Lamberto Gardelli, pianista a los ocho años de edad
Italia es un país cuyo clima, tradición cultural e incomparable belleza paisajística favorecen tanto la creatividad musical como la interpretativa. Hasta la propia lengua italiana es una sensual imitación del modo cantabile y no hay italiano que no se sienta conmovido ante algunas arias de Verdi, Leoncavallo o Puccini. Pero Italia representa también uno de los escenarios más difíciles y complicados para triunfar en el mundo de la música. Sabido es que La Scala, posiblemente el escenario operístico más emblemático del mundo, no es precisamente un salón de exposición de los jóvenes artistas líricos italianos y muchos de ellos sólo consiguieron debutar allí superado el ecuador de su trayectoria artística y máxime cuando habían triunfado ya en los principales coliseos del mundo. Tal vez por ello, muchos artistas italianos se vieron obligados a emigrar a otras latitudes en busca de un éxito que su propio país se negaba a reconocer. Es el alto precio de la excelencia, sin duda. EEUU, Francia, Alemania, Austria y Argentina fueron los principales destinos escogidos por aquellos intérpretes para mostrar abiertamente sus cualidades. Sin embargo, un conocido director de ópera italiano desarrolló su carrera en dos países casi diametralmente contrapuestos a la cultura y tradición italianas. Lamberto Gardelli partió para Suecia en sus años de juventud y llegó incluso a obtener la nacionalidad del país nórdico. Y de Suecia pasó a Dinamarca para más tarde recalar en Hungría. A pesar de todo, Gardelli se convirtió en uno de los mejores embajadores de la ópera italiana a lo largo y ancho del mundo.
Lamberto Gardelli nació el 8 de noviembre de 1915 en Venecia, Italia, y desde muy joven comenzó su formación en el Liceo Musical Rossini de Pesaro llegando a debutar como pianista a los ocho años de edad. Más tarde, y luego de haber formado una pequeña orquesta de estudiantes, Gardelli se trasladó hasta Roma para estudiar en la Academia de Santa Cecilia bajo la tutela de los profesores Amilcare Zanella y Goffredo Petrassi. Habiendo obtenido la diplomatura musical, Gardelli comenzó su andadura como pianista acompañante de cantantes de la talla de Gigli y Schipa para más tarde ser reclutado como repetidor y asistente de Tullio Serafin en la Ópera de Roma, institución en donde se presentó como director en 1944 para ofrecer una representación de Verdi. Dos años más tarde, Gardelli viajó hasta Suecia para hacerse cargo de la dirección de la Ópera Real de Estocolmo en calidad de responsable del repertorio italiano y contemporáneo hasta 1955, llegando incluso a adquirir la ciudadanía sueca. Ese mismo año, Gardelli fue nombrado director permanente de la Orquesta Sinfónica de la Radio Danesa hasta 1961 y alternó dicho cargo con frecuentes apariciones en la Staatsoper de Berlín y en Helsinki. De ahí pasó a dirigir la Ópera Estatal Húngara hasta 1965 aunque luego de esa fecha siguió vinculado al mundo musical magiar colaborando estrechamente con la Orquesta Filarmónica de Budapest y realizando una serie de registros discográficos para el sello HUNGAROTON.
En 1964 se produjo su presentación en el Carnegie Hall de los EEUU y en el Festival de Glyndebourne obteniendo grandes triunfos merced a sus excelentes lecturas operísticas de Bellini y Verdi. Dos años más tarde, Gardelli debutó en el Metropolitan con una producción de Giordano y en 1969 hizo lo propio en el Covent Garden con un título de Verdi. A partir de ese momento, su fama como director operístico subió como la espuma y fue constantemente requerido para dirigir en ambas compañías. Ya en 1968, Gardelli se puso al frente de la Ópera de Berna hasta que en 1982 fue designado sucesor de Heinz Wallberg en la Orquesta de la Radio de Munich, cargo en el que se mantuvo por espacio de tres temporadas para posteriormente retornar a Copenhague y sustituir a Herbert Blomstedt en la dirección de la Orquesta Sinfónica Nacional Danesa, donde tomó parte activa en la expansión de dicha formación y en la construcción de la nueva sala de conciertos. Ya en sus últimos años, Gardelli volvió a colaborar estrechamente en la Ópera Estatal de Hungría y a dirigir algunos conciertos sinfónicos en Europa como invitado. Finalmente, Gardelli falleció el 17 de julio de 1998 en Munich a la edad de 82 años.
