco Rusos se disolvió inexorablemente: Mussorgski había fallecido; Cui mostraba escaso interés y Balakirev no se hablaba con Rimski. Sólo Borodin, acompañado de Stasov, acudía a las tertulias que organizaban sus ex-alumnos. Por entonces, un aficionado adinerado, Mitrofan Belayev, comenzó a asistir a dichas reuniones y consiguió que algunas obras musicales fuesen editadas en Leipzig, además de fundar él mismo su propia editorial. En 1885 Belayev organizó los Conciertos Sinfónicos Rusos y puso a Rimski como director. Este fue el origen de sus grandes obras sinfónicas: Capricho español, La gran Pascua rusa y Sheherezade, compuestas entre 1887 y 1888. En 1887 murió Borodin y Rimski también orquestó algunas de sus obras, como El príncipe Igor (con la ayuda de Glazunov).
En el verano de 1889, Rimski visitó París para participar en unos conciertos de música rusa patrocinados por Belayev. La relación con los músicos franceses de la época — Delibes, Massenet — no fue en absoluto cordial. Un año antes Rimski había conocido La Tetralogía de Wagner en San Petersburgo y se quedó del todo admirado por esa magna obra. En 1890 el compositor sufrió el duro golpe de la muerte de sus dos hijos y ello conllevó que prácticamente no escribiese nada hasta 1894, en donde terminó su ópera Nochebuena y arregló su cuadro Sadko para presentarlo también en forma de ópera. La producción operística siguió en 1897 con el estreno de Mozart y Salieri. En 1903 Belayev murió y encargó a Rimski, Glazunov y Liadov la administración de su fortuna, enteramente dedicada a la música. Dos años después, en 1905, Rimski fue expulsado del conservatorio al protestar contra el autoritarismo de su director. En 1906 Rimski terminó sus memorias y acometió su última ópera, El gallo de oro, censurada por sus críticas a los zares y a la aristocracia, y que sólo se representó a la muerte del compositor. Por esta misma época rechazó el nombramiento de doctor honoris causa por la Universidad de Oxford. El 21 de junio de 1908, una repentina angina de pecho terminó con la vida de Rimski en su residencia veraniega de Liubensk. Dos días después su cuerpo fue enterrado en San Petersburgo.
La música de Rimski-Korsakov, en gran parte basada en temas del folklore ruso, es célebre por su brillante y colorida orquestación. Rimski compensó siempre sus lagunas académicas con un extraordinario talento musical que le hacía absorber las nuevas técnicas con suma facilidad. Su dominio de la orquesta fue extraordinario y su teórico Tratado de orquestación se ha convertido en la obra de referencia de dicha materia. Con apenas 30 años, sin título académico previo, fue el profesor más versado de Rusia y un maestro al que deseaban tener todos los jóvenes compositores. Siempre evitó la aridez y el aburrimiento, haciendo gala de una enorme brillantez y de un contrastado dominio técnico. Entre sus alumnos más distinguidos se encontraron Stravinski y Prokofiev.
OBRAS
– 15 Óperas, destacando La doncella de las nieves y El gallo de oro
– 3 Sinfonías
– Obertura de La Gran Pascua Rusa
– Sheherezade
– 4 Fantasías
– Otras obras orquestales
– Concierto para piano
– Concierto para trombón
– Concierto para clarinete
– Sexteto para cuerda
– Quinteto de cuerda
– Quinteto para piano y vientos
– Otras obras de cámara más breves
– 4 Cantatas para coro y orquesta
– Arreglos de canciones populares
– Obras para piano solo
Había dejado yo mi comentario sobre Rimski-Korsakov y consideré que se había atascado pero veo que no es así. Un lamentable bajón en la señal de internet, justo en el instante en que lo enviaba borró por completo mis impresiones.
