Es mi constante y recurrente soledad. Cuando más te deseo, más te alejas. Si te ignoro, me llamas. Si me olvido, vienes. Si te echo en falta, desapareces. Quiero prescindir de ti, de tus extraños condicionamientos para con mi causa perdida. Quiero volver a ver las olas del mar imaginario que llevo en el fondo de mi corazón, con ese salitre que me provoca sed, sed de ti. Agarro mi bicicleta, escucho en mis auriculares la música de Sting y salgo por esos caminos donde hasta ayer mismo me sonreían las flores y los pajarillos de alborada. Quiero encontrarte de nuevo, aunque sea bajo otra apariencia y otro destino, aunque sea desde mi condición más humilde. Quiero curarme de tu contagiosa enfermedad. Quiero amarte sin conocerte, quiero verte en la oscuridad. Quiero quererte… «Dame una prueba de tu cariño, Señor. Tú nunca me has abandonado. Quiero que derrames tu esencia sobre mi mente. Quiero sentirme acompañado, quiero tu verdad, mi verdad, nuestra verdad»
ME RECORDARÁS CUANDO SOPLE EL VIENTO DEL OESTE
SOBRE LOS CAMPOS DE CEBADA
OLVIDARÁS EL SOL EN SU CELOSO CIELO
MIENTRAS CAMINAMOS POR LOS CAMPOS DE ORO
No puede ser que yo vuelva a vivir este momento de irreverentes armonías. Cuando todo se precipita, cuando te crees que eres un emperador a la vieja usanza, sobreviene el golpe seco de la distancia y el olvido. Pedaleo por esos campos de Dios con la única esperanza de que mi bicicleta no rompa su cadena. Me rodean camiones y autobuses en la recta infinita de mis desencuentros. Me esfuerzo por enderezar el manillar cuando pasan tan cercanos, tan amenazadores… «Señor, dime que no estoy solo. Dame otra oportunidad para sentirme feliz»
ASÍ QUE ELLA SE APROPIÓ DE SU AMOR
PARA CONTEMPLAR UN RATO
SOBRE LOS CAMPOS DE CEBADA
EN SUS BRAZOS CAYO MIENTRAS SU PELO BAJABA
ENTRE LOS CAMPOS DE ORO
No hay mayor distancia que la del desconsuelo cuando trato de llegar al final de esa recta que se me antoja infinita. Allí me espera el agua refrescante que calma mis sudores de pretendida conquista, la mejor virtud para olvidar tu luna seminconsciente de amenazadores reflejos. Esbozo tu silueta por las sonrientes nubes que más tarde se oscurecerán, dando paso a la tormenta. Siento que te conozco desde siempre, de mucho antes de lo que seas capaz de imaginar… «Señor, quiero ilusionarme. Dame una prueba.»
¿ESTARÁS CONMIGO? ¿LO HARAS MI AMOR?
ENTRE LOS CAMPOS DE CEBADA
OLVIDAREMOS EL SOL EN SU CELOSO CIELO
MIENTRAS YACEMOS EN LOS CAMPOS DE ORO
Aparco la bici junto a un poste y se escora como a mí me gustaría que lo hicieras tú. Te imagino de mi mano por esos campos eternos donde la felicidad sólo significa el aislamiento vital frente a todo un torrente de cotidianas vivencias. Miro hacia las cumbres de la Sierra y te veo recostada sobre el pico más alto, sonriendo a los vientos que perfilan tu dulce rostro de mujer comprometida con las causas más adorables, con las causas que dan origen a todo un cosmos de bondadosa esencia… «Escúchame, Señor, y concédeme tu inspiración para imaginar melodías celestes. No me digas que tan solo es una ilusión…»
OBSERVA EL VIENTO DEL OESTE MOVERSE COMO UNA AMANTE
SOBRE LOS CAMPOS DE CEBADA
SIENTES SU CUERPO ASCENDER CUANDO BESAS SU BOCA
ENTRE LOS CAMPOS DE ORO
Miro hacia el arroyuelo cristalino que serpentea entre las piedras y me abrazo al recuerdo de tus labios. Quiero besarte y sentir tus manos apretando mi espalda, sentir las profundidades de tu corazón acelerado por los ritmos que inspiran el bello sentimiento de compartir besos de fuego y agua. Porque un beso de amor es como una solitaria melodía que va abriendo los caminos de toda nuestra orquesta corporal de emociones y sentidos, como una arrebatadora fuga que gira y gira sin cesar… «Inspírame, Señor, inspírame con esos labios que necesito, concédeme su beso.»
