Fragmento del Rollo de Isaías hallado en Qumran
Cuando una mañana de invierno de 1947 el pastor Muhammad Ahmed el-Hamed arrojó una piedra a uno de los dos huecos que sobresalían de una roca sobre la que se había posado una de sus cabras, no fue consciente de que aquel sonido de cerámica rota que inmediatamente escuchó constituía el principio del mayor descubrimiento arqueológico del siglo XX. No cabe duda de que los manuscritos del Mar Muerto constituyen el documento bíblico más valioso jamás hallado y es fácil comprender el porqué: Esta biblioteca de más de 800 textos arroja una luz directa sobre el período crítico en que nacieron, hace más de dos mil años, el cristianismo y el judaísmo rabínico. En el año 70 de nuestra era los romanos destruyeron Jerusalén y su Templo, quedándose esa fecha como una muralla prácticamente impenetrable para los investigadores del judaísmo y del cristianismo primitivo. De las diversas corrientes de judaísmo que pugnaban por mantener su influencia mientras el Templo aún seguía en pie sólo sobrevivió el rabinismo que hoy en día conocemos, aunque un nuevo concepto de judaísmo transformado, el cristianismo, llegó posteriormente a dominar el mundo occidental.
Los manuscritos del Mar Muerto proporcionaron a los estudiosos una gran biblioteca de más de 800 volúmenes que arrojan una luz directa sobre el judaísmo anterior al año 70. Entre todos estos documentos hallados en once cuevas cercanas al wadi Qumran desde 1947 hasta 1956 sólo unos pocos constituyen un único fragmento mientras que el resto no son sino minúsculos trozos que aún así facilitan una enorme información. Es evidente que se trata de los restos de una importante biblioteca de la antigüedad aunque aún se sigue discutiendo cuáles fueron los orígenes de dicha biblioteca y quién escribió los documentos. La tesis más extendida por los especialistas afirma que los documentos fueron escritos en un asentamiento cercano a Qumran aunque no resulta del todo descartable que dichos documentos procedieran originariamente de Jerusalén y que fuesen trasladados al lugar del descubrimiento para protegerlos de la destrucción romana. Se sabe, merced a minuciosas investigaciones y análisis, que los documentos fueron escritos entre el año 250 a.C. y el 68 de nuestra era, pese a que resulta muy probable que algunos fragmentos fuesen realizados con anterioridad.
El período de la historia judía en el que se escribieron los manuscritos del Mar Muerto resulta sumamente complejo y está parcialmente documentado sólo en fuentes ambiguas. Los gobiernos eran inestables y con frecuencia incapaces de garantizar la tranquilidad social, por lo que los levantamientos violentos estallaban a menudo. Ya antes de la revuelta de los macabeos y del establecimiento de la dinastía de los asmoneos, la corrupción había llevado al nombramiento de sumos sacerdotes que no pertenecían al linaje sadoquita establecido por el rey Salomón. Consecuentemente, durante el período asmoneo empezaron a formarse numerosos grupos religiosos judíos, con frecuencia rivales, que compitieron por la influencia política y religiosa. Entre ellos cabe citar a los fariseos, los saduceos y los esenios, descritos por Flavio Josefo. Los fariseos fueron un grupo separado de la ortodoxia que se hizo muy popular entre las masas de fieles. Aceptaron tanto la ley oral como la escrita y configuraron la vida religiosa judía tal y como hoy en día la conocemos. Los saduceos constituían un partido sacerdotal y aristocrático que disponía de grandes riquezas y elevado poder político y militar. Su doctrina era mucho más estricta que la de los fariseos y no aceptaban ni la ley oral ni la resurrección futura. Por su parte, los esenios constituyeron el grupo menos numeroso y más cerrado de cara al exterior. Estaban gobernados por una organización muy estricta y presentaban una serie de normas rigurosas para la admisión. Existían numerosos grupos de comunidades esenias repartidos por todo Israel y uno de ellos habitó en las proximidades de Qumran. Este grupo, a tenor con las investigaciones, fue el que custodió y posiblemente compiló la biblioteca hallada en Qumran (las teorías del profesor Lawrence Schiffman sobre un hipotético origen saduceo de la secta de los manuscritos de Qumran están del todo descartadas).
