Vladimir Golschmann nació el 16 de diciembre de 1893 en París y en el seno de una familia de padres rusos. Pronto accedió a la Schola Cantorum de París para estudiar composición, armonía y contrapunto, aunque su primera ocupación profesional fue la de violinista en una serie de orquestas sinfónicas de París. Ya en 1919, Golschmann fundó la serie de Conciertos Golschmann cuyo principal cometido fue el de dar a conocer la música del grupo conocido como Los Seis aparte de la obra de otros compositores contemporáneos. Un año más tarde, Golschmann también dirigió una serie de conciertos en Bruselas y en el Teatro Beriza de París, institución en donde llegó a ser director musical. Tras pasar unos años dirigiendo orquestas en España (Bilbao) y en Escocia, Golschmann tomó rumbo a los EEUU, país en donde ya había dirigido con anterioridad en calidad de principal invitado de la Orquesta Sinfónica de Nueva York, para hacerse cargo a partir de 1931 de la titularidad de la Orquesta Sinfónica de San Luis hasta 1958 y adquiriendo la ciudadanía estadounidense. A partir de 1958, Golschmann sirvió como director titular de la Orquesta Sinfónica de Tulsa al tiempo que ejerció la docencia en la Universidad George Washington. Golschmann abandonó Tulsa en 1961 para iniciar una brillante carrera como director invitado por América y Europa hasta que en 1964 aceptó la titularidad de la Orquesta Sinfónica de Denver (actual Orquesta Sinfónica de Colorado) hasta 1970. Golschmann se mantuvo activo hasta la misma fecha de su fallecimiento, acaecido el 1 de marzo de 1972 en Nueva York. Vladimir Golschmann jugó un importante papel en la vida musical norteamericana durante buena parte del siglo XX y fue un destacado defensor de la música de su tiempo, estrenando numerosas obras de autores modernos. Con un repertorio muy extenso, Golschmann también destacó por ser un director muy requerido de acompañamiento por las figuras solistas. Si bien su figura no puede enmarcarse dentro del elenco de los maestros más destacados de su tiempo, sus grabaciones hacen gala de un gran sentido de la musicalidad y de una enorme versatilidad para afrontar cualquier repertorio con garantías. Como ejemplos de la producción discográfica de Vladimir Golschmann podemos citar obras de Bach, Beethoven, Khachaturian, Mendelssohn, Mozart, Saint-Saëns, Satie y Vivaldi.
Joseph Rosenstock nació el 27 de enero de 1895 en Cracovia, enclave antaño perteneciente a la monarquía de los Habsburgo y en la actualidad bajo administración polaca, y en el seno de una familia judía. Niño prodigio como pianista, Rosenstock estudió en el Conservatorio de Cracovia y más tarde, entre 1912 y 1919, en la Academia de Música de Viena bajo las órdenes de Franz Schreker, en donde llegó a ser director asistente del Coro de la Filarmónica y en donde además obtuvo un doctorado en filosofía por la Universidad de Viena. Habiendo ampliado formación en Berlín, en 1921 se hizo cargo de la dirección del Teatro de Württenberg en Stuttgart para un año después ejercer un cargo similar en Darmstadt hasta 1927. Ese mismo año relevó a Otto Klemperer como director musical en Wiesbaden hasta que en 1929 partió rumbo a los EEUU para suceder a Artur Bodanzky en el repertorio alemán del Metropolitan de Nueva York en una labor en la que recibió fuertes críticas. Tal vez por ello, Rosenstock decidió regresar a Alemania para trabajar en la Orquesta de la Asociación Cultural de los Judíos de Berlín. Sin embargo, la presión de los nazis le obligó a partir hacia Japón en 1936 para dirigir la Nueva Orquesta Sinfónica de Tokio (actual Orquesta Sinfónica de la NHK de Tokio) entre 1938 y 1946, a pesar de que en 1941 su familia llegó incluso a ser detenida acusada de espionaje. Ya en 1948, Rosenstock regresó a los EEUU para hacerse con el puesto de director del Festival de Música de Aspen entre 1949 y 1953 y posteriormente ejercer como director del New York City Opera desde 1952 hasta 1969. Durante aquellos años también dirigió con mucha frecuencia en el escenario rival del Metropolitan y llegó a ejercer la docencia en la Universidad de Utah. Entre 1958 y 1960, Rosenstock también ejerció como director musical del Teatro de Colonia. Finalmente, Joseph Rosenstock falleció el 17 de octubre de 1985 en Nueva York a la edad de 90 años. Siempre bajo el influjo de las distintas circunstancias políticas bajo las que le tocó vivir, Joseph Rosenstock fue una de las figuras más destacadas de la escena lírica neoyorquina durante buena parte de las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. En la actualidad, su figura es también muy recordada en Japón por su contribución a la creación de la actual Orquesta Sinfónica de la NHK de Tokio y por su aportación docente en la Academia Imperial de Música de Tokio. En EEUU, también se destacó por ser un gran difusor del género operístico merced a su emisión por el medio radiofónico de Nueva York. Como ejemplos de dirección de Joseph Rosenstock podemos mencionar obras de Mozart, Tamkin y Wagner. Nuestro humilde homenaje a estos dos grandes directores de orquesta.