La Galaxia M-31 o Galaxia de Andrómeda: Distante a 2,5 millones de años luz y de un tamaño algo superior a nuestra Vía Láctea. Contiene cerca de un billón — un millón de millones — de estrellas
Reconozco que este es un tema que me apasiona y del que no puedo sustraerme en mis particulares divagaciones filosóficas. Como toda aproximación ante cualquier fenómeno desconocido, la consideración sobre la existencia de vida extraterrestre ha de abordarse y ha de realizarse desde un plano hipotético y estrictamente racional a tenor con los datos que manejamos. Ante todo, la primera cuestión que surge es la siguiente: La vida, tal y como la entendemos, ¿Es un fenómeno exclusivo de nuestro planeta o es una circunstancia también posible de hallar en otros planetas? Haciendo uso de un argumento filosófico llamado ontología, el mero hecho de imaginar otras formas de vida fuera de nuestro planeta ya sería un indicio de su susceptibilidad. Es muy sencillo: Basta con que la premisa de una divinidad superior la cambiemos por una dimensionalidad cuasi infinita del único entorno que sabemos que sí existe, el universo, para establecer una relación ontológica: Si las dimensiones del universo — actualmente desconocemos si es finito o infinito atendiendo a la incapacidad de establecer su masa crítica — son inasumibles para el entendimiento humano, la actual expansión del mismo — consideración del todo demostrada — ha de tener relación con la existencia de una inteligencia superior que así lo entienda. De no ser así, esa expansión infinita no tendría ningún sentido. Pero, dejando de lado estas consideraciones ontológicas un tanto superadas a lo largo del desarrollo de la historia del pensamiento, la exclusividad de nuestra vida en un entorno tan extraordinariamente grande parece un irracional contrasentido. A lo largo de la historia del pensamiento, hemos ido paulatinamente pasando de ser el centro del universo — teorías geocéntricas — hasta determinar con precisión que nuestra posición en la galaxia a la que pertenecemos se sitúa en uno de sus brazos espirales más exteriores, a unos 30.000 años luz del centro y a unos 20.000 del extremo. Y nuestra galaxia, la Vía Láctea, no es sino una galaxia más entre los centenares de miles de millones que contiene nuestro universo. Además, se calcula que nuestra galaxia contiene, tirando por lo bajo, 100.000 millones de estrellas, de las que una de ellas es el Sol. Efectuando una simple multiplicación, tenemos entonces que existen billones y billones de estrellas a lo largo y ancho del universo… La probabilidad de que existan estrellas semejantes al Sol en cuanto a tamaño y composición — factor en el que tiene y mucho que ver la edad de una estrella — es realmente alta (O incluso infinita en el caso de que el universo no tuviera «límites», cuestión que ha sido rebatida por la llamada Paradoja de Olbers). Tengamos en cuenta también que, hasta 1608 y la invención del telescopio por parte de Galileo, se pensaba que el número de estrellas en el universo no superaba la cifra de 6.000. Con estos datos, nuestra singularidad no parece tal.
Hasta hace relativamente poco tiempo no se sabía a ciencia exacta si la existencia de los sistemas planetarios era una peculiaridad propia de nuestro entorno o bien un fenómeno que se repite en el universo. Los últimos descubrimientos de exoplanetas, esto es, planetas que orbitan alrededor de una estrella que no es el Sol parecen confirmar la segunda hipótesis. En apenas quince años, el descubrimiento de un gran número de exoplanetas ha sido realmente espectacular y aún se espera que en las próximas décadas puedan incluso visualizarse directamente — los exoplanetas han sido descubiertos por «intuición» — mediante la materialización de los interesantes proyectos de telescopios espaciales. A día de hoy, dichos planetas presentan características muy distintas a las de nuestra Tierra, aunque debemos tener en cuenta que, con los medios disponibles, sólo pueden ser detectados aquellos que tienen una masa tan grande como para provocar una ligera alteración gravitacional sobre la estrella en la que orbitan. Pese a ello, se ha constatado que, de los casi 400 exoplanetas descubiertos hasta el presente, uno de ellos, conocido como Gliese 581 c, presenta lejanas afinidades con el nuestro. No parece descabellado que un futuro, con los nuevos recursos técnicos, la aparición de exoplanetas rocosos semejantes en composición y estructura a la Tierra sea algo habitual. Empero, partimos de la base de que la existencia de una vida extraterrestre supone necesariamente un medio físico de sustentación llamado planeta.
Llegamos aquí a un punto en el que creemos necesaria una precisa consideración: ¿Entendemos la vida como algo semejante a nuestra experiencia vital o puede desarrollarse la misma bajo entornos físicos y atmosféricos distintos al nuestro? En otras palabras, ¿Podría darse algún tipo de vida adaptada en la primacía de otros oligoelementos distintos al carbono, oxígeno, hidrógeno, etc? Sobre esta trascendente cuestión los físicos están divididos: Hay quienes opinan que sólo podemos considerar la vida basándonos en nuestra propia estructuración. Otros, sin embargo, alimentan la posibilidad de que, a modo de ejemplo, puedan existir formas de vida basadas en elementos como el silíceo en lugar del carbono y del amoníaco como catalizador alternativo al agua. De tomar partido por esta segunda hipótesis, las posibilidades de vida extraterrestre serían mucho mayores en consonancia con la gran abundancia de estos elementos químicos en los propios planetas de nuestro sistema solar. Quienes se aferran a la casi milagrosa condición de la vida en nuestra tierra como un fenómeno ciertamente exclusivo aluden al llamado Principio antrópico, teoría que fundamenta la vida como algo privilegiado de nosotros debido a una serie de condicionantes tan exactos como necesarios, poco probables de repetirse en el universo dada la precisión de los mismos. Esta teoría ha sido defenestrada por muchos científicos por su excesiva introspección hacia la vida tal y como nosotros la conocemos. En mi humilde opinión, esta idea no deja de basarse en un terreno más propio de la tautología y supone un nuevo intento de centralizar nuestra localización espacial con respecto al universo. Algunos partidarios de las teorías creacionistas esgrimen esta idea como prueba de la intervención de un ser superior en el desarrollo vital. Con los debidos respetos, el creacionismo es una manera facilona de atribuir hechos a consideraciones tautológicas que no tienen en cuenta el afán científico de desentrañar los factores que han dado pie a nuestra existencia. Tirar por tierra las investigaciones científicas en pos de dar validez a unos textos «sagrados» que no resisten el más elemental análisis crítico, histórico, filológico y hermenéutico sobre su veracidad nos parece, sencillamente, un estrambote. Las consideraciones religiosas han de ser asumidas en el marco de las creencias particulares de cada individuo. Pero de ahí a tratar de otorgar una preeminencia a la fe dogmática frente al estudio científico media un mundo. Tanto como la diferencia entre vivir en una caverna o asumir el progreso tecnológico. En consecuencia, parece más sensato abrir el espectro de posibilidades del concepto de vida frente a las limitaciones autoimpuestas por nuestra propia condición de seres vivientes. Si nos seguimos creyendo que somos el «centro exclusivo» del universo, rara ocasión tendremos entonces de plantearnos la posibilidad de hipotéticos desarrollos extraterrestres de vida. Resulta ciertamente enigmático pensar que la casi inasumible grandiosidad del universo obedece sólo a nuestra exclusividad vital. La propia naturaleza de nuestro entorno planetario no da, ni por asomo, tales muestras de desequilibrado derroche.
Situémonos ahora en el entorno espacial en el que se desarrolla nuestro concepto de vida, hasta ahora, el único que conocemos. La Tierra es un planeta rocoso — frente a los gigantes de tipo gaseoso como Júpiter o Saturno — que orbita alrededor del Sol a una distancia tan precisa que ha hecho posible el surgimiento de la vida. El hecho de contar con una atmósfera y con una elevada porción de un elemento tan imprescindible como el agua ha determinado que la vida — tal y como nosotros la entendemos — haya podido desarrollarse hasta el estadio más avanzado que caracteriza a esa vida como inteligente. La opinión más extendida en el ámbito científico es que la vida surgió hace unos 4.ooo millones de años, cuando las condiciones atmosféricas primitivas de la Tierra permitieron la condensación del vapor de agua. Posteriormente, el encadenamiento de moléculas cada vez más complejas dio lugar a la aparición de los primeros componentes orgánicos que mediante un proceso de fotosíntesis en una atmósfera carente de oxígeno consiguieron establecer un primitivo metabolismo que aseguraba la integridad celular (Por descontado, esto no es más que un mínimo resumen de un proceso de enorme complejidad biológica). Sin embargo, algunos científicos prefieren decantarse por la llamada Panspermia u origen extraterrestre de la vida mediante la llegada de bacterias procedentes del espacio exterior a través de meteoritos. De tomar partido por esta teoría, en absoluto descartable, podríamos afirmar que el universo contiene una base bioquímica similar a no ser que hubiera más de una fuente original de vida. Existe al menos una evidencia de que los meteoritos bien pudieran ser agentes transmisores de vida en su estado más primitivo: El famoso meteorito ALH84001, presumiblemente de origen marciano y encontrado en la Antártida en 1984, parece albergar algunos fósiles bacterianos en su interior. Otros científicos descartan tal hipótesis y señalan que esos restos bacterianos no son sino producto de contaminación del hielo antártico circundante en el meteorito. A día de hoy, ninguna de las dos opiniones al respecto se ha impuesto a su contraria y la controversia continúa. Si en algún momento los adelantos técnicos determinasen la autenticidad autóctona de esos fósiles bacterianos estaríamos ante el primer rastro de vida extraterrestre.