Los manuscritos del Mar Muerto pueden ser divididos, grosso modo, entre textos bíblicos — un 25% aproximadamente — y textos no bíblicos. Entre los textos bíblicos están representados todos los libros de la biblia hebrea, aunque sólo presenten algún fragmento, con la única excepción del Libro de Ester, curiosamente el único libro de la biblia hebrea que no menciona el nombre de Dios. Los textos no bíblicos son de una variedad notable y pueden ser subdivididos en diversos subgrupos, como himnos, salmos, comentarios bíblicos, literatura sapiencial, textos legales… Dentro de los textos bíblicos, el de mayor tamaño es el conocido como Rollo de Isaías, la recensión más antigua conservada del Libro de Isaías en la actualidad y anterior incluso al famoso Papiro Nash (un fragmento del siglo II donde se conservaba el hebreo bíblico más antiguo hasta entonces conocido). Por su parte, entre la enorme cantidad de textos no bíblicos encontrados en Qumran destacan los siguientes:
– El Rollo del Templo, el más largo y extenso manuscrito de todos los hallados. Merced a los estudios realizados sobre este enorme texto por el arqueólogo Yigael Yadin sabemos que el texto fue redactado entre los años 150 y 125 a. C. y que contiene largos pasajes del Pentateuco aunque relatados en primera persona por Dios mismo y no por Moisés. También contiene las instrucciones precisas para la construcción del Templo de Jerusalén no citadas en la Biblia aunque sí referenciadas en 1 Crónicas 28, 11-19: «David le dio a su hijo Salomón el plano de todo lo que tenía en su mente respecto de los atrios de la Casa del Señor (…) Todo esto conforme a lo que el Señor había escrito de su mano para que todo el trabajo se hiciera de acuerdo con el plan». También contiene los conocidos como Estatutos del Rey, de igual manera no descritos en la Biblia pero sí referenciados en 1 Samuel 8, 11 y siguientes: «… Sobre los derechos y deberes del rey que él [Samuel] escribió en un libro que puso ante el Señor». El contenido del Rollo del Templo también se refiere a la Ley y a la observancia de fiestas. Todo el monumental contenido de este rollo ha dado pie a que el destacado investigador alemán Hartmut Stegemann concluya que el Rollo del Templo no fue sino un sexto libro de la Torá perdido durante 2.500 años y constituido por material rechazado cuando fue establecido el canon oficial del Pentateuco a mediados del siglo V a. C. bajo la influencia de Esdrás.
– El Documento de Damasco, cuya historia es realmente rocambolesca: A finales del siglo XIX se descubrieron en una genizah — almacén de escritos inservibles — de una sinagoga de El Cairo un par de ejemplares fragmentarios de un documento que databa de la Edad Media. Cincuenta años después de aquel hallazgo en la sinagoga cairota, en las cuevas de Qumran se encontraron al menos nueve copias fragmentarias de ese mismo documento. El contenido del texto es fundamental para comprender la historia de los esenios y su oposición a los jefes judíos de Jerusalén. Además incluye numerosas leyes relativas a la secta y en cierta medida aclara el contenido de otros importantes textos como el Comentario de Habacuc y el Manual de Disciplina. No deja de ser sorprendente que los documentos hallados en Qumran sirvieron para rellenar el incompleto texto del Documento de Damasco encontrado en El Cairo en 1897.
– El Rollo de Cobre, un documento diferente a todos los demás encontrados en Qumran y cuyo contenido no encaja fácilmente en las habituales categorías utilizadas para documentar las listas de manuscritos. Escrito en una delgada hoja de metal, el rollo pudo ser abierto sin sufrir daños gracias a los trabajos efectuados en el Manchester Collage of Technology. Redactado en un extraño dialecto hebreo de la región, el rollo presenta una lista de 64 lugares en los que se encuentran otros tantos tesoros escondidos que contienen grandes cantidades de oro y plata. De ser ciertas las cantidades descritas en los 64 emplazamientos, el volumen total de metales preciosos oscilaría entre 58 y 174 toneladas, una cifra realmente inconcebible. Obviamente nada de lo descrito ha podido ser encontrado y se piensa que dichas hipotéticas riquezas pudieran estar idealmente relacionadas con el Templo de Jerusalén. Lo más enigmático de este rollo es que presenta la existencia de una serie de letras griegas que no constituyen palabras ni abreviaturas conocidas. Tal vez esos grupos de letras fueron parte de una suerte de pictograma que tendría como función la de preservar el secreto de los escondrijos.
A partir de 1950 se empezaron a publicar una serie de textos fragmentarios hallados en las distintas cuevas aunque el grueso de todo el trabajo, mayormente ubicado en la cueva número 4, tardó muchísimo tiempo en ver la luz y en consecuencia desacreditó todo el proyecto de publicación. Con ello, no tardaron en surgir las especulaciones que veremos más adelante y que incluso llegaron a sugerir un cómplice silencio colectivo ante las impactantes revelaciones que hipotéticamente podrían ofrecer algunos textos sobre los primeros tiempos del cristianismo. Para trabajar con los textos se reunió a un equipo profesional de jóvenes investigadores auspiciados por el gobierno jordano, ya que en aquella época Jordania controlaba Cisjordania y en consecuencia el enclave donde se hallaban las cuevas de Qumran. Por lo pronto, se acordó que ningún judío podía tomar parte en el equipo de investigación y se encomendó al padre Roland de Vaux, de la Escuela Bíblica Francesa de Jerusalén, la tarea de reunirlo. Así se hizo y el equipo fue formado por ocho investigadores de religión mayoritariamente católica. Pronto surgieron los problemas y el miembro alemán del grupo, Claus Hunzinger, no tardó en presentar la dimisión.
