Durante la primera mitad del siglo XX, la carrera de cualquier director de orquesta se iniciaba de manera casi indefectible por ejercer de repetidor en algún teatro de ópera de carácter provincial hasta aprovechar la oportunidad de estrenarse como director en el mismo atendiendo a la cortesía brindada por el maestro titular de la institución. Muchos jóvenes directores pasaron de ser asistentes a asumir la conducción de estos modestos escenarios cuando el titular en cuestión decidía abandonar ese destino en busca de nuevos retos profesionales. De esta manera, la carrera de un director de orquesta pasaba por curtirse durante largos años en escenarios de segunda fila hasta encontrar el momento más adecuado para dar el salto cualitativo a otros escenarios de mayor relevancia y proyección. Entonces era del todo impensable, aunque hubo excepciones, que un joven sin cumplir los treinta años de edad asumiera cargos de capital importancia musical. En tiempos modernos, el marketing y las nuevas plataformas mediáticas de difusión han provocado la fulgurante aparición de jóvenes maestros que han conseguido, en ocasiones de manera muy cuestionable, estar al frente de entidades a las que muchos directores de antaño no pudieron acceder hasta haber demostrado una considerable madurez artística y profesional. Al poco de haber cumplido los treinta años de edad, Esa-Pekka Salonen fue propuesto como director titular de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles. Y, contra cualquier criterio a priori inmovilista, Salonen demostró que la juventud y su presumible inexperiencia no tienen por qué estar reñidas con el buen hacer. Salonen pertenece a esa moderna generación de jóvenes directores dispuesta a merendarse el mundo musical antes de haber cumplido los cincuenta años de edad.
Esa-Pekka Salonen nació el 30 de junio de 1958 en Helsinki, Finlandia, y comenzó su formación musical en la Academia Sibelius de la capital finesa estudiando trompa y composición. Graduado con tan solo diecinueve años de edad, Salonen prosiguió su formación musical estudiando dirección de orquesta bajo la tutela de Jorma Panula, Jukka-Pekka Saraste y Osmo Vänskä para luego viajar hasta Italia y asistir a los cursos de dirección impartidos por Franco Donatoni en Siena y Niccolò Castiglioni en Milán. Muy interesado también en la faceta compositiva, Salonen amplió estudios junto a Magnus Lindbergh, con quien formó los grupos de música experimental Korvat y Toimii. En 1979, Salonen realizó su debut como director en Helsinki al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio Finlandesa aunque su objetivo artístico seguía siendo el de compositor (de hecho, Salonen aceptó dirigir esta formación pensando en que así le sería más fácil presentar luego sus propias creaciones). Cuatro años más tarde, en 1983, Salonen fue requerido de urgencia para sustituir a un indispuesto Michael Tilson Thomas al frente de la Philharmonia Orchestra de Londres. Con apenas tiempo para preparar el programa, Salonen ofreció una colosal versión de la Sinfonía nº3 de Mahler que significó su arranque profesional como director de orquesta. De hecho, la formación británica le nombró principal director invitado en 1985, un cargo en el que Salonen se mantendría hasta 1994. Por otra parte, Salonen ya había aceptado en 1984 la titularidad de la Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca en relevo de Herbert Blomstedt. Estos cargos se sumaron a su compromiso para dirigir como invitado a la Orquesta de la Ópera Nacional Finlandesa y a la Orquesta Filarmónica de Oslo. Sin haber cumplido aún los treinta años de edad, la trayectoria artística de Salonen empezaba a ser del todo imparable.
En 1989, Salonen fue invitado a dirigir la Orquesta Filarmónica de Los Angeles durante una gira de conciertos por Japón. El éxito de este tour fue tal que a su regreso se le ofreció la posibilidad de ser el principal director invitado de la formación californiana. Sin embargo, los problemas surgidos entre el entonces director titular de la orquesta, André Previn, con la gerencia de la misma — provocados en buena medida por la designación de Salonen como director encargado de realizar la gira nipona — precipitaron que Previn renunciara a la titularidad de la misma ese mismo año, con lo que el camino se quedó despejado para el joven Salonen. Antes de acabar 1989, Salonen fue anunciado como nuevo director titular de la agrupación californiana en un cargo que se haría del todo efectivo a partir de 1992. Durante los diecisiete años en que se mantuvo al frente de esta orquesta, Salonen realizó múltiples giras por todo el planeta e hizo su aparición con la misma en los principales eventos musicales internacionales. Merced a una novedosa programación, la orquesta californiana se convirtió en una de las formaciones más progresistas y modernas de los EEUU, aparte de destacarse por su incomparable nivel técnico y artístico. En el año 2009, Salonen cedió su puesto de titular a otro joven colega, el venezolano Gustavo Dudamel, e inmediatamente fue nombrado director laureado de la orquesta. El año anterior, Salonen había comenzado su nuevo compromiso como director titular de la Philharmonia Orchestra de Londres, cargo que mantiene en la actualidad y que ha sido recientemente prorrogado hasta 2014. En 2009, Salonen debutó como director operístico en el Metropolitan de Nueva York y rechazó la oferta de dirigir el ciclo completo de El Anillo de Wagner en Bayreuth. Casado con Jane Price, una antigua profesora de la Philharmonia Orchestra, Salonen es padre de tres niños y de un tiempo a esta parte ha visto estrenadas algunas de sus composiciones.