Trataré de recuperarlas así: decía que Rimski-Korsakov suplió brillantemente sus falencias académicas con su notable talento, en el sentido que al no verse sometido a una rigurosa escuela, su Arte se tornó más libre y espontaneo, dotado de una siceridad en su expresión que probablemente no habría logrado si se hubiera visto ceñido a un excesivo uso de la teoría musical. Esto no supone necesariamente que la escuela más depurada sea mala o que su carencia haya hecho de Rimski un mejor o un peor compositor. Sólo digo que en SU caso particular, resultó muy benévolo disponer más de su propio talento que de los conocimientos más profundos. Y aún así logró ser un buen Profesor!
La duda que me dejas en la entrada, Leiter, es la siguiente: entendí que Rimski-Korsakov en un principio, no se sintió atraído por la Música de Wagner, pero que años después al escuchar la Tetralogía, cambió su concepto y se sintió más cercano al Genio de Bayreuth? Es esto lo que quisiste decir o lo he interpetado erróneamente?
De ser así, la situación no me es extraña. Chaikovsky asistió al primer Festival de Bayreuth en 1875 en donde presenció la puesta en escena del Anillo de los Nibelungos, pero salió de allí sin haber entendido ni una sola palabra.
Y es que los Músicos de la Europa del Este rara vez se sienten atraídos a la comprensión del Germanismo musical. Con el tiempo pueden variar su opinión pero en líneas generales, lo rechazan al primer golpe.
Una pieza realmente bellísima de Rimski-Korsakov es la Canción de la India, de Sadko:
http://www.youtube.com/watch?v=LZK93C5WUaQ
Me encanta.
Un fuerte abarazo, Amigo Leiter.
Perdón, me equivoqué al teclear el año del primer Festival de Bayreuth: consigné 1875 y lo correcto es 1876.
Mal, muy mal que yo falle de esa manera.
Es maravilloso ver como el talento pese a las deficiencias técnicas destaca.
Desconocía que fuese tan torpe con el piano jejejeje, ¿quiere eso decir que se puede ser buen músico a pesar de ser mal intérprete? francamente cada día me asombra más ver las posibilidades que deja la música para tocarla, componerla o apreciarla.
Me parece curioso el detalle del poco aprecio, indiferencia si se quiere, de los compositores rusos por la música germánica. Me sorprende también la facilidad de los músicos rusos para crear melodias que retenemos facilmente en la memoria, melodias deliciosas. ¿es cierto que muchas de ellas se basan en el folklore local?.
Obviamente, durante los primeros tiempos de formación del Grupo de los Cinco Rusos, la música de Wagner era del todo ajena a sus pretensiones nacionalistas rusas. Más adelante, Rimski sí apreció la música de Wagner.
Lo mejor de Rimski es que supo resaltar sus virtudes por encima de sus defectos. Aún así parece del todo insólito que con sus lagunas teóricas llegara a ser el mejor profesor de composición que haya dado nunca Rusia.
Se puede ser un buen compositor sin saber tocar un instrumento (Berlioz fue un claro ejemplo de ello)
Las melodías rusas son amplias e interminables como el propio país. Hasta del folklore ruso extrajo Stravinski muchos de los temas que aparecen en La Consagración.
No es de sorprender el desapego ruso — con excepción de Chaikovski — por la música centroeuropea. Ellos quisieron buscar su propia entidad en una época marcada por los nacionalismos.
Besos y abrazos, Iván y Zarza (Caballero Teutónico y Walkiria… ¡Buen dúo, sí señor!)
LEITER
Me encantan los rusos… musicalmente hablando… mucho más me gustan las rusas…
Creo que Leiter da en la tecla al destacar el nacionalismo de la época: hasta el oído de los mejores músicos puede verse influenciado por lo ideológico.
Me quedó una duda: ¿los dos hijos de Rimski murieron el mismo año? ¿Un accidente? ¿La misma enfermedad?
Saludos para todos!
La hija de Rimski, Masha, falleció un poco después de su hermano a los dos años de edad. Desconozco los motivos de dichas muertes, Frank. Hasta donde sé, la niña murió por enfermedad.
Un abrazo, Frank
LEITER