
Fotografía de Eric Pouhier
¿Dónde esta el Palacio de Versalles?
Indice de contenido
Situado a unos 23 kilómetros al oeste de París, se ha intentado en muchas ocasiones emular su noble edificación pero sigue siendo la inimitable creación del rey Luis XIV, el palacio idóneo para el Rey Sol. El orden y la regularidad clásicos del palacio pretenden transmitir una sensación de armonía propia de la Francia de la época. De la misma manera, las proporciones y el esplendor de esta mayestática edificación quisieron mostrar el poder y la grandeza del monarca galo. El escudo y la corona real, rematada por águilas, de la verja principal ya preludian la magnificencia de todo el emplazamiento. Pocos podían imaginar en 1661, año en que comenzaron las obras, que algo más de un siglo después el principal habitante de este palacio sería ajusticiado en la guillotina ante el multitudinario griterío popular.
Si bien Luis XIII había elegido el enclave de Versalles como pabellón de caza, fue su hijo Luis XIV quien albergó planes muchos más ambiciosos para aquellas tierras. Insatisfecho con los demás palacios que disponía — entre ellos, el Louvre y las Tullerías — en 1660 decidió transformar Versalles en una gigantesca residencia real. Deseoso de una grandeza sin parangón, Luis XIV planeó una construcción de unas escalas tan enormes que al final el palacio pudo acomodar no sólo a su familia, sino a toda la corte francesa. La edificación se prolongaría durante varias décadas, con la intervención de millares de trabajadores y con gastos cada vez mayores.
Fotografía de Simdaperce
¿Quién construyó el Palacio de Versalles?
Las obras comenzaron en 1661 con unos gastos de dinero tan desbordantes que provocaron las protestas del tesorero real. El primer arquitecto fue Louis Le Vau, a quien sucedió Jules Hardouin Mansart, que trabajó en Versalles durante treinta años. André Le Notre se encargó de los planos de los jardines, que superaron de tal forma los del castillo original que se decidió convertirlo entonces en un palacio mucho más suntuoso.
En estos jardines se pueden contemplar dos lagos frente a los que se alzan cuatro estatuas que representan a los cuatro ríos principales de Francia. También se pueden observar impresionantes grupos de animales y de personajes de la mitología clásica. Destacan asimismo las fuentes debidas a Girardon, Tuby y Marsy.
Fotografía de Simdaperce
Fotografía de Marc Varssal
En cierto modo, el palacio entero era un escenario teatral y los sucesores de Luis XIV, sobre todo María Antonieta, continuaron la tradición de representar allí óperas de Lully y obras teatrales de Molière. Para ello se creó un teatro y una cabaña rústica con pastores por servidores en la que los nobles jugaban a ser campesinos… Con todo, las dimensiones del palacio resultan sobrecogedoras: La fachada que da a los jardines se extiende por 640 metros de largo y en su centro se halla el famoso Salón de los Espejos, una galería de 72 metros de longitud. Al jardín se abren 17 ventanas y en la pared opuesta cuelgan otros tantos espejos.
Los numerosos cuadros que alberga el palacio representan un elogioso reinado de Luis XIV en consecuencia con el aura de grandeza que el Rey Sol deseó siempre cultivar.
Bonitas imágenes del Palacio de Versalles

Lienzo Palacio de Versalles, Francia
Versalles pasó a ser la residencia permanente de Luis XIV en 1682 y toda la corte se estableció allí. Fue el escenario de complicados ritos y normas de etiqueta que resultaban imprescindibles para prosperar una vez que se obtenía el favor del rey.
El monarca falleció en 1715 y su sucesor, Luis XV, contrató al arquitecto Gabriel para que continuara las obras construyendo un auditorio de ópera y el Petit Trianon. Durante el reinado de Luis XVI se añadió la biblioteca… Pero la realidad no tardaría no tardaría en apoderarse de aquel suntuoso escenario teatral. La Revolución Francesa llegó a Versalles en 1789 y el palacio fue invadido.