Este último aspecto nos da pie para adentrarnos en la posibilidad de vida extraterrestre dentro del entorno limitado por nuestro Sistema Solar. Prácticamente podemos afirmar con rotundidad que la vida extraterrestre inteligente es algo exclusivo de nuestro planeta Tierra. Con excepción de Plutón — objeto que recientemente ha perdido su categoría de planeta — el resto de planetas de nuestro Sistema Solar ha sido concienzudamente estudiado y en algunos casos las sondas han conseguido posarse en la superficie de algunos de ellos (Venus, Marte, Júpiter — en cierta medida — y la luna Titán del planeta Saturno). Por lo que respecta a nuestra vecina Luna, el hombre ha conseguido posarse en su superficie y ha confirmado la ausencia de cualquier tipo de vida en su superficie (Algunos documentales sobre la aparición de supuestas y misteriosas estructuras arquitectónicas en la Luna no son sino pura basura. Parece mentira que un organismo público como RTVE diera pábulo en su momento a una serie de «documentales» de un conocido «investigador» español en los que se afirmaba que existían tales construcciones en la superficie lunar. Aquel despropósito constituyó una de las páginas más bochornosas de la historia del ente público de RTVE). Por lo que respecta a Marte, las más recientes investigaciones parecen negar la existencia de actividad microbiana en su superficie, aunque no se descarta que hubiera podido existir en su momento. Una futura expedición tripulada a Marte podría confirmar o descartar del todo dicha actividad. De cualquier manera, la presencia de agua congelada en su superficie y la más que probable confirmación de que Marte contó con una atmósfera en el pasado sugieren que cualquier consideración al respecto de una posible existencia de actividad biológica, pasada o presente, no deba ser del todo desechada. Más que interesantes parecen los casos de las lunas de Júpiter bautizadas como Io y Europa. La presencia de actividad volcánica en ambas lunas combinada con la gruesa capa de hielo que cubre la superficie de Europa ha determinado que la comunidad científica no descarte la posibilidad de algún tipo de actividad biológica en su interior. En nuestra propia Tierra existen microorganismos que desarrollan su actividad en condiciones muy similares a las que presumiblemente se dan en Europa. Un caso sorprendente y relativamente reciente ha sido el descubrimiento, durante la misión Cassini-Huygens, de la peculiar actividad de la luna Encélado de Saturno. En este curioso satélite, enormes géiseres expulsan agua al espacio revelando una actividad de criovulcanismo en su interior. Para muchos astrobiólogos, este sorprendente descubrimiento haría mucho más factible a Encélado que a Europa como lugar de búsqueda de vida, toda vez que las capas de hielo que revisten la superficie del satélite son muy delgadas y con ello permitirían un más fácil acceso al agua subterránea. Tardaremos aún muchos años en saber qué se esconde bajo la misteriosa superficie de Encélado.
Fuera de nuestro Sistema Solar, la posibilidad de vida extraterrestre es algo que se escapa de nuestros actuales conocimientos científicos. Ciertamente, y como comentábamos en párrafos anteriores, la determinación mediante sofisticados y cada vez más avanzados recursos técnicos de la composición de algunos exoplanetas puede darnos la pista de mayor o menor afinidad con respecto a nuestro planeta. De ahí a confirmar la vida extraterrestre en esos lejanísimos planetas media todo un abismo que sólo el tiempo podrá corroborar afirmativa o negativamente. Y en este punto llegamos de nuevo a la consideración de entender el fenómeno de la vida, bien tal y como nosotros la consideramos, bien mediante otro tipo de procesos evolutivos adaptados a cada medio. La casi inabarcable grandiosidad espacial del universo implica que desconozcamos hasta qué punto puede haberse establecido un fenómeno vital en un sistema solar perteneciente a una galaxia remota. Es un concepto filosófico abierto a nuestra imaginación.
Sin embargo, no sólo nosotros damos por buena esa hipotética existencia de vida extraterrestre, incluso en su estadio de inteligente. Muchas misiones espaciales han incorporado un mensaje codificado cuyo único objeto es que pueda ser descifrado por civilizaciones inteligentes en caso de dar con el mismo. El más claro ejemplo es el mensaje que lleva instalado la sonda Voyager-2 en forma de disco de oro en donde se recaba información de nuestra cultura y cuya grabación fue concebida por la NASA. Esta sonda representa el punto más lejano del universo en donde ha llegado un objeto concebido por el hombre. Actualmente merodea por los bordes de nuestro Sistema Solar y se calcula que dentro de unos 180.000 años pasará cercana al entorno de la estrella Ross 248, situada en la constelación de Andrómeda y distante «tan solo» a uno 10,3 años luz de nuestro Sistema Solar. También es conocida la placa que lleva la sonda Pioneer X en donde se encuentran dibujadas las siluetas de un varón y una mujer junto a un plano en el que se explica la posición de nuestro planeta en el Sistema Solar y un haz de líneas que sirven de orientación para ubicar el mismo caso de que dicha placa sea interceptada por una civilización inteligente. Se «espera» que esta sonda alcance la estrella Aldebarán, en la constelación de Tauro, en algo más de un millón y medio de años. Otro conocido mensaje es el llamado Mensaje de Arecibo, un mensaje de radio enviado hacia el espacio desde el radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico) en 1974 y que contiene información codificada sobre nuestro Sistema Solar, nuestro planeta y el ser humano. El mensaje fue enviado en dirección al Cúmulo Globular M13, formado por unas 400.000 estrellas y distante unos 25.000 años luz. De ser interceptado y enviar respuesta, tardaríamos más de 50.000 años en recibirla. Pero sin duda alguna, el más famoso proyecto de búsqueda de inteligencia extraterrestre es el conocido como Proyecto SETI, iniciativa surgida de la NASA en 1970 y que consiste en la búsqueda de cualquier señal de procedencia extraterrestre. Todos los usuarios de un ordenador conectado a la red podemos participar en esta apasionante empresa que en agosto de 1977 disparó todas las alarmas con la recepción de una señal de origen desconocido y que fue bautizada como WOW. Aún no se sabe con absoluta certeza si esa señal fue una contaminación terrestre, posición por la que se decanta la mayoría, incluido su descubridor, o bien tiene su origen en una poderosa fuente transmisora de naturaleza extraterrestre (También existe la hipótesis de que dicha señal obedeciera a un acontecimiento astronómico de extraordinaria potencia). Estos ejemplos de búsqueda de señales o de mensajes codificados instalados en sondas espaciales son una confirmación de que la posibilidad de vida extraterrestre es una hipótesis prácticamente aceptada y asumida por el grueso de la comunidad científica internacional. Descartar apriorísticamente esta posibilidad parece, más bien, un contrasentido. Las palabras del artista Jean Cocteau al respecto resultan especialmente singulares: –«Dadas las vertiginosas dimensiones del universo, lo realmente extraño sería que no existieran otro tipo de civilizaciones extraterrestres»– No podemos estar más de acuerdo con esta frase.
A la hora de abordar la hipotética existencia de vida extraterrestre en su estadio inteligente nos encontramos con un muro físico difícil de traspasar. Como se ha dicho antes, cualquier posibilidad de contacto con una civilización extraterrestre avanzada implicaría que el intercambio de información sería de todo menos rápido. Imaginemos que lográramos contactar con una hipotética civilización situada en las proximidades de la estrella más cercana al Sol, la conocida como Próxima Centauri, distante unos 4,2 años luz de nuestro entorno. Nuestro mensaje sería recibido cuatro años después de ser enviado y la respuesta tardaría otros cuatro años en llegar hasta nosotros. Ello es debido a la barrera infranqueable de la velocidad de la luz, unos 300.000 kilómetros por segundo (Existen ciertos estudios que inciden sobre la posibilidad de que sí se pueda traspasar esta barrera, aunque son más bien teóricos y basados en las propias características de la luz en sí). De tal modo, y tomando la constante de la velocidad de la luz en todos los marcos de referencia universales, esto es, aceptando que sea una constante universal, la información enviada o recibida por cualquier civilización extraterrestre estaría temporalmente condicionada por esta constante. Es por ello que algunos científicos han afirmado que la posibilidad de vida extraterrestre puede ser un concepto más bien filosófico debido a la imposibilidad material de establecer contacto con civilizaciones que se encontrasen distantes miles o millones de años-luz de nosotros. En este aspecto, la creencia en su hipotética existencia no sería muy distinta a la creencia que se pudiera tener de algún tipo de divinidad superior desde una consideración agnóstica. Esta barrera del tiempo y de la constante lumínica también es referida a los viajes interestelares, ya sean los que en un futuro pudiéramos hacer nosotros o los que alguna civilización hubiera acometido para llegar hasta nuestro planeta. De un tiempo a esta parte se ha hablado mucho de la existencia de «atajos» universales, los conocidos como Agujeros de gusano y de la posibilidad de una deformación espacio-temporal en caso de darse una determinada clase de circunstancias, como la presencia de un Agujero negro. Estos conceptos son aún tan teóricos en la actualidad que se tardarían aún centenares o miles de años en poder llevarlos a la práctica (En caso de que, efectivamente, pudieran ser llevados). Y así, surgirían las paradojas: Si pudiéramos enviar una nave que se aprovechara de esas deformaciones espacio-temporales para recorrer millones de años-luz en un tiempo paralelo no superior a una hora — por poner un ejemplo — en lo relativo a un hipotético observador desde la tierra, podría darse la paradoja de que antes de que incluso se llegara a diseñar la nave ya estuviese de vuelta… En otras palabras, la deformación espacio-temporal podría implicar que los relojes de la nave contabilizaran un millón de años desde el momento en que se inició el viaje mientras que para el reloj del observador en la tierra tan sólo habría pasado una hora.
