VERSIONES GRABADAS O EN CONCIERTO SIN VÍDEO
– Wilhelm Furtwängler con la Filarmónica de Berlín: A pesar de que un clarinete se anticipa en el tercer compás — ¡Vaya bronca le debió soltar Furtwängler posteriormente! — ya desde las primeras notas podemos apreciar la solemne monumentalidad de esta versión. La entrada del segundo tema, tras la llamada de las trompas, pone los pelos de punta por su contrastada expresividad. Tras la obligada repetición, Furtwängler da un curso en materia de dinámica sonora, distinguiendo perfectamente un subito de un crescendo. Fabulosa la cuerda grave, manteniendo en todo momento el sentido rítmico. Los fortes del minuto 4.45 son realmente espectaculares, con un leve diminuendo que enfatiza aún más la terrible expresión de este dramático movimiento y abre con angustia la puerta al óboe solista. Da gusto escuchar como Furtwängler va levantando a la orquesta en los momentos previos a un tutti, algo realmente prodigioso. Genial la coda, con un eterno silencio que nos mantiene en vilo, previo a los acordes finales. Versión insuperable, de referencia absoluta, del que posiblemente, junto a Celibidache, haya sido la mejor batuta de todos los tiempos. Después de esto, pocas ganas me quedan ya de comentar las siguientes versiones…
– Arthur Nikisch con la Filarmónica de Berlín: Esta grabación de 1913 es histórica, ya que supone el primer registro fonográfico de una sinfonía completa de Beethoven. Arthur Nikisch fue sin duda la personalidad musical más relevante en el campo de la dirección orquestal durante las dos primeras décadas del siglo XX. Sucesor de Hans von Bülow al frente de la Filarmónica de Berlín en 1895, Nikisch era un ser tremendamente contrapuesto a aquel director cuya mujer acabó liándose con Wagner. Si Bülow era un flemático dictador que incluso agredía físicamente a los profesores de la orquesta, Nikisch, en cambio, fue uno de los directores más cordiales y simpáticos de la historia. Fue el primero que dejó de empuñar literalmente la batuta para asirla entre los dedos pulgar e índice. Sus modos directoriales, sensuales y en donde se desdibujaban los contornos sonoros, fueron calificados de hipnóticos por sus contemporáneos. A pesar del lógico y defectuoso sonido de esta grabación, podemos extraer algunas conclusiones: Elegancia a más no poder, fluidez en el discurso interpretativo y noble efecto sonoro. Estas peculiaridades interpretativas fueron del todo desterradas a partir de Toscanini. Grandiosa lectura de la coda final en una histórica versión que no podemos sino de calificar como de sobresaliente.
– Fritz Reiner con la Sinfónica de Chicago: Posiblemente Fritz Reiner haya sido el director de orquesta con la mayor capacidad de economía gestual en un podio. Sus marciales y casi aburridos modos de dirigir ocultaban, no obstante, unos ensayos extenuantes que ponían a los profesores de la orquesta al filo de lo mentalmente asumible. Además, Reiner fue tremendamente autoritario hasta el extremo de vigilar la vida privada de algunos profesores de la Chicago Symphony, cuestión que fue denunciada por algunos de sus miembros. La versión de Reiner destaca principalmente por su claridad y por extraer un sonido verdaderamente incomparable en esa portentosa orquesta que es la Sinfónica de Chicago. Observad como, tras la obligada repetición, todos los instrumentos de la orquesta se «escuchan» de una manera increíblemente precisa, sin interferencias. La ejecución es vibrante, tensa y emotiva, aunque en ocasiones se echa de menos un mayor grado de pausa. Totalmente romántica la lectura de los compases previos a la plañidera entrada del oboe solista. Espectacular coda final –¡Qué orquesta, Dios mío! — de una versión que calificamos como de sobresaliente alto.
