Análisis musical de la Sinfonía nº1 Op. 25
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Una vez finalizada la I Guerra Mundial, tanto el mundo como las artes entraron en una etapa en las que los problemas de forma y estructura acabaron por imponerse a cualquier otra consideración. Ello va a dar lugar al neoclasicismo que, a lo largo de los años veinte, será la tendencia dominante en las artes en general y en la música en particular.
Frente a lo que se ha venido tradicionalmente comentando acerca de que el neoclasicismo fue una tendencia eminentemente francesa surgida en el entorno de Stravinski — instalado en París — lo cierto es que la paternidad de dicha tendencia es más que discutible, ya que no existe un sólo modelo de neoclasicismo sino muchas adaptaciones.
El neoclasicismo no fue en absoluto conservador — se opone al Romanticismo y al Impresionismo — pero trató de buscar una salida a las formas obsoletas del sistema tonal, ya casi abandonado, no ya a través de las formas clásicas y románticas, sino de las que sirvieron al Barroco o movimientos anteriores. Se suele situar el nacimiento del neoclasicismo musical en el ballet Pulcinella de Stravinski, el 15 de mayo de 1920 en París.
Pero, como hemos señalado anteriormente, resulta muy atrevido atribuir a Stravinski todo lo que el neoclasicismo implica, ya que la tendencia se esbozaba desde antes. Debussy, en plena guerra, compuso tres sonatas para distintas combinaciones instrumentales en el estilo clásico francés. Por su parte, Ravel había hecho un guiño al clasicismo francés con su Le Tombeau de Couperin (1917).
Pero quizás el mayor y más clamoroso precedente fue la Sinfonía clásica de Prokofiev (1917), anterior a Pulcinella, aunque en París se conociese más tarde.
- Sinfonía nº1 Op. 25, escrita en 1917
- Estrenada el 21 de abril de 1917 en Petrogrado bajo la dirección del compositor.
- EFECTIVOS ORQUESTALES: 2 flautas, 2 óboes, 2 clarinetes, 2 fagots, 2 trompas, 2 trompetas, timbales y sección de cuerda.
- Duración aproximada de la ejecución: Entre 14 y 15 minutos.
Composiciones de Prokofiev
Prokofiev compuso su Primera Sinfonía durante el verano inmediatamente anterior a la Revolución de Octubre de 1917. Concebida según los modelos formales de Haydn, esta sinfonía ha sido siempre considerada como uno de los mejores ejemplos del neoclasicismo en el siglo XX.
En realidad, esta obra de Prokofiev está tan lejos de la recuperación constructiva de Hindemith como del control y aguda estilización con la que Stravinski ejecuta su sarcasmo. Prokofiev compuso esta sinfonía casi polemizando contra quienes le acusaban de maquinismo futurista, de iconoclastia, de radicalismo revolucionario — recordemos que la violenta Suite escita había sido escrita un par de años antes — y de refugiarse en lo nuevo a toda costa, con la dura acusación de que era incapaz de obtener resultados originales con los medios habituales.
Tal vez por ello, Prokofiev volcó en esta composición toda su capacidad de fino humorismo, de vertiginosa alegría y de despreocupada utilización de motivos de danza galante.
Con la Sinfonía clásica, Prokofiev se propuso escribir un tipo de sinfonía que Haydn hubiera podido componer si hubiera vivido en el siglo XX. Para ello, el compositor ruso utiliza una pequeña orquesta, la misma secuencia y estilo de movimientos que en las sinfonías de Haydn, y las mismas y acertadas proporciones.
Pretendidamente, la sinfonía es un antídoto a las largas, extrovertidas y emocionales sinfonías de compositores como Chaikovski. Las melodías irónicas de Prokofiev, su ingeniosa armonía y su brillante escritura orquestal convierten esta sinfonía en una obra que, sin duda, el propio Haydn hubiese elogiado. Las fórmulas del siglo XVIII, en vez de ponerle trabas al compositor, otorgaron alas a su inspiración.
