Aunque pueda parecer sorprendente, don Blas, no dejo de admirar la firmeza de sus convicciones ideológicas en estos tiempos de contrastados travestismos políticos y enmascaramientos doctrinales que tanto pervierten y confunden a la opinión pública. Usted es una persona de las de siempre, donde su discurso nunca ha sido maquillado para suavizar la dureza y pétrea autoafirmación que siempre ha caracterizado su línea maestra de pensamiento: A las cosas hay que llamarlas por su nombre, al pan, pan y al vino, vino, por más que a algunos les duela. No hace falta sino echar un simple vistazo a las hemerotecas para comprobar cómo su trazado argumental no ha variado una coma desde los últimos treinta años hasta la más viva actualidad, para descrédito y sonrojo de muchos políticos — de todo el arco ideológico — que han ido dando tumbos según las iban viendo venir: Unos, pasándose al contrario y siendo tan radicales bajo otra bandera muy distinta a la que antaño sirvieron. Y otros, incluso, disfrazándose de demócratas bajo una piel no de cordero precisamente, auténticos cínicos del circo político. ¡Cuánto deberían haber aprendido de usted, don Blas, que jamás renegó de sus ideales! Su tiempo político pareció extinguirse y haber pasado de moda, pero viendo lo que se ve estos días por Europa, cuando las diversas coyunturas a muchos les hacen volverse a mirar el ombligo, me da que usted aún no ha dicho su última palabra. Será una cuestión de tiempo, don Blas. Desde mi más diametralmente opuesta opción política, mi admiración y respeto por la firmeza y convicción de sus ideales. Que Dios le guarde a usted por muchos años.
Pues empecinarse treinta años en el error no me parece coherencia sino obsesión…sin acritud, ¿eh? Besos
Ya te digo… No sabes lo que me costó redactar este breve post, Amalia. Ya sabes que en esta sección intento ser correcto con todas y todos, ofrecer otra visión más cercana y menos crítica… En fin.
Besos, muchos besos.
LEITER
Ya, ya…por eso lo de la acritud pero es que a este no podía dejarlo pasar de rositas…jajaja.
Besos
Pues ya verás cuando le llegue el turno a Tejero. Recuerda que fundó un partido llamado SOLIDARIDAD ESPAÑOLA…
Tranquila, será después de las vacaciones…
Besos, muchos besos.
LEITER
Vale, entiendo tu intención, que Dios lo guarde. Pero dile a Dios, si tienes confianza con él, que lo guarde escondidito, escondidito… vamos que no lo encuentre ni su Ángel de la Guardia.
Yo si tengo confianza en Dios, lo que ocurre es que Dios no tiene confianza en mí (Algo de eso escuché en la película LOS LUNES AL SOL)
Joder, Lizard, eres tremendo… «Que no lo encuentre ni su Ángel de la Guarda»
Pero, eso mismo, lo que tu dices: Que lo tenga escondidito, escondidito…
Un beso y un abrazo
LEITER
Hola, llego aquí desde el blog de Ángel Guirao, mi primo Angelete. Yo sólo he escuchado una vez hablar a Blas Piñar. Fue cuando ya estaba de capa caída, en el Hotel 7 Coronas de Murcia. Yo esperaba un discurso político, pero me encontré con una conferencia sobre teología, y concretamente sobre angelología, que es la ciencia o el saber sobre los ángeles. Y os puedo asegurar que fue algo fantástico. Es un gran orador, pero sobre todo es un gran pensador, un hombre con mucha categoría y encanto personal, y un sabio. Ideológicamente, un demócrata al uso lo definiría como un «integrista religioso». Para mí, tan sólo un español y un católico de pro.
Cuando Manuel Marín, diputado socialista, se despidió de la política y de su puesto como presidente del Congreso, le preguntaron de qué diputados guardaba mejor recuerdo, y al primero que mencionó fue a Blas Piñar, de quien resaltó sus magníficas cualidades como orador y su extraordinaria presencia como político.
Me ha gustado este artículo y en general el blog. Un saludo.
Paco Artero
Bienvenido al blog, Paco Artero y siéntase como en su casa. Cada uno tiene su opinión de don Blas Piñar y me alegro que la suya sea del todo favorable, para contrastar las que hasta ahora hemos ido recibiendo.
Hay, sin embargo, un asunto que me extraña un poco. Afirma usted que Manuel Marín se refirió a don Blas Piñar como diputado de la última legislatura. No sé, pero según mis informaciones, don Blas no ha vuelto a ser diputado por el Congreso desde 1979 cuando obtuvo un escaño por Madrid por la coalición Unión Nacional, acta que no pudo revalidar en 1982 liderando Fuerza Nueva. Por eso me choca un poco el comentario al que usted ha hecho referencia de Manuel Marín.
Gracias por su intervención y envíele mis más cordiales saludos a Ángel Guirao, que está de vacaciones según se informa en su blog LA CARRETERA
LEITER