Casi una década tardó el equipo de trabajo en reunir los fragmentos para posteriormente distribuir los aproximadamente 500 textos existentes entre ellos para su publicación. Aquello resultó un completo desastre al asumir los investigadores más trabajo del que podían realizar a lo largo de toda su vida. Tan solo John Allegro llegó a publicar su parte, pero de manera tan deficiente que el artículo que lo corrigió era aún mayor (curioso caso el del inglés Allegro: Años después este mismo autor concluyó en un estudio que Jesús de Nazaret había sido una simple seta alucinógena…). Con todo, fue Allegro el único que publicó sus textos, cosa que no se puede decir del resto de miembros del equipo. Durante las tres décadas siguientes el equipo llegó a publicar menos de un centenar de los 500 textos existentes y alguno de los investigadores falleció, cediendo torticeramente sus «derechos de publicación» a otros colegas de confianza. Ya en 1955, el influyente crítico cultural y literario norteamericano Edmund Wilson fue el primero en detectar algo sospechoso en la postura del equipo de investigación. La cosa llegó a tal punto que en 1977 el profesor Geza Vermes de Oxford afirmó que dicho proyecto de publicación era «el mayor escándalo académico del siglo XX». En 1985, la Biblical Archaeology Review emprendió una fortísima campaña para conseguir el libre acceso a los manuscritos del Mar Muerto y sólo a finales de esa década se consigue nombrar a un miembro judío, Emanuel Tov, en el equipo oficial de edición. Tal secretismo no hizo sino alimentar aún más las teorías conspirativas y ya en 1991 se produce un verdadero revuelo con la publicación en Inglaterra de un libro titulado El escándalo de los manuscritos del Mar Muerto de los autores Michael Baigent y Richard Leigh. Este libro, verdadero éxito editorial de ventas, alentaba la teoría de que el Vaticano ocultaba los manuscritos del Mar Muerto porque su contenido podría socavar las doctrinas fundamentales del cristianismo. Las llamativas tesis expuestas en este libro intentaron ser desmontadas por Hershel Shanks, a la sazón máximo responsable de la Biblical Archaeology Review, en un artículo cuya conclusión final afirmaba que el retraso de la publicación de los textos obedecía a motivos mucho más prosaicos que los de una conspiración, entre ellos el poder y obstinación de un círculo cerrado que controlaba una disciplina por la cual pasarían a la historia como autores de las primeras ediciones. Con todo, las tesis de Shanks no aludían a un aspecto fundamental muy bien documentado y argumentado en el polémico libro de Baigent y Leigh: La manifiesta incapacidad del grupo liderado por De Vaux para separar el estudio documental con la propia fe católica de cada miembro. Este dato, unido a un insoportable e injustificado retraso de las publicaciones, dio alas a los especuladores de que «allí se estaba ocultando algo realmente importante». Téngase en cuenta que otros manuscritos hallados en 1945 en Nag Hammadi, Egipto, aunque de menor cantidad y extensión, tardaron sólo once años en ser publicados y que durante su período de investigación, extraordinariamente dirigido por el profesor James M. Robinson, los textos circularon con total libertad entre los investigadores interesados. Las comparaciones, aunque odiosas, resultaron ineludibles (Sin embargo, la conspiración descrita en el libro de Baigent y Leigh bien que pudo servir para ocultar una conspiración aún mucho mayor sobre la que pende un enigmático silencio: La relación entre el reconocimiento por parte del Vaticano del Estado de Israel y la aparición en Jerusalén de unos osarios cuyas inscripciones sugieren la posibilidad de que fueran los restos de Jesús de Nazaret y su familia. Este episodio presenta tintes de película de espías, con agresiones, persecuciones e incluso el fallecimiento de un miembro del equipo de la BBC en circunstancias nunca del todo aclaradas).
Todo el drama de la publicación concluyó el 19 de diciembre de 1991, fecha en la que la Biblical Archaeology Society publicó en una edición de dos volúmenes las 1.787 láminas del material bruto para el trabajo de la erudición. De esta manera quedó resuelto el problema del acceso a los manuscritos. Con todo, aún queda la posibilidad de que se descubran más manuscritos en la zona de Qumran y de hecho esta zona continúa siendo explorada por diversos equipos de investigación israelíes y europeos. Otra cuestión es que algunos manuscritos estén en manos privadas (cuando se descubrió el grueso de los mismos, muchos textos se pusieron a la venta al mejor postor por parte de los beduinos y su posterior recopilación fue una tarea en la que intervinieron incluso los servicios secretos de Israel y la CIA. Parece ser que algunos textos nunca se recuperaron). De hecho, John Strugnell, uno de los investigadores del equipo de traducción que acabó siendo cesado por sus violentos comentarios antijudíos y por su desmesurada afición al alcohol, afirma que existen al menos cuatro manuscritos inéditos que se conservan en Jordania en manos de banqueros. Este rumor lo confirmó también el antiguo director del Departamento de Antigüedades de Jordania, el inglés Gerald Lankester Harding, quien en su lecho de muerte confesó la existencia de tales manuscritos.