La versión que ofrecemos en los distintos enlaces al vídeo es la ejecutada por Sergei Koussevitzki y la Orquesta Sinfónica de Boston. Versión muy acelerada, advertimos.
Desarrollo de la Obra
– PRIMER y SEGUNDO MOVIMIENTO: Allegro y Larghetto: En Re mayor y 2/2, el primer tema dinámico arranca sobre las notas de un arpegio — procedimiento muy usual en los compositores vieneses — donde los violines cantan una desenfadada melodía que es punteada por la flauta solista y resto de maderas. A este primer tema responde un segundo, en 2/4, lleno de espíritu, con grandes intervalos picados en el violín y un acompañamiento en staccato del fagot.
El desarrollo presenta una original fórmula de contracanto entre cuerda grave y aguda que desemboca en un lleno orquestal, con atrevidas armonías en los metales, para conectar directamente con la reexposición, elaborada con el mismo material temático. (Imprescindible el vídeo de Sergiu Celibidache ensayando con la Orquesta Filarmónica de Munich este movimiento). El Larghetto, pese a la indicación, su aire y su ritmo, 3/4, le acercan mucho a un minueto.
El tema, en el registro agudo del violín, inicia un descenso ligero y gracioso, con algunos efectos de «reverencia». Reaparece este tema dos veces con contrapuntos de escalas, alternando con dos episodios de acordes en staccato de los cuales el primero, sobre todo, resulta especialmente interesante por la alianza del fagot con toda la cuerda en pizzicato.
– TERCER Y CUARTO MOVIMIENTO: Gavota y Finale : Brevísimo movimiento que, a su vez, es el más célebre de toda la sinfonía. Esta forma musical, la gavota, era un género que le gustaba mucho a Prokofiev por su nitidez rítmica. En 4/4, presenta la forma usual de A-B-A con la parte central confiada a la madera sobre acordes de quinta en la cuerda.
Con ligeras variantes, esta gavota fue utilizada por el compositor en Romeo y Julieta. Por lo que respecta al Finale, en 2/2, presenta forma de rondó-sonata (Con repetición de la exposición) y adquiere la misma efervescencia del primer movimiento. Es un movimiento de gran virtuosismo orquestal, con endiablados pasajes para la sección de maderas, especialmente para la flauta solista.
Después de un primer tema de la cuerda, marcado por los timbales, y un segundo de la madera sobre un fondo del conocido como bajo Alberti, es realmente el tercer tema el que contiene la idea melódica dominante, primero en flauta y luego en violines. Es el más caracterizado y desarrollado, con ingeniosos trasvases en las secuencias melódicas y rítmicas entre cuerdas y maderas. Es inconfundible el espíritu popular ruso en este extraordinario movimiento, muy bien orquestado. La obra concluye con intercambios entre maderas y cuerda para culminar con un monumental salto en escala hasta la octava superior.
10 Versiones recomendadas de la Sinfonía nº1 Op. 25
- Sergiu Celibidache con la Filarmónica de Munich. EMI (Lenta, pero diseccionada y llena de matices. De absoluta referencia)
- Carlo Maria Giulini con la Sinfónica de Chicago. DG (Sobria, equilibrada y elegante. Claridad a más no poder. Enorme orquesta)
- Riccardo Muti con la Orquesta de Filadelfia. PHILIPS (Notable interpretación, detallista y delicada)
- Claudio Abbado con la Orquesta de Cámara de Europa. DG (Ingeniosa extraordinariamente definida)
- Seiji Ozawa con la Filarmónica de Berlín. DG (Singular, aunque discutible, pero más que interesante)
- Karel Ancerl con la Filarmónica Checa. PRAGA (Muy analítica y descriptiva. Poco conocida)
- André Previn con la Sinfónica de Londres. EMI (De gran altura y concepción. Gran trabajo de este peculiar director)
- Igor Markevitch con la Orquesta Philharmonia. TESTAMENT (Alegre y repleta de espíritu. Muy amena de escuchar pese a la toma)
- Walter Weller con la Sinfónica de Londres. DECCA (Sólida y bien tratada, aunque por debajo de las versiones ya citadas)
- Orpheus Chamber Orchestra (Sin director). DG (De gran colorido y brillantez. Interesantísima aportación y descubrimiento)
Por contra, no acaban de satisfacerme las versiones de Sergei Koussevitzki con la Sinfónica de Boston. PEARL (Ultrarrápida, sin ningún matiz) y la de Michael Tilson-Thomas con la Sinfónica de Londres. SONY (Extraña versión que me resulta del todo mediocre).
