Kraus

ALFREDO KRAUS: Tenor lírico ligero, posiblemente Kraus haya sido una de las mejores voces de la mitad del siglo XX. La perfección de su canto fue tan asombrosa como alabada por toda la crítica. Su interpretación del aria es insuperable, con un sensacional equilibrio entre lo dramático y lo estrictamente lírico. La delicada dicción y la precisa y nada precipitada subida a los agudos hacen que esta versión, a mi juicio, sea insuperable. El timbre de su voz es angelical y su delicadeza a la hora de abordar el aria de Nemorino es toda una excelencia. Muchas veces se ha comentado que quizás este no fuese el papel más adecuado para las características líricas de Kraus, más acorde con los roles dramáticos de las óperas francesas (Massenet), pero esta sublime interpretación deja sin argumentos esa respetable aseveración. Parece verdaderamente admirable como a esa edad Kraus podía cantar de esa manera tan perfecta y sensible.

pavarotti

LUCIANO PAVAROTTI: Resulta ciertamente conmovedor pensar que una de las más bellas voces líricas que ha dado la interpretación ya no está con nosotros. Con la desaparición de Pavarotti, se nos fue algo más que un inigualable tenor lírico; se nos fue un personaje auténticamente legendario que ya forma parte de la historia de la música. En esta versión apreciamos a un tenor con un timbre de voz exquisito, con un registro paradisíaco en los agudos y con una coloratura sensacional. Si escuchamos con atención el vídeo, observamos como Pavarotti hace fácil lo difícil, salvando la dificultad de la partitura con un sentido de la musicalidad verdaderamente prodigioso. En mi opinión, el año de la interpretación de esta aria, 1982, significó el período artístico más elevado de Pavarotti, un cantante de repertorio más bien reducido pero que jamás tuvo rival — exceptuando quizás a Kraus — en sus versiones de Bellini, Donizetti, Puccini y Verdi. Su voz es poderosa y de una fuerza tan arrolladora como explosiva. Me sigo quedando con la elegancia de Kraus pero no puedo evitar emocionarme cuando escucho este vídeo de un artista mítico como siempre lo habrá de ser un inmortal Luciano Pavarotti.

Caruso

ENRICO CARUSO: En este enlace podemos escuchar una histórica versión — acompañado al piano — de otro de los grandes mitos de la interpretación operística, el gran Enrico Caruso, posiblemente el mejor tenor del primer tercio del siglo XX. La interpretación es de una directísima expresividad, cualidad primordial de Caruso, que lograba embelesar a todos los públicos hasta el llanto en las plateas. No deja de ser una paradoja que, con esta ópera, Caruso cosechó el mayor fracaso de su vida en Nápoles, su tierra natal, en 1901, y que ello provocó que el cantante afirmara que jamás habría de volver a cantar en dicha ciudad, terrible promesa que mantuvo a lo largo de toda su vida. El timbre de Caruso es un tanto oscuro y su técnica deja mucho que desear, pero su gran mérito fue el de evolucionar el canto hasta unas cotas inimaginables de expresividad en aquellos tiempos gracias, en buena medida, a que se convirtió en uno de los primeros fenómenos discográficos de la historia y con ello pudo ser escuchado por multitud de gente desde los salones de sus casas, con lo que su popularidad fue inmensa. Por si no fuera poco, Caruso fue una persona bondadosa y comprometida con las gentes más necesitadas — se estima que ayudaba económicamente a más de 200 familias en graves dificultades — y esa circunstancia elevó su figura más allá de lo estrictamente musical. Recomiendo que esta versión la escuchéis, al menos, un par de veces.

gigli

BENIAMINO GIGLI: Otro de los grandes tenores líricos-spinto de la primera mitad del siglo XX, Gigli supo también aprovecharse de la incipiente industria fonográfica para ganarse una merecidísima fama que se vio extendida a su intervención en papeles cinematográficos de más que dudoso interés debido a sus escasas cualidades como actor. Aún así, su repertorio fue impresionante, abarcando óperas de todos los compositores italianos, desde Cilea hasta Verdi, y su registro discográfico resulta también vastísimo. Para muchos entendidos, su grabación de Cavalleria Rusticana, con Rasa, Bechi y la Orquesta del teatro de la Scala, es insuperable. En esta versión se aprecia la suavidad de su voz, no exenta de potencia y fluidez, que da un calor especial al discurso lírico. Su timbre de voz, en el registro medio, es grandioso aunque a veces recurra a manidas aspiraciones que dramatizan en exceso la interpretación. Gigli fue un cantante muy querido en América, especialmente en el Metropolitan de Nueva York, donde actuó en más de 500 representaciones, toda una proeza en su tiempo. Sus simpatías por el régimen de Mussolini no fueron ningún problema en el desarrollo de su carrera y Gigli no hizo nunca nada especial por encubrirlas. Para muchos, fue el sucesor natural de Caruso.

lanza

MARIO LANZA: De  verdadero nombre Alfredo Cocozza, Lanza fue un intérprete de gran fama pero muy por encima de sus posibilidades líricas. En esta versión apreciamos una interpretación un tanto «light», con muchos recursos que tratan de esconder una más que evidente carencia de cualidades musicales. El fraseo es más bien pobre y la dicción paupérrima, alejada de cualquier mínima ortodoxia académica. Aún así, el timbre de su voz es realmente magnífico. Lanza se hizo famoso, más que por sus cualidades como cantante, por su interpretación de Caruso en una famosa película, El gran Caruso, que se convirtió en un apoteósico éxito. Sin embargo, a medida que su fama como actor se acrecentaba, su paralela trayectoria como cantante lírico se veía cada vez más envuelta en la sospecha, y mucho más desde que Lanza realizó incursiones en la música ligera. Lanza padeció graves problemas relacionados con su adicción al alcohol y por su afición a vivir con desmesura, sobre todo a raíz de la ruptura de un contrato cinematográfico. Sin embargo, nunca le faltaron las ofertas para cantar en recitales y óperas, lo que da buena prueba de su inestimable popularidad. Tras muchas enfermedades, Lanza falleció en Roma a los 38 años víctima de una embolia. Su viuda se suicidó cinco meses después.