Espíritu inquieto y dotado de una interesante personalidad intelectual, Esa-Pekka Salonen es uno de los mejores directores de orquesta actuales y una de las figuras con más rápida progresión artística surgida en las dos últimas décadas. Aunque es principalmente conocido por su faceta como director, Salonen es además un brillante compositor cuya obra está siendo cada vez más difundida y que presenta la peculiaridad de estar escrita dentro de los márgenes de la tonalidad. Director de estilo y gesto preciosista, Salonen parece centrar su eje interpretativo en base a una precisión que en ocasiones puede resultar un tanto fría para los oídos acostumbrados a unas lecturas más vivificantes. No obstante, sus maneras sobre el podio son del todo convincentes tanto en concepto como en mando. Su extenso repertorio abarca la práctica totalidad de estilos desde el Clasicismo hasta la música del siglo XX, aunque existen una serie de compositores muy ligados a su personalidad interpretativa, como Bartok, Hindemith, Messiaen y, especialmente, Stravinski. Por otro lado, la música contemporánea ocupa el lugar más destacado de su programación y, a día de hoy, Salonen se muestra como uno de los directores más comprometidos del panorama internacional en relación a la obra de su tiempo. Frente a esa apariencia de hombre eternamente joven y dotado de una imagen personal ciertamente atractiva que el marketing discográfico se ha encargado de explotar, Salonen es un director obsesionado con la democratización musical y una de sus constantes a lo largo de su trayectoria ha sido la de acercar la música a todo tipo de estratos sociales. Con una progresión musical del todo asombrosa por su meteórica rapidez, Salonen está llamado a abanderar la nueva generación de directores nacidos a partir de la segunda mitad del siglo XX. Pese a su contrastada solvencia y brillantez, la gran mayoría de críticos musicales coincide en que lo mejor de Salonen está aún por llegar.
De entre la producción discográfica debida a Esa-Pekka Salonen podemos mencionar las siguientes grabaciones (advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen porqué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Toccata y Fuga, BWV 565, de Bach (arreglo de Stokowski) dirigiendo la Filarmónica de Los Angeles (SONY 89012); Sinfonías nº5 y 7 de Beethoven dirigiendo la Filarmónica de Los Angeles (vídeos de referencia desconocida); El violín rojo de Corigliano, junto a Joshua Bell y dirigiendo la Filarmónica de Los Angeles (SONY 77136); La damoiselle élue de Debussy, junto a Upshaw y Rasmussen, y dirigiendo la Filarmónica de Los Angeles (SONY 58952); Nocturnos de Debussy dirigiendo la Filarmónica de Los Angeles (SONY 58952); Suite de Peer Gynt de Grieg dirigiendo la Filarmónica de Oslo (SONY 64064); Sinfonía nº3 de Lutoslawski dirigiendo la Filarmónica de Los Angeles (SONY 66280); Sinfonía nº9 de Mahler dirigiendo la Philharmonia Orchestra (SIGNUM 188); Cuadros de una exposición de Mussorgski-Ravel dirigiendo la Philharmonia Orchestra (vídeo de referencia desconocida); Sinfonía nº4 de Nielsen dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca (CBS 44934); Conciertos para piano nº2 y 3 de Rachmaninov, junto a Yefim Bronfman y dirigiendo la Philharmonia Orchestra (SONY 89734); Concierto para violín de Schönberg, junto a Hilary Hahn y dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Suecia (DG 1085802); Concierto para piano de Schumann, junto a Helene Grimaud y dirigiendo la Staatskapelle Dresden (DG 690402); los 2 Conciertos para piano de Shostakovich, junto a Yefim Bronfman y dirigiendo la Filarmónica de Los Angeles (SONY 60677); Sinfonía nº5 de Sibelius dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de Suecia (SONY 66234); Concierto para violín de Sibelius, junto a Joshua Bell y dirigiendo la Filarmónica de Los Angeles (SONY 65949); y, finalmente, selección de ballets de Stravinski dirigiendo la Philharmonia Orchestra (SONY 1376166). Nuestro humilde homenaje a este excepcional director de orquesta.