VERSIONES DE CONCIERTO Allegro vivacissimo
– ITZHAK PERLMAN con la Orquesta de Filadelfia dirigida por Eugene Ormandy: ¡Cómo suena la orquesta y como suena ese violín! La técnica empleada por Perlman es realmente explosiva, con una inmensa introducción en donde destacan matices, contrastes dinámicos, fluctuaciones de tempo y precisión en una cuerda grave que parece que va a quebrarse de la potencia. Ligero «chillido» en 1.21, del todo excusable. Magistral ligazón del segundo tema, ejecutado con toda potencia. Y estupenda exposición del tercer tema, repleto de expresividad. Perlman toca tan bien que a veces da la sensación de que estamos escuchando un play-back… Fabuloso el pasaje de las dobles cuerdas de la sección central (Minuto 4.50 del vídeo) y absoluta precisión en los complicados compases de armónicos (Minuto 6.01 del vídeo). La orquesta, pese a ser un verdadero cañón, se le va un poco a Ormandy a la hora de preparar la coda final. Versión de sobresaliente cum laude. Apoteósico Perlman, posiblemente el mejor violinista de la actualidad. (El enlace inicial del vídeo fue posteriormente suprimido. Nuestro amigo Juan Gabriel desde Chile nos envía este otro enlace).
– DAVID OISTRAKH con la Filarmónica de Moscú dirigida por Gennadi Rozhdestvenski: Vamos de prodigio en prodigio. Es difícil extraer un mejor sonido del instrumento del que Oistrakh hace gala en la introducción, realmente inigualable. Este hombre somete al instrumento a una presión del todo formidable y su técnica es asimismo majestuosa, como se demuestra en la rápida exposición del primer tema. Sensacional respuesta en el segundo tema, muy bien acompañado por la orquesta, y admirable sentimiento en el tercero, en donde da cierta melancolía visionar la figura del que posiblemente fue el violinista más grande del siglo XX. Otra cosa: ¿Habéis observado el pedazo de batuta que lleva Rozhdestvenski? Eso no es una batuta, es el palo de una fregona… Asombrosas las transiciones de Oistrakh, un solista inigualable en esa materia. Perfecto también el pasaje de las dobles cuerdas. El acompañamiento orquestal es de máxima categoría, con un también enorme Rozhdestvenski. El único y puntual «defectillo» que encuentro en esta versión es el «gallo» del minuto 7.22, del todo disculpable. Versión de sobresaliente cum laude. Al final del vídeo — minuto 10.02 — podemos observar a un emocionado Shostakovich aplaudiendo entre el público.
– MIDORI GOTO con la Filarmónica de Berlín dirigida por Claudio Abbado: Vamos ahora con la jovencísima violinista de Osaka, Midori Goto. Aunque la chica nos regala un curioso arpegio en la introducción — minuto 0.35 — el sonido del instrumento está muy lejos de las dos versiones precedentes. Eso sí, de técnica va más que sobrada. Buena, aunque menos clara, la exposición del segundo tema. En todo momento, resulta interesantísima la gran dinámica sonora empleada por Abbado y la solista, con muy logrados matices. Echamos en falta un poquito más de pasión en el tercer tema, que resulta un tanto descafeinado. Magistral el pasaje de las dobles cuerdas, que viene a confirmar la increíble técnica de Midori. También es digno de destacar el extraordinario fraseo en las partes más rápidas de este movimiento. Versión de notable alto rozando el sobresaliente.
– VIKTORIA MULLOVA con la Sinfónica de Londres dirigida por Maxim Shostakovich: Empezaremos diciendo que el acompañamiento orquestal resulta un tanto vertiginoso. Mullova es una violinista rusa cuya vida bien podría formar parte del guión de una novela. Se fugó de la URSS en 1983, pasando a Suecia desde Finlandia junto con su amante tras simular que estaba bebida del todo tras un concierto. El precio: Tuvo que abandonar en la cama de la habitación del hotel su flamante Stradivarius, propiedad del Estado Soviético (Nobleza obliga). En esta versión, apreciamos la sensacional técnica de la ahora ciudadana norteamericana, con impresionante sentido del vibrato en la desbordante introducción. Ejecución rapidísima y muy segura, con exposición de las obligadas repeticiones. Lo malo de todo esto, de esta enorme velocidad, es que se pierde expresión, como así se comprueba en las exposiciones del segundo y tercer tema. Brillantísimo el pasaje de dobles cuerdas y de armónicos. Mullova da miedo. No mueve ni un músculo de su rostro durante la interpretación. Puro acero ruso. Se la nota una pizca cansada al final, en los compases de la coda. Versión de notable alto, para amantes de la velocidad.