Hasta ahora hemos hablado de la posibilidad de la existencia de vida extraterrestre, ya sea en un estadio primitivo o tecnológicamente avanzado, desde un plano hipotético y teórico. Entonces, ¿Qué lugar ocupan en esta humilde consideración los numerosos testimonios de avistamientos e incluso contactos con naves y seres de supuesta procedencia extraterrestre? Ciertamente, los testimonios de avistamientos de extraños objetos celestiales son tan antiguos como la vida misma. Pero otra cosa bien distinta es tratar de establecer una asociación entre el relativamente moderno concepto de OVNI (Objeto volador no identificado — traducción literal de UFO Unidentified Flying Object) y algunos ancestrales episodios de naturaleza sobrenatural descritos en los textos sagrados de numerosas religiones, desde el judaísmo hasta los escritos vedas. Por más que se empeñen algunos ufólogos, esta asociación es un claro ejemplo de argumentum ad ignorantiam: Se afirma una proposición sólo porque no se ha probado su falsedad. Es imposible saber empíricamente si aquellas descripciones son simples metáforas religiosas o bien se trata de una adaptación al intelecto humano de la época — Shekhiná, carros de fuego, vehículos de dioses, etc. — de un verdadero avistamiento de naturaleza presumiblemente extraterrestre. De igual manera podemos aplicar este razonamiento a la presencia de extraños objetos en determinadas obras artísticas (Aunque algún ejemplo, como la ilustración nº8 de este enlace correspondiente a una pintura egipcia, sea particularmente llamativo).
El fenómeno de los avistamientos de presuntas naves de origen desconocido, a nivel moderno, tuvo un punto de inflexión en 1947 con el famoso avistamiento narrado por el piloto civil norteamericano Kenneth Arnold, por una parte, y el conocido como Incidente Roswell por otra. A partir de esa fecha, los avistamientos se han sucedido por todo el mundo y millares de personas afirman haber sido testigos de dichos avistamientos. Incluso algunas de estas personas declaran haber sido víctimas de algún tipo de secuestro temporal por parte de los supuestos extraterrestres con fines analíticos — abducción — o se han erigido como portadores — profetismo — de una serie de mensajes de acentuado carácter apocalíptico, escatológico o religioso. Resulta obvio que la creciente popularidad que ha adquirido este fenómeno a lo largo de los años ha provocado un aluvión de testimonios fraudulentos que obedecen bien a intereses comerciales — edición de libros, revistas, etc. — bien a un deseo de protagonismo de las anónimas personas que relatan tales sucesos. Un enorme porcentaje de estos avistamientos, luego de someterse a un riguroso análisis, han demostrado que los mismos no obedecen a algo desconocido sino que pueden explicarse a nivel meteorológico o de tecnología terrestre (Prototipos militares secretos, satélites artificiales, cometas, fenómenos atmosféricos, etc). Otro alto porcentaje no resiste el más mínimo análisis científico que delata el fraude mediante relatos inverosímiles que por lo general vienen acompañados de documentación gráfica torticeramente manipulada. Tres de los casos más sonados de fraude ufológico fueron los relatos firmados por el suizo Billy Meier, la célebre autopsia de un supuesto alienígena capturado en Roswell y el caso UMMO registrado en España en la década de los años sesenta del pasado siglo. La proliferación de este tipo de fraudes alcanzó su mayor expresión durante las décadas de los años setenta y ochenta, cuando el boom editorial acerca de estos episodios de avistamientos y contactos extraterrestres se disparó en directa proporción a la aparición de nuevos y escandalosos fraudes. Nunca olvidemos las cifras millonarias que se mueven en este tipo de negocios. Por ello, numerosos científicos se encargaron de destapar los innumerables fraudes cometidos al sentirse invadidos por la aparición de una pseudo-ciencia — como ellos la denominan — llamada Ufología. Resulta también curioso observar como las distintas imágenes o dibujos hechos a supuestos alienígenas y naves espaciales han ido cambiando a tenor con la moda impuesta por determinadas películas cinematográficas de enorme éxito que también abordaron el asunto de los extraterrestres. En resumen, un altísimo porcentaje de estos supuestos avistamientos obedece a la pura imaginación, al mero fraude o a una confusión con episodios que pueden ser explicados desde un punto de vista del todo racional y científico.
Sin embargo, queda un pequeño porcentaje de episodios cuya explicación oficial no ha podido ser determinada. En estos casos, la comunidad científica no autoriza el hecho de que la no identificación de los mismos sea necesariamente asociada con la presunción de que se trata de objetos tripulados por seres extraterrestres. Las pruebas, en todo caso, deberían ser absolutamente concluyentes al respecto y habrían de respetar el modelo científico. Estos episodios no determinados suelen ser aportados por personas cuya capacidad profesional está libre de cualquier tipo de sospecha fraudulenta (Pilotos civiles, militares, etc.) por lo que sus testimonios han de tomarse con el debido respeto. Además, existen expedientes militares que han sido desclasificados posteriormente en determinados países y en donde algunos casos sometidos a investigación no han podido ser aclarados de manera convincente. Uno de los casos más famosos es el conocido como Incidente de Manises, cuyos intentos de explicación racional han sido tan lamentables (¿Desde cuándo un radar militar capta en sus pantallas las llamaradas de una refinería? Realmente bochornoso) que no han hecho sino alimentar las sospechas de que algo realmente insólito y desconocido obligó a la tripulación de un vuelo comercial a realizar un aterrizaje de emergencia. Es de justicia mencionar que, en ocasiones, los intentos de ofrecer una explicación racional a toda costa a determinados episodios de difícil aclaración caen en la misma inconsistencia de los sucesos que pretender delatar como fraudulentos. De unos años a esta parte, algunas asociaciones de escépticos en materia OVNI han incurrido en notables contradicciones a la hora de presentar un informe aclaratorio sobre las circunstancias de algún conocido avistamiento (Contradicciones que han hecho sonrojarse a más de uno). Da la sensación de que estas asociaciones adolecen del mismo integrismo conceptual para rechazar cualquier posibilidad de avistamiento desconocido — y no decimos extraterrestre — que la de ciertos iluminados que ven naves espaciales incluso en la sala de estar de su domicilio. La ferocidad contra los testimonios de gente humilde — campesinos que apenas han visto un reactor comercial en su vida y que están seguros de haber presenciado algo extraño en los cielos de su parcela — y su manifiesta predisposición a ridiculizarlos choca contra cualquier pretendida autoridad en la materia, amén de resultar manifiestamente indecorosos. Cualquier situación anómala se puede explicar sin tener que llegar a una injustificada y apriorística falta de respeto contra la persona que efectúa un testimonio, muchas veces, en contra de su voluntad.
Estos son, en resumen, los datos con los que contamos: Los datos de una serie de exploraciones espaciales y los testimonios no aclarados — o aún por aclarar — de avistamientos de supuestas naves tripuladas por seres de otras civilizaciones ajenas a la terrestre. También contamos con la imaginación… Pensar que en un universo de las colosales y desconocidas dimensiones del nuestro (Y ello suponiendo que no existan otros universos paralelos al nuestro) pueda albergar múltiples formas de vida, desde la unicelular hasta la de mayor avance tecnológico imaginable, no supone ningún atentado contra el raciocinio filosófico. Es una posibilidad que el tiempo y el progreso se encargará de confirmar o negar. Mientras, volvamos a repetir esa frase de Jean Cocteau: –«Lo reamente extraño sería que no existieran…»— Conformémonos al menos con eso.