Por supuesto, estas no son sino meras apreciaciones subjetivas sin ninguna pretensión vinculante.
Desde que escuché el Alexander Nevsky y su Romeo y Julieta quedé enganchado con Prokofiev. Qué manera de orquestar!
Lamentablemente, a veces no tengo tiempo y otras veces me olvido de profundizar en este compositor. Y lamentablemente, por su sinfonía no. 5, y por la 1, que acabo de escuchar, me parece que sus sinfonías no alcanzan el grado de «originalidad» de sus otros trabajos.
Sabes qué? Me da la sensación de que Sergei tenía el material necesario para llegar a ser muy muy grande… sin embargo, no lo logró, es decir, es un grande, pero no sobresale de los grandes nombres rusos. Es una opinión claro.
Con respecto a su Primera. Si todas las sinfonías fueran tan cortas, todos los que escriben análisis se quedarían sin trabajo. Es un precioso trabajo. Empieza de uan manera que uno dice, de qué siglo es esto? Pero luego, se advierten detalles que delatan al siglo XX. Me parece a mí que el último movimiento, es el más original y el menos neoclásico, no quizá en cuanto a la estructura, sino al motivo o tema que recorre todo el movimeinto, y que es llevado por las cuerdas.
Y lo último que diré es: la versión de Sergiu se parece más a Prokofiev que la de Karajan (que me suena más a Haydn). Por lo cual, me hace poner un poco en duda lo que digo sobre las sinfonías de Sergei. Pondré mi comentario en suspenso ja, ja.
Un abrazo, Leiter. Gracias por enseñarnos todos los días algo nuevo.
Frank.
Gracias a ti, Frank
Hombre, yo creo que Prokofiev sí está entre los grandes maestros rusos. Su obra, al menos, no presenta la irregularidad (Por otra parte, lógica y disculpable) de Shostakovich.
Ese cuarto movimiente es sumamente original ya que el tema principal, propiamente dicho, es el tercero a la hora de la exposición.
Karajan por aquí, Karajan por allá… Paciencia. En un par de semanas hablaremos largo y tendido sobre Karajan.
Un abrazo, Frank (No sé qué pasa pero no puedo comentar en tu blog. Me rechaza)
LEITER
No había tenido tiempo a escuchar con calma. Desde luego el tercer movimiento es bellísimo, el comienzo es …no sé…maravilloso!!!
Estas navidades me la regalo!
Besos
Hola Sr. Leiter quería saludarlo y darle las gracias por haber puesto a disposición de todos este espacio. Es la primera vez que visito su blog y he quedado maravillado con cada una de sus publicaciones. Es para mí una especie de reunión con la gente mayor y con experiencia en música en la que uno escucha todo ese montón de cuentos que nos ayudan y nos dan más ánimos a seguir nuestros estudios musicales.
Con respecto a esta obra, si no hubiese sido por este post nunca me hubiese enterado de que fue basada en los modelos formales de Haydn. Siempre me pareció una caricatura que hizo el compositor al periodo clásico. Como trompetista solo puedo decir que el uso que le dio a este instrumento no es para nada clásico si no romántico y de igual forma con ciertos puntos clímax, que me recuerdan más una obra de inicios y mitad del romanticismo, que una obra meramente clásica.
