Existen directores, SYLVAIN CAMBRELING que a lo largo de su carrera artística se limitan a una serie de repertorios más o menos tradicionales, tanto en el género escénico como en el sinfónico, en una cómoda y saludable postura que no suele acarrear polémicas. Hoy en leitersblues.com os desarrollamos su biografia. Lo malo de esta posición, del todo loable, es que muchos de estos maestros se acaban adocenando en un repertorio en el que ya casi todo está ya escrito y en donde, salvo arrebatos de repentina inspiración, resulta difícil que aporten algo nuevo e interesante. Estos directores suelen trabajar sobre seguro y por regla general no suelen carecer de contratos dada su contrastada solvencia. Sin embargo, existe otro grupo, minoritario, de directores que desde sus inicios tratan de proponer algo diferente, postura que no siempre es bien recibida por unos públicos generalmente conservadores en materia musical. En el año 2001, Sylvain Cambreling provocó la perplejidad entre muchos de los asistentes al Festival de Salzburgo al servirse de un sintetizador para acompañar los recitativos de Las bodas de Fígaro de Mozart. Poco después, en París, Cambreling utilizó una serie de canciones de Janacek como material de transición entre los actos de Katia Kabanova. Amado u odiado, lo cierto es que el nombre de Cambreling se mantiene como uno de los principales directores franceses de ópera en la actualidad.
Sylvain Cambreling nació el 2 de julio de 1948 en Amiens, Francia, y empezó su formación musical estudiando trombón en el Conservatorio de París, siendo contratado como trombonista en 1971 por la Orquesta Sinfónica de Lyon (actual Orquesta Nacional de Lyon) al tiempo que estudiaba dirección orquestal siguiendo los cursos de Pierre Dervaux. Su progresión en esta materia fue notable y así, en 1974, Cambreling logró obtener el segundo premio en el Concurso Internacional de Jóvenes Directores de Besançon. Esta circunstancia le facultó para debutar un año más tarde como director al frente de la Orquesta de Lyon con un programa basado en Schumann y para ser designado director asistente de Serge Baudo al frente de la Ópera Nacional de Lyon, debutando ese mismo año de 1975 con una producción de Rossini. Director en absoluto convencional, Cambreling fue invitado en 1976 por Pierre Boulez para dirigir con regularidad el Ensemble Intercontemporain, conjunto con el que llevó a cabo numerosas actuaciones con gran éxito de crítica. Ya en 1981, Cambreling es designado director general de música del Teatro Nacional de la Moneda de Bruselas, relevando a Sir John Pritchard, e iniciando una fructífera etapa de colaboración artística con el conocido administrador belga Gerard Mortier.
Cambreling se mantuvo en Bruselas durante toda una década, hasta 1991, y amplió el repertorio de aquella institución tanto con numerosas producciones inéditas como de autores de los siglos XX y XXI. Tras su marcha de Bruselas, Cambreling aceptó sustituir a Gary Bertini como Generalmusikdirektor de la Ópera de Frankfurt, posición que mantuvo desde 1993 hasta 1997. Fue en esa época cuando Cambreling comenzó a prodigarse en el Festival de Salzburgo y en la Ópera de París con una serie de producciones que resultaron en ocasiones polémicas por sus acusadas innovaciones basadas en los montajes de Christoph Marthaler, director con el que viene colaborando desde 1994. Desde 1997 hasta 2004, Cambreling ejerció como director invitado en el Wiener Klangforum Ensemble para luego pasar a ser uno de los directores principales de la Ópera de París durante el mandato de Gerard Mortier. A nivel estrictamente sinfónico, Cambreling sirvió como director titular, en sucesión de Michael Gielen, de la Orquesta Sinfónica de la SWR de Baden-Baden y Freiburg durante el período comprendido entre 1999 y 2011. Un año antes, Cambreling relevó a Stanislaw Skrowaczewski como director principal de la Orquesta Sinfónica Yomiuri Nippon, en cargo que mantiene en la actualidad. A partir de esta misma temporada de 2012/2013, Cambreling también ejerce como director musical de la Ópera de Stuttgart.
Director muy controvertido, especialmente en el repertorio clásico, Sylvain Cambreling es en la actualidad uno de los directores fundamentales en la música de los siglos XX y XXI. De esta forma, y pese a las reticencias iniciales, Cambreling triunfó en la Ópera de la Bastilla con una memorable producción de Wozzeck poco después de presentarse en 2004 con una obra de Messiaen. Lo mismo le sucedió en la Ópera Garnier con una producción de Katia Kabanova de Janacek que quedó en la memoria del público parisino. Con una producción discográfica considerable y realizada para varios sellos de prestigio, Cambreling viene siendo un habitual en Madrid desde que el siempre polémico Gerard Mortier es el director general de la Ópera del Teatro Real de Madrid. Por lo que respecta a sus programas sinfónicos, Cambreling suele mezclar en una misma sesión compositores clásicos con lo más reciente de lo contemporáneo, siendo también habitual el presentar un colorido surtido entre pequeñas piezas tradicionales y contemporáneas.
De entre la producción discográfica debida a Sylvain Cambreling podemos mencionar las siguientes grabaciones. (Advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen por qué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Der Regen, das Glas, das Lagen de Ablinger dirigiendo el Klangforum Wien (KAIROS 1219); Los Troyanos de Berlioz, junto a Polaski, Brown, Lloyd y Villars, y dirigiendo la Orquesta de París (ARTHAUS 100351); La condenación de Fausto de Berlioz, junto a White, Kasarova, Groves y Macco, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Berlín (ARTHAUS 100018); Sinfonía nº4 de Bruckner dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la SWR (GLOR 9231); Sieben Spiegel de Cerha dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la SWR (KAIROS 13002); selección de Sinfonías de Haydn dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la SWR (GLOR 9221); La clemenza di Tito de Mozart, junto a Graham, Minutillo, Naglestad y Prégardien, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de París (OPUS ARTE 942); La finta giardiniera de Mozart, junto a Kozlowska, Major, Torzewski y Benelli, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Bruselas (BRILLIANT 94051); Los cuentos de Hoffmann de Offenbach, junto a Van Dam, Shicoff, Murray y Norman, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Bruselas (EMI 58613); El amor de las tres naranjas de Prokofiev, junto a Antoine, Ballestra, Banks y Bou, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de París (ARTHAUS 107241); El barbero de Sevilla de Rossini, junto a Rawnsley y Ewing, y dirigiendo la Orquesta del Festival de Glyndebourne (KULTUR VIDEO 2101); y, finalmente, Logos de Zender dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la SWR (NEOS 10824). Nuestro humilde homenaje a este gran director de orquesta.