– MAXIM VENGEROV con la Filarmónica de Londres dirigida por Mstislav Rostropovich: Explosión de fuerza y poderío del siberiano Vengerov, como apreciamos en la introducción. El fraseo es brillante pero no está, ni de lejos, a la altura de las dos primeras interpretaciones. Toda esta fuerza — ya en el primer tema Vengerov ha roto una cedra del arco — está muy bien, sin duda, pero resta algo de estricta musicalidad al concierto. Buen dibujo del segundo tema, pésimamente dirigido por un excesivamente amanerado Rostropovich. Mucho más sentimiento en el tercer tema, extraordinariamente expuesto por Vengerov, aunque se advierte cierta caída en las transiciones. Asimismo, el pasaje de las dobles cuerdas parece un tanto forzado y las posteriores escalas — desde 5.09 a 5.17 — están muy mal acometidas. No obstante, nueva demostración de poderío en los armónicos. Versión aceptable a la que no podemos conceder el notable. Muy mejorable, desde nuestro punto de vista, el acompañamiento orquestal.
– HENRYK SZERYNG con la Filarmónica de Israel dirigida por Zubin Metha: Szeryng, otro de los grandes, aunque con un sonido muy por debajo de las míticas figuras. Así lo podemos encontrar en esta visión monocroma, bien construida, correctamente tratada desde un punto de vista técnico, pero algo insípida, como era regla común en este por otra parte magnífico violinista polaco afincado en México. Segundo tema expuesto también con frialdad y con rasgueos nada edificantes. Por otra parte, Metha parece contagiarse un tanto con una versión excesivamente lineal y plana. Bien resuelto, sin más, el complicado pasaje de las dobles cuerdas y muy apurado el de los armónicos. Metha sigue en su abúlica línea de dirección y no ofrece nada interesante (¡Qué coda más aburrida!). Versión de aprobado de un violinista que parece desenvolverse mejor en los estudios de grabación.
– ANTAL SZALAI con la Orquesta Nacional de Bélgica dirigida por Gilbert Varga: No suena nada mal el violín del joven Szalai, húngaro residente en Bruselas, aunque quizás debiera disminuir un tanto su impulso. Buena introducción, con excelente vibrato, a la que sigue un extraordinario y convincente fraseo en el primer tema. Del todo admirable el acompañamiento de Gilbert Varga, infinitamente superior al del vídeo precedente de Metha. Segundo tema presentado sin problemas, al igual que el tercero, aunque se echa de menos un poco más de pathos. De cualquier manera, insistimos en que el violín de Szalai no suena nada mal. Sensacional el pasaje de las dos cuerdas — buenísimo el acompañamiento orquestal de Varga — y bien resueltos los armónicos. Solista y director se «calientan» y nos ofrecen una coda estupenda, llena de vigor y fantasía. Versión de notable alto raspando el sobresaliente. Gran acompañamiento orquestal. A ver si aprende el hindú…
– SILVIA MARCOVICI con la Orquesta Den Haag dirigida por Alain Lombard: Bella interpretación de una aún más bella intérprete… Y con eso ya queremos decir algo. La rumana Marcovici es una excelente violinista, sin duda, aunque su nivel queda un tanto por debajo de otras míticas figuras. En este vídeo carecemos de la introducción y se nos salta directamente al primer tema, bien expuesto aunque con un sonido del violín muy mejorable. Conseguido segundo tema, aunque un tanto en la insulsa línea de Szeryng, carente de más emoción. La calidad sonora el vídeo deja mucho que desear, pero no apreciamos una dirección excesivamente brillante de Lombard. Magnífico y sentido tercer tema, muy bien esbozado por la Marcovici, quien acelera mucho en la transición hacia la nueva exposición del primer tema. Las dobles cuerdas… Bueno, no es ni de lejos lo mejor de la actuación, aunque muy bien expuestos los armónicos, extraordinariamente bien ligados. La versión parece ir de menos a más. Aprobado alto para la misma y sobresaliente cum laude para la belleza de Marcovici… ¡Qué mujer más guapa!