Hasta el descubrimiento de los manuscritos del Mar Muerto, los ejemplos más antiguos de la recensión rabínica de la Biblia databan del período medieval. Gracias a estos manuscritos, algunos textos bíblicos que presentaban ciertas lagunas han podido ser ahora mejor comprendidos y estudiados. Uno de los casos más divulgados fue el relativo a un texto incompleto del Libro de Samuel — 1 Samuel 11 — que hace alusión al episodio del repentino ataque de Najás a Yabes de Galaad, una ciudad de Israel aliada con Saúl. El texto bíblico no ofrece explicaciones sobre los sorprendentes motivos del ataque, pero en un manuscrito encontrado en la cueva número 4 de Qumran que data del siglo I a.C. y que contiene una copia del Libro de Samuel aparece un largo pasaje — que no se encuentra en la Biblia — que explica las causas de dicho ataque. Las conclusiones a las que ha llegado el profesor Frank Moore Cross sostienen que dicho pasaje inédito fue eliminado de la Biblia por un simple descuido en el proceso de transmisión y que incluso Flavio Josefo lo había ya parafraseado en sus Antigüedades judaicas. En otras ocasiones, los manuscritos del Mar Muerto han servido también para resolver en parte algún enigma bíblico. Así, en Mateo 5, 43-44, Jesús de Nazaret se dirige a la multitud de la montaña con estos términos: –«Habéis oído que se dijo: Odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos»– Este fragmento resulta ciertamente enigmático ya que ningún texto judío contiene esa doctrina. Pero gracias a un excelente trabajo del profesor austríaco Kurt Schubert se ha podido demostrar que esas frases del Maestro de Galilea hacen exacta referencia a un texto que se encuentra entre los documentos hallados en Qumran y que pertenece al denominado como Manual de disciplina. Con esto damos paso a un tema muy controvertido y que no es otro que la relación entre los textos del Mar Muerto y el cristianismo.
Uno de los mejores estudiosos sobre las relaciones entre el cristianismo primitivo y los manuscritos del Mar Muerto es el profesor James VanderKam de la Universidad de Notre Dame. Según sus consideraciones existen ciertas afinidades doctrinales entre los sectarios de Qumran y los primeros cristianos, si bien desmonta del todo las afirmaciones de otros autores — Robert Eisenman — que señalaban a Santiago, el hermano de Jesús, en Qumran así como aquellos que sostienen que en Qumran se llegaron a encontrar ejemplares del Nuevo Testamento. VanderKam concluye que muchas de las creencias y prácticas de la iglesia primitiva, consideradas únicas en otro tiempo, en realidad estaban ya prefiguradas en Qumran. En 1970, el jesuita y papirólogo español del Instituto Bíblico de Roma, José O´Callagham, conmocionó al mundo al afirmar que en la cueva número siete se habían encontrado textos griegos que contenían pasajes de Marcos, Hechos, 1Timoteo, Santiago y 1 Pedro. Casi todo el grueso de investigadores abandonó, sin embargo, la hipótesis de O´Callagham al basarse la misma en textos casi ilegibles que no coincidían enteramente con los textos propuestos. Otro autor, Dupont-Sommer, ha propuesto que la figura del Maestro de Justicia, quien ocupa un lugar destacado entre los documentos de Qumran, prefigura claramente a Jesús. Pero lo que resulta ciertamente curioso y enigmático es que en el Nuevo Testamento no se mencione nunca el nombre de los esenios. Algunos autores como Yigael Yadin han sugerido que sí aparecen, aunque con la denominación de herodianos. Por su parte, Geza Vermes afirma que los esenios, grupo judío con el cual los primeros cristianos tuvieron más puntos en común, no aparecen precisamente porque las controversias entre ellos y los cristianos fueron menores — comparadas con las de los fariseos y saduceos — y también porque los esenios nunca discutían con extraños. Pero aún más sorprendente, si cabe, es que el nombre griego de «esenios» no aparece ni en la literatura rabínica ni en los propios textos de Qumran.