NUNCA HAGO PROMESAS CON FACILIDAD
Y HA HABIDO ALGUNAS QUE HE ROTO
PERO JURO QUE EN LOS DÍAS QUE QUEDAN
CAMINAREMOS EN LOS CAMPOS DE ORO
CAMINAREMOS EN LOS CAMPOS DE ORO
Te siento en la palma de mi mano como una fina gota de lluvia que sobrevive al desierto de las voluntades. Necesito tu cercanía para sentirme importante, para armar los deseos de una felicidad que se me escapó desde el primer día que vi el sol reflejado en tus cabellos, desde el primer día que me sonreíste sin querer, desde el primer día en que te amé sin estar dándome cuenta. Puedo escuchar en tu mirada las notas que llevo esperando toda mi vida, las más bellas notas que jamás se hayan compuesto… «Ilumina mi oscuridad, Señor, dame esa prueba final que llevo tanto tiempo esperando, déjame ser feliz…»
MUCHOS AÑOS HAN PASADO DESDE ESOS DÍAS DE VERANO
ENTRE LOS CAMPOS DE CEBADA
OBSERVA A LOS NIÑOS CORRER MIENTRAS EL SOL SE VA
ENTRE LOS CAMPOS DE ORO
La luz de tu cuerpo me abre las puertas de las sensaciones más íntimas y reconfortantes. ¡Ya escucho los sonidos celestiales! ¡Ya siento en mi interior las armonías más recónditas! Es la música más bella que haya escuchado nunca el ser humano, la que tú me inspiras cada día, a cada instante. Cierro los ojos y respiro el paraíso ideal de mis anhelos, pero… ¡No!, ¡No puede ser! Brotan llamas de mis oídos, están candentes, como mi pasión por ti, ¡No!… ¡Van a estallar! ¡No puedo aguantar más esa vibración! ¡Voy a enloquecer…! «Señor, ¿Por qué me abandonas a mí también? ¿Por qué me apartas de lo que más quiero?, Dime, señor»
RECORDARAS CUANDO SOPLE EL VIENTO DEL OESTE
SOBRE LOS CAMPOS DE CEBADA
PUEDES DECIRLE AL SOL EN SU CELOSO CIELO
CUANDO CAMINAMOS EN LOS CAMPOS DE ORO
CUANDO CAMINAMOS EN LOS CAMPOS DE ORO
CUANDO CAMINAMOS EN LOS CAMPOS DE ORO
«¡Leiter, Leiter, vamos, ya pasó!. Estás otra vez con esas pesadillas… Estás sudando y nervioso. Tienes el pulso muy acelerado, estabas gritando… ¿Con qué soñabas? ¿Con quién? Estabas canturreando muy dulce y, al final, empezaste a gritar… Y decías cosas raras, como, dame una prueba, o algo así… ¿A quién le pedías una prueba? Venga, mi amor, tranquilízate. Llevas unos días muy nervioso. Tú no te das cuenta, pero yo te lo noto enseguida… ¡Una prueba, una prueba! ¡Ay, qué loco estás!». Me levanté y fui a leer un rato, al tiempo que encendía un cigarrillo en medio de la sobresaltada madrugada. Abrí el libro… No podía ser cierto… Ya no estaba soñando… Justo a la altura del dedo pulgar de mi mano izquierda, se leía: «Ahí tienes la prueba…» Y, justo a la altura del correspondiente a la mano izquierda, se podía leer: «No, es pronto, todavía no…» Miré al cielo y me dije: «Gracias, Señor»
Mira que me dedico en parte a la interpretación de sueños, pero este no sé qué hacer con él…Es tan vívido pero tan complejo…Seguro que Celia sabrá.
En fin, que si los sueños, como creemos tú y yo, son parte de la vida la tuya es bien intensa y tu cabecita …¿qué hay en esa cabecita?
besos
Y quién no ha sentido que recibía señales así…la vida está llena de ellas, ¿verdad, Leiter?
Celia dice que bastante tiene ella con los suyos como para ponerse a interpretar los míos, un caso — según ella — imposible e irrecuperable. Además, en mi cabeza, siempre según sus palabras, tengo síntomas del síndrome de Diógenes, esto es, que acumulo muchas cosas que no sirven y que debiera tirar al cubo del olvido. Luego, claro, se caen por el peso y vienen los accidentes.
Si te has fijado, la ilustración que adorna mi post es un óleo de Van Gogh, los campos de trigo, su mejor obra para mí. Me ocurrió un caso curioso hace años. Sentí una mística con ese pintor, sentí que le escuchaba y hablaba con él, sobre ese cuadro. Esa noche no estaba bolinga y juro que jamás he probado sustancias narcóticas (eso no está en mi cultura).
Tengo frecuentes pesadillas y, a veces, padezco de breves pero insoportables jaquecas. Dormir a mi lado es toda una aventura. Según Celia, me paso la noche hablando, cantando y… ¡¡Peleándome!!, yo, que no soy capaz ni de matar una mosca. Debe ser mi otro yo, el reverso tenebroso.
En mi opinión, yo sueño con sueños. Así de simple. Claro que existen señales y avisos…
Gracias por tus comentarios, Amalia.
Besos, muchos besos.
A mi también me gusta mucho ese cuadro de Van Gogh y me parece perfecto para ilustrar tu sueño. Van Gogh es muy «onírico» pintando, ¿verdad?