– VILMOS SZABADI con la Sinfónica Danubia dirigida por Yuri Simonov: Uno de los mejores talentos húngaros, Vilmos Szabadi, alumno de Sandor Vegh y Ruggiero Ricci. Una introducción simple, sin mayores aditivos, da paso a una exposición del primer tema algo «mecánica», un tanto rígida. Excelente, por otra parte, la dirección de Simonov, con extraordinarios matices de dinámica sonora. Buen segundo tema, expuesto con sentimiento y fuerza, y notable también el perfil del tercer tema, aunque seguimos notando un exceso de frialdad general. Muy peculiar el pasaje de las dobles cuerdas, tocado del todo en staccato y con enorme vigor y seguridad, y en donde orquesta y director vuelven a dar buena cuenta de su excelente nivel. Un ligero defecto que le encontramos a esta interpretación es que las transiciones parecen un tanto fatigadas, con una cierta pérdida de sonido. Muy logrados los armónicos, aunque instantes previos a este pasaje, Szabadi se complica un poco con las escalas. En la coda, el solista parece ir un tanto a forzado remolque de la orquesta debido a que atacó la primera sucesión de cuerdas dobles con un ligero retraso. Se advierte, además, una clara extenuación del solista en los pasajes finales (Sus miradas suplicantes hacia el director así lo delatan). Magnífica orquesta y sensacional Simonov, en la gran tradición rusa de directores. Versión de aprobado de un violinista que apunta muy buenas maneras.
– JOSHUA BELL con la Sinfónica de RTVE dirigida por Miguel Ángel Gómez Martínez: Niño prodigio, el norteamericano Joshua Bell es posiblemente el mejor violinista surgido en los EEUU en toda su historia. Hace unos años, se puso a tocar el violín en el Metro de Washington, de forma anónima, y recaudó 32 dólares en menos de una hora. Genio y figura, Bell. Sensacional introducción, muy expresiva y con estupendos ritardandi que parecen rubatos. A pesar de unos casi insustanciales desajustes en el primer tema, Bell saca partido a su Stradivarius de algo más de dos millones de euros… ¡Cómo suena el bicho, eh! Así se plasma en el segundo tema, magistralmente expuesto, en donde los graves del violín suenan de manera celestial. Bell se deja el alma en cada nota, como se comprueba en el tercer tema, insuperablemente dibujado, todo un derroche de buen gusto y expresión. Grandísimo y elegante fraseo que da paso a una estupenda transición hacia el primer tema. Las dobles cuerdas — ¡Cómo suenan en el Stradivarius! — son admirablemente atacadas, con poderío y valentía. Bell también se recrea en los armónicos, ejecutados con la mayor de las delicadezas. Buen nivel de la Orquesta de RTVE, sabiamente conducida por el granadino Gómez Martínez (Me da cierta nostalgia visionar a tantos amigos de antaño, muchos de ellos ya jubilados). Quizás esta versión pueda resultar un tanto empalagosa, pero es algo que la propia partitura de Chaikovski pide. Brillantísimo final. Enorme Joshua Bell. Sobresaliente cum laude.
– YVRY GITLIS con la Orquesta Nacional de la Radiodifusión Francesa dirigida por Francesco Mander: El israelí Yvry Gitlis es, aparte de un excelente violinista, una persona comprometida con causas solidarias. Actualmente, es Embajador de buena voluntad de la UNESCO. Buenísima la introducción, con un magnífico sentido del vibrato y un legato cautivador del todo. Desbordante exposición del primer tema, todo un portento de técnica y precisión, aunque el violín chirría en algunos momentos. Asimismo, fuerte y decidido segundo tema, con un acompañamiento orquestal no muy empastado. Tercer tema algo acelerado y ejecutado fríamente por Gitlis, en consonancia con sus cualidades interpretativas. Eficaz y muy técnico tratamiento del endemoniado pasaje de las dobles cuerdas, lo mismo que en los armónicos. En este punto, a continuación, la orquesta nos parece muy chillona y en absoluto colaboradora con el solista. Brillantísimo final, con un desmelenado Gitlis que se superpone en todo momento a la orquesta. Versión de aprobado alto rozando el notable.
– SERGEI KRYLOV con la Orquesta del Teatro Mariinski dirigida por Valery Gergiev: Otro niño prodigio, el ruso Krylov alterna su carrera como afamado violinista con la de director de orquesta, siendo actualmente el Director Artístico de la Orquesta de Cámara de Lituania (El movimiento se encuentra solapado en dos vídeos, siendo éste el segundo). Excelente introducción, jugando magistralmente con fluctuaciones de tempo. Magnífico fraseo del primer tema, expuesto con absoluta claridad. Bellísimo segundo tema, muy bien ligado y sabiamente desarrollado en gamas de tempo. Lírico el tercer tema — sobre todo en la repetición — en donde Gergiev sabe acompañar con maestría al solista. Genial exhibición en el pasaje de las dobles cuerdas, muy en sintonía con las virtudes técnicas de la Escuela Rusa del violín. De igual manera, a Krylov le sobra técnica en el pasaje de los armónicos, permitiéndose incluso matizar expresivamente en algún compás. Krylov, que efectúa todas las obligadas repeticiones, extrae un sonido fabuloso de su instrumento. Excelente final, muy bien dirigido por Gergiev, en donde Krylov nos da lo mejor de sí. Estupenda versión, de muchos quilates, que no dudamos en calificar como de sobresaliente.