Schipa

TITO SCHIPA: Seguimos con las versiones históricas, como esta del gran tenor italiano Raffaele Attilio Amadeo Schipa, más conocido como Tito Schipa. Este tenor lírico llegó a ser el más cotizado en la Europa de los años treinta, ligándose al fascismo de Mussolini por medio de sus intervenciones en infumables películas italianas. Paradójicamente, llegó a abandonar posteriormente los EEUU ante las acusaciones de comunista que sobre él se vertieron. En esta versión apreciamos una extraordinaria dicción y una cierta ligereza en los agudos, defecto que se compensa por la belleza de su melódico timbre — recuerda lejanamente al de Kraus — y por su suavidad sonora. En sus últimos años, ya de vuelta en Italia, se dedicó principalmente la enseñanza. Murió de diabetes a los 77 años de edad. Su grabación del Don Pasquale de Donizetti está considerada de absoluta referencia hoy en día.

Di stefano

GIUSEPPE DI STEFANO: Para muchos, Pippo — como se le conoce popularmente — ha sido la voz más bella que jamás haya dado la ópera. Su relación artística con Maria Callas fue una de las más fructíferas de toda la historia de la interpretación musical. En este vídeo apreciamos una de las mejores cualidades de Di Stefano, su genial paso de tonos agudos en forte a una línea de pianissimo, algo verdaderamente prodigioso y que se puede observar particularmente al final de la interpretación, ovacionada clamorosamente por el público antes de que el tenor concluya la última nota. Sus cualidades le encasillan en el registro de un tenor lírico-ligero, aunque el paso de los años — sumado a su vicio del tabaco — le hizo cambiar de voz. Di Stefano vivió un momento tremendamente complicado en el mundo de la interpretación operística y por ello se vio obligado a salirse de su registro para dar forma a papeles más dramáticos que condicionaron negativamente la poca durabilidad de su instrumento. Increíblemente, Di Stefano fue objeto de un asalto en Kenia en 2004 que le causó unas graves lesiones de las que nunca se recuperó. Falleció cuatro años después. Como regalo, os dejo también el enlace a su primera grabación discográfica, también con esta pieza.

domingo

PLÁCIDO DOMINGO: ¡Dios mío, qué voz!  Clasificar la voz de Plácido Domingo dentro de las gamas de tenor sería objeto de una tesis doctoral, ya que el genial cantante español es capaz de interpretar con la misma facilidad a Haendel que a Wagner. Ya nos sorprendió hace unas décadas, cuando realizó un dificilísimo Otello de Verdi en lo que todavía hoy se considera de referencia absoluta. En esta versión, apreciamos la característica primordial de ese todo-terreno de la música llamado Plácido Domingo, la potencia y versatibilidad de su voz, todo un don de la naturaleza, capaz de cantar con la misma escultural fuerza en cualquiera de los registros. La versión, aunque tiene sus detractores, a mí parece portentosa. (Insuperables las subidas a agudos). Pero, aparte de todo esto, es de justicia señalar que Plácido Domingo es también una magnífica persona, siempre comprometido con su desinteresada ayuda a los más necesitados. Mi admiración, maestro.

carreras

JOSEP CARRERAS: Muchas son las opiniones que se han vertido sobre este extraordinario tenor catalán, un hombre que afortunadamente pudo reponerse de una gravísima enfermedad que le mantuvo al borde de la muerte en 1987. No existe el término medio; o se le ama o se le odia. Yo prefiero amarle, por su aterciopelada voz, por su comunicatividad y por su estricto rigor interpretativo, como bien se aprecia en el vídeo del enlace. Carreras supo ganarse la confianza — crucial en su carrera — del todopoderoso Von Karajan, un director que se quedó prendado con el bellísimo timbre del tenor barcelonés. Carreras puede resultar frío en ocasiones, sobre todo en algunas tomas discográficas, pero en vivo se aprecia a un extraordinario intérprete que sabe adaptarse a la música que interpreta en todo momento. El único pero que puede atribuírsele, desde mi subjetivo punto de vista, es su oscilante animosidad sobre los escenarios. Recientemente, en una entrevista  ha declarado que se retirará de la ópera en breve y que su actividad se va a ceñir exclusivamente a ofrecer algunos recitales. Piénselo bien, maestro. La Ópera no puede prescindir así por así de un extraordinario intérprete.

florez

JUAN DIEGO FLÓREZ: Tenor lírico-ligero, Flórez ha sido la aparición más fulgurante en el mundo de la interpretación operística de los últimos años y ello implica, correspondientemente, un aluvión de críticas, tanto positivas como negativas. Para sus incondicionales, el peruano Flórez es el sucesor natural de Pavarotti — afirmación hecha por el propio italiano — y el mejor tenor ligero de todos los tiempos — afirmación hecha por Plácido Domingo. Para los detractores, su voz parece la de un gato maullando y carece por completo de comunicación debido a un excesivo ego interpretativo. Mi humilde opinión: Es un cantante con unas condiciones fabulosas, con una magnética y poderosa voz, aunque recurre a un exceso de vibrato que, si bien puede encandilar al público, también le aleja de los cauces ortodoxamente interpretativos. Y por descontado, de sucesor de Pavarotti, nada de nada, al menos por ahora. (Compárense los dos vídeos). Creo que lo mejor será seguir su carrera, que no dudo va a ser del todo apasionante.