Gabriele Santini

 Originalmente llamado Teatro Costanzi, el Teatro de la Ópera de Roma fue fundado en 1880 con una capacidad de más de dos mil localidades aunque en la actualidad sólo acoge a mil seiscientas. Domenico Costanzi fue su primer promotor hasta que en 1907 fue adquirido por el empresario Walter Mocchi. En 1926, el coliseo pasó a manos de la municipalidad romana y fue rebautizado como Teatro Real de la Ópera de Roma, siendo de igual manera reformado por el arquitecto Marcello Piacentini. Finalizada la monarquía en Italia, en 1946, el teatro fue de nuevo renombrado como Teatro de la Ópera de Roma y volvió a ser reformado por Piacentini. Desde entonces el teatro fue uno de los principales coliseos operísticos de Italia y en 1958 tuvo lugar uno de los mayores escándalos de la historia de la ópera al negarse a cantar Maria Callas su papel de Norma tras la conclusión del primer acto. El director de orquesta en aquella ocasión fue Gabriele Santini, un maestro que estuvo ligado a esta institución durante el período principal de su trayectoria artística.

Gabriele Santini nació el 20 de enero de 1886 en Perugia, Italia, e inició sus estudios musicales en el conservatorio de su ciudad natal y posteriormente en Bolonia, llegando a debutar como director asistente en 1906 para posteriormente trasladarse hasta Buenos Aires, ciudad en donde es constantemente requerido para dirigir en el Teatro Colón debido a las excelentes críticas recibidas dentro del repertorio italiano. En 1914 regresa a Italia para dirigir en Trieste y más tarde en casi la totalidad de coliseos italianos durante algunos años. Tras un fugaz paso nuevamente por Buenos Aires, Rio de Janeiro y Chicago, en 1924 interviene en La Scala por mediación de Toscanini y permanece allí por espacio de cuatro años en calidad de asistente y centrado en la obra de Verdi y Puccini. Ya en 1929, Santini es nombrado director del Teatro de Roma hasta 1933, volviendo a La Scala durante la temporada de 1934 para dirigir allí hasta un número de ocho representaciones. Posteriormente, entre 1944 y 1947, Santini ejerció como director artístico en el Teatro de Roma para, en ese último año, pasar a ser el director musical de dicho teatro hasta 1962.

En 1949, Santini tuvo la oportunidad de acompañar por primera vez a una joven Maria Callas en Perugia. Dicha relación artística sería del todo fructífera y así, en la temporada de 1952-1953, ambos artistas obtienen un triunfo memorable en Roma con La traviata de tal forma que dicha ópera es registrada en disco a iniciativa de la RAI de Turín y dicha grabación pasa a convertirse en una de las máximas referencias incluso a día de hoy. La relación artística entre Santini y la Callas se mantiene hasta 1958, año en el que se produce un verdadero escándalo en Roma durante una representación a la que asiste incluso el presidente de la República. La diva nunca más fue invitada a actuar en Roma, aunque Santini y ella se reconciliaron un año después en la Royal Opera House de Londres. Durante los últimos años de su carrera, si bien Santini no abandonó del todo la dirección operística en Roma, su actividad se centró mayormente en la industria fonográfica. Así, desde 1959, Santini inicia una serie de memorables registros de obras de Verdi y Puccini. Habiendo renunciado a su cargo de director musical en Roma en 1962, empero Santini mantiene una relación discográfica con dicha institución hasta que a primeros de noviembre de 1964, durante una grabación, sufre un ictus cerebral que le provocaría la muerte en un hospital de Roma el día 13 de noviembre de ese mismo año.

Considerado como uno de los mejores directores de ópera de la primera mitad del siglo XX, Gabriele Santini tuvo la virtud de ser un gran impulsor de las obras operísticas de sus contemporáneos (Giordano) así como de resucitar ciertos títulos italianos que habían quedado fuera del repertorio tradicional. Si bien su figura sufrió un cierto olvido tras su fallecimiento, a día de hoy parece revivir en la memoria de los aficionados más exigentes gracias a sus registros discográficos. Muy dado a los estudios, sobre todo en su fase final artística, tal vez lo mejor de su arte nos haya quedado en una discografía que cuenta con algunos títulos de indiscutible interés. Para algunos especialistas, su versión de La traviata con la Callas está entre los mayores tesoros de la fonografía.

De entre la producción discográfica debida a Gabriele Santini podemos mencionar las siguientes grabaciones. (Advertimos que los distintos enlaces que vienen a continuación no tienen por qué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Norma de Bellini, junto a Corelli, Neri, Cerquetti y Pirazzini, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (LIVING STAGE 35124); El elixir del amor de Donizetti, junto a Gobbi, Carosio, Di Lelio y Monti, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (TESTAMENT 2150); Andrea Chénier de Giordano, junto a Corelli, Di Stasio, De Palma y Sereni, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (EMI 58676); fragmentos de distintas óperas de Gounod con diversos cantantes y dirigiendo la Orquesta del Teatro de Nápoles (VAI AUDIO 1199); Cavalleria rusticana de Mascagni, junto a Corelli, De los Ángeles, Sereni y Vozza, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (EMI 63967); Gianni Schicchi de Puccini, junto a De los Ángeles, Doro, Barbieri y De Palma, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (EMI 12949); La bohème de Puccini, junto a Taddei, Tagliavini, Ramella y Carteri, y dirigiendo la Sinfónica de la RAI de Turín (DS CLASSICS 500); Madama Butterfly de Puccini, junto a Björling, De los Ángeles, Sereni y Pirazzini, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (EMI 63634); El barbero de Sevilla de Rossini, junto a Cossotto, Alva, Bruscantini y Ghiaurov, y dirigiendo la Orquesta de La Scala (OPERA D´ORO 1133); Fernando Cortez de Spontini, junto a Tebaldi, Penno, De Palma y Tajo, y dirigiendo la Orquesta del Teatro de San Carlo de Nápoles (IDI 6441); Don Carlo de Verdi, junto a Gobbi, Christoff, Santini y Nicolai, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (EMI 64642); Il trovatore de Verdi, junto a Corelli, Guelfi, Barbieri y Parutto, y dirigiendo la Orquesta del Teatro San Carlo de Nápoles (MYTO 269); La forza del destino de Verdi, junto a Tebaldi, Neri, Barbieri y Di Stefano, y dirigiendo la Orquesta del Teatro Comunal de Florencia (MYTO 62114); La traviata de Verdi, junto a Callas, Savarese, Marietti y Albanese, y dirigiendo la Sinfónica de la RAI de Turín (REGIS 2067); Otello de Verdi, junto a Tebaldi, Vinay, De Palma y Bechi, y dirigiendo la Orquesta del Teatro San Carlo de Nápoles (BONGIOVANNI 1183); y, finalmente, Simon Boccanegra de Verdi, junto a Gobbi, Christoff, De los Ángeles y Monachesi, y dirigiendo la Orquesta de la Ópera de Roma (EMI 67483). Nuestro humilde homenaje a este gran director operístico.

Con la colaboración de ElGatoDigital.es