– VADIM REPIN con la Orquesta Nacional de Lyon dirigida por Emmanuel Krivine: Otro siberiano, Vadim Repin, el más joven ganador de la historia del prestigioso Concurso Reina Isabel de Bruselas. Amante de los buenos «aparatos», Repin se vale de un Stradivarius que perteneció a Sarasate y de un Guarneri (Fabuloso) de 1736. Excepcional introducción que nos recuerda a Oistrakh por la limpieza del sonido. Este movimiento también se solapa en dos vídeos, siendo éste el segundo. Buen trazado del primer tema, quizás un tanto precipitado, en donde se ve a un Krivine muy comprometido con la orquesta. Mucha intensidad en el segundo tema, casi deseando llegar a las partes rápidas. Repin también parece querer recordarnos a Oistrakh en el tercer tema, muy sentido y bellísimamente ligado, con impecable factura de vibrato. Sensacional pasaje de las dobles cuerdas, en una enorme exhibición de prodigiosa técnica, en donde el timbalista quiere tener también un protagonismo especial aunque no haya motivo para ello. Solventado sin ninguna dificultad el pasaje de los armónicos. Repin parece ir a más a medida que el movimiento avanza, ejecutando los fragmentos más rápidos y complicados con absoluta precisión y sin ninguna dificultad. Muy buen acompañamiento de Krivine — a pesar de los excesos del timbalista — quien dirige con mucho criterio y personalidad. Enorme final. Gran versión, a la que iba a calificar de notable alto… Pero a la que, finalmente, concedo el sobresaliente. Hay que seguir muy de cerca la carrera de este violinista que, en ocasiones, nos recuerda a Oistrakh.
… Y, por cierto, ¿Qué os parece esto? Realmente ASOMBROSO. No falla ni una nota. ALUCINANTE. Ya no saben qué inventar…
«como suena la orquesta y como suena ese violín»
vamos por partes -como decía jack-
1. la orquesta: has hecho un gesto de reconocimiento leitner hacia ormandy, a quien en su tiempo muchos consideraban despectivamente como un director con un enfoque en «technicolor», muy lejos de szell-reiner.
stravisnky lo consideraba un director ideal para johan strauss…
sin embargo hoy todos recuerdan ese sonido «sensual» de la filadelfia, pero ya lo había dicho ormandy cunado le preguntaban por ello: ese sonido era ormandy: «mi dirección es lo que es porque fui violinista»…
2. en cuanto a perlman, tuve la suerte de oírlo en baires, dos años atrás, con una formación de cámara de sus alumnos, donde el era ¡el segundo violín!. al día siguiente lo encontré en la peatonal florida con su mujer y su hija caminado como cualquier turista, le agrdecí por lo vivido la noche anterior, y como medio avergonzado, bajó la cabeza y solo me dijo gracias…
3. vi y oí a joshua bell en un concierto años atrás -el era casi un niño- en nueva york, no soy un gran experto, pero su ejecución me pareció «neurótica»
Por ahora éste es mi triunvirato:
Oistrakh, a pesar del gallo de las 7’22 (JAJAJA) y del palo de escoba de Rozhdestvenski (o mejor a favor), y sobre todo de los juegos florales del final (JAJAJA). Ahora en serio, y perdón, el ZAR (¡viva el ZAR!) era único.
Perlman y Ormandy, de sonido lujurioso.
Y Repin y Krivine, a quienes concederemos más tiempo porque esperamos mucho más de ellos.
Y estamos a la espera de lo que vendrá porque estos jueguecitos nos gustan mucho.
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos.
Elgatosierra
Curiosa la anécdota que cuentas de Perlman, Hugo, una de las personas más encantadoras del actual panorama interpretativo musical. Pues a mí esa versión «neurótica» de Bell, al menos la del vídeo, me encanta. Por cierto, excelente y concisa definición, Hugo.
¡Ojo a Repin, Gato! Tiene madera. Me gusta mucho también el vídeo de Krylov y me ha defraudado por completo Vengerov (No tuvo su mejor día en el vídeo). Por descontado, el Zar Oistrakh y Perlman están en una dimensión superior. Esto no se acaba: El mes que viene traeré otras 13 versiones en vídeo con sólo audio.