El palacio de Versalles hoy en día se exhibe orgulloso como símbolo de una grandeza que sólo fue tal para aquellos pocos afortunados que pudieron disfrutarla.
Mapa de dónde esta ubicado el Palacio de Versalles
Cómo llegar al Palacio de Versalles desde París
Tienes todo tipo de opciones, si utilizas transporte público, ten en cuenta que Versalles es Zona 5. Por eso , la Paris Pass (museos+transporte), no te servirá, pues sólo cubre las zonas 1-3.
Versalles Express
Una opción muy cara pero muy cómoda. Por 59 € tienes el traslado a la puerta del Palacio desde París, audioguía, entrada al Palacio, jardines, espectáculo de fuentes y el trenecito turístico. La parada está cerca de la Torre Eiffel (Port de la Bourdonnais). El tour de día completo sale de la Torre Eiffel a las 9:45. La salida desde el Palacio de Versalles es a las 18:00.
🚍 Autobús
En media hora te deja en la puerta del Palacio de Versalles. Tienes que coger la línea 171, que sale de la estación Pont de Sevres. La parada de autobús está enfrente de la salida del metro Pont de Sevres (línea 9). La frecuencia es aproximadamente cada 10 minutos de 9:00 a 16:00.
El autobús es económico pero por el horario es complicado que te de tiempo a disfrutar totalmente de los Jardines de Versalles
🚆 Tren RER o Transilien
Nosotros creemos que es la opción más interesante para ir al Palacio de Versalles. El precio medio (depende de la estación donde subas al tren) es 8 € por la ida y vuelta (la mitad para niños). Eso sí, ojito porque el Palacio de Versalles tiene tres paradas:
Gare de Versailles Château Rive Gauche: La más recomendable, a sólo 10 minutos del Palacio. Llega la línea RER C, que recorre el centro de París. Puedes cogerla en Notredame, el Museo de Orsay, Inválidos o los Campos de Marte cerca de la Torre Eiffel. tardarás entre 40-50 minutos según la estación dónde cojas el tren.
Versailles – Rive Droite: A 20 min. andando. Llega la línea L Transilien. Puedes coger esta línea en la estación Paris Saint-Lazare. Nuestro alojamiento estaba justo al lado, así que fuimos a Versailles Rive Droite y nos tocó andar… un preludio de todo lo que andamos ese día 😂. Eso sí, en poco más de media hora estábamos en la estación.
Gare de Versailles-Chantiers: Un pelín más lejos que la anterior. A esta estación llegan la línea N Transilien desde Gare de Montparnasse y la línea U desde La Defense. También llega la línea RER C que va hacia Saint Quentin en Yvelines.
🚘 Coche propio
Lo menos recomendable. Para llegar a la ciudad de Versalles desde París tienes que coger la A13. La salida es Versalles centro. Si vas en tu propio vehículo, hay varios aparcamientos de pago en el interior y el exterior del complejo. ♿ El aparcamiento es gratis para vehículos de visitantes con movilidad reducida.
¿Qué días abre el Palacio de Versalles?
El Palacio está abierto todos los días desde las 9:00. Hay algunas áreas visitables, cómo el Grand Trianon, el Petit Trianon y la Aldea de la Reina, que abren a partir de las 12:00. La Galería de Carruajes abre a las 12:30.
Cierra a las 17:30 todo el año, excepto del 1 de abril al 31 de octubre, que cierra a las 18:30.
Días de cierre: Todos los lunes, el 25 de diciembre, el 1 de enero y el 1 de mayo.
El Palacio es doblemente maravilloso.
En términos arquitectónicos, basta con mirar las fotos.
En términos políticos, Versailles permitió la consumación de la monarquía absoluta francesa; alojando no solo a la corte real sino a toda la nobleza francesa (y sometiéndola a un estricto modo de vida según su rango) impidió que los nobles provinciales acrecentaran sus poderes regionales. Hay que tener en cuenta que, históricamente, a la monarquía francesa le costaba ejercer dominio más allá de las afueras de París.
