De sobra es conocido que Beethoven compuso un gran porcentaje de sus mejores obras en un estado de sordera total. Otros compositores que se vieron afectados por pérdida personal de audición fueron Smetana, Vaughan Williams o Fauré. También han existido otros autores que han padecido de ceguera, ya sea desde su nacimiento o con posterioridad, como Antonio de Cabezón, Bach, Haendel, Delius o el entrañable maestro Rodrigo. En 1914, el pianista austríaco Paul Wittgenstein perdió su brazo derecho durante un asalto de las tropas de los Imperios Centrales a Polonia. Tras un periodo de fuerte depresión motivada por tal irremediable pérdida, Wittgenstein comenzó a adaptar piezas para poder ser ejecutadas sólo con su brazo izquierdo y hasta el mismo Ravel le escribió y dedicó un famoso concierto para piano. El célebre violinista Itzhak Perlman debe tocar sentado debido a una parálisis sufrida como consecuencia de una poliomielitis cuando era apenas un chiquillo. El barítono alemán Thomas Quasthoff nació con una severa deformidad física e incluso llegó a ser rechazado en el Conservatorio de Hannover debido a su condición física. Todos estos no son sino ejemplos de una heroica lucha contra la adversidad por parte de determinados músicos. Tal vez sea menos conocido el caso del director rumano Jonel Perlea, un maestro que se vio obligado a dirigir sólo con la mano izquierda debido a una parálisis.
Jonel Perlea (en sus comienzos fue conocido como Ionel) nació el 13 de diciembre de 1900 en Ograda, sureste de Rumanía, en el seno de una familia de clase alta y desde muy niño mostró grandes dotes musicales. Perlea cursó sus estudios musicales en Munich entre 1918 y 1920 bajo la tutela del profesor Beer Walbrunn para luego asistir en Leipzig a unos cursos de dirección impartidos por Max Reger y Otto Lohse. Ya en 1919, Perlea debuta como director en Bucarest con un programa que incluía su propia obra y con ello inicia su carrera artística al ser nombrado director de coro en Leipzig en 1922 y un año más tarde ejercer similar cargo en Rostock hasta 1925. Con estas credenciales, Perlea no tardó en asumir la dirección de la orquesta de la Ópera de Cluj en la temporada de 1927-1928, si bien un par de años antes había debutado ya en la Ópera de Bucarest. En esta misma institución, Perlea permanecería ligado entre 1928 y 1944 ocupando distintos cargos, incluido el de director del Conservatorio de Bucarest y de la Orquesta Sinfónica de Radio Bucarest. Al mismo tiempo, Perlea desarrolló una gran actividad como director invitado por distintos coliseos europeos que le otorgaron una gran fama. Sin embargo, en 1944 Perlea y su mujer fueron detenidos por las tropas alemanas en Viena al tratar de huir hacia París, situación que motivó el internamiento del matrimonio en el campo de Silesia y posteriormente en Kärten bajo penosas circunstancias.
Liberado en 1945 por las tropas británicas, Perlea se dirigió a Italia para retomar su carrera artística y consiguió ser director permanente de la Ópera de Roma entre 1945 y 1947. Tras haber debutado en el Metropolitan (1949) y en La Scala (1950), Perlea decidió establecerse en los EEUU para, luego de participar como invitado en algunas importantes agrupaciones norteamericanas y de obtener la ciudadanía de aquel país, ejercer como docente de dirección en la Manhattan School of Music de Nueva York entre 1952 y 1959. Paralelamente, en 1957 Perlea fue nombrado director de la Orquesta Sinfónica de Connecticut por espacio de diez años pese a que ese mismo año un ataque le paralizó el brazo derecho. Con todo, Perlea reanudó su actividad como director valiéndose únicamente de la mano izquierda y centrándose sobre todo en acompañar a solistas y en los estudios de grabación. A partir de 1965 y hasta su muerte, Perlea volvió a ejercer labores docentes en la Manhattan School of Music. Finalmente, Perlea falleció en Nueva York el 29 de julio de 1970.
Jonel Perlea fue un excelente músico, a juicio de muchos especialistas, cuya labor empero no se vio acompañada por la fortuna en determinados momentos de su vida. En sus primeros años desempeñó un papel excepcional en la vida musical rumana, siendo uno de los introductores en aquel país de la música de Mahler y Verdi. Director con grandes dotes de liderazgo y con una gran preocupación por las texturas orquestales, Perlea gozó de un privilegiado sentido para sacar lo mejor de los cantantes durante las funciones operísticas y fue por ello considerado como un colaborador más que como un dominador. Lo principal de su repertorio se centró en la ópera italiana aunque no dejó de lado a Wagner y Bizet. También abordó el repertorio sinfónico tradicional, si bien más en la faceta discográfica. Su empeño en dirigir valiéndose sólo de una mano fue una más que meritoria muestra de coraje personal que, a pesar de todo, no ha sido lo suficientemente valorada incluso en nuestros días.
De entre la producción discográfica de Jonel Perlea podemos mencionar las siguientes grabaciones. (Advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen por qué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada):
Selección de Danzas Húngaras de Brahms dirigiendo la Sinfónica de Viena (TUXEDO 1058); Variaciones Rococó de Chaikovski, junto a Gaspar Cassadó y dirigiendo la Sinfónica de Bamberg (VOX BOX 5502); Lucrezia Borgia de Donizetti, junto a Caballé, Kraus y Verrett, y dirigiendo la Orquesta de la RCA de Italia (SONY 57594); Concierto para violoncelo de Dvorak, junto a Gasopar Cassadó y dirigiendo la Sinfónica de Bamberg (VOX BOX 5502); Sinfonía nº40 de Mozart dirigiendo la Sinfónica de Bamberg (PANTHEON XP7400); Manon Lescaut de Puccini, junto a Albanese, Björling, Di Stefano y Peerce, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (OPERA D´ORO 1428); Adagio y variaciones para violoncelo de Respighi, junto a Gaspar Cassadó y dirigiendo la Sinfónica de Bamberg (VOX BOX 5502); Aida de Verdi, junto a Milanov, Björling, Warren y Barbieri, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (URANIA 274); y, finalmente, Rigoletto de Verdi, junto a Merrill, Peters, Tozzi y Rota, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (RCA 60172). Nuestro humilde homenaje a este entrañable director de orquesta.