Con esta entrada clausuramos indefinidamente la sección FOR YOUR EYES ONLY. A continuación presentamos el índice del resto de entradas publicadas en esta categoría por orden cronológico
– SILUETAS FANTASMAGÓRICAS – 28 de marzo de 2008
– UNOS DIÁLOGOS MUY PECULIARES – 7 de abril de 2008
– NO TAN ABANDONADO – 14 de abril de 2008
– CONEXIÓN ESTABLECIDA: EN LINEA DIRECTA CON… – 21 de abril de 2008
– REMEDIOS CASEROS – 28 de abril de 2008
– ELI, ELI, LEMA SABACHTANI! – 5 de mayo de 2008
– UN PAÑUELO JUGUETÓN – 12 mayo 2008
– UNOS DUENDES MUY ORIGINALES – 19 de mayo de 2008
– PARA QUE NO ME OLVIDES – 26 de mayo de 2008
– ¡TÚ, TÓMALO A BROMA! – 2 de junio de 2008
– EN RIGUROSA EXCLUSIVA – 9 de junio de 2008
– LA VIDA ES SUEÑO – 16 de junio de 2008
– UN RESPETO, POR FAVOR – 23 de junio de 2008
– CELIA Y LAS CARTAS DEL TAROT – 30 de junio de 2008
– ALGUNOS PASAJES ENIGMÁTICOS DE LOS LLAMADOS EVANGELIOS – 7 de julio de 2008
– VACIÓ EL CARGADOR… ¡Y CÓMO SI NADA! – 14 de julio de 2008
– EL LENGUAJE DE LAS LUCES – 21 de julio de 2008
– ENCUENTROS MUY CASUALES – 28 de julio de 2008
– LA FORMA DE MI CORAZÓN – 4 de agosto de 2008
– CAMPOS DE ORO – 11 de agosto de 2008
– DE TI TAMPOCO ME OLVIDO – 13 de octubre de 2008
– MARIAN Y SU ENIGMÁTICO SUEÑO – 10 de noviembre de 2008
– MIEDO DE VALIENTES – 24 de noviembre de 2008
– ALGUNOS PASAJES ENIGMÁTICOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO – 15 de diciembre de 2008
– EL MAPA DE PIRI REIS: UN VERDADERO ENIGMA – 12 de enero de 2009
– LOS DOGON: UNAS MÁS QUE EXTRAÑAS COINCIDENCIAS – 9 de febrero de 2009
– LA CINTA FUNERARIA – 2 de marzo de 2009
– EL HIPOTÉTICO CÓDIGO SECRETO DE LEONARDO DA VINCI – 13 de abril de 2009
– UN EX-ASTRONAUTA DEL APOLO XIV ASEGURA QUE NO ESTAMOS SOLOS – 4 de mayo de 2009
– MISTERIOSOS ENCUENTROS ESPIRITUALES – 26 de octubre de 2009
– COMPROBANDO LA LEY DE MURPHY – 23 de noviembre de 2009
– EL VUELO 401 DE EASTERN AIRLINES – 25 de enero de 2010
– EL INCIDENTE AÉREO DE MANISES – 22 de febrero de 201o
–LOS RODEOS 1977: LA DIABÓLICA CONCATENACIÓN DE DIEZ FACTORES – 22 de marzo de 2010
– LA ISLA DE SAN BORONDÓN – 26 de abril de 2010
– ISLAS CANARIAS: 5 DE MARZO DE 1979 – 24 de mayo de 2010
– LA MALDICIÓN DEL COMET – 21 de junio de 2010
Un millón de gracias por vuestros comentarios
Interesantísimo artículo.
Un abrazo.
Vaya, qué despliegue de información tan bien documentada Leiter, te felicito una vez más, sobretodo porque cada día te expresas mejor y tus ideas fluyen de una manera tan natural que asombra. Bravo.
Me encanta la acertada afirmación del amigo Jean Cocteau. Es así de simple.
Cuando tocas el tema de las deformaciones espacio-temporales, no puedo dejar de pensar que eso es lo que los esotéricos, ocultistas y místicos llaman «tubos astrales» que pueden interconectarnos con otras dimensiones, que no serían nada distinto que las más alejadas regiones del Universo, a donde ni siquiera nuestros pensamientos más atrevidos son capaces de llegar. Es de esa forma que una presunta civilización extraterrestre sería capaz de visitarnos de manera tan simple, como se afirma que a menudo lo hace; empero yo me pregunto, a qué vienen? Porqué sus acercamientos son tan fugaces y elusivos, de forma a dejar siempre a la Humanidad en la duda eterna sobre su existencia y sumidos en la noche de la ignorancia? Debe haber un propósito en todo esto.
Pero hay que ver otro aspecto muy importante de la historia y es que los UFO -Unbekannte Fliegenden Objekte- no necesariamente deben provenir de otras galaxias o estar tripulados por enanos verdes o seres monstruosos. Recientes estudios y publicaciones han señalado a los grandes Gobiernos de ayer y hoy como responsables del fenómeno OVNI, siendo estos de factura humana, por supuesto como efecto de una superciencia desarrollada en la más porfundo secreto de los secretos, con algún propósito definido. Las bases estarían aquí mismo en nuestra propia Tierra. El gobierno de los Estados Unidos desde luego sabe mucho más de lo que ha afirmado hasta ahora. Basta observar la expresión de cretinos que adoptan los Presidentes norteamericanos cuando se les pregunta por el tema. Sus respuestas son tan tontas y reforzadas que de lejos se ve que saben más, pero mueren del pánico frente al asunto, por alguna razón.
En cuanto a las mitologías que han dejado ciertas ideas en el inconsciente colectivo de los pueblos de todas las épocas, con narraciones de carros de fuego que sobrevuelan el firmamento y se llevan a los elegidos y cosas similares, no hay que olvidar que ciertas teorías afirman que el Hombre, es un producto de una inteligencia extraterrestre. Si esto es así, no sería raro que los Hombres de la Antiguedad y la Prehistoria (vistas desde el ángulo de la Historia Paralela, no la oficial) hayan desarrollado tecnologías increibles para su tiempo, recogiendo esa memoria ancestral y poniendo ese conocimiento supremo a la realización de estas grandes empresas. Los libros sagrados de cada religión, escritos posteriormente por hombres con un conocimiento y comprensión ya disminuidos, tan sólo recogen recuerdos de lo mencionado anteriormente, de una manera vaga y difusa, lo que provoca la inmediata incredulidad de quien lea o escuche tales relatos. Es así de simple.
Hay vida extraterreste? Claro que sí. El impulso Creador del Inimaginable, dotó de vida no solamente este ínfimo punto del Cosmos (donde sus ignorantes habitantes destruyen el Planeta Tierra y se complacen en ello) sino el Todo que nos rodea, con seres más desarrollados que otros, pero al fin de cuentas con VIDA. Ese don se encuentra en todas partes, por ello es el bien más preciado.
Yo nací en Aldebarán.
Y quien dude de la existencia de OVNI’s que observe los cielos madrileños y verá un extraño objeto de dos ruedas piloteado por el Gran Leiter, el extraterrestre del Conocimiento. El hangar de esa nave es Blues.
LA VERDAD ESTÁ ALLÍ FUERA.
Te abrazo Campeón. Tu amigo.
Se ha llegado a hablar de un «combustible» llamado 115 que tiene que ver con la antimateria y con la fuerza gravitacional. Al interactuar con la fuerza gravitatoria, también pueden deformar el espacio-tiempo y superar así la barrera lumínica.
¿A qué vienen? Yo añadiría ¿Cuántos vienen y de dónde? No me resultaría nada extraño que hubiese algún protocolo misterioso entre antiguos gobiernos de EEUU y los posibles ETs. Tecnología a cambio de… Y, desde luego, no creo que todos tengan intenciones pacíficas. Sólo hay que ver cómo les recibimos — órdenes de derribo, ataques con escopetas, etc — para comprobar que tampoco nosotros somos tan pacíficos. Fuera de entrada lo diré: Tengo la certeza de que se guardan prototipo intactos de esas naves, cadáveres de esos bichos e incluso algún que otro superviviente. Tú sabes mejor que yo, por tu gran conocimiento de la cultura alemana, que los últimos proyectos militares del III Reich eran calcados a los OVNIS. Y que Hitler era un gran amante de lo esotérico. Y ahí me callo y no digo más.
Todas las tradiciones religiosas recogen, en mayor medida, contactos con seres «celestiales». Pero ahí no acaba todo. Observando alguna pintura de Tassili, algún relieve egipcio, alguna representación precolombina, etc. se aprecia que algo muy raro se quiso representar. Son evidencias sobre las que los historiadores del arte no comentan nada por resultar muy complicadas de discernir.
¿Y que podemos decir ante cadenas labradas en oro halladas en el interior de una veta de carbón? ¿Ante la existencia de una serie de bobinas electromagnéticas primitivas en el interior de unas piedras cuya antigüedad se remonta a MILLONES de años? ¿De huellas de zapatos fosilizadas en piedras de igual datación cronológica? ¿De cráneos humanos fosilizados en piedras de tiempos de los dinosaurios? Curioso el tema. Curioso e intrigante.
Yo también creo que existen pero como nunca he visto ninguno…
Así que, amigo Iván, que tú eres de Aldebarán. Resulta extraño, es la denominación estelar que más me gusta. Y también Rigel. De ahí soy yo… Bueno, la verdad es que todos somos hijos de las estrellas. Mediante el proceso de nucleosíntesis se formaron los elementos más pesados. Y esos procesos sólo se pueden dar en el interior de una estrella a punto de colapsar. Cuando miro mi anillo de oro pienso: Joder, esto se creó alguna vez en un núcleo estelar. Y bien cierto que es.