Manteniéndolos ocupados… era como un panem et circenses, pero de etiqueta.
Y hablando de etiqueta, tengo entendido que los contemporáneos que visitaban Versailles dejaban constancia del inconfundible aroma del palacio. Y no me refiero a algo agradable, je, je.
No me quiero imaginar si tuvieran una temperatura como la que sufrimos en Buenos Aires ahora… por cierto, parece que en España tienen frío… digo, ayer sintonicé Televisión Española y… había una vieja que enseñaba a los perros como usar un «pipi-can»… creo que era en Valencia. Leiter, ¿estás enterado de ello? ¿Es una nueva medida de Zapatero para paliar la crisis?
Un abrazo!
si me permitís leiter, yo me voy a referir a «los palacios de versailles», incluyendo además del «gran palacio» al «gran trianón» y al «pequeño trianón», ya que la evolución de los tres y la relación de sus ocupantes con ellos me parecen un fiel reflejo -psico-histórico- de la decadencia de los borbones y de su necesidad de «huír» de versailles y la corte, y aunque suene tal vez un poco duro, hasta de su ezquizofrenia final ¿que otra cosa fue sino la villa pastoril mandada a hacer por maría antonieta en los alrededores del «pequeño trianon» y donde pasaba sus días junto con sus cortesanos y cortesanas adictas vestidos como labradores?
a propósito de los magníficos jardines del «gran palacio», luis XIV tuvo la idea admirado de otros que le notre había diseñado para el castillo de vaux le vicomte, que el inspector de finanzas nicolás fouquet acababa de hacerse construír, si bien no pudo disfrutarlo mucho: de visita allí el entonces jóven rey sol fue agasajado por su anfitrión con una comida en la que se destacaba un soberbio servicio de mesa de oro.
verlo y suponer luis que su recaudador de impuestos lo robaba fue todo uno, y lo hizo encarcelar de por vida, pese a los innumerables pedidos de clemencia recibidos, especialmente por parte de la atribulada esposa del detenido…
Inhumano.
No lo he visitado, solo lo he visto de lejos y me resultó desagradable. En arquitectura no todo vale, hay escalas inhumanas. No está hecho para vivir solo para mayor gloria de Francia, una publicidad muy cara, además no me gustan los edificios que hacen al hombre pequeño e insignificante, ni siquiera a mayor gloria de la divinidad.
Tampoco aprecio los jardines, yo que tan aficionada soy a ellos, son tan artificiales que si fueran de plástico no se notaría.
Opinión no ya subjetiva es víscera pura.
¡Pues ha dado más de sí la entrada de lo que yo esperaba!
Vuestros comentarios son divergentes: A unos les gusta y a otras no.
Particularmente, a mí me parece una joya arquitectónica con independencia de su representatividad social. Y, por supuesto, no es oro todo lo que reluce…
Un abrazo, Frank, Hugo y Zarza
LEITER
Lo bueno de Europa es que conservan lso edificio de siglos atras, los restauran; y no como hacen aqui en Argentina que con tal de hacer torres de departamentos tiran abajo grandes hitos de nuestra historia, que solo tiene 200 años pero ya es …Un ejemplo: el edificio del Cabildo en Bs as solo conserva 2 alas a cada lado de la torre … No asi con el cabildo de Salta por ejemplo
compatriota patricia, considerando que también el cabildo de córdoba está en muy buenas condiciones, parecería que el problema no es la argentina, sino buenos aires…
Joroba, nadie duda que Versalles sea una joya, es un «joyón». 😛
«L’État, c’est moi»
Y tan grandilocuente se proponía ser Le Roi Soleil,que tradujo sus anhelos en un monumento arquitectónico de belleza incomparable.
Visto objetivamente, no se puede negar la magnificencia del Palacio de Versalles y su condición de patrimonio arquitectónico y artístico de la Humanidad. Es una joya que causa admiración a quien la observe, ya sea en fotos o frente a frente. El estupor que produce es indescriptible.
