En esta histórica ilustración podemos ver a Hermann Levi, Felix Mottl y Hans Richter, tres nombres que tal vez a muchos no les sugieran nada. Sin embargo, la historia de los Festivales de Bayreuth, sobre todo en sus comienzos, está indisolublemente asociada a estos tres pioneros de la dirección orquestal. Pocos saben que fue precisamente Hans Richter quien atrajo la atención de Wagner sobre el enclave de Bayreuth como el marco ideal para el gran sueño de su Festpielhaus. Esta categoría de Escuela de dirección orquestal no quedaría del todo completa si no dedicáramos unas breves líneas a quienes mantuvieron en Bayreuth una magnífica calidad en sus versiones wagnerianas. Desde aquí nuestro humilde homenaje a estos tres grandes maestros de la dirección orquestal.
Hans Richter — János Richter — nació el 4 de abril de 1843 en Györ, localidad perteneciente al entonces Imperio Austro-Húngaro y hoy bajo administración húngara, en el seno de una familia de músicos. Luego de haber formado parte con diez años del Coro de la Capilla de la Corte de Viena, Richter amplió sus estudios musicales en el Conservatorio de Viena y destacó como un magnífico solista de trompa. De 1862 a 1864 ejerció de trompista en la Orquesta del Teatro de Kärtner. En 1860 Wagner requirió de sus servicios para realizar una copia manuscrita de Los Maestros Cantores y más tarde fue recomendado para asistir a Hans von Bülow en la dirección de coros del Teatro de la Corte de Munich. Como trompista, Richter intervino en la pequeña orquesta que Wagner organizó para dar a conocer a su esposa el Idilio de Sigfrido en su propia casa. Más adelante, Richter también fue el encargado de realizar las copias del ciclo de El Anillo. Richter trabajó como director en Pest de 1871 a 1875, debutando ese mismo año en Viena con tal éxito que fue nombrado inmediatamente director de la Hofoper. Un año más tarde, en 1876, Richter sería el encargado de dirigir el ciclo completo de El Anillo durante la inauguración de los Festivales de Bayreuth. A partir de 1877 Richter inició una exitosa carrera en Inglaterra que le hizo notablemente popular, llegando a encargarse de los Conciertos Richter, de la Trienal de Música de Birmingham y de la dirección de la Orquesta Hallé de Manchester. De forma paralela, Richter fue también nombrado director titular de la Orquesta Filarmónica de Viena, cargo en el que se mantuvo hasta 1898, y de la Sociedad de Amigos de la Música de Viena. Íntimo amigo del compositor Edward Elgar durante sus últimos años, Richter fue un excepcional intérprete de Brahms, Bruckner y Wagner — manteniéndose al margen de la polémica suscitada en Viena entre los seguidores de Brahms y Wagner — y fue un director de capital importancia en el desarrollo de los Festivales de Bayreuth. Aquejado de problemas de visión, Richter debió retirarse de toda actividad artística en 1911, falleciendo en Bayreuth el 5 de diciembre de 1916. A juicio de los especialistas, Hans Richter fue un director preocupado por resaltar la estructura general de las obras por encima de cualquier puntual consideración emotiva. Dotado del llamado oído absoluto, Richter fue un verdadero dominador del medio orquestal aun sin poseer el refinamiento de Von Bülow o el magnetismo de Nikisch. Su estilo de dirección fue durísimo, con una notable vivacidad rítmica que imprimía un sello marcial a muchas de sus ejecuciones.
Hermann Levi nació el 7 de noviembre de 1839 en Giessen, Alemania, en una familia en donde el padre ejercía como rabino. Inició sus estudios musicales en Giessen y Mannheim para más tarde, en 1855, ingresar en el Conservatorio de Leipzig. Habiéndose graduado tres años después, Levi acometió una serie de viajes que le llevaron hasta París. Su primer puesto como director lo obtuvo en Saarbrücken para pasar a Mannheim en 1861. De 1862 a 1864 fue el director principal de la Ópera Alemana de Rotterdam para luego hacerse cargo del Teatro de Karlsruhe hasta 1872. De ahí partió para Munich, ciudad en la que permaneció hasta 1896 cuando se vio obligado a renunciar debido a unos graves problemas de salud. Amigo personal de Wagner a pesar de su condición judía, Levi tuvo una enorme influencia a la hora de dar a conocer la música del compositor de Leipzig. Dirigió la primera representación de Parsifal en Bayreuth en 1882 y mantuvo su vinculación con dicho templo wagneriano hasta el final de su vida (a pesar de todo, en 1888 se vio obligado a cancelar una representación de Parsifal en Bayreuth ante las supuestas presiones recibidas). De la misma forma que su colega Hans Richter, Levi visitó Londres en 1895. Su muerte se produjo el 13 de mayo de 1900 en Garmisch-Panterkirchen. Levi fue un director concentrado y muy reflexivo, un verdadero intelectual de la dirección orquestal. Fue la mano derecha de Cosima Wagner en lo referente al Festival de Bayreuth tras la muerte del compositor y muchos de sus éxitos trataron de ser silenciados posteriormente por los círculos anti-semitas. Hermann Levi fue también el responsable, en buena medida, de la popularización de la música de Anton Bruckner y realizó las traducciones al alemán de los principales libretos italianos de las óperas de Mozart.