Por otra parte, Hershel Shanks alude a las semejanzas de un fragmento encontrado en la cueva número cuatro con un pasaje de la Anunciación del Evangelio de Lucas. En el documento de Qumran no se sabe ni quién habla ni de quién se habla, pero se dice que un individuo X será «aclamado como Hijo de Dios y será llamado Hijo del Altísimo». Este texto tiene una enorme importancia, ya que es la primera vez que la expresión Hijo de Dios aparece en un texto palestino no bíblico. Además, la más antigua recensión del Evangelio de Lucas, al igual que el resto de los evangelios, se ha conservado sólo en griego, una lengua que probablemente Jesús no habló. Ahora bien, ese fragmento procedente de las cuevas de Qumran está escrito en arameo, la lengua maternal de Jesús. Otro aspecto que ha sido muy investigado es el de la supuesta procedencia esenia de Juan el Bautista, tesis considerada por el profesor VanderKam y ampliada aún más por el eminente exégeta alemán Otto Betz. Según Betz, las relaciones entre la vida y las enseñanzas de Juan el Bautista, por una parte, y las enseñanzas de Qumran por otra parte son realmente semejantes. Sin embargo, el profesor Betz también analiza las diferencias entre ambos y concluye que Juan el Bautista fue probablemente educado en la comunidad de Qumran y vivió en ella durante su juventud, aunque poco después la abandonó para predicar su mensaje en solitario a las muchedumbres judías. Algunos autores — Messadié — también sostienen una hipotética vinculación de Jesús de Nazaret con los esenios debido a los usos terapéuticos que el Maestro de Galilea llevó a cabo durante su predicación. Ciertamente, los esenios atesoraban grandes conocimientos sobre medicina y técnicas curativas basadas en el consumo de plantas silvestres. Pero de ahí a asociar la figura de Jesús con los esenios media un mundo y el propio Maestro de Galilea se muestra muy crítico en ciertos discursos con los postulados que más se pueden relacionar con el hermetismo comunitario de Qumran. Otro aspecto, nada descartable, es que Jesús bien pudiera haber tenido contactos durante su juventud con esa secta de Qumran. Aunque también entra dentro de lo probable que Jesús, durante los años ocultos, pudo aprender técnicas médicas en Alejandría. Esto tan sólo es una hipótesis que trata de establecer una probable estancia de Jesús en Egipto durante sus años jóvenes y que simplemente se basa en el método dialéctico empleado por Jesús durante la predicación de su mensaje, muy similar al utilizado en las escuelas de Alejandría.
Para concluir esta entrada, digamos que los manuscritos del Mar Muerto se conservan actualmente, en su gran mayoría, en el Santuario del Libro de Jerusalén, aunque también se guardan fragmentos en el Museo Rockefeller de Jerusalén y en el Museo de Antigüedades de Ammán, Jordania
interesantísimo post leiter. un escritor argentino abelardo castillo, (1935)- escribió sobre el tema a fines de los noventa «el evangelio según van hutten» donde plantea una interesante teoría sobre los esenios
http://libros.mysofa.es/libro/el_evangelio_segun_van_hutten/critica/188476/una_vuelta_mas_a_una_tematica_polemica/
Bueno, lo de Abelardo Castillo parece ser más género de ficción. De todas formas, sobre los esenios hay mucho aún por descubrir. El problema reside en que no había una sola comunidad esenia, sino varias desperdigadas por todo el territorio de Palestina. Eso sí, yo estoy convencido de que el Bautista fue un esenio en sus orígenes. La duda que tengo es si fue expulsado de alguna comunidad en concreto o él mismo la abandonó. La diferencia fundamental con su doctrina estriba precisamente en eso: Los esenios lo veían todo desde el punto comunitario y el Bautista era un predicador free-lance.
Un abrazo, amigo Hugo, y gracias por el enlace
LEITER
Por desgracia, la fe es un elemento que se antepone ciegamente a la certeza, cuando debería se todo lo contrario: después de una observación exhaustiva, minuciosa y desapasionada, se adquiere el derecho a articular la más recia creencia.
De allí que el hombre es perfectamente manipulable mediante el arma infalibe de la fe. Mucha sangre ha corrido por cuenta de esto.
Así las cosas, no es raro -al menos para mí- que el monoteísmo en todas sus vertientes, sea uno de los mayores responsables de una Historia repleta de atrocidades y desmanes.
El asunto de Qumran apenas si lo alcanzamos a vislumbrar con nuestra mente, por cuanto es tan extenso como su biblioteca misma.
Es mi creencia que todo el embrollo que envuelve este descubrimiento fantástico, es mucho más sórdido que lo relatado por Baigent y Leigh. El contenido de los documentos debe ser terriblemente explosivo y lo que de ellos se ha presentado a la opinión pública mundial es apenas una ínfima parte, aquella que en principio, no comprometa seriamente ciertos intereses: cuáles? Habrá que ser muy prudentes a la hora de investigar y publicar los descubrimientos.
La oficialidad religiosa es la mejor aliada del sistema que regenta el mundo entero. La sociedad moderna, cualquiera sea su credo, es la consecuencia de un trabajo minuciosamente ejecutado por siglos; nada queda al azar y cualquier chispa que aparezca para turbar ese «orden» debe ser rápidamente tratado de forma que no afecte los objetivos fundamentales de esa planeación de escala global.
No contendrán los Manuscritos del Mar Muerto la verdadera identidad de Jesús? Y si tal descubrimiento fuera incontrovertible? No representaría un sacudón enorme para miles de creyentes? Esto sería así, si bien la fe ciega está muy bien inoculada, de manera que aunque le presentes pruebas al creyente en el sentido de demostrarle que está en un error, él seguirá creyendo torpemente.