– Sir Charles Mackerras con la Royal Philharmonic of Liverpool: El australiano Sir Charles Mackerras es uno de los directores más estimados y rigurosos del actual panorama de la dirección orquestal. Verdadero especialista en música checa — estudió con Václav Talich en Praga — Mackerras mantiene su punto más fuerte en la dirección de ópera, donde es una de las figuras más solicitadas. En esta versión, quizás un tanto acelerada en tempo, presenta varios aspectos negativos: La claridad orquestal brilla por su ausencia y se advierten ciertas descompensaciones en la masa sonora. Las dinámicas de sonido son muy mejorables, a mi entender, mientras que el discurso se antoja precipitado (¡Qué cosa más rara hace el timbal en el minutaje 3.53 del vídeo!). La transición hacia el pasaje solista del óboe es muy pobre. La coda — se escuchan más las maderas que la cuerda — es peculiar, aunque no resulta de mi agrado; parece una carrera de velocidad. Eso sí, no se puede negar que el maestro Mackerras impone su sello propio. Versión a la que no podemos conceder el aprobado.
– Victor de Sabata con la Filarmónica de Nueva York: Más conocido por su incursión en el terreno operístico, Victor de Sabata fue un director italiano meticuloso y colorista como ningún otro, y también original (No dudó en saludar el fascismo italiano y nunca escondió sus preferencias por Hitler; incluso así, dirigía en América durante los años de guerra, algo realmente insólito). La versión de Sabata nos parece metódica y minuciosa, creando como una misteriosa atmósfera en el auditorio (La grabación es en vivo). La elección del tempo nos parece correctísima, dentro de un discurso expresivo que se sirve del rubato en determinados episodios. Todo el desarrollo está magníficamente estructurado y la línea de interpretación es atractivamente limpia, con ajustados contrastes dinámicos. Sensacional coda, de gran acento rítmico. Versión notable.
– Erich Leinsdorf con la Sinfónica de Boston: Peculiar y polémico como pocos, el vienés Erich Leinsdorf fue un director que peleó hasta lo indecible contra las nuevas normas que paulatinamente iban reglamentando la actividad gremial de los profesores de las orquestas. Decía Leinsdorf que aquello «restaba» autoridad al director. Pero Leinsdorf no fue, ni mucho menos, un director de claras actitudes conservadoras: Pocos saben que fue uno de los primeros en deshacerse del frac, cambiándolo por una simple chaqueta oscura. Con el «cañón» de orquesta que es la Boston Symphony, Leinsdorf nos ofrece una versión pausada, de gran claridad expositiva aunque un tanto carente de condimento. La interpretación es del todo objetiva y se inscribe en los parámetros clásicos, con una gran transparencia sonora. La orquesta suena de escándalo pese a estar sospechosamente amplificada en efectivos. Buena coda final, en el mismo plano lineal de toda la interpretación. Versión de aprobado más que alto, rozando el notable.
– Félix Weingartner con la Filarmónica de Londres: Aunque nacido en Zadar, Croacia, Felix Weingartner era de familia austríaca que pronto retornó a Graz. Fue un director de los llamados «artesanos», a quien gustaba de elaborar minuciosamente cualquier obra pero dentro de los cánones más estrictos. Fue también el primero en realizar una grabación comercial de la integral sinfónica de Beethoven y destacó además como compositor. Y también como ardoroso amante: Se casó hasta en cinco ocasiones. En esta versión, Weingartner nos ofrece una ejecución clasicista de Beethoven, diametralmente alejada del concepto de Furtwängler. La fidelidad a la partitura es total y la lectura presenta momentos de gran interés, aunque nos parece que no llega nunca al ideal interpretativo que representó Toscanini en esta forma clásica de ejecutar a Beethoven. Os propongo una adivinanza. ¿Qué instrumento falta en esta versión? No tengo ni idea a qué se debe esa carencia, pero procuraré enterarme. (Puede ser que tal vez yo no sea capaz de escucharlo). Versión correcta, sin más, de aprobado alto.
