Felipe Pedrell nació el 19 de febrero de 1841 en la localidad tarraconense de Tortosa
En el enlace al vídeo que hoy os dejo podemos escuchar la Cançó de l´estel (Canción de la estrella) de la ópera Els Pirineus (Los Pirineos) del compositor catalán Felipe Pedrell. La versión del vídeo se corresponde a una interpretación de la soprano Ofelia Sala acompañada de la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu dirigida por Edmon Colomer. No nos consta grabación alguna de esta obra y la versión concertante que se ofrece en el vídeo se debe a una histórica lectura de esta ópera que se llevó a cabo en el Teatre del Liceu el 17 de febrero de 2003 tras casi un siglo de olvido. Els Pirineus es una ópera con prólogo y tres cuadros bajo libreto de la trilogía del mismo nombre del autor Víctor Balaguer. La ópera fue estrenada en 1902 en el Liceu y en idioma italiano, como era costumbre en la época. La obra pretendió ser un gran referente del nacionalismo catalán del momento y algunos especialistas destacan una cierta influencia formal y estilística con el drama wagneriano pero sin caer en el servilismo. Obra completamente olvidada tras su estreno, en 1999 se recuperaron ciertos fragmentos durante un concierto, aunque no fue hasta 2003 cuando la obra fue de nuevo representada en versión concertante y con el texto original en catalán.
Si bien en España el Romanticismo musical había sido relativamente modesto, no obstante el nacionalismo impulsó la creación sonora que, ya en una etapa postromántica y modernista, va a acentuar la remontada de una escuela que acabará por mostrar en aquella época a algunos de los mejores nombres de la música española como Albéniz y Granados. Pero junto a estos dos consagrados compositores existieron otros tal vez no tan conocidos y cuya actividad musical no se circunscribió tan solo al mundo de la composición. Fueron los casos de Enrique Fernández Arbós (1863-1939) más conocido como director de orquesta a raíz de su labor como titular de la Orquesta Sinfónica de Madrid, y de Ricardo Villa (1871-1935), autor de óperas y zarzuelas y fundador de la Banda Municipal de Madrid. En la zona catalana destacaron Joan Lamote de Grignon (1872-1949), autor de óperas, canciones y piezas para banda así como fundador de la Orquesta Sinfónica de Barcelona. También fueron importantes nombres como Enric Morera (1865-1942), Domènec Mas (1870-1944) y Quim Malats (1872-1912). Pero el más prestigioso e influyente músico catalán de esta primera época fue Felipe Pedrell, el primer gran musicólogo español.
Felipe Pedrell nació el 19 de febrero de 1841 en la localidad tarraconense de Tortosa y pese a que de niño recibió clases por parte de Joan Mir, llegando incluso a formar parte del coro infantil de la Catedral de Tortosa, su formación musical fue más bien autodidacta. Con una inagotable capacidad de trabajo, Pedrell empezó a componer, escribir, editar catálogos, revisar archivos y dirigir orquestas. Tras un período en Barcelona, fue becado por las municipalidades de Gerona y Tarragona para viajar a Roma y París con el objeto de ampliar su formación musical. Posteriormente se trasladó hasta Madrid en 1894, continuando con su polifacética actividad musical hasta que en 1915 es nombrado profesor del Conservatorio de Madrid, cargo que ocupó durante más de treinta años y en donde estableció las bases de la musicología española contemporánea. Autor de una docena de óperas, poemas sinfónicos, obras religiosas e instrumentales, la música de Pedrell se vio del todo eclipsada por sus excepcionales trabajos en el ámbito de la musicología. Pedrell falleció el 19 de agosto de 1922 en Barcelona.
Felipe Pedrell realizó una inmensa tarea en todos los campos de la actividad musical, defendiendo una renovación total de la escena lírica nacional a semejanza de la línea alemana en una época en la que la música española, salvo contadas excepciones, estaba en manos de compositores del género chico. De hecho, fue uno de los introductores de Wagner en España y tuvo además el mérito de ser el maestro de músicos como Albéniz, Granados, Falla o Gerhard. Con todo, los intentos de resucitar su música no han tenido mucho éxito ya que Pedrell fue más significativo en su personalidad de teórico que como compositor realmente grande. Sirva desde aquí nuestro humilde homenaje a su figura.