Una gran parte de los directores de orquesta centroeuropeos cuyas carreras artísticas empezaron a desarrollarse a partir de la década de los años veinte del siglo pasado se vieron obligados a aceptar los más diversos destinos para tratar de seguir con su actividad en vista de la convulsa situación política que padeció Europa en la siguiente década de dicha centuria. No sólo el continente americano fue el destino final de muchos de ellos, sino también la naciente Unión Soviética hasta que a partir de 1936 la situación se volvió del todo insostenible allí a causa de las terroríficas purgas llevadas a cabo por el dictador Stalin. Ya finalizada la guerra, una buena parte de los directores emigrados a América decidieron permanecer allí mientras que otros trataron de reorganizar sus carreras regresando a Europa. El caso del director Georges Sébastian fue especialmente paradigmático de esta situación. Húngaro de nacimiento, sus inicios artísticos estuvieron ligados, a la manera de un Kapellmeister, a distintos teatros de ópera alemanes hasta que decidió trasladarse hasta la URSS para desde allí partir en unos años a América. Regresó a Europa tras el conflicto bélico y se naturalizó francés para llegar a ser todo un especialista en la música de Wagner. Su vida fue un verdadero caleidoscopio artístico.
Georges Sébastian nació el 17 de agosto de 1903 en Budapest, Hungría, y comenzó sus estudios musicales de violín y piano en la Academia Franz Liszt de Budapest para luego tratar la composición bajo la tutela de los profesores Bela Bartok, Zoltan Kodaly y Leo Weiner. Conocido en sus principios con su nombre original húngaro de György Sebestyén, en 1921 se graduó de sus estudios e ingresó como repetidor en la Ópera Estatal de Munich, recibiendo cursos de dirección de su superior Bruno Walter y llegando a ser su director asistente al año siguiente. Durante la temporada de 1923/24, Sébastian viajó a Nueva York y fue contratado como director asistente del Metropolitan tras haberse presentado como pianista. Un año después, Sébastian decidió regresar a Europa para dirigir en Hamburgo y pasar luego a Leipzig entre los años 1925 y 1927. Este último año, Sébastian fue promocionado por Bruno Walter para ser nombrado primer director de la Städtische Oper de Berlín, cargo en el que permaneció hasta 1930 y en donde dio a conocer obras de Bartok y Krenek. Ya en 1931, Sébastian partió hacia la URSS para ser nombrado director musical de la Orquesta Filarmónica de la Radio de Moscú durante un periodo de tiempo que abarcó hasta 1938 y en donde tuvo el honor de dirigir la primera representación original del Boris Godunov de Mussorgski.
Ese mismo año de 1938, Sébastian puso nuevamente rumbo hacia los EEUU y allí pasó los años de guerra aceptando numerosos cargos, como director ocasional de la Ópera de San Francisco, asesor musical de la emisora CBS y director titular de la Orquesta Filarmónica de Scranton, en el Estado de Pennsylvania, cargo que ejerció entre 1940 y 1945. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Sébastian decidió regresar a Europa y establecerse en París, ciudad en donde al poco tiempo fue designado director principal del repertorio wagneriano de la Ópera de París y en donde alternó la actividad escénica con la sinfónica al ser elegido director principal de la Orquesta Nacional de Radio Francia. Además, Sébastian desarrolló una gran actividad como director invitado de diversas agrupaciones sinfónicas europeas y colaboró con asiduidad en la Ópera Cómica de París. Casado con la soprano Delia Reinhardt, Sébastian falleció finalmente el 12 de abril de 1989 en Le Hauteville (Yvelines).
De figura pequeña pero compacta sobre el podio, Georges Sébastian fue un director muy dinámico cuya técnica de batuta, sin ser del todo ortodoxa, le sirvió para obtener unos resultados musicales de considerable impacto y emoción. Si bien su repertorio operístico fue extenso, Sébastian se destacó sobremanera en los dramas wagnerianos y llegó a ser invitado por numerosos coliseos operísticos del mundo por dicha condición. Director versátil, su repertorio sinfónico se centró en los grandes posrrománticos como Bruckner y Mahler, llegando también a abordar con éxito la música de Richard Strauss. De copiosa producción discográfica resuelta para numerosos sellos durante su trayectoria artística, el núcleo central de sus registros se basó en el terreno operístico y en la actualidad existen numerosas grabaciones, algunas de ellas piratas, en las que se deja entrever las grandes cualidades de Sébastian como intérprete. Sébastian tuvo además el honor de presentar por primera vez en París a míticas figuras del mundo lírico, como Maria Callas (1958) y Renata Tebaldi (1959). Afortunadamente, de un tiempo a esta parte, muchas de las grabaciones de Sébastian han sido reeditadas, lo que ha servido para que su nombre haya experimentado un cierto renacer en épocas presentes.
De entre la producción discográfica debida a Georges Sébastian podemos mencionar las siguientes grabaciones. (Advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen por qué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Fragmentos de Carmen de Bizet, junto a Nadine Conner y dirigiendo la Orquesta del Metropolitan (COLUMBIA 607); Poema para violín y orquesta de Chausson, junto a Christian Ferras y dirigiendo la Orquesta Nacional de Bélgica (DECCA 468496); Lakmé de Delibes, junto a De Luca, Jansen, Lemaitre y Robin, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera Cómica de París (DECCA 491202); Concierto para violoncelo de Dvorak, junto a Pierre Fournier y dirigiendo la Filarmónica Checa (referencia desconocida); fragmentos de Tosca de Puccini, junto a Mario Lanza y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de París (EMI 67916); Tzigane de Ravel, junto a Christian Ferras y dirigiendo la Orquesta Nacional de Bélgica (DECCA 468496); fragmentos de El barbero de Sevilla de Rossini, junto a Maria Callas y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de París (EMI 67916); Vier letzte Lieder de Richard Strauss, junto a Kirsten Flagstad y dirigiendo la Orquesta de la Deutsche Oper de Berlín (AUDITE 23416); fragmentos de Tristán e Isolda de Wagner, junto a Kirsten Flagstad y dirigiendo la Orquesta RIAS de Berlín (URANIA 241); y, finalmente, Wesendonck Lieder de Wagner, junto a Kirsten Flagstad y dirigiendo la Orquesta de la Deutsche Oper de Berlín (AUDITE 23416). Nuestro humilde homenaje a este gran director de orquesta.
¿Que opinión os merece este director?….