Muchas veces hay acciones que generan consecuencias que no estaban previstas y que por ello resultan mas saludables. Es el caso de la iniciativa de algunos periodistas que han puesto en marcha el pasado fin de semana en Twitter una campaña, sinpreguntasnocobertura, que pide a sus pares que no cubran las ruedas de prensa en las que sus convocantes no admiten preguntas. A ella se ha unido otra, del mismo nombre, en Facebook impulsada por otros periodistas de renombre.
Estas iniciativas están siendo refrendadas a nivel institucional por FAPE y Reporteros sin Fronteras (RSF) con motivo del Día de la Libertad de Prensa, haciendo más amplia la disconfomidad del colectivo cuando destacan que otra de las «trabas» a la libertad de información en España es la obligación de los medios de emitir bloques electorales proporcionales al peso de cada partido durante las campañas electorales. Sin duda es un hecho auspicioso que se cuestione ampliamente la actitud de los políticos que cada vez más pretenden utilizar a los medios como medio de difusión/no difusión de su pensamiento. De prosperar la campaña obligará a los partidos políticos a replantear sus estrategias comunicacionales hacia los ciudadanos quienes así tendrían oportunidad de formarse opinión sobre los mismos y no someterse a sus mensajes unidireccionales publicitarios.
Hasta aquí lo saludable de la noticia, pero ¿qué se esconde detrás de este movimiento que seguramente cuenta con adherentes convencidos de la importancia del periodismo libre? Ya hace años que la prensa está viviendo una profunda crisis que ha mermado la plantilla de las redacciones principalmente por no haber sido fieles a un código deontológico y no saber adaptarse a la evolución de la sociedad (intereses, necesidades, tecnología… ). Diríamos entonces que el proceso comenzó cuando la prensa paso de ser eso a convertirse en “empresa periodística” – leáse orientada exclusivamente a resultados económicos- Entonces comenzó el deterioro en todo orden y se acabaron los periodistas de opinión (puros) generalmente freelances que con su firma se responsabilizaban de sus dichos (a costa de su patrimonio personal) y aparecieron aquellos que respondían a la línea editorial de su empleador. Esa línea editorial no respondía a sus lectores sino a determinado sector de la sociedad (empresarios, partidos, clubes…) que expresa o tácitamente recompensaban su buen decir de distintas formas
Surgieron así las llamadas conferencias de prensa donde determinados medios (a veces de manera muy burda) les preguntaban sólo aquello que querían contestar y se lucían. Todo dentro de una presunta pluralidad con presencia de medios no tan afines. El resultado de todo ello fue que paulatinamente la objetividad de los medios fue desapareciendo y hoy casi no hace falta comprar un periódico para saber lo que dirán sobre determinado tema.
El que escribe añora por cierto aquellos editoriales firmados donde muchas veces se daban puntos de vista opuestos a lo que se decía en el cuerpo principal, con tal rotundidad, que se aclaraba que era la opinión del autor y no del periódico. Más allá de lo controversial del tema era gratificante pues significaba que realmente existía libertad de opinión y por ende LIBERTAD DE INFORMARSE.
El fondo de la cuestión sin duda es que están en juego una serie de puestos de pseudo periodistas que a la luz de su accionar han hecho de la información un circo mediático. El objetivo es que si no hay noticia, habrá que generarla. Como prueba más reciente tenemos la cobertura de las “conferencias de prensa” de los técnicos del Barcelona y el Real Madrid. Se han institucionalizado tanto (días, eventos…) que cuando no hay nada que decir se dice igual pues hay que llenar espacio.
Para ser más creíble esta iniciativa faltaría por parte de los convocantes el MEA CULPA que ha llevado a está situación y reformular una serie de principios que deberían regir esta profesión que sin duda es uno de los pilares de cualquier sistema democrático.
Un abrazo
THENIGGER
muy buena reflexion,me parece una buena perspectiva al mirar un hecho aparentemente simple, siendo como siempre, mas complejo. saludines
Eso que comentas se trata de una pequeña colección con algunos detalles, pero no son la causa del mal, sino consecuencias secundarias; son simplemente algunas puntitas del iceberg gigantesco que padecemos en España desde hace ya décadas. La cuestión es que nuestros medios de comunicación estan miserablemente monopolizados. Son todos del mismo signo y obsesivo color político. Todos penden de los hilos que maneja la misma mano. Desde las emisoras y periódicos y editoriales de libros escolares del grupo Prisa y Godó hasta las teles nacionales… Lo que pasa es que a muchos os gusta el color del que tiñen todo (estadísticamente a la mitad, más o menos; y la otra está prácticamente silenciada, salvo por una emisora de radio de los -por otro lado atacados- curas aún sin doblegar y el aburrido intereconomía, que -qué le vamos a hacer- es lo único que nos queda a los de la mitad silenciada). Y, como os gusta el color, os parece muy bien hasta que os salpica de lleno en algún tema personal y solo entonces os dáis cuenta de que no tenemos libertad de prensa. Pero al llegar ese punto ya es tarde…
hola Eduardo gracias por tu comentario. En realidad los medios forman parte de un oligopolio que si bien persiguen un único fin económico aunque con distintas estrategias ( léase adhesión a distintos partidos mayoritarios/grupos económicos de poder )actúan como distintos cárteles en las distintas variantes de la información/comunicación.
No termino de entender lo del color a que haces referencia , posiblemente no has leido todo el post. Mi comentario es crítico no de solidaridad.
Es evidente que no compartimos criterio por lo que se entiende por libertad de prensa pues más alla de compartir o no ciertas publicaciones o emisiones radiales celebro su existencia y deseo que sigan independientemente de quien este gobernando . Lo que si no comparto es que no tengan sentido crítico si van contra los intereses que los sustentan.
un abrazo
Amigos, opino y digo:
* La iniciativa de «sinpreguntasnocobertura» me parece muy oportuna en las circunstancias que nos va a tocar vivir en la próximas semanas. Y desde luego muy interesante como reacción de defensa de la libertad de opinión ante los paquetes informativos «todoenunoysincomentarios» que los partidos han cogido como costumbre endosar a los medios cuando se celebran las ruedas de prensa. A ver qué pasa.
* Ante la libertad de opinión, versión libertad de prensa -tanto escrita como audiovisual-, hay que reconocer que la situación de hoy en España no es perfecta. No lo es hoy, ni tampoco lo será mañana, pues como toda acción humana -y social- está condicionada por el interés e intereses -ideológicos y económicos- de los unos y de los otros. Pero así y todo nada que ver, afortunadamente, con lo que tuvimos que sufrir durante muchos años del siglo pasado.
* Hoy por hoy, no obstante, es una suerte poder contar con un abanico de medios escritos y audivisuales de casi todos lo colores, tendencias e intereses y poder elegir entre ellos el que más se acomode a nuestro particular punto de vista. Tal vez por eso no acabo de entender lo que más arriba dice Eduardo sobre la «mitad silenciada» y sobre «…que no tenemos libertad de prensa».
Saludos cordiales.
Una vez más se presenta ante nuestros ojos, el eterno antagonismo entre el Utilitarismo de John Stuart Mill y el Universalismo de Immanuel Kant -antagonismo que no impide que ambas teorías marchen inescindiblemente juntas en los dilemas éticos de la vida cotidiana.
La motivación de los protagonistas en este escenario, será lo que finalmente justifique el accionar de unos y otros.
Sin embargo, es inevitable preguntarse: y las consecuencias? Qué reglas debemos seguir?
Sapere Aude!
Abrazos.