¿Donde se construyó El Partenón?
Sobre los cimientos de un templo anterior también dedicado a Atenea fue construido el Partenón.
Erguido en la Acrópolis ateniense, el magnífico e incomparable monumento arquitectónico del Partenón siempre ha estado descriptivamente cargado de superlativos. Construido merced a los planos de los arquitectos Ictino y Calícrates a mediados del siglo V a.C., el Partenón es el ejemplo supremo y la obra maestra de la arquitectura clásica.
Su imponente figura, ajena al paso de los años y de los accidentes, refleja el orgullo y la confianza de una ciudad gobernada por Pericles y que, años atrás, había conseguido derrotar a la temida maquinaria bélica persa.
Si existe un acontecimiento histórico que pudo haber cambiado los destinos de la cultura y civilización occidental, éste no fue otro que la resistencia griega frente a los persas, reflejada en los episodios conocidos como Guerras Médicas. Si Atenas hubiese caído, otro mundo diametralmente distinto habría tenido lugar, no sabemos si mejor o peor. Eso, para la historia-ficción.
Levantado como nuevo templo de la diosa Palas Atenea Partenos, el edificio pertenece al estilo dórico y tiene 69,5 metros de longitud por 30,5 de altura. El pórtico o galería exterior rodeaba una estancia interior llamada cella en la que se encontraba el santuario que albergaba una estatua gigantesca realizada en oro y marfil (Crisoelefantina) por Fidias.
El pórtico contaba con 46 columnas acanaladas dispuestas según el concepto octástilo, esto es, con ocho columnas al frente y diecisiete en los lados (Períptero). Las columnas eran de mármol del Pentélico mientras que el tejado era de madera. La sencillez y elegancia de sus formas, verdadero prodigio de la armonía, delata la sabiduría de Ictino, un arquitecto jonio que era un verdadero maestro de la perspectiva y que calculó con absoluta exactitud la distribución del edificio para complacer la visión del espectador que lo contemplara desde abajo.
El Partenón se construyó sobre los cimientos de un templo anterior también dedicado a Atenea que en su momento también albergó una colosal estatua crisoelefantina esculpida por Fidias. Pero el Partenón, además de templo, constituía una especia de galería de arte y era un marco perfecto para la escultura.
El pedimento y la entabladura estaban cubiertos de figuras visibles desde el exterior; sin embargo, los famosos frisos rodeaban los muros exteriores de la cella a una altura de unos doce metros, por lo que los detalles no podían apercibirse. Dichos frisos — hoy en su mayor parte ubicados en el Museo Británico de Londres — representaban el nacimiento de la diosa Atenea y la procesión que cada cuatro años se llevaba a cabo para conmemorar el episodio. También muestran a los 192 héroes griegos que murieron en la batalla de Maratón presentándose ante las deidades. El conjunto, atribuido a Fidias, forma parte de una las mayores antologías de la historia escultórica mundial.
El aspecto que presenta el Partenón en la actualidad — al igual que la mayoría de templos griegos — de un blanco resplandeciente, no se corresponde al modelo original. En principio, el edificio estaba pintado de colores vivos, casi chillones, que paulatinamente se fueron extinguiendo. Por su parte, el mármol ha sufrido en los últimos años los efectos de la contaminación urbana de Atenas y de la enorme afluencia de turistas.
A día de hoy, el recinto que rodea el Partenón se haya separado por una verja; de esta forma, los visitantes no pueden acercarse sino a unos pocos metros del edificio. Cualquier instantánea en la que vemos a los turistas encaramados en las escaleras delata su antigüedad… Además, toda la Acrópolis presenta una serie de casetas cuyos vigilantes no dudan en llamar severamente la atención a aquellos visitantes que tratan de incumplir las normas de visita.
En épocas pasadas, el edificio cumplió con otras funciones y así sirvió como iglesia ortodoxa, católica e incluso mezquita. En 1687 el ejército turco lo utilizó como polvorín hasta que las tropas venecianas que asediaban la ciudad hicieron blanco en el mismo y lo dejaron en el ruinoso estado que todos hoy en día conocemos (Sin duda, uno de los acontecimientos más execrables de toda la historia del arte).
