Durante muchos lustros la flauta estuvo sometida a una constante evolución mediante la progresiva colocación de llaves y los cambios en los distintos materiales de construcción. De esta manera, la mejora del instrumento no terminó prácticamente hasta el siglo XIX aunque en dicha centuria las composiciones para flauta perdieron la gran tradición dieciochesca anterior — Geminiani, Vivaldi, Locatelli, Federico el Grande, Quantz, Carl Philipp Emanuel Bach… — y derivaron en meras piezas de salón creadas por compositores menores. Sin embargo, en Francia se vivió un verdadero auge del instrumento merced a los famosos tratados de François Devienne — primer profesor de flauta en el Conservatorio de París — y de Paul Taffanel, quien además fundó en 1879 la muy influyente Sociedad de Instrumentos de Viento. Una generación posterior de grandes flautistas franceses estuvo representada por Georges Barrère, creador de la Sociedad Moderna de Instrumentos en 1895, y por Louis Fleury, a quien el propio Debussy le dedicó algunas composiciones. Pero quien realmente fue el primero en popularizar la flauta travesera y su repertorio a escala internacional fue Jean-Pierre Rampal, el músico más influyente de la tercera generación de flautistas franceses. Pocas veces el nombre de un intérprete ha ido ligado a su instrumento de forma tan clara como el de Jean-Pierre Rampal.
Rampal nació en Marsella el 7 de enero de 1922 en el seno de una familia en donde el padre era profesor de flauta en el Conservatorio de la capital de la Provenza. Pese a recibir las primeras nociones musicales de su propio padre, el joven Jean-Pierre parecía destinado a la medicina y por expreso deseo familiar cursó hasta el tercer año de dicha carrera en la facultad. Sin embargo, las dotes musicales mostradas por Jean-Pierre no pasaron desapercibidas en París, ciudad en donde fue movilizado en 1943 por el ejército en calidad de ayudante de un laboratorio militar médico. Allí, Rampal solicita un permiso de dos semanas para preparar los exámenes de ingreso en el Conservatorio y logra ser aceptado en dicha institución sin ninguna dificultad. Fue entonces cuando, para descontento de su familia, decide abandonar los estudios de medicina para continuar de una forma totalmente profesional en el mundo de la música.
En apenas cinco meses Rampal consiguió no sólo graduarse en flauta sino que además conquistó el primer premio del Conservatorio en dicho instrumento. En 1946 obtiene el puesto de flauta solista en la Orquesta de la Ópera de Vichy y firma un contrato para realizar una gira como solista. A partir de ese instante se convirtió en un asiduo visitante de las mejores salas de conciertos y un año después ofreció recitales en Europa, EEUU y Lejano Oriente. Un hecho importante se produce en 1949, año en que ofrece un concierto a dúo con el pianista y clavecinista Robert Veyron-Lacroix. Desde ese momento, el teclista galo se convertiría en el inseparable compañero artístico de Rampal. En 1956 Rampal acepta el cargo de flauta solista en la Ópera de París y poco después funda el Conjunto Barroco de París y el Quinteto de Vientos Francés. Todas estas actividades, sumadas a las constantes giras internacionales como renombrado solista, provocaron que Rampal no tuviera más remedio que abandonar el puesto de solista en la Ópera de París en 1964 y más tarde su cátedra en el Conservatorio. Durante esos años, Rampal se convirtió en el solista de flauta más famoso y requerido del mundo y en consecuencia actuó con las mejores orquestas y directores del panorama musical internacional. Su media de conciertos anuales llegó a superar la asombrosa cifra de 200, algo realmente increíble si tenemos en cuenta que ello suponía ofrecer tres conciertos cada cuatro días.
Con todo, Rampal nunca abandonó completamente la actividad pedagógica y durante los meses de verano ofreció numerosos cursos y clases magistrales en la Academia Internacional de Niza. Según la opinión de algunos de sus alumnos, Rampal poseía un talento tan extraordinario que muchas de sus observaciones eran prácticamente imposibles de llevar a cabo. En 1978, Rampal fue galardonado con el prestigioso Premio Sonning de Dinamarca y dos años más tarde fundó el Concurso de Flauta que lleva su nombre. Toda esta actividad se vio complementada por un enorme legado discográfico — casi 400 grabaciones — que merecieron galardones como el Gran Premio del Disco y el Premio Edison. Aparte de sus incursiones en otros estilos musicales como el folklore o el jazz, Rampal fue el destinatario de muchas composiciones para flauta de autores como Jolivet, Poulenc, Boulez o Penderecki. Habiendo ofrecido su último concierto en París en 1999, Jean-Pierre Rampal falleció en la capital francesa el 20 de mayo del año 2000 como consecuencia de una complicación cardio-vascular. Desde entonces, toda la crítica sin excepción le ha señalado como el más grandioso intérprete de flauta de todos los tiempos.