Cuando estuve en Versalles, había una grotesca exposición de «arte» moderno, que me dejó francamente indiferente, y no pude dejar de recordar a Die Königin Elizabeth Schwarzkopf cuando se refería a Peter Sellars: «A las obras de Arte les están haciendo algo así como entrar al Louvre y pintar un grafiti a la Mona Lisa». Algo así estaba sucediendo en aquel momento en el Palacio.
Pero existe otra consideración. Versalles es también el símbolo de la frivolidad e indolencia de una monarquía, ajena a su papel dentro de la sociedad, de ese Tercer Estado, que no vivía en las mejores condiciones de vida. Me refiero a la Francia del siglo XVIII, en donde numerosas individualidades de la capa social más pobre, eran desperdiciadas en la ignorancia y el abandono. Mientras, los integrantes de la nobleza se complacían en una opulencia desprovista de sentido, sin ideales y propósitos definidos, abriendo una peligrosa zanja que fue hábilmente aprovechada por los instigadores de la Revolución Francesa. Luís XIV labró la desgracia de la monarquía francesa por su estilo de vida patético y su errónea forma de valerse de lo que tenía.
Y por otra parte, no se puede olvidar que Versalles fue el escenario donde en 1919, se impuso a Alemania el vergonzoso Tratado que lleva su nombre, una de las mentiras más infames de toda la Historia. Obligar a Alemania a soportar la responsabilidad moral y material por el desencadenamiento de la Gran Guerra, cuando la realidad ES OTRA MUY DISTINTA, e imponerle cargas atroces a su dignidad como Nación, ha sido uno de los abusos más irónicamente ominosos de todas las épocas. Basta estudiar con detenimiento la Historia para llegar a esa conclusión.
Porqué el asunto de Alsacia-Lorena, cuando la Victoria Prusiana en 1871, se toma como algo ilegítimo, pero en 1918 se asume como legítimo al ser la misma región entregada al dominio francés? Lo que aplica para lo Alemán siempre será malo y para los demás es bueno? Dónde se origina esa conveniencia?
El Tratado de Versalles fue una peligrosa mecha encendida por los (no se qué tan legítimos) vencedores de la Gran Guerra.
La Historia aún no ha proferido su veredicto final.
Yo sí.
Saludos Cofrades.
«el palacio de versailles está preparando el proyecto para instalar dos hoteles dentro de sus extensos jardines. uno de ellos convertirá un edificio de la tesorería del siglo XVII, que hoy se cae a pedazos, en suites de gran lujo, pintadas con los colores pasteles favoritos de maría antonieta: rosa oscuro y azul, que costarán 950 dólares la noche…la conservación de edificios de siglos de antigüedad es un enorme drenaje de dinero para instituciones europeas como el palacio de versailles que…da la licencia de su nombre para relojes de lujo y otros productos. el mes pasado abrió una boutique on line para ofrecer artículos como una sopera de oro y marfil que perteneció maría antonieta y veas hechas con coco. jean-jacques aillagon, presidente del palacio de versailles, dijo: «todo el dinero se invierte en renovación, restauración, adquisiciones y en la organización de exposiciones. el resultado de nuestra búsqueda de nuevos recursos no es ganar más dinero solo porque sí. es invertir en nuestro patrimonio, que es una enorme y costosa responsabilidad»
publicado en la nación de buenos aires de hoy: «los museos de europa buscan nuevos negocios por la crisis»
Hoy en día nadie puede dudar que el Tratado de Versalles fue un acto muy miserable y poco conciliador. De ahí lo que pasó luego. De todas formas, amigo Iván, las «filias» pueden resultar peligrosas en muchas ocasiones: Los prusianos no eran un modelo de paz, precisamente.
Hugo, si existen traficantes de droga es porque hay un mercado que abastecer. Perdona por la comparación, pero yo lo veo así. El problema no es que se habran tiendas y hoteles con esos objetivos. El problema es que un tipo sea capaz de pagar 1.000 euros por una noche de hotel con la que está cayendo a su alrededor.