– René Leibowitz con la Royal Philharmonic of London: Objetivista como pocos, el polaco — naturalizado francés — René Leibowitz, pese a ser un especialista en música del siglo XX, se propuso una «limpieza» interpretativa en lo relativo a Beethoven. Por decirlo de otra manera: En las sinfonías beethovenianas disipó todo el (¿falso?) patetismo de sus sonidos y puso al descubierto estructuras frescas, claras y en cierto modo desnudas. Fue la antítesis a la germánica y heroica manera de interpretar a Beethoven (Furtwängler) y quiso llegar mucho más allá de Toscanini en cuanto a objetividad. En esta toma (Bastante mala de sonido), sin embargo, no parece dar esa sensación y la versión es poderosa, vigorosa y ampulosa. Quizás sea eso de querer ir más allá de Toscanini… Pero, ojo, que así se puede caer en «el otro frente» (¡En vaya jardín que me estoy metiendo!). Tal vez, Leibowitz debió reducir los efectivos orquestales en pos de esa naturalidad. El vídeo se me interrumpe en 3.43 y hasta ahora no he podido seguir con dicha versión (No sé si os ocurre también a vosotros/as). Por eso mismo, no puedo calificar esta versión, que de mala tiene muy poco.
– Bruno Walter con la Filarmónica de Nueva York: La toma de sonido de esta versión no es muy buena, que se diga, pero a mí me da igual. Bruno Walter es uno de esos directores que me entusiasman, que me hacen sentirme feliz escuchando sus versiones (Ya lo he dicho en otras entradas: Bruno Walter es el mejor intérprete de Brahms) ¿Cómo, entonces, no voy a apreciar a este director? La versión de Walter aquí escuchada es del todo sensacional, primorosa y a la altura del mejor Furtwängler (El referente de la interpretación beethoveniana). Y eso que la orquesta «cojea» un poco (Fijaos en el grave error que se produce en el minutaje 2.47 del vídeo. No entran las maderas que preceden a las trompas en pianissimo. Podría ser achacable, seamos sinceros, a una mala indicación de Walter, que para eso es humano. Pero me inclino a pensar que obedece a un despiste de los instrumentistas). Walter se salta la repetición y se dirige como un misil al desarrollo, todo un portento de clase y dominio orquestal. Los matices están conseguidísimos, con excelentes pianissimos. Grandiosa coda — con un arriesgadísimo cambio de tempo en 5.09 — que evidencia a un excelente director y a una también excelente orquesta que no tuvo su mejor día. Pese a la accidentada interpretación, versión de sobresaliente.
– Bernard Haitink con la Sinfónica de Londres: Es posible que no exista un director en la actualidad tan minucioso como el holandés Bernard Haitink. Como muestra, un botón: Mientras estaba ensayando en Amsterdam una interpretación de la Heroica de Beethoven, Haitink observó algo en la partitura que no llegaba a convencerle. Como quien no quiere la cosa, tomó el primer avión rumbo a Alemania y allí que se presentó para analizar el manuscrito del genial sordo de Bonn. Tomó sus notas — tenía razón en sus sospechas — y volvió tan feliz a Amsterdam, pagándose el viaje de su propio bolsillo. Aquel compás estaba mal transcrito en el archivo oficial del Concertgebouw… De tal manera, no parece que así de minuciosa y trabajada sea la versión que Haitink nos ofrece en este vídeo. Es posible que la lectura de Haitink resulte un tanto «saltarina», con fuertes vaivenes dinámicos, pero la ejecución es correcta. No obstante, se echa en falta una mayor precisión en gradaciones sonoras. La versión tiende más al modelo clásico que al romántico, aunque en ocasiones pueda parecer lo contrario. La coda está bien resuelta, sin más. Versión de andar por casa. De aprobado.
Recordamos que esta entrada tiene una PRIMERA PARTE en este enlace
Genial el análisis. Enhorabuena por el blog es 100% recomendable.
Gracias por la apreciación, Tatharmith. También desde esta página recomendamos tu blog.
Saludos
LEITER
El de hoy sí que ha sido un verdadero «Museo de Sonoridad Beethoveniana»: Cuántos directores del pasado! Me encanta. Siento como si estuviera escuchando un viejo gramófono.
De Furtwängler debo decir que coincido plenamente contigo Leiter, en tu comentario sobre esta prodigiosa rendición. Está cargada de absoluta expresividad por el particular ritmo de las cuerdas mecidas por los instrumentos de viento, cuando estos no son los protagonistas. Y cuando lo son, el conjunto orquestal logra niveles de sonoridad muy beethovenianos; por otra parte, la percusión siempre es muy particular en Furtwängler, tiene una sonoridad distinta y muy curiosa, muy carácterística. En fin, un hechizante interpretación, aunque sigo prefiriendo la que el mismo Director hiciera con la Wiener Philharmoniker enn 1954, para la EMI.
