Cuando los Reyes Católicos decidieron expulsar a los judíos de la Península Ibérica mediante el Decreto de la Alhambra de 1492, muchos de ellos se instalaron en la costa norteafricana, principalmente en las orillas de Tánger, y también en Fez y Tetuán. Una de las ramas del inmenso patrimonio cultural judeo-sefardita que dicha comunidad preservó en su nuevo exilio fue precisamente la llamada música sefardí. Esta tiene su origen en los judíos que habitaban los reinos peninsulares hispánicos y cuya labor creativa se ceñía a adaptar el cancionero popular castellano a los nuevos ritmos árabes. De esta forma, la música sefardí no deja de ser una bella fusión de la música árabe, en cuanto a ritmos e instrumentos, y cristiana en lo relativo al idioma en que se cantaba, que era el incipiente castellano. Así, no podemos hablar de una creación propia sino más bien de una adaptación a unas melodías ya existentes con el añadido de una riqueza tanto rítmica como instrumental. La temática de dichas canciones es muy variada aunque predomina la amorosa, principalmente, y también la propia para bodas e incluso la más íntima, representada en unas bellísimas canciones de cuna. Al ser expulsados los sefardíes de España, llevaron consigo este bagaje cultural que fue ampliado y enriquecido por nuevas formas propias de las tierras de acogida, tanto en África del Norte como en la Europa Oriental, aunque sin llegar a perder la verdadera esencia musical de origen. Por ello, cuando escuchamos alguna interpretación seria de música sefardí nos introducimos en una especie de túnel del tiempo y podemos hacernos con una idea clara acerca de cómo sonaba esa música en la España medieval.
El tangerino Emil Zrihan es uno de los máximos representantes en lo que a la interpretación de esa música se refiere. Conocido respectivamente como «La voz del pájaro burlón» y «El ruiseñor marroquí», Zrihan ha tenido la sabia virtud de llevar hasta Israel toda la tradición musical sefardí del Norte de África. Acompañado por laúd, violín, kanoun y darbuka, el intérprete tangerino ha sabido aprovechar sus cualidades vocales de contratenor para inyectar una nueva savia en la rica mezcla de música arábigo andaluza y norteafricana. Actualmente colabora con los servicios de la sinagoga de Ashketon y ha tocado en los principales países árabes del mundo. Su gira, en 1999, a los Estados Unidos fue tremendamente exitosa y fue seguida con atención por numerosos rabinos de las principales urbes norteamericanas.
Aquí os dejo este enlace con una de las interpretaciones de Emil Zrihan acompañado por la Orquesta Andalusí de Israel. De verdad, no os perdáis este vídeo. La música es de una belleza extraordinaria y las cualidades vocales de Zrihan resultan especialmente asombrosas. Disfrutadlo.
Me vas a perdonar, Leiter, pero Emil Zrihan no es tangerino. Nació en Rabat en 1954.
Lo que si quisiera yo destacar y que seguro que muchos españoles desconocen es que la música sefardí está continuamente presente en la cultura judía como parte de sus raíces llegando incluso a ser incluída en muchas de sus oraciones religiosas. Por ello no es de extrañar que en determinadas festividades, en las sinagogas de todo el mundo suenen canciones en castellano o ladino. También se halla presente en las bodas de familias procedentes de todo el Magrheb y no solo de la parte que perteneció al protectorado español sino incluso al francés.
Saludos.
Saludos, Ricardo:
Bueno, hay ciertas controversias: Si bien es cierto que Zihran, según algunas biografías, es natural de Rabat, no lo es menos que en otras se le atribuye un origen tangerino:
http://www.embajada-marruecos.es/Pagehtml/Musica.htm
En esta web, de la propia embajada de Marruecos, se afirma que Zhrihan es tangerino (Ver apartado de MÚSICA SEFARDÍ)
Sea como sea, lo que he querido resaltar en esta capítulo de hoy dedicado a temas de Tánger es la impronta peninsular, árabe y judía de una parte de la cultura sefardí, propiamente de la música.
¡Cuándo será el día en que el mundo acierte a entender que las culturas sociales humanas se complementaron armoniosamente en el pasado! ¡Cuándo podremos contemplar de nuevo ejemplos de PACÍFICA CONVIVENCIA como lo fueron Toledo o Tánger!
Digo esto porque hoy nos hemos desayunado con una trágica noticia ocurrida en Gaza. Ya estoy cansado de buscar culpables; simplemente solicito que, de una vez por todas, PAREMOS ENTRE TODOS ESTA LOCURA.
Nada que perdonar, Ricardo, todo lo contrario. Pero no me negarás que los cánticos de Zrihan no recuerdan, en parte, a Tánger. A mi lado se encuentra una tangerina de nacimiento y corazón que se ha emocionado contemplando el vídeo…
Saludos. (Pido disculpas por mis presumibles fallos de documentación pero ya tenía la entrada redactada…)
LEITER
Cómo canta el tío, se nota que es contratenor. Por cierto, tanto el arranque como el final, especialmente el final, son muy flamencos. Nadie sabe a ciencia cierta dónde y cuándo se originó el flamenco, pero es seguro que está estrechísimamente emparentado a esta música.
A ver si pones más música árabe de la buena.