Director dedicado casi en exclusiva al repertorio operístico, Lamberto Gardelli se mostró como uno de los mejores intérpretes de la música de Verdi a lo largo de su dilatada trayectoria y descubrió para el gran público sus óperas menos conocidas. De hecho, el gran resurgir de las óperas más desconocidas de Verdi durante la década de los años setenta del siglo pasado tuvo a Gardelli como a uno de sus máximos responsables. Mostrando siempre un gran respeto a la partitura, Gardelli hizo gala en todas sus interpretaciones de un excepcional control del sentido rítmico y de un exquisito fraseo melódico salpicado de rubatos allí donde el discurso musical lo requería. Verdi, Puccini y Rossini fueron sus autores talismanes, aunque también tuvo la virtud de dar a conocer la obra lírica de Respighi. Sin haber sido considerado nunca como una estrella del Star System de la dirección, Gardelli se mostró como un director seguro y disciplinado que supo vigilar con esmero las carreras de muchas futuras figuras líricas que por entonces estaban aún empezando. Su poca prodigalidad por América tal vez le restó un mayor y merecido protagonismo internacional Con todo, sus actuaciones siempre reflejaron su estilo elegante y su compromiso absoluto con el buen hacer operístico.
Producción discográfica Lamberto Gardelli
De entre la producción discográfica debida a Lamberto Gardelli podemos mencionar las siguientes grabaciones. (Advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen porqué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Djamileh de Bizet, junto a Popp, Bonisolli y Lafont, y dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Munich (ORFEO 174881); Mefistofele de Boito, junto a Tebaldi, Ghiaurov, Mayer y Solem, y dirigiendo la Orquesta de la Sociedad Americana de Ópera (OPERA D´ORO 1277); Medea de Cherubini, junto a Lorengar, Jones, Carral y Prevedi, y dirigiendo la Orquesta de Santa Cecilia (DECCa 452611); Lucia de Lammermoor de Donizetti, junto a Lorenzi, Carreras, Ricciarelli y Nucci, y dirigiendo formación desconocida (BEL CANTO 451); Fedora de Giordano, junto a Olivero, Gobbi y Del Monaco, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Montecarlo (DECCA 433033); Ifigenia en Taulide de Gluck, junto a Lorengar, Bonisolli, Fischer-Dieskau y Smith, y dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Munich (ORFEO 52832); I Pagliacci de Leoncavallo, junto a Krause, Lorengar, Benelli y Merrill, y dirigiendo la Orquesta de Santa Cecilia de Roma (DECCA 461141); La Gioconda de Ponchielli, junto a Merrill, Horne, Bergonzi y Tebaldi, y dirigiendo la Orquesta de Santa Cecilia de Roma (DECCA 430042); La bohème de Puccini, junto a Cotrubas, Shicoff, Hazen y Allen, y dirigiendo la Orquesta del Covent Garden (KULTUR 2287); Belfagor de Respighi, junto a Miller, Sass, Lamberti y Kalmar, y dirigiendo la Orquesta Estatal de Hungría (HUNGAROTON 12850); Pinos de Roma y Fuentes de Roma de Respighi dirigiendo la Sinfónica de Londres (EMI 86549); Guillermo Tell de Rossini, junto a Caballé, Mesple, Taillon y Gedda, y dirigiendo la Royal Philharmonic Orchestra (EMI 69951); Attila de Verdi, junto a Raimondi, Milnes, Bergonzi y Bastin, y dirigiendo la Royal Philharmonic Orchestra (PHILIPS 492002); Ernani de Verdi, junto a Sass, Miller, Kovacs y Lamberti, y dirigiendo la Orquesta Estatal de Hungría (PHILIPS 446669); I due foscari de Verdi, junto a Connell, Ricciarelli, Carreras y Cappuccilli, y dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Austria (PHILIPS 950702); I Lombardi de Verdi, junto a Raimondi, Domingo, Lo Monaco y Dean, y dirigiendo la Royal Philharmonic de Londres (PHILIPS 942602); I Masnadieri de Verdi, junto a Caballé, Bergonzi, Cappuccilli y Raimondi, y dirigiendo la New Philharmonia Orchestra (PHILIPS 942302); Il Corsaro de Verdi, junto a Norman, Carreras, Grant y Oliver, y dirigiendo la New Philharmonia Orchestra (PHILIPS 492102); La batalla de Legnano de Verdi, junto a Ricciarelli, Carreras, Murray y Handlos, y dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Austria (PHILIPS 942502); La traviata de Verdi, junto a Bonisolli, Bruscantini, Freni y Reeh, y dirigiendo la Orquesta de la Staatskapelle de Berlín (ARTS MUSIC 43031); Macbeth de Verdi, junto a Reed, Pavarotti, Noble y Myers, y dirigiendo la Filarmónica de Londres (DECCA 440048); Nabucco de Verdi, junto a Gobbi, Suliotis, Cava y Prevedi, y dirigiendo la Filarmónica de Viena (DECCA 417407); Oberto de Verdi, junto a Bergonzi, Panerai, Dimitrova y Baldani, y dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera (ORFEO 105842); Rigoletto de Verdi, junto a Nadak, Eles, Melis y Bende, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera Estatal de Hungría (HUNGAROTON 31808); y, finalmente, Un giorno di regno de Verdi, junto a Carreras, Norman, Sardinero y Cossotto, y dirigiendo la Royal Philharmonic Orchestra (PHILIPS 422429). Nuestro humilde homenaje a este gran director operístico.