¿ Cómo entender lo que siento
si al brillo en tu estrella de anochecer
mi espíritu se altera al recorrer
la estela de mi lamento
por bucear en la esencia de tu ser
y no beber de tu aliento ?

Me abrazo a la idea precisa
de unos labios pintados de emoción
que consuelan mis horas de aflicción
cuando el frescor de la brisa
acaricia mi débil corazón
con la luz de tu sonrisa.

Alma de niña traviesa
que transformas mi paz en tempestad
si en tus ojos descubro la verdad
de una pasión con sorpresa
cuando derramas aires de bondad
en tu rostro de princesa.

Raras son las ocasiones
donde el destino nos canta el rumor
de una desdicha larvada en dolor
que estalló en sus intenciones
de querer sepultar un nuevo amor
macerado en ilusiones…

Ilusión… Es tu alegría
cuando te asomas silente en mi altar
y me brindas las olas de tu mar
con ecos de fantasía
si al momento quisiera imaginar
tu suave mano en la mía.

Alivias mi penitencia
con murmullos que mecen mi compás
y en dudas por saber si volverás
a mi cárcel de impotencia
cuando he de preguntarme dónde estás
al recuerdo de tu ausencia.

Nunca me hallarás distante
si en las veredas de tu devenir
se levantan espinas por sufrir
en una flor mendigante
pues, no evitaré tener que morir
por tu causa en cada instante.

Solo en mi aposento espero
tu hermosa presencia de amanecer
para ir soñando con volverte a ver,
envuelta en amor sincero,
y al son de baladas por componer
para decirte: Te quiero.