LA VERDAD ESTÁ ALLÍ FUERA: Seguro… Pero también me gusta mucho la frase de la serpiente edénica: Seréis como Dioses. Y la frase de un tal Jesús, natural de Nazaret: La verdad os hará libres.
Estos teman me gustan mucho. Que no decaiga el diálogo.
Un abrazo, Iván y otro para Impromesisposi.
LEITER
Tocas varios temas de sumo interés para mí Leiter. Y a pesar de mi evidente retraso en comentar diversas entradas en Blues (ya me pondré al día) no quiero dejar de intervenir en este diálogo que está poniéndose cada vez mejor. Iré por partes.
Sin embargo, has mencionado el tema de los proyectos militares del III Reich y poseo cierta información que, si no te causa desagrado, lo podría comentar aquí. Es realmente muy interesante. Si me lo permites, en 48 horas haré los comentarios al respecto.
El asunto es como para desmayarse.
Mil abrazos mi Amigo. Cómo va tu recuperación? Todo indica que muy bien y eso me alegra mucho. Nuevamente mil abrazos.
Ya dije en mi anterior comentario que, según algunos autores, los últimos proyectos militares del III Reich eran calcados a lo que posteriormente la gente describía como UFOS (No hace falta sino echar una ojeada a dichos proyectos en las fotos que están a disposición de todo el mundo). He leído alguna cosa por ahí que me ha dejado de piedra y que, más o menos, viene a decir que los alemanes llegaron incluso a intercambiar información y tecnología con algunas entidades de origen extraterrestre. Ya sé que todo esto puede sonar extraño e incluso fantasioso, pero… Además, no olvidemos que muchos científicos alemanes, finalizada la guerra, trabajaron a las órdenes del ejército norteamericano.
Por favor, comenta cuanto quieras al respecto. Ya sabemos de sobra que no se trata de hacer apología del nazismo, sino de constatar ciertas informaciones que se manejan en el ámbito de la ufología e incluso en el más estricto de la historia. Hasta donde yo he podido acceder, el asunto es realmente impactante y muchas de las informaciones al respecto proceden de fuentes militares y científicas norteamericanas (Obviamente, poco sospechosas de estar en connivencia con las tesis políticas nazis)
Eso sí, amigo Iván, ten cuidado con lo que digas no sea que tú y yo recibamos alguna visita indeseada (Men in black)…
Por otro lado: Yo he intentado armar la entrada desde un punto de vista estrictamente racional y no me he dejado llevar por lo que verdaderamente pienso de todo este tema. Eso sí, fui amigo íntimo de Carlos, un ya desaparecido piloto de combate del ejército español — y del que hablé en alguna de las primeras entradas de esta categoría de FOR YOUR EYES ONLY — y puedo asegurar que este hombre, un ser en absoluto sospechoso de fantasear, me contó cosas que vio ahí arriba como para poner los pelos de punta. Además, en la actualidad tengo una muy buena amistad con dos comandantes de IBERIA (Uno de A-340-600 y otro de A-321) quienes, entre bastidores y sin sacar yo el tema — esta gente no es muy dada a comentar esas cosas por la cuenta que les trae — afirman que no conocen compañero al que no le haya sucedido algo raro por ahí arriba. Mi propio y recordado amigo Carlos también llegó a trabajar durante una temporada en SPANTAX y en una ocasión me relató un hecho realmente difícil de comprender y asimilar (Puede leerse en la entrada titulada MIEDO DE VALIENTES)
En fin, no quiero alejarme del tema principal tratado en esta entrada con historias que delaten mi verdadero punto de vista al respecto. Armé la misma con todo el rigor posible y evitando caer en excesos personalistas.
¿Mi recuperación? Bien, afortunadamente. Sólo con la tristeza de saber que este año no me puedo escapar a mi casa de Benalmádena en septiembre por tener que seguir un tratamiento y rehabilitación del brazo derecho del todo imprescindible. A ver si ese mes lo puedo dedicar por entero a ganar forma con mi bici.
Un abrazo, Iván
LEITER
A mi me inetersa mucho este tema, y todo lo que habeis comentado. Lo de los pilotos es verdad, yo no conozco ninguno pero el que los conoce dice que antes o después tienen experiencias increibles e irracionales. Y por supuesto que me inetersa lo que pudierá hacer el tercer Reich con el tema de los extraterrestres y si tuvierón contacto con ellos, simpatia por el movimiento nazi ninguna pero lo cierto es que los nazis siempre les interesó mucho el tema de lo desconocido. Hicierón investigaciones sobre el Santo Grial, en las piramides de Egipto, no recuerdo si llegarón a estar en la iglesia de Monserrat ….
Me interesa mucho el tema, voy a leer todo lo que se ha escrito aqui sobre este tema, algo ya he leido cómo lo de los pilotos americanos de la linea que iba a Miami que se aparecián en los asientos…..
Lo que comenta Leiter de que USA tenga algún extraterrestre vivo o muerto….se me ponen los pelos de punta, auqnue bien es cierto que la realidad supera siempre la ficción…pero como se dice popularmente no creo que los de fuera seán peores que nosotros.
Miguel, me dejas realmente alucinado: ¡Te estás leyendo todo el índice! Jo, eso merece una condecoración de la Mesa Redonda de Blues en la próxima reunión de mediados de agosto antes del cierre vacacional.
Con tu permiso te contesto aquí a la lista de tus últimos cuatro comentarios:
– Muy buen apunte el tuyo sobre la presumible visita de los nazis al Monasterio de Montserrat. Ese es un tema del que me gustaría obtener más información (Ya sabes, amigo Iván…). Bueno, todo lo que he dicho en mi anterior comentario no deja de ser una elucubración sin ninguna prueba sólida salvo la de algunos testimonios nada desdeñables, por cierto. En cuanto al tema de la supuesta captura de aliens vivos no lo digo yo. La propia prensa local norteamericana lo publicó tras el primer incidente — accidente — de Roswell. Lo que realmente resulta enigmático es comprobar como esa misma prensa lo negó todo posteriormente tras la visita de altos mandos militares del ejército norteamericano a la zona. Dice el refrán que: Piensa mal y acertarás. Yo tampoco creo que los supuestos ET´S tengan malas intenciones pero imaginemos esto: Una flotilla de naves de origen desconocido volando en formación sobre territorio norteamericano un par de años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial. Es del todo lógico comprender que dicha circunstancia alarme al Alto Estado Militar. No deja de ser una invasión aérea de origen incierto e intención desconocida.
– Tema de los sueños premonitorios de Celia: Pues, amigo Miguel, así es y así lo cuento. Otra cosa es que Celia no tenga interés en desvelar los números de la Euromillonaria… Un dato importante: En mi último relato de VIVENCIAS publicado el viernes pasado — UNA SUAVE LUZ DE ATARDECER — ya digo que gracias a uno de esos sueños se rompió el hielo inicial que nos separaba a ambos antes de conocernos más íntimamente.
– Tema de los diálogos que escuchó mi amigo Carlos el piloto: Puede parecer sorprendente, sin duda, pero Carlos era un tipo solitario que en absoluto buscaba protagonismo y de quien me costó mucho conseguir sacarle dicha historia. Yo creo que el hecho de que una presumible civilización extraterrestre pueda venir hasta nuestro planeta ya implica un nivel tecnológico muy superior al nuestro. Nosotros todavía estamos intentando llevar al hombre a Marte.
– Tema del pueblo abandonado: Posiblemente resultó una casualidad… ¡Pero vaya casualidad más casual!
Un abrazo, Miguel
LEITER
Leiter, de casualidad un comentario que dejé acá hace unos días quedó sin publicarse? Dejé uno bastante largo. Si no está no te preocupes (ya pasó tanto tiempo que ahora ni siquiera estoy seguro si apreté el botón de publicar luego de escribirlo).
De todos modos, esta entrada merece que vuelva a exponer brevemente lo que dije (o pensé que decía ja ja). Me resulta imposible volver a escribir tal cual todo… pero básicamente quería decir que:
Cuando parecía que no podías superarte, aparece esta entrada y derriba cualquier escrito que hayas publicado en este bar. Es realmente extraordinaria, digna de publicarse en algún medio masivo. ¿Cuánto tardaste en escribirla?
Concuerdo absolutamente en lo que dice Cocteau. Siempre lo he hecho. Y trato desde hace varios años de convencer a familiares y amigos de que resulta imposible pensar que estemos solos, no por un elucubración mía, sino por las características del Universo: basta con solo enterarse de las dimensiones de nuestra galxia para darnos cuenta de ello, creo yo.
Los textos sagrados nos entregan un alimento espritual: no enseñan ciencia ni historia. Hasta la misma Iglesia Católica lo sabe. No sé porqué algunos todavían creen lo contrario o creen que la Iglesia es creacionista (creacionista en el modo en que lo son los creacionistas norteamircanos, se entiende a lo que me refiero, no?). Incluso el director del Observatorio Vaticano (que si no me equivoco nació en Argentina, en Córdoba) no descarta la exuistencia de vida extraterrestre.