Y Nikisch? A esta no sólo se le aprecia por la calidad interpretativa, sino porque es la joya de las joyas en la historia de la discografía. La primera grabación completa de una sinfonía jamás realizada anteriormente: cuatro pesados discos de laca, grabados por una sóla cara, girando a 78 rpm en un gramófono con el más embrujante sonido de lata que nos podamos imaginar! Y la calidad interpretativa de Nikisch, con un tempo pausado y sin experimentos extraños para tratar de suplir las deficiencias de grabación del lejano año de 1913 (vaya, ya casi 100 años), es único. Por ello perdura esta interpretación. Lo repito: la mayor joya discográfica de la historia. Creo que sólo podría superarla si existiese una grabación de la Novena Sinfonía de Beethoven, dirigida por el propio Richard Wagner en Bayreuth en el año 1876, cuando se inauguraron los Festivales de dicha ciudad. Lástima que la historia del sonido grabado no comenzara 20 años antes o de lo contrario, muy seguramente tendríamos ese registro!!!
Me gustó muchísimo Fitz Reiner. Qué pulcritud de interpretación! Sonoridad 100%, en donde las líneas melódicas de la partitura tienen su protagonismo de forma diáfana, sin invasiones innecesarias de otros instrumentos, que tan sólo acompañan la melodía principal. Magnífica. Me dejó gratísimamente sorprendido pues nunca antes la había escuchado. Ojalá pudiese escucharla completa.
Leiter, creo que Sir Charles Mackerras tenía mucha prisa de irse a su casa al momento de dirigir la obra. Mi oído se perdió tratándo de perseguir a la orquesta!
Bruno Walter es Bruno Walter. Qué sensacional como extrae ese sonido de la orquesta, con brillo e impetuosidad inigualables. Siempre me he preguntado cómo lo hacía. Creo que había una conexión mística entre su batuta y cada instrumento, pues cada intervención de estos, hace que el oído lleve la música a cada rincón del cuerpo y del alma, produciendo una sensación de satisfacción semejante a la que produciría si fuera el propio Beethoven quien dirigiera. Y estoy de acuerdo: Walter en Brahms, es lo que Krajan a Beethoven y Wagner, así como Böhm a Mozart.
Bueno, así las cosas, creo que una vez más el solemne Wilhelm Furtwängler se lleva mi reconocimiento y respeto por su batuta. Oh Dioses eternos que habeis venido a la Tierra a enseñar a los mortales la superación del hombre por el Arte!!!
Abrazos, amigos queridos.
Bruno Walter era un encantador, un brujo de la orquesta, uno de esos que tratan de descifrar los «extraños códigos».
Pobre Mackerras! Le hemos atizado duro… No me gusta nada esa versión
Coincido prácticamente en todo, salvo en el Mozart de Böhm (Creo que está muy superado hoy en día). En Wagner no me desagrada Karajan, por supuesto, pero elegiría a Knappertsbusch. Tampoco existen mayores diferencias.
Lo de Nikisch es un regalo, pero ¡Qué regalo!
Un abrazo, Iván
LEITER
Leiter, porqué no te gusta el Mozart del Doctor Karl Böhm? Me parece muy curioso, y creo que ya antes habías mencionado algo al respecto.
Un abrazo.
Bueno, bueno… Me he precipitado un tanto, lo reconozco. A ver si me explico: El doctor Böhm nos brindó algunas versiones imponentes y referenciales de Mozart, sin duda, pero su integral sinfónica con la Filarmónica de Berlín resulta ciertamente irregular. Son mucho mejores sus grabaciones de las últimas sinfonías de Mozart con la Filarmónica de Viena, ya en sus postrimerías existenciales.