Un abrazo, amigos
LEITER
es que vos y yo leiter, como decía un humorista argentino ¡éramos tan pobres!…
Seguro… Y yo lo sigo siendo.
LEITER
Eres rico en espíritu, Leiter. Eso es lo que más vale.
Luego escribo más extenso. Me encuentro un poco atareado.
Abrazos, querido camarada.
a propósito de versailles leiter, los napoleónicos arcos de trinufo del carrusel, de la estrella y el republicano gran arco de la defensa, perfectamente alineados entre ellos, señalan el camino a versailles…
Napoleón parecía un buen tipo hasta que el éxito se le subió a la cabeza y se autoproclamó Emperador ¡Qué se lo digan a Beethoven…!
Un abrazo, Hugo
LEITER
La primera vez que entré en el salón de los espejos de Versalles era una niña y tuve la impresión de que allí tenían lugar los cuentos de hadas.
Es verdad que en posteriores visitas, con los años, aprecié menos su decoración recargada, pero si tuviera que ponerle un escenario a mis sueños de niña-mayor, sería Versalles. Llevé a mi hija hace un par de años y sólo pudimos pasear los jardines (la cola para entrar era inmensa) y quedó fascinada. Versalles, como bien dices en tu entrada, es un inmenso teatro y eso, visto con alma de niño, siempre fascina.
Tengo especial querencia por algunas de sus fuentes. Mi favorita, la de la metamorfósis (no estoy segura de que se llame así).
Besos, leiter.
Sí que se llama así la fuente, Amalia.
Besos, muchos besos
LEITER
Tienes razón Amalia, hay quizás que verlo con ojos de niño, así seguro que se puede disfrutar. Me alegro que tengas un recuerdo de infancia tan bonito.
Un saludo princesa. 🙂
por algún motivo que no alcanzo a comprender leiter, luego de tu último post sobre chichen-itzá, volví al de versailles, y al releer los comentarios, me detuve en el de iván paixao acerca del tratado de versailles: «la historia aún no ha proferido su veredicto final»
la verdad es que lo ha proferido, y «curiosamente» por varios motivos, lo hizo muy rápidamente, en la navidad de 1919, apenas firmado el tratado,
1. quien lo hizo no fue un historiador, sino un economista, que asistió a las deliberaciones como miembro de la delegación británica, john maynard keynes, cuya obra canónica -aún hoy, casi cien años después, de referencia sobre el tema- «las consecuencias económicas de la paz», fue según su autor «el hijo de un profundo sentimiento»
2. en su obra, keynes -inglés, reitero- sostuvo tres tesis demoledoras contra los aliados:
a. su mala fé
b. sus reclamos a alemania, económica y financieramente imposibles de cumplir
c. la incubación en alemania de un espíritu de revancha: «si perseguimos intencionadamente el empobrecimiento de europa central, me atrevo a decir que la venganza no tardará. nada puede postergar mucho tiempo esa definitiva guerra civil entre las fuerzas de la reacción y las desesperadas convulsiones de la revolución, ante la cual los horrores de la última guerra germana quedarán reducidos a nada, y que destruirán a quien quiera sea el vencedor, así como la civilización y el progreso de nuestra generación»
la segunda guerra mundial, veinte años después, demostró la perspicacia de keynes…
Siempre se acaba volviendo a Keynes, ¿verdad?
Excelente tu aportación, amigo Hugo
LEITER
Luego la Historia no ha proferido su veredicto final…
Yo sí.