Excepcional solista de flauta travesera, Jean-Pierre Rampal tuvo un estilo fácil, lírico y natural que resaltaba la exquisita elegancia del sonido y que se apoyaba en una técnica notabilísima. Su repertorio abarcó desde las sonatas de finales del siglo XVII hasta las más innovadoras creaciones contemporáneas. Supo rescatar música muy poco conocida o interpretada hasta esos momentos y para ello adoptó una personalidad interpretativa sumamente versátil y flexible. No sólo se conformó con tocar el repertorio destinado a la flauta sino que además se atrevió a realizar numerosas transcripciones de obras pensadas para otros instrumentos. Para la mayor parte de la crítica, lo más destacado de Rampal era la facilidad para resolver pasajes complicados de manera que parecía que no existieran los problemas técnicos. Su visión de la música estuvo respaldada por una técnica que asombraba a los oyentes cuando acometía pasajes de enorme rapidez y endiablado virtuosismo.
Jean-Pierre Rampal llegó a poseer hasta una docena de flautas de concierto entre las que sobresalían dos fabricadas en oro. Una de ellas era un valiosísimo ejemplar fabricado a mediados del siglo XIX y que le llegaron a robar en el aeropuerto de San Francisco aunque finalmente fue recuperada por el FBI norteamericano. La otra era un ejemplar Hayness fabricado en 1959 con oro de catorce quilates. Con todo, Rampal dejó de tocar dichas flautas de oro en las giras de conciertos ante el temor de que volviesen a ser objeto de robo. Rampal también fue propietario del manuscrito original del Tratado de flauta travesera de Johann Joachim Quantz. Durante los últimos años de su vida Rampal también acometió la dirección orquestal y desde 1981 dirigió con regularidad a la Orquesta de Cámara Escocesa. Alternó su residencia entre París y Nueva York, ciudad en la que poseía permanentemente reservada una suite en un conocido hotel. Fue condecorado con la Legión de Honor de las Artes y las Letras y nombrado Comandante del Orden Nacional del Mérito. Quienes tuvieron la fortuna de conocerle de cerca destacaron la gran comunicatividad y simpatía que derrochaba Rampal, un personaje absolutamente encantador y vital que provocaba la atracción y admiración de los demás.
Dentro del legado discográfico de Jean-Pierre Rampal podemos mencionar las siguientes grabaciones (Advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no han de corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Sonata para flauta y clave, BWV 1020, de Bach acompañado de Veyron-Lacroix (VIDEO ARTISTS 4227); Suite orquestal nº2 de Bach, junto a la Orquesta Barroca de Amsterdam dirigida por Ton Koopman (APEX 2564613642); Trío para piano, flauta y fagot en Sol mayor de Beethoven, junto a Veyron-Lacroix y Paul Hongne (VOX BOX 5000); Sonata para flauta y piano en Si bemol mayor de Beethoven, junto a Veyron-Lacroix (VOX BOX 5000); Suite de danzas La Bouget de Blavet, acompañado por la Orquesta de Conciertos Lamoureux dirigida por Armand Birbaum (DELOS 3226); Concierto para dos flautas de Cimarosa, acompañado de Shigenori Kudo y la Orquesta del Mozarteum dirigida por el propio Rampal (SONY 48199); Syrinx de Debussy (VIDEO ARTISTS 4227); Andante y rondo, Op. 25, de Doppler, junto a Claudi Arimany y John Steeler (DELOS 3212); Berceuse de Faure, acompañado de Marielle Nordmann (SONY 44552); Concierto Op. 4 nº5 de Haendel, acompañado por la Paillard Chamber Orchestra dirigida por Jean-François Paillard (ERATO 93242); Trío nº1 de Haydn, acompañado de Rostropovich y Stern (SONY 37786); Concierto para flauta de Ibert, junto a la Orquesta Nacional de la Radio Francesa dirigida por Louis de Froment (EMI 01899); Concierto para flauta de Jolivet, junto a la Orquesta de los Conciertos Lamoureux dirigida por André Jolivet (ACCORD 4767783); Incantations de Jolivet (ACCORD 4767783); Concierto para flauta de Khachaturian, junto a la Orquesta Nacional de la ORTF dirigida por Jean Martinon (ERATO 93242); Concierto para flauta de Leclair, junto a la Paillard Chamber Orchestra dirigida por Jean-François Paillard (ERATO 93242); Concierto para flauta de Jacques Loeillet, junto al conjunto Antiqua Musica dirigido por Jacques Roussel (PHILIPS 468446); Concierto para flauta en mi menor de Mercadante, junto a I Solisti Veneti y la dirección de Claudio Scimone (ERATO 45838); Conciertos