Pero que los Manuscritos contienen algo sobre Jesús que no conviene publicar, de ello estoy seguro.
Otra más: no podría haber allí alguna referencia sobre épocas antiguas de la Humanidad, tiempos idos de los cuales hoy en día sólo tenemos teorías mas no pruebas? La ciencia oficial -y la religión, desde luego- se obstinan en presentar UNA sola idea, racionalista y sospechosamente conveniente. Todo lo demás es basura para ellos, aunque por doquier observemos que hay mucho más que aún no conocemos. Hasta la locación y real naturaleza del «Jardín del Edén» podría estar contenido allí.
Esas y muchísimas más cosas puede haber en el descibrimiento, pero no se ha hablado de ello. Sólo lo estrictamente conveniente y bajo un cierto secretismo que encubre algo enorme.
Los esenios resultan ser un grupo o secta tan enigmática, que miles de ideas vienen a mi mente. Incluso muchísimas veces me he cuestionado si son realmente judíos, o lo son sólo en parte. Obsérvese esto: parecían ser una suerte de proscritos por alguna idea que profesaban, un saber ancestral que atesoraban o un «quid» que los hacía blanco de muchos intereses. Quíenes eran realmente?
Y el muy frecuentemente citado Maestro de la Justicia? Bien indicas en el artículo que muchos consideran que era el propio Jesús, pero aún así habría bastante por descubrir: podía ser un hombre, varios hombres, una mujer…o algo más increible…
Los seres humanos nos consideramos arrogántemente el pináculo de la escala evolutiva, pero cuán lejos podemos estar de serlo!
Mi gran Leiter, he expresado en forma desordenada unas cuantas ideas que me surgen con ocasión de tan apasionante tema. Sin duda esto daría para miles de páginas y yo soy apenas un parroquiano con inquietudes como para que me envíen a una casa de orates, si algo descubriera y lo publicara. Pero sí que me emociono con estos asuntos!
Mucho hay que investigar!
Mi fuerte abrazo, Maestro de la Justicia.
PD. Tan apasionante como los Manuscritos del Mar Muerto, son los Evangelios Gnósticos o Apócrifos de Nag Hammadi. Pero con ellos, la censura se ha mostrado diferente: no los ocultan (por lo menos hasta lo que de ellos se sabe), pero abordan el tema con una visión diferente. En algunos casos la Iglesia Vaticana los desestima como documentos de interés histórico pero de escaso valor religioso: lógico! No van a darles motivos a sus fieles para que desvíen su fé! Y los fieles lo creen…
Con los datos que tenemos, y remarco mucho esta frase, parece obvio que los Manuscritos no hablan para nada de la figura de Jesús de Nazaret. Parece algo lógico, ya que el Maestro de Galilea debió ser una figura muy localizada y de escasa repercusión. Tengamos en cuenta que las fuentes seculares que lo mencionan — Flavio Josefo, Suetonio y Tácito — lo hacen de una forma totalmente anecdótica (ciertos pasajes de Josefo son una apostilla posterior puesta bajo su nombre, según todos los exégetas). El creador del cristianismo a nivel popular fue Pablo de Tarso. Pero, hasta ese momento, la figura de Cristo fue casi anónima.
La figura del Maestro de Justicia parece que se refiere a un sacerdote que fue asesinado por no seguir los dictados asmoneos que controlaban, en contradicción con la ley de Zadoq, el acceso sacerdotal. Este cargo nunca podía acapararlo el rey. Pero los asmoneos ignoraron este precepto por un claro interés político (perdóname, Iván, pero ahora mismo no recuerdo el nombre de ese sacerdote. Le cortaron las orejas para que fuera impuro y que de esa forma no pudiera acceder al cargo).
Vuelvo a insistir en que el problema de los esenios radica en que no era un grupo homogéneo, sino que lo formaban varios grupos desperdigados por Palestina.
Nag Hammadi fue ignorado por la Iglesia Católica por el carácter gnóstico de algunos de sus escritos (¡Cómo si el Evangelio canónico de Juan no lo fuera!). En la actualidad, el llamado Evangelio de Tomás, no canónico según la Iglesia Católica, se considera unánimemente un texto original y perfectamente válido, al menos tanto como el resto de los evangelios católicos.
Eso son los datos que tenemos, Iván. Lo demás forma parte de la especulación (y, por supuesto, yo no descarto que existan textos de Qumran que aún no se hayan hecho públicos por distintos motivos)
Un abrazo, amigo Iván. Gran comentario el tuyo.
LEITER
Por desgracia tenemos que ceñirnos a los datos que tenemos. Pero la especulación a veces es buena, incluso para estimular el intelecto, no?