Hugo, ¿los aliados en plan lobo con piel de cordero?, bueno, no me extraña nada las consecuencias. Desconocía el dato que aportas de Keynes es muy interesante, se ve que tenía una visión muy clara de las situación y las más que probables consecuencias: el nacionalsocialismo se encontró el campo abonado y listo para la siembra. Lástima de cosecha.
leiter: keynes era un hombre multifacético y más que un teórico de la economía, era un político-económico, lo que hoy los sajones llamarían un policy-maker, y en tal carácter siempre aportaba un enfoque novedoso ante un problema económico y político, pero como hombre de cambridge, siempre lo hacía a través de la «persuación», no de la acción política directa, como los de oxford.
el ensayo y las notas en el times eran su arma.
entre los primeros se encuentra precisamente «las consecuencias económicas de la paz» y en cuanto a los segundos uno de los más famosos es el demoledor «las consecuencias económicas de mr churchill» donde al fustigar el hecho que inglaterra volvió al patrón oro a la paridad de pre-guerra, lo que revaluó la libra, perjudicando sus exportaciones y agravando las consecuencias de la gran depresión, se preguntaba: ¿porqué habrá hecho (churchill) una cosa tan tonta? para, a partir de allí demolerlo.
muchos de estos ensayos fueron recopilados bajo el título «ensayos de persuación».
también escribió otro muy famoso «ensayos biográficos» donde demuele a lloyd george: «arraiga en la nada, es un ente vacío y sin contenido…un vampiro y un médium, todo en uno» y este no se quedó atrás con keynes en sus «memorias de guerra»
wilson a su vez le parecía a keynes «un don quijote ciego y sordo. su pensamiento y su temperamento eran esencialmente teológicos, no intelectuales»
clemenceau, le merecía respeto, y lo comparaba con pericles.
ratificando las agudas observaciones de keynes sobre «los tres grandes» de versailles, recientemente se ha observado que no son recordados con la misma reverencia que churchill y roosevelt.
zarza: el clima de versailles parece que se cortaba con un cuchillo, y no solo por parte de clemenceau y los franceses, que aparecían como los villanos de la conferencia.
lloyd george acababa de ser reelecto al frente de un nuevo gobierno inglés de coalición, con una plataforma del tipo «ahorquen al kaiser» y «que alemania pague». un político de la coalición prometió «exprimir el limón hasta que se oigan crujir las pepitas»
en ese clima «versallesco» keynes -representante superior del tesoro británico- percibió lo equivocados de los planteamientos anglo-franceses e hizo lo que estuvo a su alcance, sin lograrlo, para firmar una paz justa con alemania, cuando lo que pretendían su gobierno y el francés era una paz «cartaginesa».
keynes consideraba que su fracaso se debía a que lloyd george «siempre lo había odiado» (lo llamaba el puck de la economía) y en tal sentido renunció a su cargo y regresó a londres, donde consultó con amigos la idea de poner por escrito sus puntos de vista sobre el tratado y así nació el libro, que cimentó su prestigio, demostrándole de ahí en adelante que en materia política y económica «la realidad no era el dominio de la razón, sino que a menudo era el ámbito en que se manifestaban fuerzas oscuras y misteriosas cuyo resultado final no podía preverse del todo»
tal vez este «sistema de pensamiento» fue lo que hizo tan original su obra.-
Yo, de cuestiones económicas, entiendo lo justito (nuestro amigo Thenigger sabe mucho más) pero siempre he escuchado que Keynes es una referencia. Bueno, he de confesar que durante un año, cuando tenía 18, estudié Económicas y Derecho al mismo tiempo pero lo dejé por incompatibilidad con mi verdadera vocación. Aún así, tuve a mi disposición los manuales de Samuelson y de Ludwig von Mises (tenía un profesor que era fanático de su doctrina y de la de Hayek) que aún conservo. La verdad es que, al repasarlos, no me dicen mucho. Todo lo contrario de Keynes, a quién, desde mi supina ignorancia, considero un teórico práctico y ameno.
Parece muy interesante ese libro que mencionas, Hugo, Ensayos de persuasión. Trataré de hacerme con el mismo.
Un abrazo
LEITER
Obra de siglos morada de reyes….este palacio siempre ha ejercido una atracción sobre mi y es que nadie con un mínimo de sensibilidad puede permanecer indiferente…..la historia se siente en sus salones, vividos por el rey sol y tantos personajes. 100% recomendable. y si puede ser visitarlo varios dias mejor que mejor