Böhm, como buen Kapellmeister, era un hombre de oficio y tradición. Su Mozart se envuelve en esas premisas. Pero Mozart, con una producción extensísima y genial, algo realmente prodigioso, admite otro tipo de lecturas según qué obras, ya que su propia línea como compositor va evolucionando. Este pequeño detalle es lo que, en mi opinión, no tiene mucho en cuenta el doctor Böhm, en el que todo su Mozart suena igual, no MAL, pero lineal. No arriesga y deja que la música sea la protagonista. Perfecto, pero yo creo que Mozart admite aún más. Directores como Christopher Hogwood bordan a Mozart, van un poco más allá. De los anteriores, Josef Krips nos dejó verdaderos portentos en las sinfonías, muy superiores en gracia y chispa a las del doctor Böhm. Tambien Sir Thomas Beecham
Pero, repito, eso no significa que Böhm sea «aburrido» o «pesado». Es su Mozart, muy respetable. Asunto bien distinto es que se le haya querido tirar por tierra, algo muy injusto desde mi punto de vista. Mi apreciación sobre Böhm-Mozart no es MALO-BUENO; es, simplemente, buena, mejorable en ocasiones, excelente en otras, un poco cursi en algunas… En fin, de todo. Pero no INTEGRALMENTE malo. Nunca me perdonaría decir eso del doctor Böhm.
No sé si ahora me he sabido explicar mejor, Iván. De cualquier manera, el próximo mes tendremos una jugosa entrega de VERSIONES COMPARADAS: Mozart… Ahí hablaremos largo y tendido.
Un fuerte abrazo, amigo
LEITER
Hola,
Amigo Leiter ves por que la Filarmonica de Berlín es la mejor orquesta…esta segunda parte esta excelente «historica», Furtwangler tambien para mi es el Director de referencia…inclusive muy superior a otros que no menciono para no herir sentimientos…
Gracias…genial leiter
He de reconocer que la Filarmónica de Berlín es la mejor orquesta… Pero yo prefiero a la de Viena. Si me permites el símil, Camilo, el BARCELONA F.C es el mejor equipo del mundo en la actualidad, pero donde esté mi REAL MADRID…
Un fuerte abrazo, Camilo Andrés.
LEITER
Ya te comprendo amigo. Es lo mismo que le ocurre a muchos con el Beethoven de Karajan, especialmente en los años ochenta. Visiones diferentes sobre un mismo punto.
Leiter y amigos, desearía pediros un favor: para vosotros, cuál es la mejor grabación que hiciera Bruno Walter de las sinfonías de Brahms? Hay alguna mejor que la otra? Cuál me recomendais?
Un gran abrazo para todos.
Bueno, después de escucharlos todos ya era mediodía y hacía demasiado calor como para estar en el estudio hablando de Beethoven (Ludwig perdóname desde el cielo, yo sé que estás allá arriba dirigiendo tu novena con un coro de ángeles).
Mi estimado Leiter, voy a reprenderte: cómo se te ocurre empezar con Furt al principio? Es como comer el postre antes de la entrada y el plato principal.
Es broma, no te me enojes. Debo decirte la verdad: me ha resultado extremadamente difícil advertir matices entre cada una de las versiones (más allá del tempo, que para eso no es necesario ser un sabio, claro). Es como dice nuestro Kapellmeister, cuando no vemos al tipo dirigiendo es más difícil.
Aún así estoy contento de haberme dado cuenta que la versión Furt es la mejor de todas las que presentas; es casi Beethoven conduciendo (en tu seguramente extensa biblioteca, tenemos datos de qué tal era como conductor Lud?).
Ahora bien, otra que se destaca para mí es la de Nikish. Es una versión única. Por cierto, menudo conocimiento sobre el tema demostró nuestro Iván. Le preguntaría a cualquiera de los dos si han oído hablar de una grabación que al parecer sería aún más temprana que la de Nikish, dirigida por Friedrich Kark en 1910.
El video de Leibowitz a mí me funcionó bien. Aunque no tiene una coda que se destaque. Pero bueno, ya sabés…
Por último, me has tirado abajo a Haitink. No me pareció una versión tan ordinaria. en fin, sobre gustos…
Nuevamente, un placer leer tus entradas Leiter; y también los comentarios de la clientela.
Frank.
– Integral sinfónica con la Filarmónica de Nueva York (IDI 6392 y 6393): Buena, pero no es la mejor.
– Integral sinfónica con la Sinfónica Columbia (SONY 64470, 64471 y 64472). REFERENCIA ABSOLUTA. Yo tengo una caja con los LP´s pero no me consta que exista una edición integral para CD, aunque creo que sí existe.
