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Sin lugar a dudas podemos decir que habrá un antes y un después del 20 de enero. Me apresuro a explicar que no soy un «Obamista»a ultranza, simplemente que es tanta la carga de expectativa que se había creado con la asunción de Barack Obama (o el fin de la era Bush) que cualquiera que sea el resultado de su gestión nada será como antes.

He leído su discurso de investidura con detenimiento y repetidas veces, amén de los distintos análisis de la prensa internacional, española y por supuesto estadounidense. La primera reflexión es que nunca mejor que ahora se cumple aquello de “todo depende del cristal con que se mire” o en lenguaje mas llano “que tanto dijo lo que yo esperaba/deseaba”.

No es crítica sino un simple análisis de nuestra condición humana.

La única realidad a día de hoy es que el tiempo de la retórica se acabó y es hora de mostrar en el campo de juego (perdonen mi vena futbolera) si tiene el liderazgo, el conocimiento, la habilidad, la decisión y la mano izquierda necesaria para manejar este barco a la deriva que es EEUU .

Tratemos de hacer un ejercicio de análisis sobre la base de su discurso: La primera reflexión es que es un pragmático, que sin renunciar a principios morales tiene claro que el mundo es otro (las viejas recetas y alineamientos ya no sirven) y por consecuencia su gestión sufrirá una adecuación permanente en los escenarios en que actuará.

Hace muchos años que adherí a la creencia de que las ideologías han muerto y solo perdura el sentido moral y ético de nuestras acciones. Ningún gobernante es ciento por ciento puro en su pensamiento si quiere gestionar con éxito.

Si alguien tiene dudas se lo niego enfáticamente: Hará lo que mas convenga a EEUU. La única esperanza es que los “ efectos colaterales “ probablemente sean más beneficiosos para el resto del mundo (o menos perjudiciales) que durante la gestión anterior. Su equipo de gobierno le augura una tarea nada fácil, no por el nivel de competencia sino por lo heterogéneo de su conformación, que sin lugar a equivocarme es fruto de múltiples negociaciones y embates de distintos lobbies que presionaron en su elaboración. Como muestra el caso de Hillary que manejará la política exterior con ideas no muy alineadas con su Presidente .

Pero en todo caso ello le dará mucho mas valor a lo poco o mucho que pueda contribuir a hacer del nuestro un mundo mas vivible.

Me alienta mi convencimiento sobre su pragmatismo y las definiciones de su discurso respecto a nueva forma de hacer alianzas, su mano tendida al “ mundo musulmán” claro está bajo ciertas condiciones, energías alternativas, educación, sanidad y muy importante el rol que tanto su país como las demás potencias deben tener respecto al tercer mundo.

Podría haber sido más contundente en algunas afirmaciones pero sabe que necesitará de todos para llegar a buen puerto. Hasta se permitió elogiar el gobierno de Bush.

Contra los que lo veían como el Mesías, fue muy claro diciendo que es tarea del pueblo y no de él salir de la actual situación, su función será gestionar marcando los grandes desafíos pero el resultado será consecuencia del esfuerzo de los que lo acompañen, rescatando el sentido de la unidad nacional y voluntad colectiva.

Como a todo Presidente hay que darle crédito (no menos de 1 año) pues tendrá que abordar lo urgente y lo importante. Urgente es obvio lo económico, pero lo importante es poder encauzar los conflictos sociales que embargan a nuestro planeta en luchas fraticidas.

Un saludo y buen fin de semana

THENIGER