Directores de orquesta, Henry Joseph Wood
Si bien en Londres venían celebrándose conciertos públicos desde el primer tercio del siglo XIX, no fue hasta la década de los años setenta de dicha centuria cuando la llamada música culta acaparó el protagonismo casi exclusivo de unas programaciones que hasta entonces eran del todo prosaicas.
Fue el empresario británico Robert Newman quien se propuso ofrecer una serie de conciertos nocturnos mezclando la música culta con la popular y dentro de un entorno que permitía al espectador moverse, tomarse algún refresco o incluso fumar, aspectos estos que se apartaban de la tradicional rigidez de los conciertos ofrecidos por la Sociedad Filarmónica. Además, el precio de estos nuevos conciertos estaba al alcance de todos los bolsillos, evitando con ello el elitismo social inducido en los conciertos de la Sociedad.
En 1894, un joven director británico, Henry Joseph Wood, acudió a Bayreuth y supo ganarse la confianza de Felix Mottl, quien le propuso para dirigir unos conciertos basados en obras de Wagner en la recién estrenada sala londinense del Queens´Hall. Robert Newman, nombrado a la sazón director de la nueva sala, firmó un contrato con Wood para ofrecer una serie de dichos conciertos a lo largo de diez semanas. De esta forma, a las 20.00 horas del 10 de agosto de 1895, la obertura de Rienzi de Wagner abrió la primera sesión de una serie de conciertos que con el tiempo se convertirían en uno de los mayores acontecimientos musicales no ya sólo de Inglaterra, sino del resto del mundo. Tras la muerte de Wood, los conciertos pasaron oficialmente a denominarse Henry Wood Promenade Concerts, aunque hoy en día se sigue usando el apelativo mucho más simple de The Proms.
¿Dónde nació Henry Joseph Wood?
Henry Joseph Wood nació el 3 de marzo de 1869 en Londres en el seno de una familia de amantes de la música, recibiendo de su propia madre sus primeras lecciones de piano y posteriormente de órgano a cargo del maestro de la iglesia del Santo Sepulcro. Los progresos del joven Wood fueron tales que ya en 1887 fue admitido como alumno de piano, órgano y composición en la Royal Academy of Music. Ese mismo año, Wood se estrenó como director de sus propias obras y su carrera pareció enfocarse más a la propia de un compositor. Sin embargo, sus escarceos en materia de dirección orquestal le permitieron colaborar en giras con diversas compañías británicas de ópera hasta que en en 1890, el padre de Wood financió un viaje de su hijo por toda Europa para que tomara contacto con las mejores orquestas continentales. Aquella experiencia resultó decisiva para la formación del futuro director y ya de vuelta en Londres, un par de años después, Wood fue el encargado de dirigir el estreno londinense de Eugenio Oneguin de Chaikovski, ganándose desde entonces una excelente reputación como intérprete de música rusa. A partir de 1895, la trayectoria artística de Wood daría un giro decisivo al hacerse cargo de los conciertos populares ofrecidos en la sala del Queen´s Hall.
Ya desde los primeros años, los Proms llegaron a ser universalmente conocidos gracias a la extraordinaria política de programación llevada a cabo por Wood. (Se solían ofrecer conciertos monográficos de un autor durante un par de noches a la semana, combinando esta mezcla con la dedicación a otros autores de la época como Debussy, Mahler, Schönberg y Scriabin). A la par que en su pionero trabajo en los Proms, Henry Joseph Wood también cimentó su fama como director merced a su participación en diversos festivales corales británicos, como Birmingham, Norwich y Sheffield. Tal fue el impacto de Wood en el desarrollo de la vida musical inglesa que su nombre, junto con el del compositor Edward Elgar, fue símbolo en toda Europa de una nueva y próspera etapa de la música en Gran Bretaña tras unos años más bien oscuros en los que nunca se pudo conectar del todo con las corrientes románticas y posrrománticas de la Europa Continental. Aunque la actividad de Wood se desarrolló en su mayor parte en Inglaterra, en 1904 y 1911 — año en el que le fue concedido el título de Sir — tuvo la ocasión de dirigir en América a la Orquesta Filarmónica de Nueva York.