Dicho lo anterior, me gusta pensar que la vida en la Tierra se dió por panspermia. Aunque no tengo modo de demostrarlo, claro, y nunca lo podré hacer (si las matemáticas no estuvierna tan presentes en estos asuntos me hubiera dedicado a la astronomía ja, ja).
Sobre las conspiraciones, no quiero contradecir a Iván, pero a la idea de que el gobierno norteamericano «sabe algo» le veo un origen más bien hollywoodense. O, en todo caso, si «sabe algo», no habría razoón para creer que es el único que lo sabe: británicos, japoneses, rusos, chinos, alemanes, franceses, también también son candidatos a «saber algo».
Por último, cuando planteas lo del mensaje hacia Proxima centauri en cuatro años de ida y otros cuatro de vuelta, estamos teninedo en cuenta que el viaje se hiciera a la velocidad de la luz, no? No me explico como podría tardar tan poco. No estoy seguro cuanta distancia es un año luz pero me imagino que es algo abismal. Por favor, ilústrame.
Bueno, más o menos eso. Capaz que me olvido de algo: en todo caso después vuelvo y lo digo.
Y mis felicitaciones nuevamente por esta entrada. Fue el mejor capítulo final que podrías haberle dado a esta sección.
Amigo Frank — ya veo que has vuelto a cambiar de fisonomía virtual — no he encontrado ningún mensaje en espera tuyo sobre esta entrada. Muchas veces se encasquillan por causas desconocidas pero yo les doy paso. Pero, de veras, no he visto nada tuyo en esta entrada.
Esta entrada la realicé poco tiempo después de mi primera operación para trabajar un poco la mano derecha — la parte anatómica de mi cuerpo que más está sufriendo con esta dichosa contrariedad que poco a poco se va felizmente terminando — y creo que dediqué un par de horas, muy temprano de seis a ocho de la mañana, durante tres días. No tenía ningún guión preestablecido y me dejé ir con libertad. Quería tocar todos los palos y dar una visión estrictamente racional y científica. Me vi obligado a realizar ciertas consultas que al final constituyen los distintos enlaces de la entrada.
Lo que dice Cocteau es simplemente aplicar el sentido común: La naturaleza, por lo menos en nuestro entorno, no entiende de derroches innecesarios. Asumir que las dimensiones conocidas de nuestro universo — se han detectatdo quásares más allá de los 10.000 millones de años-luz — sólo existen para que sean vistas por nuestra raza humana es algo que no tiene prácticamente sentido desde un punto de vista filosófico. La foto que ilustra la entrada es la Galaxia de Andrómeda, muy similar a nuestra Vía Láctea y distante «tan solo» de un par de millones de años-luz. Es algo más grande que nuestra galaxia. ¿Cómo no imaginar que allí puedan haberse desarrollado cientos, millares, millones o incluso centenares de milllones de formas de vida? Desde la más simple a la más avanzada tecnológicamente. Insisto en que nuestra posición en la galaxia se ubica en uno de los brazos más exteriores de la espiral; vamos, que para nada somos el centro. Si pensamos en cuántas civilizaciones podría albergar nuestra propia galaxia, sólo habría que echar un vistazo a esta galaxia vecina para comprender que secretos encerrará esa foto en su interior. Por cierto, los hipotéticos habitantes de esa galaxia nos verían de una forma muy parecida aunque dede un plano simétrico inferior.
Llevas toda la razón en el aspecto del Creacionismo y efectivamente lo enfoqué desde la integrista forma de ser tratado en ciertas partes de EEUU. Parece mentira que un país de la cultura de los EEUU tenga tantos prejuicios morales como para aceptar que el Creacionismo no deja de ser una manera facilona de eludir cualquier estudio científico. La doctrina oficial de la Iglesia Católica no faculta el radical Creacionismo y también asume como lógica la teoría evolutiva, aunque trata de dejar esos conceptos a la propia fe individual de cada adepto. Desde luego, el Catolicismo demuestra estar mucho más avanzado doctrinalmente que el integrismo protestante norteamericano aunque, paradoja de paradojas, los círculos más integristas católicos toman préstamos de aquellos. Yo creo en los EEUU y en la libertad — y eso que soy conceptualmente de izquierdas — y por eso no puedo entender cómo en algunos estados de ese gran país un profesor puede ser encarcelado por difundir — mejor dicho: exponer — la teoría evolutiva de Darwin en sus clases.
La Panspermia, una teoría en absoluto descartable, Frank. Sería la prueba palpable de que el Universo rebosa de vida. Es una teoría muy romántica, ciertamente.
Sobre las conspiraciones, no sólo lo dice Iván: También lo pienso yo. Creo que todos los gobiernos de la tierra saben algo. No sé cuánto, pero estoy seguro de que saben algo más de lo que nosotros como humildes habitantes de esta aldea global.
El hipotético viaje hacia Próxima Centauri se realizaría, en todo caso, a una velocidad cercana al 99% de la velocidad de la luz pero nunca en su igual magnitud (Habría que acelerar, frenar y esas cosas…). Un año-luz son, aproximadamente, 9.000.000.000.000 de klómetros, esto es, nueve billones de kilómetros. Sobre este punto me gustaría decir que el término billion, en América, se aplica a una magnitud de 1.000 millones. En Europa se aplica a una magnitud de un millón de millones. Y es en esa vieja magnitud europea en la que se hacen los cálculos del año-luz. Hazlo tú mismo. La luz viaja a 300.000 kilómetros por segundo en condiciones atmosféricas. Multilplica 24 horas por 60 minutos y ese producto resultante vuelve a multiplicarlo por 60 segundos correspondientes a cada minuto. A ese nuevo producto multiplícale por 300.000 y te sale una asombrosa cifra de día-luz. Esa cifra la multiplicas por 365 y obtienes la distancia kilométrica aproximada de un año-luz. En términos astronómicos, un año-luz es un breve paseo. Existen galaxias situadas a más de 5.000 millones de años-luz. Obviamente, cuanto más alejadas están más jóvenes son (No ciertamente así: Son más jóvenes desde nuestro particular punto de vista terrestre. Nosotros observamos con el telescopio esas galaxias TAL Y CÓMO ERAN hace 5.000 millones de años. Asomarse al universo es asomarse a una ventana retrospectiva del tiempo. Cuando observas el Sol, no ves el Sol en el mismo instante cronológico de tu punto de vista terráqueo. Lo ves, creo, que con un retardo de cinco minutos, el tiempo que tarda en llegar su luz hasta la Tierra. Por eso, es muy posible que muchas estrellas que contemplas de noche — sobre todo las de gama roja tipo Betelgeuse — ya no existan. Quizás hayan estallado ya en supernova pero como están tan distantes — en concreto cientos de años luz — ese acontecimiento aún no ha llegado en forma de luz visual hasta nosotros). Si Betelgeuse colapsara en una supernova — es una gigante roja — ahora mismo, dicha conflagración sólo podría ser vista unos 400 años después, el tiempo que tardaría la luz en transmitirnos dichas imágenes hasta nosotros, o lo que es lo mismo, la distancia que nos separa de dicha estrella (Creo que es esa la distancia pero no estoy seguro). Por el lado contrario, imagina a un ser de la galaxia Andrómeda mirando con un ultrapotente telescopio el planeta Tierra en este preciso instante. Como está a dos millones de años-luz de distancia, es posible que sólo contemplara Australopitecus Boisei o Robustus sobre la tierra. Y si ese hipotético observador se encontrase en un punto situado a una distancia de 250 millones de años-luz de nuesto planeta, con sus imaginarios telescopios vería AHORA a nuestros dinosaurios pastando por la Pampa argentina. Insisto: Mirar el cielo estrellado en la noche es viajar hacia el pasado.
Gracias por tu comentaro, Frank. Y que no decaiga el tema, que tenemos mucho de qué hablar sobre este asunto.
Un abrazo, mi buen y admirado amigo
PD: Iván, ahora mismo paso a leer tu comentario. Se ha insertado justo cuando yo escribía en respuesta a Frank
LEITER
Efectivamente, cambié mi «fisonomía virtual». Mi icono muestra un detalle de un reciente collage que realicé aprovechando las vacaciones de invierno (razón por la que estoy un tanto desaparecido, incluso por mi blog). Acá te dejo un link para que lo veas completo: http://www.flickr.com/photos/ihatemusic1943/4828052987/sizes/l/
Debería preguntarle a Otto que opina de mi «arte» ja, ja.
Entonces, ya que el cielo nos muestra el pasado, si pudiéramos viajar al espacio, estaríamos viajando al futuro…
Con respecto a un universo rebosante de vida… ¿no podríamos imaginarnos que estamos ubicados en una región que dió la casualidad estaba casi deshabitada, y que existen otras regiones del universo que están superpobladas de vida?
No deja de ser también una visión romántica de la realidad, pero podría tranquilamente ser posible. Basta con trasladar la realidad de la Tierra, que posee zonas más habitadas que otras, a una escala universal… lo que no deja de ser un poco antropocentrista de mi parte… no sé si logro explicarme correctamente.