Un abrazo, Hugo y Gato
LEITER
Esa interpretación de Perlman con Ormandy es explosiva y llena de elegancia a la vez. Eso significa que existe un brillantismo estre solista y orquesta que le da mucho protagonismo a la línea melódica. Gran interpretación.
La interpetación de David Oistrakh tambipen es sensacional. El sonido de la orquesta es poderosímimo, hay cierta gravedad en él frente al agudo violín. Quizá falta un poco de escalonamiento en algunas breves notas al comienzo, pero eso no resta. Lo que sí resta, así haya sido por un segundo, fue la TREMENDA DESAFINADA del violín, ya avanzado el movimiento, creo que al minuto 7. Ese arco salió volando hacia el Kremlin. Ojalá le hubiera sacado un ojo a Nikita Krushev (sí se escribe así?).
Creo que sobra cualquier comentario sobre la Berliner Philharmoniker y Claudio Abbado. Ya sabemos que son genios de otro planeta. Muy bien Midori, aunque siento que algo le falta aún pero que está a un paso de alcanzarlo: es algo en el sonido que extrae del instrumento.
Szeryng me decepcionó un poco: su enorme virtuosismo no se dónde lo dejó por que me parece que golpea las notas con el arco y la cuerda. Este concierto exige fuerza en la interpretación del solista, pero no como para hacer ruido con el violín. Pero Szering me sigue pareciendo un gigante del violín.
Este concierto es uno de los mejores de todo el repertorio. Cuánta dificultad interpetativa hay en él. Y pensar que cuando el grandioso Tchaikovsky lo compuso, fue tildado de «vulgar» por algún idiota. Es una Música perfecta y sublime: es Tchaikovsky simplemente. No se podía esperar nada distinto a una genialidad.
La mejor interpretación de esta obra la hice yo. Fue anoche en mis sueños.
Con este Concierto Anne Sophie Mutter me declaró su amor. Ay de tí Leiter si te entrometes también en esta relación! He puesto mi sello en la Diosa del Violín.
Aguardo con impaciencia las otras 13 versiones de esta obra. A ver qué sorpresa me tienes!
Abrazos mi amigo blanco Madrid.
Pues no sé si te podré contestar, amigo Iván, porque el ordenador pesonal ha vuelto a hacer ploff y se ha estropeado del todo. No le da la gana de arrancar ni a modo de fallos ni a modo de nada. Me sale un mensaje de error y ya está. Así que vuelvo al exilio del portátil de Celia. Sólo podré escribir de madrugada. (Estoy realmente asustado de que se me hayan podido perder todos mis archivos personales).
Pero te adelanto que la Mutter aparecerá en la siguiente entrega del análisis de las versiones de este concierto, aunque no con Karajan. Creo que tendremos polémica.
Bueno, pues eso, Iván. Estoy realmente preocupado con el problema de mi computadora.
Un abrazo
LEITER
Uff! Leiter, carísimo. A mí sólo me resta agradecer esta entrada: la he disfrutado muchísimo.
Te abrazo y deseo que tu problema con tu ordenador se resuelva satisfactoriamente.
La semana pasada me quedé con las ganas de decir un par cosas en este hilo.
El Concierto para Violín de Chaikovsky es una de mis obras preferidas. Yo tengo una versión de Anne Sophie Mutter. Es una versión reciente y en mi opinión muy buena, aunque no recuerdo ahora el director y la orquesta que la acompañan.
Pero lo que quería contar es que hace cosa de dos o tres meses descubrí a Perlman saltando de enlace en enlace desde un post de Leiter dedicado a Yuri Bashmet.
Y me fascinó.
(Por cierto, que Perlman actuó con Yo Yo Ma en el acto de toma de posesión de Obama).
El caso es que Perlman me llevó hasta John Williams.
Y al fin llegué a esta pieza, que no conocía porque en su día no quise ver la película (La lista de Schindler):
http://www.youtube.com/watch?v=J6KAbj0bXmQ
Leiter, algún día podrías dedicar una entrada a los grandes músicos que ha dado el cine. Creo que puede ser interesante.
Bueno, el pasado verano coloqué esta entrada al respecto.
En fin, no entiendo mucho del tema pero te prometo que lo haré. Concédeme un poco de tiempo, Kapellmeister.
Un abrazo
LEITER
No había visto la entrada porque en el mes de agosto desconecto, literalmente. Luego la leo con tranquilidad.
Leiter, no te pongas más obligaciones. Escribe de lo que te apetece.
Un abrazo y muchas gracias de todas formas.