Fundada en 1957, la Ópera Cívica de Dallas pasa por ser una de las instituciones operísticas más importantes de los EEUU. El coliseo tejano pronto se convirtió en un enclave de referencia y presentación norteamericana de las más grandes figuras líricas de la época al tiempo que también fue plataforma de despegue para numerosos cantantes que iniciaron allí sus brillantes carreras artísticas. Además, sirvió de escenario a numerosas representaciones televisivas de enorme audiencia que ayudaron a popularizar el género lírico entre los estadounidenses. Desde el año 2010, Keith Cerny ocupa el cargo de director general artístico mientras que la dirección musical recae en el británico Graeme Jenkins, quien en breves fechas será nombrado director emérito. Pero sin ningún tipo de duda, el nombre de la Ópera Cívica de Dallas va asociado desde su origen a la personalidad de quien fue su fundador, el director estadounidense Nicola Rescigno, una de las personalidades más destacadas de la historia operística de los EEUU.
Nicola Rescigno nació el 28 de mayo de 1916 en Nueva York (), EEUU, en el seno de una familia de músicos de origen italiano y en la que su padre ejercía como trompetista en el Metropolitan. Tras un breve paso por Italia con la intención de estudiar derecho, Rescigno retornó a Nueva York e ingresó en la Juilliard School para ampliar su formación musical bajo la tutela de los profesores Pizzetti, Giannini y Polacco. En 1943, Rescigno debutó como director de ópera en la Academia de Música de Brooklyn y aquella actuación le sirvió para poco más tarde emplearse en pequeños teatros de ópera norteamericanos, como el Teatro San Carlo, la Ópera de Connecticut y la Ópera de La Habana. Ya en 1953, Rescigno logra crear, con el apoyo de una cantante y un hombre de negocios norteamericanos, la Ópera Lírica de Chicago, institución en la que hará su presentación oficial en América un año después la diva Maria Callas, figura lírica con la que colaborará posteriormente Rescigno a lo largo de toda su trayectoria artística. Sin embargo, en 1956, Rescigno abandonó Chicago tras una fuerte disputa con los administradores de la institución operística.
En 1957, y con la colaboración del empresario Lawrence Kelly (el mismo que había hecho posible la fundación de la Ópera Lírica de Chicago), Rescigno fundó la Ópera de Dallas, siendo su director artístico hasta 1990. Allí dirigió personalmente la presentación americana de cantantes de la categoría de Plácido Domingo, Teresa Berganza, Montserrat Caballé, Gwyneth Jones y Joan Sutherland, entre otros, aparte de mantener su colaboración artística con Maria Callas. También resucitó títulos de ópera barroca (Vivaldi y Haendel), con lo que la institución tejana pasó a ser en pocos años uno de los centros líricos referenciales de EEUU. Rescigno debutó como director en el Metropolitan en 1978 con una producción de Verdi y a partir de entonces alternó su labor en Dallas con actuaciones como director invitado por las más prestigiosas instituciones operísticas del mundo, incluyendo la Ópera de Viena, el Covent Garden y el Teatro Colón de Buenos Aires, con especial dedicación al repertorio italiano tradicional. En 1977, con el nombramiento de Plato Karayanis como director musical de la Ópera de Dallas, Rescigno se fue apartando gradualmente de dicha institución a causa de las reformas llevadas a cabo por aquel. Retirado a la localidad italiana de Viterbo a partir de 1990, Rescigno falleció allí el 4 de agosto de 2008 mientras estaba siendo intervenido de una operación quirúrgica en una pierna.
Aclamado director de ópera en los EEUU (fue el primer director operístico nacido estadounidense y allí consagrado), Nicola Rescigno destacó por llevar a cabo unas representaciones operísticas muy trabajadas y por apoyarse para ello en una técnica de batuta que fue considerada portentosa por toda la crítica. Rescigno fue el maestro y mentor que dio forma a dos de las más reputadas instituciones escénicas norteamericanas, la Ópera Lírica de Chicago y la Ópera Cívica de Dallas. Maestro muy apreciado por las mejores figuras líricas de su época en base a su vigor e integridad musicales, Rescigno basó fundamentalmente su repertorio en la ópera italiana con especial atención a Verdi, Puccini y los belcantistas, sin descuidar por ello otros títulos de Haendel y Mozart. Su producción discográfica fue del todo extensa y se encuentra recogida en los más importantes sellos discográficos.
De entre la producción discográfica debida a Nicola Rescigno podemos mencionar las siguientes grabaciones. (Advertimos que los enlaces que vienen a continuación no tienen por qué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada):
Ah, Perfido! de Beethoven, junto a Maria Callas y dirigiendo la Orquesta d la Sociedad del Conservatorio de París (EMI 66465); Il pirata de Bellini, junto a Callas, Peterson, Sarfaty y Ego, y dirigiendo la Orquesta de la Sociedad Americana de la Ópera (EMI 64938); Medea de Cherubini, junto a Callas, Carron, Berganza y Vickers, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Dallas (MYTO 164); El elixir del amor de Donizetti, junto a Pavarotti, Bruscantini, Blegen y Ellis, y dirigiendo la Orquesta del Metropolitan (DECCA 1101409); Lucia de Lammermoor de Donizetti, junto a Kraus, Lloyd, Bruson y Gruberova, y dirigiendo la Royal Philharmonic Orchestra (EMI 64622); Madama Butterfly de Puccini, junto a Olivero, Cadoni, Borrelli y Cioni, y dirigiendo la Orquesta del Teatro San Carlo de Nápoles (HARDY 6016); Tosca de Puccini, junto a Pavarotti, Milnes, Freni y Tajo, y dirigiendo la Orquesta Filarmónica Nacional (DECCA 414036); y, finalmente, La traviata de Verdi, junto a Callas, Valletti, Zanasi y Collier, y dirigiendo la Orquesta del Covent Garden (ICA CLASSICS 5006). Nuestro humilde homenaje a este gran director operístico.