Está bien ese enlace pero deberías introducir más material. A ver si el maestro Otto — uno de los mejores pintores mexicanos del momento — nos da su valorada opinión al respecto. Por cierto, a ver si diseñas un logo para BLUES… Je, je
Estaríamos viajando hacia el futuro… Siempre que nuestra nave se aproximara a la velocidad de la luz. Pero a un futuro desde el punto de vista de un observador terrestre. Conforme más nos aproximásemos a la velocidad de la luz, un minuto de tiempo transcurrido en nuestra nave equivaldría a horas e incluso días en la Tierra.
Un abrazo, Frank
LEITER
«Realmente tienen ustedes mucha suerte que la guerra no haya durado unos meses más»: palabras de Hermann Goering al iniciarse las sesiones de los Juicios de Nürnberg, uno de los adefesios jurídicos más evidentes de la Historia.
A qué se refería Goering exactamente? Acaso había alguna circunstancia que pudiera hacer pensar a los jerarcas del Partido que la guerra tomaría un curso distinto, resolviéndose a su favor de haber durado unos meses más?
Ya Hitler había hablado hasta el cansancio de las llamadas Wunderwaffen, aquellas armas prodigiosas que otorgarían al Reich una victoria aplastante sobre los Aliados. Mucho se ha especulado sobre la naturaleza de tales armas, sin que lo dicho sea del todo satisfactorio, atribuyéndosele más bien cierto grado de locura y superstición a las palabras del Führer. Empero, habría que considerar otros aspectos del tema.
Desde el final de la guerra el tema de los OVNI’s NAZIS ha sido recurrente a la hora de abordar consideraciones sobre la real victoria Aliada sobre el III Reich, todo a causa de la misteriosa desaparición de Hitler y probable supervivencia de un gran contingente Nazi en algún lugar del mundo. Al comienzo todo se manejaba bajo mucho secretismo para ir alcanzando mayor difusión a medida que avanzan los años. Hoy en día se habla de eso de forma uniforme pero sin llegar a certezas absolutas.
Y es que son los Gobiernos poderosos los que tienen la última palabra, aunque desde luego nada van a decir en concreto.
«En el Militärisches Taschen Lexikon – Fachausdrücke der Bundeswehr – de K.H. Fuchs y F.W. Kolper, publicado por Athenaum Verlag, Bonn, en Bad Godesberg en 1958, aparece en la sección Flieger, dedicada a las armas aéreas, como perteneciendo al léxico de las fuerzas militares de la entonces Alemania Federal, la palabra UFO, para referirse a los objetos voladores desconocidos (UNBEKANNTE FLIEGENDEN OBJEKTE) y se revela que el III Reich, en 1944, tenía listo un objeto volante en forma de disco. El disco podía volar a más de 2.000 kms por hora y ascendía desde el suelo a más de doce mil metros de altitud, en pocos minutos. Se desconoce -dice la publicación- si este vehículo fue a dar a los rusos o a los norteamericanos, después de la guerra, pues no ha sido hallado».
He ahí que el párrafo citado indica que las Wunderwaffen no eran otra cosa que lo que hoy llamamos OVNI, siendo entonces un tecnología de la Tierra misma, no del espacio exterior, aunque con ello no se debe descartar que también de allí provengan, por ejemplo por las distorsiones espacio-temporales o “tubos astrales” que hemos mencionado. El punto que muchos llaman la atención al referirse a este tema es que la guerra en realidad nunca terminó, y que ha seguido librándose de un modo oculto y secreto. Por ello la siempre sospechosa presencia de grandes arsenales y efectivos militares cuando en cualquier parte se presenta un fenómeno OVNI. Y la pregunta obligada es: porqué los avistamientos OVNI se han intensificado precisamente luego de 1945?
La respuesta es que el III Reich sobrevivió con Hitler a la cabeza y continuó el desarrollo de sus actividades en las narices de los Vencedores, siendo el tema OVNI uno de sus más importantes logros, por lo que los cielos de los países más poderosos del mundo, son los más visitados por estos extraños discos voladores. Por lo menos es lo que se afirma en muchos círculos, y traen como prueba la famosa operación High Jump, de 1946 o 1947, supuesta actividad científica de reconocimiento al territorio de la Antártida (donde se creía que estaba Hitler y su imperio en Neu Schwabenland) pero que tenía un carácter militar incuestionable como se verifica por el inmenso arsenal de guerra que se desplazó al sur del mundo. Lo extraño de todo esto es que la operación fracasó, debiendo regresar a casa con innumerables bajas humanas y logísticas. Quién provocó esto? Quién se resistió en la Antártida?
Los OVNI’s por supuesto. Pero cómo es esto posible?
Es bien sabido que el III Reich no era un mero movimiento político surgido como consecuencia de su propio tiempo. Los más altos y antiguos jerarcas Nazis (Hitler, Hess, Himmler, Rosenberg, etc) eran adeptos al ocultismo y el esoterismo, bases reales de la posterior doctrina del NSDAP. La semilla del Partido está en la Thulegesellschaft o Sociedad Thule, fundada por el Barón Rudolf von Sebottendorf. No es el espacio apropiado para hablar de este grupo, pero allí se sentaron muchas bases que soportaron las actividades Nazis de los años posteriores, incluso en la investigación científica, dirigida por personajes anónimos y desconocidos que movieron el péndulo sin que muchos sabios alemanes que trabajaron para el NSDAP, como Werner von Braun se percataran plenamente de ello. Incluso cuando estos hombres de ciencia trabajaban en Peenemunde en los proyectos secretos del Reich, algunos de ellos aseguraban estar siendo ayudados por “Seres de otros Mundos”, frase nunca aclarada del todo, por lo menos a las masas.
Sucede que estos esoteristas anónimos que se ocupaban de inspirar el desarrollo de la cosmovisión Nacionalsocialista y de hacerla realidad, se basaron en el principio básico de obtener progresos científicos mediante una “Ciencia Nueva”, utilizando energías totalmente diferentes respecto de las convencionales, haciendo que las utopías pudiesen convertirse en realidad. Es así como establecieron el criterio fundamental de orientación de la “Nueva Ciencia Alemana”: IMPLOSIÓN EN LUGAR DE EXPLOSIÓN”.
Tal principio se explica así: convencionalmente, todos los elementos que resultan de la investigación científica tradicional y cuyo movimiento se produce en virtud de la combustión, necesariamente se relaciona con la explosión y consecuentemente, con la destrucción. Piénsese en un automóvil por ejemplo. Quema su combustible en un proceso de explosión, lo cual es destructivo y trae serias consecuencias para el medio ambiente. Basta con observar cómo se encuentra nuestro mundo actualmente. El objetivo de los esoteristas nazis, era identificar fuerzas desconocidas de la naturaleza, inconcebibles para el pueblo y la base de científicos tradicionales, a fin de hacerlas efectivas y producir un nuevo sistema implosivo que viniera a ser la clave de la ciencia paralela que trataba de recuperarse y ponerse al servicio del NSDAP. Las consecuencias de todo esto se verificarían a largo plazo, en todos los órdenes de la vida.
Es así como diversos departamentos secretos de la SS trabajaban febrilmente en perfeccionar tecnologías novedosas, que fueron las que finalmente desembocaron -entre otras cosas- en los platillos voladores OVNI, cuyos diseños iniciales se inscribieron dentro de la llamada serie HAUNEBU, cuyo funcionamiento se basaba en la levitación electrogravitacional y la fuerza por “terriones” (fuerzas cósmico-telúrico-terrestres), activadas mediante las “peonzas volantes” del Dr. Víctor Schauberger. Tales mecanismos fueron perfeccionados, especialmente con el “Propulsor Kohler” del capitán Hans Kohler, el cual tan sólo requería de un mínimo de energía para ponerse en movimiento; al cabo de unos minutos, el propulsor era capaz de mantenerse activo por sí sólo, produciendo su propia energía y sin consumir dicha fuerza. Tales energías eran provenientes de la propia tierra, lo cual traía efectos inimaginables para el espectador.
Pero fue en 1941 que se desarrolló otra peonza volante, la de Schriever-Habermohl, la cual fue diseñada ya para un aparato de forma circular y que despegaba de forma vertical. A partir de allí, fueron generándose nuevos prototipos cada vez mejores, aunque la cadena de fracasos fue amplia. Empero, algo muy increíble debió obtenerse en algún momento, ya al final de la guerra, cuando el tiempo se había agotado. No en vano, algunos bombardeos aliados se dirigieron contra aquellos puntos donde presumiblemente los Nazis llevaban a cabo experimentos tendientes a la consecución de las Wunderwaffen.
Pero lo cierto es que en el fenómeno OVNI, con frecuencia se han verificado elementos anómalos por parte de los testigos de los avistamientos. Es así como en diversos lugares del mundo, se ha detectado la presencia de extraños artefactos que se identifican (contrario a lo que se cree) con cruces de la Wehrmacht y la SS. Tal información es sistemáticamente ocultada por los altos Gobiernos, por supuesto por ser una información explosiva.
