Soy-Clase-media

Uno de los interrogantes que plantea la actual crisis es qué consecuencias traerá para aquellos países en donde la clase media se ha desarrollado fuertemente a la luz del crecimiento económico de las últimas décadas. Ha partir de los años cincuenta del pasado siglo se fue afirmando un trasvase social en las economías desarrolladas que trajo como consecuencia el surgimiento de lo que hoy llamamos clase media (con matices según los sociólogos a la hora de la definición pero que se diferencia claramente de las denominadas clases alta y baja)

No existe lugar a dudas que las crisis como la presente afecta a la sociedad en su conjunto (los que pierden y los que dejan de ganar). Si bien las clases más bajas son las más afectadas y con menos medios (más cercanas a la exclusión social) en estas situaciones, trabajo mediante y ayudas sociales, son las que más rápidamente se recuperan pues su nivel de expectativa es más bajo (si se me permite el eufemismo, tienen asumida su pobreza e inmovilidad social)

Las clases altas pueden aguantar y en el mejor de los casos salir mejor parados (la evaluación ética de su comportamiento excede este post). Pero el verdadero problema para nuestras economías es la evolución de la clase media. En esta coyuntura la situación es más grave por la condición de los de 30 a 40 años que es el recambio natural de los que vegetativamente van saliendo de la economía y semillero para su crecimiento. Estudios de los más diversos orígenes confirman que se trata de la generación mejor preparada de la historia no solamente en España sino en la mayoría de los países de nuestro entorno. Paralelamente también señalan que lo que podría ser un plus enorme para enfrentar el futuro se convierte en un problema de difícil solución caracterizado por:

– niveles salariales rondando los 1000 euros con fuerte dependencia de sus padres e inciertas panorama de crecimiento profesional (atomización de posibilidades) y alto endeudamiento
– error de percepción en lo que significa la formación al momento de ingresar al mercado laboral que los convierte en demandantes exigentes en un mercado con oferta reducida. (universitarios y FP)
– se han formado gracias al esfuerzo de sus padres con lo que no valoran el sacrificio y la necesidad del tiempo como parte del crecimiento personal y económico. Siempre tuvieron como mínimo sus necesidades básicas satisfechas
– Autoestima muy vulnerable como consecuencia del bombardeo publicitario que incentiva el sentimiento de frustración por no conseguir lo que el sistema consumista exige .
– Abandono del modelo familiar como ejemplo a seguir, lo que los convierte en ultracompetitivos donde el que no es primero en lo suyo fracasa

Son los llamados mileuristas, baby losers, generación Peter Pan y bien pudieran ser la nueva clase social dominante (en términos numéricos). Se estima que en España pueden alcanzar en torno a los doce millones de personas. Los más pesimistas ya hablan de la muerte de la clase media y el surgimiento (en términos sociológicos no se puede establecer fechas concretas sino solapamiento de acontecimientos) de una nueva estructura donde existirán una clase rica (más rica y tecnificada) y una masa social (amalgamamiento de clase baja y media) con consumo orientado a necesidades básicas. Es decir, la estratificación social de la mayoría de los países de Latinoamérica. El resultado de ello es que está masa social carente de expectativas de movilidad es menos estable, proclive a escuchar los cantos de sirena, más apática (efecto frustración – desencanto) y sin proyecto a largo plazo .

Sin analizar la pertinencia o acierto de las medidas del actual gobierno y las opiniones la oposición, pareciera que la clase política está observando a este colectivo no sólo con fines electoralistas sino como antídoto a la amenaza de extinción de la clase media, paralelamente al sostenimiento de los más desprotegidos. Personalmente creo acertado la preocupación de la dirigencia política pues en ello nos jugamos valores de presente y futuro como:

– fortalecimiento /sostenimiento del llamado estado de bienestar
– mantenimiento del esquema de movilidad social que genera crecimiento personal y global.

Espero que nuestra dirigencia acierte en sus respectivos roles pues éste, como todos los procesos sociales, es lento pero vital para las futuras generaciones

Un abrazo y buen fin de semana

THENIGER