Felix Mottl nació el 24 de agosto de 1856 en Unter Sankt Veit, distrito de Viena, e inició su formación musical y humanística en el coro de voces blancas del seminario de Löwenburg. Más tarde ingresó en el Conservatorio de Viena y estudió teoría, composición y dirección bajo la tutela de los profesores Bruckner, Dessoff y Hellmesberger. Sus primeros pasos profesionales los dio como repetidor en la Sociedad Académica Wagneriana de Viena. En 1876, durante los preparativos de la apertura de la primera edición de los Festivales de Bayreuth, Hans Richter contrató a Mottl como asistente de la gigantesca preparación musical de dicho evento. Más adelante, en 1881, Mottl fue nombrado director de la Ópera y de la Sociedad Filarmónica de Karlsruhe, enclave en donde además de dar a conocer algunas obras de Wagner se mostró también muy interesado en la música de Berlioz. Con su inestimable labor, la Ópera de Karlsruhe se convirtió en una de las instituciones más importantes de toda Alemania. Unido al también director Hermann Levi por una amistad casi del todo filial, Mottl fue llamado a dirigir en Bayreuth en 1886 Tristán e Isolda y Parsifal, convirtiéndose desde ese momento en uno de los directores más celebrados de Wagner. También fue muy apreciada su revisión de El barbero de Bagdad, ópera de Peter Cornelius que se mantuvo desde entonces en el repertorio operístico alemán. En 1894 viajó por primera vez a Londres para ofrecer un concierto dedicado íntegramente a Wagner y cuatro años después brindó en la misma ciudad la versión completa de El Anillo. En 1903 Mottl visitó Nueva York para dirigir La walkiria en el Metropolitan. Quiso también presentar allí Parsifal pero desistió ante las protestas de la familia de Wagner, quien tenía decidida la exclusividad de dicha ópera para Bayreuth. Con todo, y según el testimonio de Alma Mahler, Mottl no causó una buena impresión en Nueva York al no haberse tomado muy en serio al público del Metropolitan. A su regreso a Europa en 1904, Mottl se hizo cargo de la Ópera de Munich y de la Academia de Arte de Berlín, instituciones a las que también elevó a unos magníficos niveles artísticos. El 21 de junio de 1911 Mottl sufrió un ataque al corazón mientras se encontraba dirigiendo Tristán e Isolda en Munich y del que murió el 2 de julio. En su lecho de muerte contrajo matrimonio in articulo mortis con su amante de siempre, la soprano Zdenka Fassbender. Junto con Hans von Bülow, Felix Mottl fue considerado el mejor intérprete wagneriano de su tiempo. Su estilo de dirección se caracterizó por la espontaneidad y la expresión, sabiendo dotar de un dramático contraste a todas sus interpretaciones.
levi, destacado miembro de la llamada «primera trinidad de bayreuth», elegido personalmente por wagner para estrenar nada menos que «parsifal» y «amigo personal de wagner a pesar de su condición de judío», creo leiter que relativiza el cargo de antisemita que persigue al gran compositor…
Bueno, bueno, no te creas, amigo Hugo. Lo que ocurre es que Wagner era un verdadero especialista en reclutar a todo tipo de gente de la que se pudiera servir.
Si te llegas a leer algún párrafo del panfleto Das Judentum in der Musik (1850) se te pondrían los pelos de punta…
Un abrazo, amigo Hugo
LEITER
¿Existe, amigo y admirado Leiter, alguna traducción a nuestra lengua del citado artículo «Das Judentum in der Musik»? ¿Existe una sola traducción de sus muchos artículos? El punto me interesa particularmente. Yo sólo he podido hacerme con «Ópera y Drama» y «La Obra de Arte del Futuro», ambas publicadas por universidades españolas: Valencia y Cataluña si no recuerdo mal…
Abrazo, Maese
En este enlace tienes una traducción al español.
En este otro al inglés.
Un abrazo, Otto
LEITER
Gracias enormes por la guía, Maese Leiter…
Otro abrazo
Me produce una extraña sensación estar hoy en Blues frente a estos tres legendarios que conformaron el primer gran círculo de Directores Musicales del Sagrado Festival. Her von Bülow es otra cosa…no olvidemos que subrepticiamente llamó «cretino» a Wagner.
Eran otros tiempos, era el auténtico Bayreuth, no la parodia de hoy en día. Me es difícil explicar lo que experimento cuando en mi mente evoco aquellos wagnerianos años.
No tenía idea de la marcialidad de Hans Richter para dirigir. Ello entretanto, lo hacía ideal para muchos pasajes wagnerianos, aunque no para todos. La marcialidad wagneriana va acompañada de mucho misticicismo griálico, incluso en el Anillo, donde el Graal no está presente más que en la fuerza de lo Eterno Femenino y la visión luciferina que domina en toda la Tetralogía.
Y es que hasta el sufrido Holandés lleva algo de eso.