Esto ha sido posible gracias a los logros obtenidos por la Kriegsmarine Nazi, que desde los años 30 se dedicó a forjar enclaves secretos para los Nazis, especialmente en la Antártida. Es así como diversas expediciones alemanas se dirigieron al Sur del mundo, a fin de hacer reconocimiento de territorios inexplorados, que pudieran servir como extensiones territoriales alemanas, en donde se pudieran llevar a cabo investigaciones secretas. Un ejemplo de esto es la expedición de Alfred Ritscher, en 1938.
En 1942, el Almirante Karl Dönitz hizo una críptica afirmación: “La Kriegsmarine se enorgullece de anunciar haber descubierto un nuevo Paraíso Terrenal, un Shangri-la para el Führer en algún lugar del mundo”…a grandes rasgos esas fueron sus palabras. Cuando Hitler desapareció en 1945, los aliados nunca creyeron en su suicidio. Le buscaron incesantemente y la creencia generalizada era que se encontraba en la Antártida, allí donde se trasladaron los OVNI’s Nazis y donde desde hace 60 años trabajan en el perfeccionamiento de estas nuevas tecnologías.
Son diversos los datos que tenemos sobre estos temas y que pueden generar un interesante debate; por ejemplo el paradero de 100 submarinos alemanes que desaparecieron misteriosamente al final de la guerra, sin dejar rastro. No fueron hundidos, ni capturados…desaparecieron. El reporte final aliado decía: “DESAPARECIDOS MISTERIOSAMENTE”.
Todos estos temas que tratado superficialmente aquí, son mucho más complejos y están dotados de muchísimos más elementos, lo cual daría para escribir páginas enteras. Es difícil hacerlo aquí. Pero la conclusión final es la siguiente: si el III Reich no fue vencido y ha continuado desarrollando su maquina de poder sin detenerse un sólo instante, ciertamente dispone de una fuerza inimaginable, y se encuentra a la espera de salir a la superficie para completar un trabajo inconcluso. COMO PARA ERIZAR LA PIEL!
PERO NO SERÉ YO QUIEN CERTIFIQUE TAL INFORMACIÓN.
Dejo algo de lo que se sobre el tema para reflexión e información de los queridos cofrades. Repito: el tema es mucho más extenso y complejo, a la vez que interesante.
El amigo Miguel desea saber sobre la búsqueda del Grial en Montserrat por parte de Heinrich Himmler y la SS. Otro tema apasionante. Dadme tiempo y hablaré también de ello. Es otro asunto de enormes características.
Mis amigos, si hay alguna observación o inquietud, haré lo imposible por resolverla.
Un gran abrazo.
¡Ufff… Y el caso es que tu comentario es del todo creíble! Yo ya he leído cosas a las que aludes y, ciertamente, no has dejado acento sin tilde. Magnífica exposición, mi buen amigo.
Vamos a ver: Lo del tema de la expedición norteamericana al continente antártico es del todo cierto.
Observad este vídeo. (Si os gusta, seguid la serie de 107 vídeos con calma y paciencia).
Luego me comentáis.
Totalmente de acuerdo con tu exposición, Iván. El tema es, realmente, peliagudo.
Un abrazo y que no decaiga el tema.
LEITER
Leiter y amigos, el enlace al que nuestro querido anfitrión nos ha remitido no es otra cosa que LA TEORÍA DE LA TIERRA HUECA, un tema más que envolvente. Confieso que siento una atracción irreverente hacia ese asunto y realmente creo en la realidad de esa idea. Por supuesto soy muy cauto al hablar de ello, frnacamente es difícil encontrar mentes abiertas que estén dispuestas a expandir sus criterios en aras de establecer una discusión saludable. Blues es el escenario indicado para ello.
A quien le atraiga el tema le recomiendo la lectura de «La Raza Futura» (The Coming Race), novela de Sir Edward Bulwer-Lytton, para que saque sus propias conclusiones. Bulwer-Lytton formó parte de la Orden Golden Dawn (Amanecer Dorado), un grupo de esoteristas dedicados a la magia y el ocultismo, que también buscaban información vital para la estructuración y soporte de las teorías más extrañas posibles. Hay quien diga que esta novela es en realidad un testimonio de su experiencia propia…ME QUEDO SIN ALIENTO!
Ya hablaremos sobre esto.
Gracias Leiter por la oportunidad de estas charlas tan emocionantes. El intelecto se nutre permanentemente.
Un abrazo.
No deja de resultar curioso que el libro al que haces mención, The coming Race, debe descansar en algún baúl de mi trastero. Leí ese libro a los veintitantos años y me llamó bastante la atención por su contenido. Me lo había recomendado un amigo en vista de mi predilección por Swift y Gulliver´s Travels, una de las obras más geniales que he leído nunca (El relato de los Houymnmnmn — o cómo se escriba — me resultó impactante por su contenido moral). Hasta donde alcanzo a entender, Bulwer-Lytton era parlamentario inglés y también quiso realizar una crítica hacia la encorsetada sociedad inglesa de su tiempo. Recuerdo que era tanta la perfección alcanzada por esos seres subterráneos que el propio autor se decanta finalmente por nuestra sociedad terrenal, con sus vicios y sus virtudes. Al parecer, este libro fue muy seguido por ocultistas de toda Europa y se dice que algunos trataron de buscar aquel mundo de seres subterráneos.
A ver si cuando tenga el brazo derecho en forma me pongo a reorganizar el trastero y encuentro ese libro. Me gustaría volver a leerlo.
Gracias a ti siempre, amigo Iván, por enriquecer este bar con tus comentarios. Me haces recordar cosas de las que ya ni me acordaba.
Un abrazo
LEITER
Cuando recuperes el libro, mi buen Leiter, observarás que en determinado momento se pasa de un tono de relato a un poco de «monotonía» en la historia; esto se debe a un carácter enormemente descriptivo que inunda el texto, por lo menos en ese punto de la obra, la cual posteriormente recupera su condición narrativa.
Esa «descripción» que te menciono, ha servido de herramienta para aquellos que aseguran que Bulwer-Lytton en realidad pretendía contar SU EXPERIENCIA PERSONAL más que exponer narrativamente una creencia o saber tomado de otros libros. Es decir, la fuente del autor fue la propia experiencia directa (si acogemos la teoría mencionada, claro).
Ya continuaré con los demás temas prometidos.
Un abrazo mi Campeón.
Lo de la Antartida y los cien submarinos me parece del todo acojonante…en cualquier caso en teoria deben estar muertos o remplazados por otras personas, podrian ser norteamericanos los que antes o después los localizarán o los rusos, o todos.
Yo lei hace poco que Hitler y Eva Braun acabarón sus dias en Argentina rodeados de colaboradores y que a veces cenaban con militares argentinos….creo que en la Patagonia.
Me parece muy interesante todo lo que he leido aqui, un saludo a todos.
Olvídalo Miguel: Hitler y Eva Braun jamás pusieron un pie en la Argentina, por mucho que ciertos historiadores insistan en afirmar que poseen pruebas «incontrovertibles» de ello. Les habría sido muy fácil a los Aliados capturarlo allí, por más que en aquellos años, la zona en donde presumiblemente de encontraba el Führer no fuera tan habitada como hoy.
La operación High Jump es mucho más diciente sobre el paradero de Hitler.
No: Hitler jamás estuvo en Argentina! DEFINITIVAMENTE NO.
Ya hablaremos del resto. Un abrazo a todos.
Estoy contigo Iván, de hecho los servicios secretos israelies (Mosad) hicerón algunas operaciones de caza de nazis en Argentina con mucho exito, y por la misma regla de tres hubierán llegado a Hitler, Yo tampoco le daba credibilidad a esa historia. Me llama la atención mucho más lo de los 100 submarinos nazis.
Iván, aprovecho para comentarte que nuestro amigo Miguel es el administrador general de YONOSOYLUISFIGO, una página que te recomiendo si quieres estar al día de todo cuanto acontece en la actualidad deportiva española. Los que escriben ahí son unos verdaderos extraterrestres por su buen hacer y su sagacidad no exenta de crítica aguda y humor del bueno.
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Gracias Leiter, es un blog de amiguetes y en verano no tiene vida, casi, pero estais todos invitados a pasar por alli. Sólo dos cosas a tener en cuenta en nuestro blog no se habla ni de politica ni de religión…De momento nos ha ido bien asi, me encanta está sección Leiter, tenemos que seguir con el tema de los extraterrestres, me encanta.
«Churchill ocultó el avistamiento de un ovni para que no cundiera el pánico»
Aquí, el enlace de EL PAÍS
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Yo también quisiera compartir un enlace al que llegué de casualidad mientras leía hoy un artículo sobre los experimentos nucleares de la Guerra Fría en el espacio… en fin, el enlace es éste: http://es.wikipedia.org/wiki/Ecuaci%C3%B3n_de_Drake
Bueno, parece que el tema va un poco en serio:
http://www.elpais.com/articulo/futuro/expertos/preparan/hallazgo/vida/extraterrestre/elpepusocfut/20110112elpepifut_1/Tes
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