Los diversos planes para una previsible restauración nunca se han hecho el todo efectivos y todo el conjunto se encuentra acordonado más por protección que por restauración en sí misma. Aún así, el Partenón sigue pareciendo un verdadero portento arquitectónico. Por cierto, ¿Sabías que en Nashville, Tennessee, se encuentra una réplica a escala real del Partenón? Se construyó en 1897 y muestra el aspecto que debió presentar el edificio en su época. Abajo os dejo las fotos de «ese» Partenón y de una inmensa estatua que también parece ser una réplica de la original construida por Fidias.
Fascinante! Qué sentido del equilibrio, la belleza y la proporción!
Y la ubicación…
maravillosa entrada que me traee mejores recuerdos aún.
Besos
Una de las grandes maravillas artísticas de la humanidad, sin duda.
A mí Grecia también me trae buenos recuerdos. Ligué… ¡Y mira qué es difícil que yo ligue!
¿No fue Grecia donde aquella aventura tuya de los tomates y las motos de la que tanto nos reímos?
Besos, muchos besos.
LEITER
Sí, esa fue en la isla de samos, jaja. Qué buena memoria! hace un montón de años. En el partenón estuve por última vez hace un año y medio. Estaban de reconstrucción…a ver qué hacen.
Siento que Grecia esté atravesando esta crisis, es un país que me resulta agradable y me encanta su gente, pero se veía venir… Espero que salgan pronto de esto, es un país maravilloso.
Besos
El embrujo que ejerce este tipo de construcciones antiguas está dado por el espíritu de la época en que fue construido. Evidentemente sus constructores, hijos de otro tiempo más cercano a valores, principios, ideas y conocimientos hoy perdidos, reflejaron en su arquitectura una serie de conceptos que escapan a la cabal comprensión de las mentes modernas.
Cómo hacerle entender a las personas de nuestros días, lo que significa un TEMPLO en toda su magnitud? Cómo hacerles entender que allí puedes sentir las vibraciones etéreas de un abrazo de Palas Atenea, la Diosa de níveos brazos?
Los griegos, como muchas culturas antiguas, construían en función de la Razón Áurea, como expresión -para ellos aún inconclusa y no del todo alcanzada- de la Belleza y la Armonía que rige el Universo y todo lo que a él se circunscribe.
Hoy día, con todos los adelantos científicos, ningún arquitecto ni ingeniero es capaz de concebir y menos aún, de levantar una construcción como las del Mundo Antiguo. Todo no pasa de ser una burda imitación.
Se ha perdido la esencia.
Bellísimas imágenes Leiter. Pero no bastan; hay que ver de frente el Partenón.
Abrazos.
Yo estuve hace unos 16 años y me pareció un país encantador, no ya sólo por su valor artístico sino también por sus gentes. Yo, de griego moderno no entiendo absolutamente nada, pero era curioso cómo, para hacerme entender en algunos sitios, trataba de emplear algún vocablo del griego clásico y… ¡Voila! Es un idioma curiosísimo. Tiene una fonética muy similar a la española y por ello dicen que suena muy parecido al español para oídos profanos extranjeros.
Iván, no puedo sino firmar al 100% tu comentario: Belleza y armonía. Sólo así puede entenderse la Antigüedad Clásica. No sé si con tu última frase te refieres a que hay que ver «in situ» el Partenón o que debo colocar una foto en estricta frontalidad. A ver si luego encuentro algo.
(Iván, se me complica un poco lo del libreto de Der Rosenkavalier. Pero no te creas que me he olvidado)
Besos y abrazos
LEITER
Me refiero a que hay que estar allá, viéndolo y quizá tocándolo, para hacernos con algo de la grandeza del pasado…
Porqué te preocupas Leiter? El Universo no se hizo en un instante, mucho menos un libreto en español. Yo se entender de dificultades, por ello no sientas angustia; se que no lo has olvidado, buen amigo.
Un abrazo.