El Evangelio canónico de Juan que refieres es tan especial, que hasta los Cátaros se valían de él en sus creencias. Pero hay quien asegure que incluso disponían de una segunda versión del mismo, aún más gnóstica. Jamás se ha hallado prueba alguna del documento, pero no es imposible que haya existido.
Descenderé nuevamente sobre mis libros que tratan el tema y nuevamente dejaré impresiones en esta entrada, así pasen algunos meses.
Abrazos buen amigo.
El tema de los Manuscritos de Qumran me apasiona y he profundizado mucho a lo largo de los años, disponiendo de una extensa bibliografía sobre el mismo. Para mí, Qumran es el MAYOR DESCUBRIMIENTO ARQUEOLÓGICO-LITERARIO de la historia.
No dudes en comentar esta entrada todas las veces que quieras, amigo Iván. Será todo un placer para mí.
Un abrazo
LEITER
Hola Leiter (Guia en aleman), este verano estuve en Qumran, (sin saber nada de los manuscritos) y en Jerusalem. No soy o era religioso, ni creyente, pero lo que percibi alli, en esos lugares Santos me hizo estremecer. No se que habia alli, pero desde luego habia algo, una presencia. Luego me documente un poco mas sobre los manuscritos y pienso que efectivamente se oculta algo muy importante. Seria bueno qe todos tuvieramos acceso a esa informacion pues pertenece a la Humanidad y no solo a los altos rabinos, sacerdotes o imanes.
Es posible que se oculte algo, Pedro, pero eso ya entra en el terreno de la especulación. Los datos son los que tenemos y a partir de ahí es donde se pueden elaborar las distintas teorías. Tal vez algún día nos sorprendan con importantes revelaciones al respecto.
Saludos
LEITER
Espléndida entrada, Leiter; Resulta no obstante imposible dar una respuesta lógica a tantos interrogantes, por lo menos para mi.Pertenezco a una raza casi desaparecida de cristianos, algunos los llaman primitivos, otros los llaman gnósticos, en lo que a mi se refiero me considero un cristiano «mistérico»,lo cual resulta delicado definir, ya que en el sentido mistérico un evento de orden cósmico escapa de por sí a las definiciones lineales y lógicas tal como nuestro mundo actual las concibe. Intentaremos simplemente expresar lo siguiente:
1-Para cualquier cristiano que se define como tal el misterio de vida y muerte de Jesus de Nazaret es un acto central en la historia de la humanidad y esto llega por vía de la fe, ni siquiera se puede «adquirir» con nuevos evangelios ni ninguna lectura…Ahora bien; Existen dos tipos de «fe», por lo menos es lo que creo. Una oficial, la otra prohibida, perseguida durante toda la historia sea en las epocas de fundamentalismo religioso o sea en nuestro tiempo por la neutralización de todos los canales que podrían permitir llegar a ella. La fe ofidial es un sistema de creencias de orden jurídico y mental, que sirve ante todo para asentar un poder. La segunda resulta de una forma de educación,aprender a escuchar a la vida, a percibir su misterio,a contemplar, conectar y siempre intuir.Dicen que la segunda es de por si un caos, cuando es todo lo contrario, ya que el cosmos ha dado al hombre un vínculo perfecto para conectar con la verdad mistérica,la maravillosa catarsis. La catarsis, comulgar con el misterio de la vida a través del arte verdadero.Para ello se necesita a los maestros auténticos,los que nos ponen frente al misterio, sea en el campo puramente artistico o sea en un campo más religioso pero siempre conectando con el arte y el sentimiento.Asi se educaba a los jovenes en las sociedades mistéricas…De esta forma me hice cristiano estudiando el arte de Bruno Walter, con el concierto de Estokolmo y el adios en Viena. Entendí lo que podía significar ser cristiano para el,no por las definiciones sino por una percepción y visión peculiar de la luz y del ratio entre luz y oscuridad…escuché su cuarta de Mahler, compas por compasslo segui en este viaje cosmico espiritual,y simplemente dije: Maestro,estoy comulgando y quiero seguir este camino…ser cristiano es ante todo comulgar con una percepción del cosmos, el resto viene después, ya que el encuentro verdadero se ha producido.
2-Para la visión mistérica que personalmente comparto el mundo humano viaja sobre la tierra por ciclos de luz y oscuridad,y tras pasar Occidente por las etapas de oscuridad religiosa ahora pasa por el intento de destrucción del arte.Es lo que nos toca vivir. Y no es nada facil, la verdad.El mundo entero parece ya no poder aceder a las claves que el arte verdadero detiene y los maestros han desaparecido. Sin embargo la fe cristiana de la cual hablo se llama también «optimismo intrínseco» y no tiene duda de que al final la consciencia saltará como una ola, un tsunami que destruirá a todo lo que los enemigos del arte habrán conseguido construir como barreras.Esto es así, no se puede explicar,es una convicción que se va forjando y se vuelve indestructibles. Amigos, el día llegará en el cual celebraremos el retorno de los maestros y con ellos del conocimiento artístico, os lo dice un loco pero no lo puedo remediar, estoy convencidísmo de ello.
