Witold Lutoslawski

Witold Lutoslawski nació en Varsovia

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En el enlace al vídeo que hoy os dejo podemos escuchar el segundo movimiento — Capriccio notturno — del Concierto para orquesta del compositor polaco Witold Lutoslawski. La interpretación corre a cargo de la Orquesta Sinfónica de Oregón dirigida por el maestro James De Preist y dicha grabación se encuentra disponible en el sello DELOS (ref 3070). La construcción del movimiento está próxima a la de un scherzo, con un tema inicial muy dinámico que es expuesto con los violines con sordina para proseguir con unas escalas de los instrumentos de madera acentuadas por staccati. La progresión de intensidad se efectúa a partir de esta oposición entre un movimiento fluido y su acentuación por medio de ritmos marcados. El trío central clama en las trompetas un tema lacónico, robusto y popular, con una mayor simplicidad y una neta diferenciación de los planos sonoros. Un aligeramiento de la instrumentación conlleva a que el tema sea más melodioso y lírico. Finalmente, el movimiento concluye con una repetición abreviada del comienzo. Compuesto entre 1950 y 1954, este concierto fue estrenado en Varsovia el 26 de noviembre de 1954 bajo la dirección del propio autor y un año más tarde fue galardonado con el Premio del Estado Polaco. Junto con las sinfonías, es la obra orquestal más extensa de Witold Lutoslawski y la influencia del Concierto para orquesta de Bartok resulta evidente en cuanto a la idea, no así en cuanto a los procedimientos. La armonía de Witold Lutoslawski es mucho más placentera que la del húngaro y la orquestación más aterciopelada y vigorosa. Indiscutible obra maestra absoluta del autor, este concierto suele provocar una agradable sorpresa en los públicos cuando lo escuchan por primera vez. Por eso, os recomiendo encarecidamente la escucha de toda la obra en los enlaces restantes: 1- Intrada, 3- Passacaglia y 4- Toccata e corale.

Las vanguardias no seriales llegaron principalmente del Este de Europa a partir de la década de los años cincuenta y uno de sus primeros representantes, huido de su país tras la invasión soviética de 1956, fue György Ligeti. Pero si la salida de Ligeti había sido a título individual y como fugado, la de los compositores polacos fue masiva y oficialmente apoyada. Poco se había oído hablar de Polonia desde la muerte de Szymanowski en 1937. El control de Europa del Este por parte de Stalin había reprimido la práctica de la actividad artística. Pero con la liberalización de Khruschev los países del bloque comunista creyeron conveniente fomentar el arte dentro de sus fronteras, sabedores de que los resultados podrían explotarse exteriormente con fines propagandísticos. El Festival de Otoño de Varsovia, creado en 1956 como respuesta a Darmstadt y Donaueschingen, permitió comparar la música de los polacos con la de los soviéticos y también con la occidental, creando una vanguardia que derivaba lejanamente de Bartok y que invadió Europa. Destacados vanguardistas occidentales como Stockhausen, Tudor y Schaeffer ofrecieron allí conciertos mientras que un grupo de jóvenes compositores polacos saltaron a la primera plana trayendo consigo a Occidente una versión musical de texturas que fue denominada sonorismo. Entre aquellos estaban Penderecki, Górecki, Serocki y Kilar. Pero la gran figura del renacer musical polaco no fue otra que la de Witold Lutoslawski , posiblemente el mejor compositor polaco de todo el siglo XX.

¿Dónde nació Witold?

Witold Roman Lutoslawski nació el 25 de enero de 1913 en Varsovia, Polonia, en el seno de una familia de orígenes aristocráticos. Dos años después, la familia se trasladó hasta Moscú como consecuencia de la Primera Guerra Mundial pero en 1917 se desató la Revolución Soviética con consecuencias desastrosas para la familia: el padre y un tío de Lutoslawski fueron fusilados en 1918 por sus discrepancias con los bolcheviques. Tras la guerra, la familia regresó a Varsovia y Lutoslawski empezó a estudiar piano y violín antes de acceder en 1927 al Conservatorio de Varsovia, institución en donde fue alumno de Witold Maliszewski, Kmitows y Smidowicz. En 1931, Lutoslawski decidió dedicarse a las matemáticas y a la composición, aunque tuvo que abandonar la primera de las ramas en beneficio del piano. De esta forma, en 1936 Lutoslawski ganó un diploma del conservatorio en interpretación pianística que revalidó al año siguiente en la categoría de composición. Tras un intento frustrado de viajar a París para ampliar formación, en 1939 cayó preso en Cracovia de las fuerzas soviéticas y posteriormente de las alemanas, logrando escapar en 1940 y regresando a Varsovia, en donde sobrevivió a duras penas tocando en cabarets junto con su colega Andrzej Panufnik. En 1945, Lutoslawski fue nombrado secretario y tesorero de la Unión de Compositores Polacos, aunque los problemas no tardaron en llegar por el represivo sistema estalinista. En 1949, las autoridades comunistas denuncian su Sinfonía nº1 — el secretario de estado polaco dijo que había que arrojarla bajo las ruedas de un coche — hasta el punto de ser prohibida. Con todo, su obra va adquiriendo gran relevancia y en 1955, tras el éxito de su Concierto para orquesta, recibe el Premio del Estado Polaco (dicen que para gran desolación suya).

Alternando su tarea compositiva con la de intérprete pianístico, desde 1965 Lutoslawski emprende una carrera internacional como director, generalmente de sus propias obras. Su prestigio internacional se afianza en su faceta compositiva, especialmente cuando fue galardonado en 1968 con el primer premio de la Tribuna Internacional de Compositores de la UNESCO. A principios de la década de los setenta, Lutoslawski vivió momentos de gran tensión personal en Polonia por su abierta oposición al régimen, negándose a aceptar cualquier tipo de contrato profesional de carácter gubernativo. Ya en los ochenta, evitó ser fotografiado con dirigentes cercanos del golpista dictador Jaruzelski y rechazó también un cargo oficial en el Ministerio de Cultura. Con un prestigio internacional unánime por su trayectoria como compositor, siendo nombrado doctor honoris causa por numerosas universidades de altísimo nivel, Lutoslawski falleció finalmente el 7 de febrero de 1994 en Varsovia.

Witold Lutoslawski creó un estilo personal

Tan personal como original en el que tuvieron cabida algunas experiencias seriales y alguna controlada aleatoriedad. Su estilo es generalmente polifónico y en su obra persiste una continua búsqueda de la sonoridad a través de una música del todo expresiva. Supo expandir sus conceptos armónicos e incorporó fragmentos en los que los intérpretes disponen de autonomía rítmica. En sus últimas creaciones, Lutoslawski trató de fusionar el modernismo con la nostalgia de sus primeras obras. Sirva desde aquí nuestro humilde homenaje a la figura de este maravilloso compositor polaco.