El miércoles pasado nos desayunamos con el anuncio del Presidente Zapatero de un recorte del gasto de 15000 millones de euros para lo que resta del año y el 2011. Otros países de la zona también están implementando planes en el mismo sentido luego de la operación rescate del fin de semana pasado para proteger el Euro contra los ataques especulativos

La noticia de por si impactante lo es más pues implica un ajuste de calado tanto para los funcionarios públicos (rebaja 5% en promedio) como para los pensionistas (incremento 0% salvo para mínimas y no contributivas).

La reacción generalizada no se hizo esperar desde todo el arco político y los sindicatos, cuestionando las medidas y sus efectos sobre la recuperación económica. Se preveen paros o huelgas generales.

Por otro lado, resulta paradójico que hasta una semana atrás el Partido Popular reclamara un ajuste y ahora no esté de acuerdo. En realidad propone recortes que aunque puedan sonar bien (financiamiento a partidos políticos, sindicatos y asociaciones empresariales) resultan insignificantes salvo por lo simbólico.

Lo que también es cierto es que si recurrimos a la hemeroteca vemos que el pensamiento del gobierno ha cambiado radicalmente y contradice lo que hasta hace no más de una semana declaraba como innegociable (ajuste social).

De lo medular poco o nada, como siempre pareciera que los de siempre se irán una vez más de rositas.

No pretendo analizar el porqué de la situación de nuestras arcas (ya bastante tenemos con las distintas ponencias de todo el arco político) pero sí decir que como país hemos vivido durante mucho tiempo por encima de nuestras posibilidades y llego la hora de pagar la cuenta.

Y no vale el yo no porque no hice nada malo, pues en definitiva por acción u omisión todos contribuimos a este estado de cosas. Es real que existen factores externos que han agravado la situación, los ataques especulativos, el efecto contagio, los créditos basura, etcétera, etcétera… Pero en lo interno nadie nos libra de nuestras culpas.

El Dr Santiago Carlos Fassi, dirigente del Partido Radical en Argentina, acuño una frase durante el segundo gobierno de Perón que podría aplicarse a la realidad actual de España: «Pobres de los que vivieron el elixir…. Cuando se encuentren con los frascos vacíos y tengan que volver a llenarlos»

La burbuja no empezó con este gobierno pero el PSOE nada hizo para que no siguiera creciendo y nos estallara en las manos. Los bancos daban créditos hasta para comprarse una gominola y los tomábamos sin analizar costes, plazos y condiciones.

Todos nos creímos ricos y pensábamos en segunda residencia y deportivo nuevo, total el crédito te lo daban…. PERO HABIA QUE PAGARLO.

Desde que llegué a España vengo escuchando que las Autonomías esto, que aquello y lo de mas allá. La realidad es que, amén del signo político de quien nos gobierne, España no aguanta un modelo con 17 autonomías y 1 gobierno central.

Debemos abandonar una situación que más temprano que tarde nos llevará a un pozo del que será muy difícil salir. Como toda empresa (en el significado amplio de la palabra) el Modelo de Estado debe responder a una figura gestionable con eficiencia y eficacia. Creo que ello es posible sin avasallar valores intrínsecos de ninguna región (llámese lengua , historia , tradiciones , recursos y más) prevaleciendo el sentido de conjunto y orientado a mejorar la situación de todos los habitantes .

Quizás suene demasiado utópico y me dirán que los intereses sectoriales podrán más que el razonamiento, pero tenemos que ser conscientes que en este mundo tan globalizado, en el que unos pocos manejan casi todo, sólo nos queda fortalecernos internamente para que el embate de los poderosos nos impacte lo menos posible. Y en ese plano hay mucho por hacer aunque nos duela. Como decían nuestros abuelos  «al mal tiempo buena cara» a lo que agregaría «a grandes problemas , grandes soluciones»

Como soy del Atlético de Madrid estoy con buen humor y optimista, pienso:

Es probable que nuestra clase política aprenda de sus errores y los corrija

Es probable que este ajuste sea el principio de otros que no sean tan injustos y se centren más  en aquellos que vienen medrando desde siempre a costa de los más débiles.

Es probable que algunos hagan su mea culpa y contribuyan a esta labor de regeneración tanto moral como económica.

Mientras tanto, además de apretarnos el cinturón, imploremos al Dios de nuestras creencias para que no nos desampare y haga de ésta una sociedad más justa

Un abrazo y buen fin de semana

THENIGER