3-Que viva España para mucho tiempo a pesar de todos los que desean fragmentarla y verla perder su esencia la cual odian de sobremanera. Epaña es el verdadero reducto de Asterix, el último punto que resiste «todavía y siempre» al invasor. No tengo que dar más explicaciones, Jose Tomas vuelve a torear y con el vuelven todos los misterios de la catarsis verdadera que remontan hasta los limites del neolítico. Ultima cultura decía Fedrico García Lorca,ultimo reducto para comulgar.
Estas han sido mis reflexiones las cual aparentemente no tienen nada que ver con la entrada de Leiter…los misterios están en los libros, si,pero lo único que hacen los libros es darnos la llave para emtender que las cosas no son tal como nos las han contado..sin embargo, si queremos llegar a un entendimiento del misterio que está por detrás, tampoco nos dan las llaves definitivas. Para mi, la llave está en el Arte con mayuscula!
Yo, pese a declarame oficialmente agnóstico o ateo, no dejo de valorar la fe religiosa de cada cual siempre que se viva con intensidad y auténtica DEVOCIÓN INTERIOR. El proselitismo, en cualquiera de sus vertientes, nunca me ha gustado porque considero que la religión no es algo exportable como una mercancia. Yo me eduqué en un colegio religioso y estudié sobre la materia. Tal vez por eso nunca comprendí a quienes intentan adoctrinar a los demás escondiendo sus propias carencias humanas. Pero también conocí a humildes religiosos que vivían con sinceridad la fe en Cristo y que sonreían ante cualquier pecadillo ajeno. De ellos será el Reino de los Cielos, sean de la religión que sean.
No entiendo el esclavismo conceptual al que las grandes religiones someten al individuo. No considero una figura de dios celoso y empeñado en ser alabado. Ese dios no puede existir y, si realmente existe, es un majadero. Admiro la figura histórica del Maestro de Galilea por su compromiso con los más débiles y su crítica hacia los más poderosos. Creo en su existencia histórica y trato de seguir sus doctrinas sociales y humanísticas. El llamado Sermón de la Montaña me parece una de las grandes odas a la dignidad humana y a la comprensión solidaria de todos los individuos, especialmente de aquellos que sufren. Cristo nunca condenó a nadie humilde, sino a los poderosos. Y siempre tuvo palabras de aliento hacia los más necesitados. Esa es la religión que yo entiendo. Lo demás me sobra. Cristo nunca perdió el tiempo con enseñanzas doctrinales o litúrgicas. Era el amigo de los pobres y los marginados. Y nunca los dejó desamparados.
… Y vuelve José Tomás. Yo era un aficionado a los toros hace algunos años pero, por causas muy personales, dejé de serlo. Eso sí, la verdad del toreo es ocupar el sitio que ocupa José Tomás, el mismo que ocupó Belmonte. El resto de diestros lo único que hace es engañar al público con sus poses de bailarina, pasándose al toro a dos metros de su cuerpo y citando a una fiera carente de trapío. Por cierto, mi abono en Las Ventas se ubicaba en el Tendido 7. Nadie nos engañaba allí, la verdadera cátedra popular del conocimiento taurino para envidia de los más catetos.
Mi abrazo, maestro Monielou
LEITER
Ay, un ex del tendido 7, no podía ser menos, amigo Leiter ! Pues yo también me alejé de los toros,lo que defiendo es la esencia, la historia, el origen,y lo poco que queda…A mi me hubiera gustado cenar con Sanchez Mejías,asistir a una tertulia con Belmonte, ir con Lorca a Las Ventas,pero no ha sido posible.Ahora somos nosotros, los franceses del sur, quien defendemos la esencia…pero los pegapases lo dominan todo, y la fiesta está en plena decadencia así que casi no me muevo,incluso ahora en la Feria de Jerez,me quedo con un quite de Paula grabado eternamente en mi retina…
El capote, de vuelta marino, pequeño, como de juguete. Los pies plantados en la arena; las manos bajas, rozando el suelo; y la cadencia… Rafael de Paula ha sido el mejor intérprete del capote en la historia del toreo. Y a mí el toreo a capote me entusiasma. Sólo el malogrado Julio Robles se le aproximó… Y aquella media de Antoñete en 1985 en Las Ventas… Se pararon los relojes en todo Madrid.
En fin, maestro Mounielou, que nos desviamos del tema de Los Manuscritos…
Un abrazo
LEITER
Para mi no es que nos desviemos, Leiter.Claro que si, en el sentido literal,pero para mi la esencia de los manuscritos está en las olas del mar,en el misterio de todo lo que respira y refleja a traves del arte la huella de lo que llamamos el creador.Los textos no son nada sin el movimiento, la busqueda incansable y amorosa del misterio que nos reodea y no llegamos a entender, como decía Federico. Gracias por sus palabras sobre Paula,el era un maestro del arte puro…