Quise ver flores de ardiente alborada
cegado por la emoción
de latido en corazón
que vibra en partitura destemplada
con lamentos de ilusión
al quebrarse tu estampa recordada.

Porque tu sonrisa es sólo un olvido
que al pronto vi aparecer
entre almas de amanecer
y sombras que rodearon tu despido
cuando juraste volver
con las promesas que el tiempo ha perdido.

Y miré a tus labios de luna llena
con el deseo de sentir
su textura hasta morir
entre manantiales de agua serena
que brotan por no sufrir
el triste desconsuelo de mi pena.

No quisieron mis ojos engañarte
si te dibujé el amor
por las sendas del honor
con la única intención de regalarte
unos versos de color
y una música para enamorarte.

Mas, te vas alejando de mi estancia
ahogándome la pasión
renacida en tu visión
impregnada por gotas de arrogancia
al juego de tu expresión
negada de sueños en la distancia.

Quise ser tu príncipe en soledades
para cubrir de alegría
tus noches de fantasía
en un mundo de abiertas realidades
donde brilla la armonía
al compás de tus dulces vanidades.

Me acarician las brisas del fracaso
si camino en soledad
al grito en la oscuridad
de amores que arribaron con retraso
confundiendo mi lealtad
con las rosas que imaginé a tu paso.