Ya en 1915, Henry Joseph Wood inició una fecunda colaboración con la incipiente industria discográfica mediante su acuerdo con el sello COLUMBIA que mantendría prácticamente durante el resto de su vida. Una nueva oportunidad se le presentó a Wood en 1917, fecha en que los directivos de la Orquesta Sinfónica de Boston le ofrecieron la titularidad de la formación tras la caída en desgracia de Karl Muck. Sin embargo, Wood no se comprometió y sólo aceptó a dirigir a dicha orquesta en calidad de ocasional invitado.
Una colaboración parecida llevó a cabo a partir de 1921 en el Festival de Música de Zurich. Con todo, Henry Joseph Wood sí que se comprometió en 1923 a dirigir a la primera orquesta surgida en la Royal Academy of Music, actividad que mantuvo a lo largo de toda su vida. A partir de la década de los años treinta del siglo pasado, el prestigio de Wood como director se vio superado, empero, por las figuras de Sir Thomas Beecham y Sir Adrian Boult, a la sazón titulares de formaciones tan potentes como la Filarmónica de Londres y la Sinfónica de la BBC. Esta última formación, y tras duras peripecias, sería la orquesta permanente de los Proms a partir de 1942 cuando, tras la destrucción del Queen´s Hall a causa de los bombardeos, los conciertos pasaron a celebrarse en el Royal Albert Hall.
Poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, la salud de Wood se deterioró de manera alarmante y a principios de marzo de 1944 haría una de sus últimas apariciones públicas durante un concierto-homenaje dedicado a su figura con motivo de su septuaquinto aniversario. A finales de julio de 1944, Wood dirigió su último concierto (que incluía la Séptima de Beethoven) y un mes más tarde, el 19 de agosto, falleció finalmente en el Hospital de Hitchin, Hertfordshire, en las cercanías de Londres. Desde entonces, su nombre aparece ligado a una de las mayores tradiciones musicales británicas como son los Proms.
Meticuloso y en extremo organizativo, Sir Henry Wood fue uno de los primeros directores británicos cuya fama adquirió cotas de relevancia internacional. Con muy poco tiempo para los ensayos, Wood solía preparar las partes más complicadas de los programas a ejecutar dejando el resto a la momentánea inspiración a la hora del concierto. Con una gran claridad de recursos expresivos y gestos, Wood solía dirigir con una batuta enorme comparada con los actuales cánones de la actualidad y que solía pasar de mano en mano para acentuar los momentos más trascendentes. Nervioso, sus movimientos con la cabeza resultaban espectaculares aunque perfectamente coordinados con la línea discursiva musical ejecutada.
Fue también uno de los grandes pioneros de la industria discográfica con un catálogo de grabaciones ciertamente amplio que incluye tanto fragmentos de las más conocidas óperas como un variado repertorio sinfónico. Si bien su trayectoria artística se vio un tanto mermada por su dedicación casi en exclusiva a los Proms, su influencia sobre otros grandes directores de su generación resulta evidente y muchos especialistas opinan que Henry Joseph Wood fue quien inició la época gloriosa de la dirección orquestal británica (Beecham, Sargent, Boult…). Comprometido con la música de su tiempo, Wood dio a conocer la obra de muchos autores británicos e incluyó en su repertorio a autores prácticamente desconocidos en Inglaterra, como Anton Bruckner o Ernö Dohnányi.
De entre la producción discográfica debida a Sir Henry Wood podemos mencionar las siguientes grabaciones (advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen por qué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Selección de obras orquestales de Bach dirigiendo la Sinfónica de la BBC (SYMPOSIUM 1150); Sinfonía nº3 de Beethoven dirigiendo la Orquesta del Queen´s Hall (BEULAH 2PD3); Variaciones Sinfónicas de Franck, junto a Walter Gieseking y dirigiendo la Filarmónica de Londres (APR 5513); fragmentos de El Mesías de Haendel dirigiendo la Orquesta del Festival Haendel (SYMPOSIUM 1251); Fantasía Wanderer de Liszt-Schubert junto a Clifford Curzon y dirigiendo la Orquesta del Queen´s Hall (PEARL 27); Sinfonía nº8 de Schubert dirigiendo la Sinfónica de Londres (BEULAH referencia desconocida); Y, finalmente, selección de obras orquestales de Vaughan Williams dirigiendo la Orquesta del Queen´s Hall (DUTTON 9707). Nuestro humilde homenaje a este gran director de orquesta.