
Mozart pintado por Greuze en 1763. Uno de sus más fidedignos retratos
Repasamos Minueto para clavecín
En el enlace al brevísimo vídeo que hoy os dejo podemos escuchar una pieza ciertamente histórica: Se trata del Minueto para clavecín, K. 2, de Wolfgang Amadeus Mozart, la obra que a juicio de todos los historiadores se considera como su primera composición. Aclaremos un aspecto: Esta pieza, catalogada como K. 2, es anterior al Minueto para clave en Sol mayor, con trío en Do mayor, K. 1, primer manuscrito autógrafo de Mozart aunque compuesto en Viena, bien a fines de 1762, bien a principios de 1763. La obrita del enlace al vídeo, K.2, está fechada en enero de 1762 según el testimonio de la hermana de Mozart, Nannerl, pese a que se equivocó con la edad de Mozart (Afirmó que tenía cinco años cuando realmente tenía seis). ¿Qué os puedo decir sobre este breve minueto? Bueno, pese a su sencillez presenta una interesante modulación en su sección central muy ortodoxamente resuelta y que ciertos musicólogos atribuyen a su propio padre. Pero dicha modulación ya deja entrever la típica «inquietud mozartiana». Hemos de tener en cuenta que Wolfgang tenía seis años nada más. Cuando yo tenía esa misma edad apenas sabía leer la cartilla de lectura y de música sólo sabía tararerar La Campanera en versión de Joselito… Y bastante mal, por cierto.
Mozart el más grande
Es muy posible que otras composiciones anteriores o contemporáneas del pequeño Mozart hayan desaparecido, ya que el cuaderno sobre el que Leopold anotaba los frágiles fragmentos destinados a los primeros estudios de Nannerl y posteriormente a los primeros ensayos de Wolfgang no fue adquirido por el Mozarteum de Salzburgo hasta 1864 (Recientemente, en ese cuaderno, llamado Cuaderno de Nannerl, se descubrieron un par de obras inéditas de Mozart, aunque posteriores a la fecha de las que hoy estamos comentando). El problema surgió debido a que cuando dicho histórico cuaderno fue adquirido se encontraba muy mutilado. Un sinfín de hojas habían sido arrancadas por los amantes de los autógrafos y no sabemos si éstas incluían otras obras vueltas a copiar por Leopold o algunos trazos garabateados por el mismo Mozart (Cuando yo vi por primera vez algunas partituras autógrafas de Mozart expuestas en las vitrinas del Mozarteum no pude evitar una incontenible emoción en forma de ojos nublados. Aquello lo había escrito Dios…)
De cualquier forma, en este nuevo enlace os dejo el vídeo con los cinco primeros minuetos catalogados de Mozart, posiblemente sus primeras composiciones realizadas entre 1762 y principios de 1763 (K.1). Veintinueve años después, posiblemente fue esto lo último que salió de la pluma de Mozart, el más grande entre los más grandes.
Si os ha gustado este repaso del Minueto para clavecín en Fa Mayor comparte con tus amigos, puedes ver más obras de Mozart
Es que no hay nada que decir mi buen Leiter. Simplemente es Mozart y eso basta para enamorarse profundamente, al escuchar una melodía que produce tanto deleite.
Ciertamente se experimenta una sensación infantil al escucharla, pero de un Genio profundo e inmenso…ES MOZART. Podría explicarse en palabras?
No, pues Mozart no es palabras, es Música y siendo así, es el mayor regalo de todas las Artes.
Exquisita melodía.
Un abrazo mi amigo Leiter.
Leiter, a mi me gustan mucho los retratos y fotografías de los compositores. Nunca había visto este retrato del gran Mozart, así que va a mi colección digital sin lugar a dudas. Muchas veces pienso cuanto daría por que la invención del daguerrotipo hubiera ocurrido unas décadas antes aunque sea…
Ya sabéis que siento una personal devoción por Mozart que va más allá de cualquier consideración objetiva que pueda establecer sobre su obra. Os voy a confesar que la Música centralizó mi vida desde poco antes de ser adolescente gracias a Mozart (Aunque mi primer «contacto» se produjo a los cinco años, cuando escuché en un viejo disco que un cliente del bar de mi padre se dejó olvidado una serie de oberturas de Verdi). Yo accedí a Mozart libre de cualquier influencia externa pero tuve la posterior suerte de contar con unos magníficos profesores que eran aún más devotos de Mozart que yo y que supieron traducirme en la medida de lo posible todo el complejo entramado musical que guardan sus partituras. En especial, nunca olvidaré las palabras de uno de ellos, don Luis, cuando en aquella vieja sala del piano del colegio estaba tocando una sonata ante mi compañero Alfonso y un servidor, y exclamó: –«Qué mejor manera de daros clases de armonía que escuchéis con atención lo que estoy ejecutando: Modulaciones imposibles, disonancias… ¡Y estamos aún con Mozart!»–
Recuerdo la frase de una película, Ópera Prima de Fernando Trueba, en la que el protagonista, Oscar Ladoire, decía: –«Yo, para esto de la música, me quedo con Mozart. Beethoven me parece ya siniestro…»–
Yo sólo puedo decir que considero a Mozart como el mayor genio que ha dado la música en este universo. De haber vivido cuarenta años más… ¡Hubiese dejado anticuado al propio Schönberg!
Yo también he pensado en eso, Iván. Sin duda, un daguerrotipo de Mozart hubiera sido algo sensacional. Pero eso ya forma parte de la historia-ficción.
Por cierto, Paixao, aprovecho para comentarte que el amigo Otto sufrió una incidencia en su ordenador que le impide acceder con regularidad a este bar virtual de copas. Pronto lo solventará. Me ha gustado mucho eso de que: –«Mozart no es palabra; es MÚSICA…»–
Un abrazo, Iván «argentino» e Iván Paixao
LEITER
Delicioso. Me dejas disfrute para toda la semana!
Cuidate, corazón.
Besos
Dime, Leiter: ¿aún tenés ese viejo disco en tu poder? ¿o lograron dar con el dueño?
Con Mozart siempre se disfruta, Reina Amalia.
Pues no, Frank, no conservo ese viejo disco. Ten en cuenta que estamos hablando de casi medio siglo y yo, por aquel entonces, no sabía que me iba a dedicar a esto. Sabe Dios dónde estará aquel LP.
Besos y abrazos, Amalia y Frank
LEITER