para flauta y orquesta de Mozart, junto a la Filarmónica de Israel dirigida por Zubin Mehta (SONY 44919); Concierto para flauta y arpa de Mozart, junto a Marielle Nordmann y la Orquesta de Cámara Franz Liszt dirigida por János Rolla (SONY 44524); Concierto para flauta de Penderecki, junto a la Orquesta Sinfonía de Varsovia dirigida por Penderecki (SONY 66284); Concierto para flauta en Sol mayor de Pergolesi, junto a I Solisti Veneti dirigido por Claudio Scimone (ERATO 92876); Sonata para flauta de Poulenc, junto a Veyron-Lacroix (SONY 89736); Concierto para flauta en Do mayor de Reinecke, junto a la Sinfónica de Bamberg dirigida por Theodor Guschlbauer (ERATO 45838); Concierto para flauta de Romberg, junto a la Orquesta de la Ópera de Montecarlo dirigida por Claudio Scimone (ERATO 45838); Concierto para flauta en Do mayor de Johann Stamitz, junto a la Orquesta de Cámara Escocesa dirigida por Raymond Leppard (ERATO 93242); 20 Fantasías para flauta sola de Telemann (DENON 331790); y, finalmente, selección de Conciertos para flauta de Vivaldi, junto a I Solisti Veneti dirigido por Claudio Scimone (APEX 4603732). Nuestro humilde homenaje a este genial flautista.
Me encanta la flauta y si es con Haendel por medio ya ni cuento. Una delicia que te pone del mejor humor, solo falta bailar.
Me ha interesado mucho este artículo, no conocía a Rampal así que genial.
Escuchando ahora el concierto op4 del Haendel en el enlace que has puesto, muy corto, buaaaaaa. jejejejeeje.
Pues no te cortes, Walkiria, y baila todo lo que te apetezca. Si quieres un buen profesor ya sabes… El Gato.
Me gustaría observar cómo se baila con música del gran Haendel.
Besos
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Amigo Leiter, me gustaria tu opinión al respecto en algun momento
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/llevan/batuta/elpepusoc/20110221elpepisoc_5/Tes
un abrazo
Por lo que yo sé, en ninguna convocatoria a plazas de instrumentista en las distintas orquestas españolas se discrimina a la mujer. Las plazas se someten a un concurso técnico que en ningún caso hace referencia al sexo del posible candidato. El artículo en sí me parece un poco fuera de lugar. Como bien dice el gerente de la ONE, muchas de estas plazas son funcionariales y presentan un carácter vitalicio. De ahí que ciertas orquestas arrastren un legado masculino de otros tiempos en los que la incorporación de la mujer al mercado laboral no era tan normal como lo puede ser hoy.
Estos problemas de discriminación sí que suceden en otros países, como en Austria, donde la incorporación de la mujer a las orquestas plantea serios problemas en unas instituciones marcadas por el exceso de conservadurismo en esta materia.
Yo no veo tal discriminación en España: Se ofertan plazas y todos los candidatos, con independencia de su sexo, pueden optar a ellas. Lo importante es que los/as elegidos/as sean buenos/as PROFESIONALES. Que haya más o menos mujeres me resulta del todo indiferente dada esta inicial premisa. La igualdad no consiste en un dato cuantitativo, sino cualitativo.
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Carl Phillip Emmanuel Bach én sus estudios sobre el arte de tocar el teclado, eliminó un extraño movimiento de los dedos que le vió hacer a su padre, el enorme Johann Sebastian Bach; «Es imposible aprender a hacer eso», dijo.
Algo parecido le sucedió entonces a los estudiantes de Jean-Pierre Rampal.
Creo que la analogía sirve como retrato de la valía de Rampal, para quien la flauta es una extensión de sí mismo, no de su cuerpo físico, sino de su alma.
Al fin y al cabo la Música proviene de allí.
Tenía tiempo sin escuchar a Saverio Mercadante. Es un placer recuperar su Música, sobretodo con la ejecución de Rampal.
El mejor flautista de la Historia empero, era Pan.
La Musa abriga con su alón a hombres y mujeres para que eleven su plegarias al cielo mediante las notas musicales. Es ella y no otra fuerza, quien elige a sus discípulos.
Saludos.
Desconocía ese detalle de Carl Phillip Emmanuel Bach, amigo Iván. Gracias por comentarlo.
De todas formas, y dicho con todo el respeto, la flauta no es el instrumento por el que yo sienta mayor devoción. Eso sí, una de mis partituras inolvidables es la Suite nº2 de Bach
Un abrazo, admirado Iván
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