-SINFONÍA 1: Filarmónica de Viena (1937) (PREISER 90114). Pésimo sonido
-SINFONÍA 2: Filarmónica de Berlín (URANIA 150). Buenísima. Pésima toma
– SINFONÍA 3: Filarmónica de Viena (OPUS KURA 2054). Excelente. Pésimo sonido
– SINFONÍA 4: Orquesta Filarmónica Sinfónica (???) Posiblemente el Concergebouw (M&APA 1090). No es la mejor. Toma en directo aceptable. Orquesta de la BBC (OPUS KURA 2023). Buenísima. Pésima toma.
En conclusión, Bruno Walter-Brahms-Orquesta Sinfónica Columbia. En mi modesta opinión, es la mejor integral.
… Pero no olvidemos a Furtwängler, Giulini, Celibidache, Szell, Karajan, Sanderling, Kempe… La integral de Solti me parece un fiasco.
Tal vez nuestro amigo JOAQUÍN (Próximo MAESTRO DISCOGRÁFICO DE BLUES) te pueda dar mayores pistas. Ese sabe mucho más que yo de esto.
Un abrazo, Iván
LEITER
¡Jo, Frank, Friedrich Kark en 1910! Ni la más remota idea. Por favor, Joaquín, acude a nuestro auxilio…
Nada, nada, la mejor versión al principio, para que comparéis… No hace falta ver al tipo dirigiendo. Escuchad la música, que de eso se trata. Si me viérais a mí dirigiendo a Mahler me contrataríais… (Dirigiendo en mi estudio con un rotulador, me refiero)
No se puede hablar de una verdadera dirección de orquesta en tiempo de Beethoven. Se dedicaban a marcar el compás y punto. Con Von Bülow, el arte de la dirección orquestal alcanzó la dimensión que hoy en día todos conocemos.
Haitink: Es mi opinión, Frank, nada más. Seguro que el maestro Haitink tiene su modo de entender a Beethoven, pero a mí, personalmente, no me gusta. Por algo él es un maestro y yo no.
Yo sigo sin poder escuchar a Leibowitz. Cuestión de «meigas».
Un abrazo, Frank. Perdona por poner el plato principal al principio… Es que me salió así.
LEITER
Todo indica que no existe una grabación más temprana que la de Nikisch, mi apreciado Frank. Friedrich Kark, con casi absoluta seguridad, debió realizar un arreglo de algún FRAGMENTO de la Quinta de Beethoven, a fin de grabar algún disco de esos bien primitivos de 1910, cuya cara grabada no duraba más de 7 minutos, como máximo. No olvides que la de Nikisch es la primera grabación de una sinfonía COMPLETA y eso es lo que la ha hecho cruzar los oceanos del tiempo. Volviendo a Kark, dudo mucho que actualmente se conserve ese disco, si es que existe, y de ser así, se encontrará en manos de algún coleccionista muy afortunado.
Por aquellos años (1913) también se realizó la primera grabación de Parsifal de Wagner, si bien no completa. Se grabó una especie de Suite Sinfónica basada en dicha Ópera, que incluía el Preludio, la Música de Transformación del Primer Acto, la Música de Transformación del Tercer Acto y el Encantamiento del Viernes Santo. La orquesta fue la Filarmónica de Berlín bajo la conducción de Alfred Hertz. Esta joya se grabó en septiembre de 1913 como «competencia» de la grabación de Nikisch con la Quinta. Y eso que sólo fue un arreglo! Cuántos discos de aquella época hubiesen hecho falta para grabar el Parsifal completo? Por lo menos cien!!!!
Leiter, tendré en cuenta tu indicación sobre Brahms. Quedo muy agradecido con tu orientación.
Abrazos a todos.
Gracias por la documentación, Iván. La verdad, no tenía la más remota idea sobre este tema.
No estaría mal que quien quiera que posea esos registros nos deleitase con un vídeo en YOUTUBE o en otro portal. Creo que estamos hablando de un documento histórico a más no poder que necesita y debe ser conocido por todo el mundo.
Buen trabajo, Iván. Un abrazo
LEITER