Celia es una santa 🙂
Besos
Es uno de sus últimos cuadros, «El campo de trigo» y existe alguna leyenda sobre dicho lienzo. Parece ser que Van Gogh se disparó un tiro y luego pintó ese cuadro, en un trigal cercano. Regresó herido de muerte y falleció dos días después. Si observas, el detalle de los cuervos es una referencia a la muerte de un ser con una profunda y grave depresión existencial, hasta el punto que le conduce a una autolisis. Yo no le calificaría de onírico a Van Gogh, sino más bien de pintor que plasma como nadie la baja autoestima, la depresión, el aislamiento social progresivo. Sus colores brillantes (amarillos y azules) y su pincelada en curva es buena prueba de ello. Si aemás le añades unos cuervos, acabose. De todas formas, tengo mis reservas con Van Gogh. Reconozco su genio y su personalísima pintura, pero no es de mis predilectos. Eso sí, el tío derrama sinceridad a raudales en su pintura. Ahí, no hay duda posible.
Me encanta que me digas que te parece perfecto ese cuadro tan siniestro para plasmar mi sueño. Bueno, lo puse yo, claro, pero me fascina que me relacionen con dicho cuadro. La verdad es que llevo un año malo, con frecuentes «depres». Pero no creo que me vaya a pegar un tiro… De momento. (además, qué coño, no tengo pistola o revólver) Tengo mucho tiempo libre ahora, gracias a Dios, pero esa falta de actividad me está dando problemas. Además este blog me lleva mucho tiempo y a veces me cansa y fatiga. Por cierto. El Sábado cuelgo el cartel de «CERRADO POR VACACIONES» hasta octubre. Necesito desconectar un poco y coger fuerzas. Pero hasta septiembre estaré de guardia y contestaré a quién escriba. No te pierdas la entrada del sábado, excepcional por el día, que hay una referencia para ti.
Celia, ¿Una santa? Más bien una bruja. Pero en el sentido esotérico de la expresión, claro está (Y a veces en el otro, no te vayas tú a creer…) Pero para mí es la mejor del mundo, que de eso se trata.
Gracias por tu comentario y por todo tu interés en este blog, Amalia. El viernes contaré una historia preciosa, de las que a ti y a Lizard os gustan. De veras, gracias por todo, Amalia.
Besos, muchos besos.
LEITER
Tampoco Van Gogh es uno de mis favoritos y eso que -voy a decir una indecencia- sus cuadros son «muy decorativos». Tuve mi época con él pero pasó hace mucho.
En cuanto a tus «depres», te voy a pasar un consejo de mi madre y uno mío. Dice ella, y es tipo Celia, que uno tiene que parar y saber lo que no quiere, después lo que sí quiere y después ir a por ello. A mi me funcionó. Mi consejo: sal de ti mismo, seguramente es lo que menos te apetece, por eso mismo, hazlo. Ocúpate de otros.
A mi me gusta venir aquí, me gustan las cosas que escribes, de ese montón de personajes que conoces y me encanta leer de música y de arte.
Nos hacemos compañía en cierta forma, pero no dediques tanto tiempo al blog y, sobre todo, que nunca nunca dejes de hacer algo importante de «la vida real» para escribir. Sino, no es sano. Y lo digo yo que estoy segura de echarte de menos en vacaciones!! :-).
Nunca me pierdo tus entradas, como tú tampoco te pierdes las mías.
Estaremos atentos!!!
Besos.
Gracias por el consejo de tu madre, sabio, sin duda. Llevo toda mi vida preocupándome de los demás, así que ahora soy un poco egoísta en ciertos aspectos.
Tus palabras sobre el blog me estimulan para intentar hacerlo cada día mejor. Qué bien estuvo que un día aparecieses por EL COLOR de nuestro amigo Jesús y comentases algo sobre la pena de muerte, una nota que yo había publicado. Ese día me metí en EL OLIVO y ya me considero uno más de esa mesa camilla que instaláis todos los días. Aunque me dejéis sin mejillones…
Besos, muchos besos.
LEITER
Ten cuidado, que mis cambios empezaron en ese consejo de mi madre que llevado a la práctica tiene su gracia.
Ser un poco egoista es bueno, necesario. hay que cuidarse y mimarse, darse esos pequeños placeres que ayudan a acumular sensaciones positivas y, sobre todo, hay que trabajarse a uno mismo. Pero bueno, a ti ya se te ve que lo haces, lo de trabajar.
A Jesús lo conozco y hasta tenemos amigos comunes. De vez en cuando comentaba en el blog pero puede que fuese en sus entradas. Participo poco de ese tipo de polémicas en el blog, leo y aprendo pero no suelo tener tiempo a seguir tantos temas como para opinar de ellos, escojo aquellos que me interesan mucho. No doy para más.
En cuanto a los mejillones, tendrás que venir a tomártelos porque yo no los envío que se estropean y, además, el que sabe preparalos es Lizard, que, pensándolo bien, seguro que se va encantado a llevártelos. Porque este es terrible!!! Un encanto.
Esperaré todo cuanto sea necesario para los mejillones… Ahora no voy a poder ir; Málaga y Tánger quedan muy lejos de Galicia.
Besos, muchos besos.
LEITER