Con respecto a las referencias, no me parece que celebidache sea una referencia, celebidache es en esta obra y en la mayoría de sus interpretaciones, muy lento en los lentos y muy rápido en los rápidos, por lo que lo convierte en una especie fuera de lo común, extraordinario pero fuera de lo común, y aunque es mi director favorito, nunca me ha gustado tenerlo como referencia para una obra. Porque me acostumbro a sus interpretaciones y como son fuera de la media, no me ayudan a entender la interpretación del director de turno que venga a dirigir la orquesta donde toco, me ha pasado y siempre digo “este director si es chimbo por qué no hizo Xs cosa”, por más que sea el oído se acostumbra y a la hora de tocar esperas cosas que nunca vienen, y allí está el problema jaja. Todo esto, claro, es mi punto de vista. (Si hay alguna razón a por qué reacciono así te agradezco tu comentario)
Por otra parte aprovecho este espacio para hacerle una pregunta, fue una duda que me surgió después de leer su post sobre los diez mejores conciertos de piano. Qué pasa con los otros conciertos de Tchaikovski? Porque siempre el primero y no los otros??? Son muy difíciles? Son musicalmente malos? Se perdieron en una dimensión desconocida???
Espero tu pronta respuesta y espero seguir conversando contigo. Un saludo desde Venezuela.
Alfredo
Bienvenido al blog, Alfredo, y considérate aquí como en tu casa.
Estoy completamente de acuerdo contigo en que calificar una grabación de Celibidache como de referencia es algo un tanto arriesgado. La inclusión de esa obra en la lista de GRABACIONES RECOMENDADAS, una más dentro de las diez que he incluído para la Sinfonía Clásica de Prokofiev, obedece, y he de reconocerlo, a motivos puramente pasionales por mi parte. Tu explicación a los motivos por los que no te gusta incluir nada de Celibidache en referencias me parece el todo objetiva, argumentada y lógica. Y mucho más teniendo en cuenta tu actividad como trompetista en una orquesta por la que supongo que pasan muchos y variados directores. Acepto del todo tu crítica al respecto y no puedo sino darte toda la razón.
En lo relativo a Chaikovski, el error mío consistió — como ya señaló algún comentarista — en titular esa y otras entradas similares como «Los Diez Mejores Conciertos…» cuando el título debió ser «Algunos de los Mejores Conciertos…». En una selección cualquiera, obviamente el gusto del autor cuenta… En mi humilde opinión, el Concierto nº1 es superior musicalmente a los dos restantes, más reflexivos y con cierta afinidad a las suites orquestales del maestro ruso. No puedo ocultar que son menos conocidos por quien escribe, aunque su audición siempre es motivo de estudio. Con todo, la crítica es subjetiva y puedo sin duda equivocarme. Basta con que un profesor de orquesta como tú incida en el lamentable olvido que esos conciertos se encuentran en la actualidad (Por lo menos aquí, en España) para que reconsideremos nuestra actitud al respecto.
Más que caricatura, yo diría que la Sinfonía Clásica de Prokofiev es un guiño a esos modelos clásicos que estuvieron tan en boga en el Neoclasicismo del siglo XX. Cómo señalé al principio de la entrada, supone una cierta reacción del compositor a aquellos que le acusaron de iconoclasta por la anterior Suite Escita. No es un estricto calco formal de Haydn, así que no debe extrañar que contenga elementos de transición entre el Clasicismo y el Romanticismo (El propio Haydn ya los utiliza en sus Cuartetos Op. 77), por otra parte una transición generalmente mal comprendida y peor esbozada en los tratados de historia de la música. Más que transición, hubo una «sucesión de transiciones».
Saludos a toda Venezuela y muchas gracias por tu valiosa aportación en forma de comentario, Alfredo.
LEITER
Hola de nuevo Sr. Leiter queria decirle que mi pregunta con respecto a tchaikovsky, no es sobre por que las añadistes o no, entendi totalmente que fue una seleccion personal. Solo queria preguntarle si habia una razon al respecto, simple curiosidad. En todo caso consegui una grabacion en youtube del concierto Nº 2 y me ha parecido hermosisimo. aqui un link de la parte 1
http://www.youtube.com/watch?v=fcztD5HavyU
Gracias por el link, Alfredo
Yo pienso que el Concierto nº1 es una obra tan de repertorio que eclipsa un tanto al resto, gustos aparte. No veo otra razón más objetiva.
Saludos
LEITER