Uno de los más grandes aciertos del Maestro Wagner, fue elegir a Hans Richter para dirigir el primer ciclo completo de la Tetralogía en 1876, precisamente por lo que he manifestado en el párrafo anterior. La dureza de la Música del Gran Ciclo así lo exigía.
Dato: el primer concierto ofrecido en el marco del Festival de Bayreuth en 1876, no fue el Anillo dirigido por Richter. Fue la Novena Sinfonía de Beethoven, dirigida por el propio Richard Wagner. Es una lástima que en aquellos tiempos el sonido grabado en discos aún no existiera. Imaginan ustedes lo que valdría una grabación de la Sinfonía Beethoveniana bajo la dirección de Wagner, o el primer Anillo dirigido por Richter! Serían joyas de valor inestimable!
Otro dato: cuando se estrenó Parsifal en 1882, dirigido por Levi, durante el III acto, justo antes que Parsifal se extasíe en la contemplación de la Naturaleza y Gurnemanz le explique lo que representa el Karfreitagszauber, Wagner se introdujo en el foso, tomó la batuta de manos de Levi y terminó dirigiendo todo lo demas. All final no hubo aplausos: Wagner dejó instrucciones pecisas para que no hubiera aplausos al finalizar Parsifal, justamente por le carácter místico que tenía la obra, y que no debía alterarse con mundanos ruidos…Qué había ya en la sabia mente del anciano Wagner, presto para acceder al Wallhal? Wagner ya no era de este mundo y su Canto del Cisne lo revela.
Penetrad en la mente de Richard Wagner a través de su Música. Allí está la Minne de la Edad Dorada.
La orden de la familia Wagner era que el Parsifal fuera ejecutada únicamente en el Templo de Bayreuth, nunca en otrs lugares, quizás siguiendo un poco el deseo de su Compositor y su visión mágica de la obra. Sin embargo me parece que en Nueva York hicieron trampa a finales de los 1890…no lo se. En todo caso, la exclusividad de la obra se rompió en 1911 de forma oficial y Parsifal recorrió el mundo.
Dispongo de una suite sinfónica de Parsifal, dirigida por Alfred Hertz en 1913 con la Filarmónica de Berlín. Joya.
Me sumo al homenaje Leiter.
Un gran saludo para Tí.
PD. Wagner era antisemita incorregible. Y otra cosa: Maestro Otto, cuando dispongas de tiempo, manifiéstame tues impresiones acerca de Das Judentum in der Musik. Me gustaría conocer opiniones.
Yo tampoco lo tengo muy claro, querido Iván, pero creo que fue Karl Muck quien dirigió por primera vez Parsifal en EEUU. No lo sé realmente.
De todas formas, los modos directivos de aquellos pioneros maestros eran bien distintos a lo que ahora conocemos. No sé tampoco cómo nos hubieran parecido sus interpretaciones de haber sido registradas en su momento.
Muy buen comentario, Caballero Teutónico. Mi abrazo
LEITER
el panfleto comentado es de 1850, el estreno de parsifal por levi de 1882: creo en la evolución de los hombres y de sus ideas, es más: desconfío intelectualmente de aquellos que siempre han pensado lo mismo…
recuerdo que de chico, no se aplaudía al final de las pasiones de bach…
Amigo Leiter, conoces esto?? El sonido parece casi moderno, no hace pensar a una grabación de 1907…pero si realmente de trata de Mottl vaya sorpresa y vaya documento histórico !!!
http://www.youtube.com/watch?v=ovScO5gFK8Y
De verdad, me parece rarísimo y no acabo de creer en la autenticidad del documento ya que el sonido resulta excesivamente moderno para 1907. Pero además, Jean, otro detalle: existen una serie de acordes desarrollados en arpegio que tienen poco que ver con el estilo interpretativo de principios del siglo XX. Además, suena algo amanerado. Vamos a poner algún que otro ejemplo de grabaciones de más o menos esas fechas.
http://www.youtube.com/watch?v=MVdZ-Op1uB0
http://www.youtube.com/watch?v=BZXL3I7GPCY
http://www.youtube.com/watch?v=vIpNepgmCQA
http://www.youtube.com/watch?v=YTXE2cQiqWk
http://www.youtube.com/watch?v=ik4TPoom8YU
No sé, no me acabo de creer que eso sea de Felix Mottl. Pero no lo puedo negar con rotundidad.
Buena búsqueda, amigo Jean
LEITER
Lo que sí he podido averiguar es el hecho de que mottl grabó en un piano roll tres transcripciones suyas de varias partes de Tristan dentro de las cuales se encuentra el preludio…ahora quizás hay técnicas para limpiar este tipo de grabaciones, las cuales, cuando se trataba de piano, no eran malas en absoluto…en fín nos quedamos con el misterio, es cierto que el estilo de interpretación sorprende pero hay cosas en esta interpretación que denotan un conocimiento muy profundo de la pieza, el manejo inicial del tempo, en toda la fase introductiva, es más que sorprendente, con una manera de sospender, de ralentizar como para interrumpir el tiempo, y esto no es de cualquiera…